Ayúdame a recordar 24

Yo: ¡Alicia! No puedes pretender que haga como si no hubiera pasado nada, que todo se arregle con un ‘Lo siento, perdóname’, que vuelva a confiar en ti como si nada. Entiende que me has hecho daño-respondí.

Me sentía traicionada, enfadada y humillada en cierto modo. Jamás pensé que sería capaz de hacerme algo así, que antepusiera lo que dirían sus padres a mi salud. Alicia tenía razón en una cosa, tenía razón en que esa noche las dos nos íbamos a quedar solteras.


Decidí quedarme un par de días en casa de Natalia, a ella no le importaba y yo necesitaba estar alejada de la ciudad para ordenar mis ideas y aclarar mis pensamientos, no se me ocurrió un lugar mejor que aquel. Estaba muy dolida, mis mejores amigos me habían traicionado, por su culpa había sufrido lo inimaginable. Había tenido que volver a aprender a leer y a escribir, jamás había hecho algo tan difícil. Había tenido que moverme alrededor de gente que no conocía y volver a conocerlos, había tenido que soportar burlas. Había tenido que rehacer mi vida de nuevo. Lo había conseguido, pero ¿y si no lo hubiera hecho? ¿Y si no hubiera despertado del coma? ¿Y si no hubiera recuperado la memoria? No tenía sentido torturarme con algo que ya había ocurrido, pero hubo una mínima posibilidad de que aquello que ya consideraba pasado formara parte de mi realidad, exceptuando a la muerte, claramente.

¿Podría volver a confiar en una persona que me había mentido a lo largo de un año? Mi corazón decía a gritos que sí, que sí que podía, que quería a Alicia junto a mi lado, pero mi cerebro me decía que no. Y es que tan solo habían pasado un par de horas y ya la volvía a echar de menos, mi corazón la echaba de menos. Necesitaba pensar y meditar, tenía que estar totalmente segura de querer volver dejar entrar a Alicia en mi vida, porque si la dejaba entrar no volvería a salir por mucho daño que me hiciese. Esa era la razón de mi miedo. Tenía miedo de volver a salir con ella, que volviera a defraudarme, que volviera a hacerme daño y que no fuera capaz de dejarla ir. Nunca me había dado motivos para desconfiar de ella, eso era cierto, pero también estaba demasiado enamorada como para ante cualquier signo de desconfianza por su parte haberlo ignorado. Esperaría a que mi enfado se disipase y luego entonces tomaría una decisión.

Quizás muchos pensarán que era una exagerada, que no era para tanto, pero para mí sí que lo era. Cuando me enamoraba depositaba toda mi confianza ciegamente en esa persona, me entregaba completamente, daba lo mejor de mí. Lo había hecho con Alicia. Perfectamente cualquiera podría haber pensado que ella se había estado entregando mucho más que yo, y quizás tendría razón, pero eso no quitaba que la amara con todas mis fuerzas. Y ella me había mentido. ¿Cómo tener la certeza de que no lo volvería a hacer? ¿Cómo saber que no me dejaría si la amenazaran con contarle a sus padres que era lesbiana? Hacía un año lo había hecho, me había mentido porque le amenazaron con decírselo a sus padres. ¿Volvería a dejarme de lado? La cabeza me estaba comenzando a doler de tanto pensar, me metí en la ducha para relajarme. Cuando acabé me vestí y cogí mis llaves.

Yo: Voy a casa a coger ropa, no creo que tarde mucho- le dije.

Natalia: Está bien- contestó mirándome.

Yo: Gracias por dejar que me quede- le agradecí.

Natalia: La primera que te dijo que esta era tu casa fui yo, no hace falta que me agradezcas nada. Eres mi hermana y necesitas ayuda, ¿cómo iba a negarme?- me dijo.

Me acerqué a ella y la abracé afectuosamente, ella pasó sus brazos detrás de mi espalda.

Yo: Eres la mejor- dije separándome.

Natalia: Venga ve a coger tus chismes, yo iré preparando tu habitación- dijo levantándose.

Salí de la casa, me metí en mi coche y conduje hasta la ciudad. Aparqué y entré en casa.

Lucía: Hola cariño- me saludó abrazándome.

Yo: Hola mamá- respondí al saludo.

Lucía: ¿Cómo estás?- me preguntó mirándome tristemente.

Yo: Hago lo que puedo- contesté suspirando.

Antonio: Hola pequeña- saludó entrando al salón.

Yo: Papá- le abracé a él también, sus fornidos brazos me tuvieron retenida durante un par de segundos.

Antonio: ¿Qué ha pasado? Hasta hace un par de días estabas la mar de feliz y hoy nos llama tu hermana diciéndonos que ibas a quedarte un par de días en su casa- preguntó mirándome.

Yo: Ni yo misma sé exactamente qué ha pasado- respondí encogiéndome de hombros.

Lucía: Ayer vino Sergio muy tarde a buscarte, dice que le has dejado, y el teléfono no dejó de sonar- me contó, se notaba que estaba preocupada.

Yo: ¿Sergio vino a buscarme?- volví a preguntar.

Antonio: Sí, parecía un loco. ¿Es cierto? ¿Le has dejado?- quiso saber.

Yo: Sí, le he dejado-contesté con un resoplido.

Lucía: ¿Por qué?

Yo: Os prometo que más adelante os contaré todo. ¿Sabéis quien…llamaba todo el rato?- pregunté lentamente.

Antonio: Llamaron muchas veces, una vez fue Sergio antes de venir, otra fueron Javi y Marta, pero la que llamó varias veces fue Alicia- contestó mirándome fijamente.

Mi corazón dio un brinco al escuchar su nombre, me parecía increíble lo que tan solo causaba en mí su nombre.

Lucía: Todo el mundo te buscaba. ¿Qué pasó anoche Ainhoa?- me preguntó acrecentando su preocupación.

Yo: No es nada por lo que debáis preocuparos, podéis estar tranquilos. Necesito tomarme un tiempo tan solo para mí y pensar- respondí.

Antonio: Sabes que estamos contigo y que te vamos a ayudar y apoyar en todo lo que hagas, en cualquier problema que tengas, ¿verdad?- preguntó asegurándose.

Yo: Pues claro que lo sé, por eso os quiero tanto- contesté abrazándolos a la vez.

Lucía: Y nosotros a ti, hija- me dijo.

Yo: Voy a coger mis cosas- les dije con una sonrisa.

Fui a mi cuarto, cogí una maleta pequeña que tenía de un par de viajes que hice y metí mi ropa, mi cepillo de dientes y todo lo que encontré necesario. Después de repasar mentalmente que no me olvidaba nada volví al salón.

Antonio: Llámanos- me dijo volviéndome a abrazar.

Yo: Me voy a la otra punta de la isla como máximo un mes, no a vivir a Nueva York- contesté mientras reía.

Antonio: Me da igual, tú llámanos si tienes cualquier cosa que decir, aunque tan solo sea para decirnos que tal estáis tú y tu hermana- me dijo besándome la cabeza.

Yo: Está bien, lo haré- contesté besándolo en la mejilla.

Lucía: Espero que sea lo que sea eso que ha pasado sepas solucionarlo- me dijo abrazándome, ¿era el día de los abrazos o qué?

Yo: Tranquila, tan pronto como tenga una decisión os contaré lo que ha pasado- respondí.

Lucía: Está bien. No merece la pena que estés así por esa persona- dijo besándome.

Yo: Adiós- me despedí.

Antonio y Lucía: Adiós- dijeron al unísono.

Mientras bajaba por el ascensor pensaba en la facilidad que siempre había tenido mis padres en saber cuándo algo iba mal, ¿cómo se habría enterado de que estaba mal por alguien y no por algo? Salí del edificio y me encaminé hacia mi coche.

Ali: ¿Ainhoa?- preguntó tras de mí.

Me quedé paralizada, su voz entró en mis oídos dejándome sin aire en mis pulmones. Me giré lentamente y la miré, sus ojos estaban rojos y tenía unas ojeras bastante marcadas.

Ali: ¿Te vas?- me preguntó mirando la maleta.

Yo: Necesito un cambio de aires, pensar con claridad- contesté firmemente.

Ella se quedó pensativa. Estaba segura de que la mala suerte me atraía. ‘Chica, precisamente no te atrae la mala suerte, más bien eres tú quien atrae a la mala suerte’ Gracias por los ánimos, eres fenomenal. ‘Siempre es un gusto ser de ayuda’

Ali: Ainhoa déjame que te explique- me dijo empezando a derrumbarse.

Yo: No Alicia, ya basta- contesté exasperada- Empiezo a estar cansada de esto.

Ali: ¿Crees que voy a quedarme de brazos cruzados mientras observo como te pierdo?- respondió frunciendo el ceño.

Yo: Eso es justamente lo que tendrías que haber dicho hace un año- dije mirándola fijamente.

Abrió la boca para decir algo pero no emitió ningún sonido.

Yo: ¿Crees que no tengo derecho a recibir un poco de descanso? He estado toda la noche despierta, pensando, sin poder dormir, nerviosa, dolida, llorando- contesté terminando esa lista que podía haberse alargado durante horas.

Ali: ¿Piensas que has tenido mejor noche que yo? Me he pasado toda la madrugada llamándote al móvil, buscándote, preocupada de que te hubiera pasado algo- me dijo.

Yo: ¿Te crees que tienes derecho de recriminarme eso?- le pregunté seriamente.

Ali: Tan solo te estoy diciendo que he estado toda la noche preocupada por ti- contestó suavizando el tono.

Yo: Bueno, pues ya ves que estoy bien- dije dándome la vuelta para irme.

Ali: Ainhoa, escúchame un minuto- pidió cogiéndome del brazo, yo me solté de ella.

Yo: ¿Qué quieres?- dije fría.

Ali: Dime que quieres que haga para que me perdones, haré lo que haga falta, lo que sea. Dime, ¿qué tengo que hacer?- me preguntó derrotada, su mirada me lo suplicaba.

Yo: ¿Que qué quiero que hagas? Quiero que me dejes en paz- le dije mirándola fijamente.

Ali: Haré cualquier cosa menos eso- contestó.

Yo: ¡Alicia! No puedes pretender que haga como si no hubiera pasado nada, que todo se arregle con un ‘Lo siento, perdóname’, que vuelva a confiar en ti como si nada. Entiende que me has hecho daño- respondí.

Ali: Dime que nunca has cometido un error, dime que nunca te has arrepentido de hacer algo, dime que nunca te has sentido culpable de cualquier cosa- me dijo.

Mi silencio le otorgó la respuesta.

Ali: No soy perfecta, lo sé, tengo mis defectos. ¿Quién no los tiene? He cometido errores que por mucho que quiera no voy a poder solucionarlos. Aquella noche no te ayudé, te dejé tirada, es cierto, pero ¿sabes qué? No estoy del todo arrepentida. De no ser por ese accidente jamás te hubieras enamorado de mí, no hubiera sabido lo que era besarte, no hubiera sabido lo que era hacerte el amor- me dijo, de cada vez fue bajando el tono hasta que acabó en un susurro.

Yo: Me mentiste Alicia, te importó más lo que pensaran tus padres de ti que yo- respondí con rabia.

Ali: Desde este mismo instante prometo no volver a mentirte nunca más.

Yo: ¿Cómo quieres que esté contigo si ya ni siquiera sé si vas a volver a traicionarme?- le pregunté con rabia.

Ali: Por aquel entonces no éramos nada- dijo a modo de excusa.

Yo: La cuestión no es que estuviera saliendo contigo o no Alicia. Lo que importa aquí es que me amabas y preferiste arriesgar mi vida para salvar la opinión que tenían tus padres de ti. ¿Cómo pretendes que vuelva a confiar en ti?- le expliqué.

Ali: Yo…-la interrumpí.

Yo: De verdad necesito un descanso, desconectar y relajarme. Dame tiempo por favor- le pedí con todas las ganas de que lo entendiera de una vez.

Ali: Está bien, te dejaré espacio- dijo levantando los brazos y alejándose un poco.

Asentí con la cabeza y me giré para volver al coche.

Ali: Ainhoa- me detuvo.

Volví a girarme y la miré preguntándole con la mirada qué quería.

Ali: Sabes que te amo, ¿verdad?- me preguntó.

Yo: Ahora mismo no sé nada- admití suspirando.

Ali: Bueno, pues te lo digo para que lo sepas. Te amo- repitió.

Dicho esto se dio la vuelta y reanudó su camino. Me metí en el coche, dejé la maleta en el asiento del copiloto, apoyé mi cabeza en el respaldo y cerré los ojos para evitar que las lágrimas cayeran. Dios, ¿por qué me lo ponía tan difícil? ¿Por qué era tan irresistible? ¿Por qué era tan débil ante ella? Si se le hubiera ocurrido besarme no habría reunido las fuerzas suficientes para alejarme, y esa era una de las cosas que más me hacían cabrear. Odiaba que tuviera ese control sobre mí, conscientemente o inconscientemente, lo odiaba. Me sequé las lágrimas con el dorso de la mano, encendí el motor y conduje hasta la casa de Natalia, apenas fui consciente de que había llegado. Me metí en el cuarto de invitados y observé lo que sería mi dormitorio durante los próximos días, no estaba para nada mal. Fui colocando mis cosas y cuando terminé me senté en la cama pensativa.

Natalia: ¿Quieres hablar?- me preguntó asomándose por el marco de la puerta.

Yo: Ya te he aburrido demasiado- contesté sonriendo.

‘¿Demasiado? Demasiado es bien poco, si casi le cuentas hasta cuando te pusiste tu primer tampón’

Natalia: No digas bobadas, no me importa- dijo sentándose a mi lado.

Yo: Te he contado todo lo que tenía que decir- respondí encogiéndome de hombros.

Natalia: Eso no es verdad, me has contado todo lo que ha ocurrido aunque sospecho que hay más tela por contar, pero no me has contado cómo te sientes- me dijo poniéndome la mano encima de la mía.

Yo: ¿Cómo me siento? Me siento frustrada por no saber si va a volver a hacerme daño. Tú sabes lo insegura que he sido siempre- dije mirándola.

Natalia: Lo sé cariño, lo sé, para ti nunca ha sido fácil tomar decisiones- contestó comprensiva.

Yo: ¿Sabes que es lo peor de todo? Que yo confiaba completamente en esa persona, pensaba que jamás sería capaz de traicionarme- dije.

Natalia: Tú siempre has odiado que te ocultaran las cosas, que la gente no fuera honesta contigo- me dijo.

Yo: No me lo esperaba, de ella no- comenté negando con la cabeza.

Natalia: ¿Ella?- preguntó.

La miré fija e intensamente.

Yo: Me he enamorado de una mujer- confesé.

Esperaba su reacción, que gritase, que me insultara, o que simplemente no hiciera nada. Su expresión mostró asombro y noté que estaba un poco confusa.

Natalia: Bueno…no pasa nada. Para mí no cambia nada, sigues siendo mi hermana- me dijo quitándome un gran peso de encima- ¿Mamá y papá lo saben?

Yo: No, tenía miedo de su reacción, de vuestra reacción- contesté.

Natalia: Puedes estar tranquila, lo entenderán perfectamente- me dijo.

Yo: Ya, pero aun así tenía miedo. La gente es muy impredecible- respondí mirando a la nada.

Natalia: ¿Qué es lo que te hizo para que estés así?- me preguntó.

Yo: Realmente no es ella la única culpable de que esté así. Marta, Javi y Alicia también tienen la culpa. Por un motivo en el cual tendrían que haberme ayudado no lo hicieron porque les amenazaron. Podía llegar a entender que no me ayudasen tres personas, pero lo que le impidió que ella me ayudase fue que la amenazaron con contarle a sus padres que era lesbiana. El motivo fue mi accidente. Y tan solo fue eso lo que le impidió ayudarme. Por eso estoy tan cabreada, y por eso me duele tanto- le conté lentamente.

Natalia: Sabía que ellos tenían algo que ver con tu accidente- dijo un poco cabreada.

Yo: La cuestión es que todos tenían mínimamente una excusa, pero ella no-suspiré.

Natalia: Te ha decepcionado- dijo por mí.

Yo: Sí- afirmé.

Natalia: ¿Mamá o papá te han dicho algo?- preguntó.

Yo: Mamá me ha dicho que sea quien sea no merece que esté así por ella, que no vale la pena. Pero no sabe lo que he vivido junto a ella, los momentos que hemos tenido, los besos y los te amo que me ha dicho. Si lo supiera me entendería- murmuré con voz queda.

Natalia: No sigas torturándote, no sirve para nada. Lo hecho, hecho está, por mucho que pienses no podrás cambiar nada. Lo único que vas a cambiar y tan solo depende de ti es si vas a perdonarla o si vas a confiar en ella de nuevo- me susurró suavemente.

Yo: Tienes razón.

Natalia: Voy a ir preparando la cena, ven conmigo o si quieres ponte a ver la tele un rato- me dijo.

Yo: Está bien- dije levantándome.

Fui con ella y empezamos a preparar la cena, logró hacerme reír con un par de chistes y unas anécdotas de algunos de sus compañeros del trabajo. Cenamos, fregamos todo, nos cambiamos y nos pusimos a ver una película. Cuando acabó cada una se fue a su cuarto para dormir, me tumbé en la cama suspirando. Había sido un día bastante largo y estaba cansada. Mi mente no pudo dejar de dar vueltas, centrándose como siempre en Alicia. Recordaba una y otra vez la conversación que había tenido con ella aquella tarde, pero a la vez la noche en la que me enteré de todo haciendo que dos sentimientos muy contradictorios se peleasen entre sí. ¡Joder! ¿Por qué es todo tan complicado? pensé antes de dormirme.


¡Buenas! He subido la continuación más rápido eh, no me os quejéis esta vez jajaja. Tenía bastante tiempo así que aquí os lo dejo. Muchas gracias a todos por valorar, leer y comentar, es divertido hacer esto y más aún si puedo leer las amenazas o cualquier opinión de los que se toman las molestias de comentar. Agradezco especialmente a:

Martin: Emm, creo que no, paso de que me vengas a buscar, en casita estoy muy bien jajaja. No es que me guste elevar al personaje para después dejarlo caer, bueno sí, debo admitirlo, me gusta hacerlo jajaja. Más que nada porque nunca se suele esperar algo malo de ellos, y entonces el factor sorpresa juega a mi favor. Espero que te haya gustado la continuación. ¡Un beso!

Payooya: Pues más vale que entierres tú instinto asesino, o entonces yo sacaré el mío. Me sería muy fácil hacer que Ali cogiera un pedo de la hostia y que accidentalmente un coche se interpusiera en su camino acabando con su dolor... Jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos!

LiveAndDreams: Pues ya puedes ir apagando la máquina para afilar los cuchillos jajaja. Ya no tienes que estar mirando si lo he subido o no, aquí lo dejo y en tiempo record eh jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!

Bonny: Avisé, avisé de que no queríais saber qué le pasó con su accidente, pero nadie me hizo caso. Ahora, os aguantáis con las dos enfadadas y separadas jajaja.  El destino es impredecible y muy cabroncete cuando quiere jajaja. Espero que te haya gustado. ¡ Besos!

Karin9: Hacer sufrir a la gente es mi objetivo, me hace sentir llena jajaja. Con Sarah y Elisabeth lo conseguí, con Ainhoa y Alicia lo estoy bordando, ¿verdad? Jajaja. Ya ves que no he tardado en subir este capítulo, algo bueno tengo. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!

Aurora la Diosa: Puede ser que sí, que actuaran mal en no decirle nada a Ainhoa después de que no hubiera ninguna prueba del robo, pero después al calmarse las cosas lo que no querían era estropear todo y hacer que Ainhoa se enfadara. Totalmente mal, por supuesto, pero como soy yo está perfecto jajaja. A Sergio no sé si lo torturaré, quizás le daré una pequeña charla con Ainhoa en la que su autoestima se verá rebajada por los suelos...pero no me interesa ninguna pelea, en el último capítulo cuando te conteste al comentario te pasaré por aquí mi gran tortura aparte para Andrés y Sergio, ¿ok? Jajaja. Puede ser que me aplaudas en otra ocasión. ¿Sabes? Ya me estoy imaginando mi próxima historia, y va a ser más de lo mismo. Sufrimiento gratuito jajaja. Si no hubieras comentado nada hasta el final de la historia, me faltaría algo, no sería lo mismo. Es como legar a casa tras un largo y duro día de trabajo y (en el caso de tener mascotas) ver a tu perro o gato corriendo hacia ti loco de emoción, es reconfortante y cálido. Para mí, así son todas vuestras amenazas jajaja. Y no, te repito por millonésiima vez mi cuello NO va a estar al alcance de tus manos, acéptalo ya, no es tan difícil, no te daré ese gusto ni aunque me pagues el funeral jajaja. Si tengo que morir, que sea feliz, dentro de muchos años y con mi cabellera BLANCA (no multicolor como la vuestra). Y creo que deberías ir al médico, por lo de las piedras en la vesícula y porque no me has amenazado. Háztelo mirar, hazme caso. Quizás tú sistema inmunológico ha creado una defensa contra mis historias y ya no afectan igual, eso sería una gran pena jajaja. Como ves he sido buena y he subido la continuación pronto, algo bueno tendría que tener, ¿no? Jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Hel: Bienvenida al club de 'Vamos a matar a Peke', tranquila ya estoy acostumbrada jajaja. Y sí, ya sé que quizás me pasé con lo del sueño erótico, pero me encantó ver la frustración que eso había causado en los lectores jajaja. Tranquila, ya he adelantado que tendrá final feliz. No hace falta qu eme sigas deseando la muerte jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!

Yuliana3000: ¿Cómo que qué manera de quedar es esa de Ainhoa? En más que razonable su comportamiento, yo me habría puesto igual o peor incluso jajaja. Creo que de tanta desesperación y tantas ganas de saber qué va a pasar los nervios que se pasan mientras se lee a la mayoría ya les parecerá normal jajaja. ¿Ves? Ahora hasta me pides que sea mala, esto no me lo había imaginado jajaja. He estado mcho tiempo siendo mala, siento decepcionarte pero no voy a hacer que nadie esté al borde de la muerte ni nada por el estilo. En cuanto a tu historia es una gran pena, estaba muy bien y me tenía muy enganchada. Pero si no se puede, pues no se puede. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Lita: Es verdad que Ainhoa no sentía nada por Ali por aquel entonces, pero lo que ocurre es que se suponía que Ali amaba a Ainhoa y que la puso en peligro, aquí está el problema jajaja. Pero bueno, esto depende de cada uno, quizás alguien que lo lea pensará que está exagerando, otro que lo lea pensará que debió matar a Ali al enterarse de lo que le hizo, hay muchas opiniones respecto a esto. yo aquí he dejado la mía. Que buena gente va a ser Sergio, este bicho no es ni persona jajaja. Respecto a tu historia entiendo lo del tiempo tranquila, yo estoy igual que tú, estos días que tenido un poco más de tiempo libre para mi pero la semana pasada fue imposible buscar un hueco tan solo para respirar.

PD: No ayudes a Aurora a encontrarme, lo ruego jajaja. Probablemente bastantes jóvenes ignorantes de España ni siquiera saben que existen las Islas Baleares, con suerte las confundiréis e iréis a buscarme a Canarias jajaja.

Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Paulita800: No pasa nada, si no pudiste comentar no se pudo, ya está. La verdad es que sí que se pasaron, a mí tampoco me habría hecho ni pizca de gracia si a los que yo llamo amigos me hicieran eso. Pero bueno, también hay que tener en cuenta que sus motivos tenían, excepto Alicia que no es demasiado convincente su excusa los demás mínimamente se salvan. Espero que te haya gustado. ¡Un saludo!

Setsuna: Como ya he comentado en otros comentarios aquí tenemos puntos de vista diferentes, a unos les parecerá muy fuerte lo que le han hecho sus amigos a Ainhoa, a otros no les parecerá tanto, esto depende de cada uno. Yo en esta historia dejaré mi punto de vista en todo evidentemente, a algunos les parecerá bien y a otros no, yo ahí ya no puedo hacer nada. Mal hecho por parte de los amigos de Ainhoa, eso seguro. Que quizás ella no se lo tome tan a pecho y que con el tiempo sepa perdonarlos, puede ser. Ya se verán las cosas más adelante. Espero que te haya gustado este capítulo. ¡Besos!

Romina: No mataré tus ilusiones, tranquila, tan solo haré sufrir un poco antes del final feliz. Podríais crear una página web anti Sergio y Andrés, seguro que tendría mucho éxito jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Un saludo!

SBCZ: Si te he sorprendido con el giro de la historia, puedo darme por satisfecha jajaja. Me gusta hacer sufrir, no te lo tomes como algo personal, es algo que me llena jajaja. Era obvio que Sergio se tramaba algo, Andrés al final ha resultado ser una víctima más y Javi y Marta siguen tan amorosos jajaja. ¿De verdad quieres que le busque alguien más a Aliicia? Piensa muy bien lo que dices, las consecuencias que cendrán después son culpa tuya entonces jajaja. Si quieres escribir algo adelante, publícalo. Si no lo haces nunca sabrás si está bien o mal, yo te lo recomiendo, antes de subir mi primer capítulo de Mi Salvación pensaba que no se me iba a dar bien esto de escribir y mira, no me va nada mal ahora. Si decides escribir y subir algo yo estaré encantada de leerte. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Biittersweet: Si no sabes qué hacer conmigo, dame un regalito o algo jajaja. Eso siempre es de ayuda. Si quieres saber el final de la historia no conviene matarme no, sería una pena dejar esta historia sin acabar y ni siquiera dar una oportunidad a otra que tengo en mente... Querréis matarme si decido publicarla jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!

FarruKo: Pues cuidadín, quizás resulta que me gustan los nopales y dejo de escribir para que me des más jajaja. Como ya dije, no he tenido la oportunidad de probarlos. Y lo siento pero no soy de los pequeños 'deslices' al menos no en esta historia jajaja. Ya casi tengo el final en mi mente y no entra esa idea. Y a Ainhoa le dio por decir lo de la mesa porque a ella le habían dicho que se había golpeado con una mesa, solo que no era la mesa de casa de Sergio, si no la de Javi. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Labrys28: ¿Drama en mis historias? ¿Dónde? Jajaja. Pues no sé qué te imaginabas exactamente lo que era el accidente, pero ya has visto que no ha sido muy dramático como esperabas jajaja. Pero sí, tendría que haber pensado algo como lo que has dicho, leñes... Jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Saludos!

Penelope: Sí que tenía algo raro sñi, todo en mis historias tiene algo raro jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Un saludo!

Capricornio7: Pues sí, dicen que el sexo es la mejor medicina pero eso es una excusa que tienen los hombres cuando sus mujeres no quieren darle al temilla... Jajaja. Cuando es no, es no xd. Pos como que te alejas de lo que en realidad pasó, ni cama, ni nada. Frío y duro asfalto jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Melvira: No pasa nada si no has podido comentar o valorar hasta ahora, lo importante es que has seguido con esta historia, lo agradezco. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!

Lokita: Me alegra saber que te gusta esta historia, espero que este capítulo haya sido de tu agrado. ¡Besos!

Muchas gracias a todos por leer, comentar y valorar. ¡Besos desde España!