Ayúdame a recordar 23

Ali: ¿Estás rompiendo conmigo?- me preguntó lentamente.Yo: Nunca fuimos algo- contesté fría y dejándola de piedra.

Volví a besarla mientras sus brazos me envolvían, me dormí sintiendo los latidos de su corazón.


Desperté la mañana siguiente, inmediatamente una sonrisa se formó en mi rostro al sentir el brazo de Alicia abrazarme, su mano estaba en mi vientre. Con delicadeza para no despertarla me giré y la observé, no había palabras para describir lo que sentí en ese instante. Miré su cuerpo desnudo reposar en la cama, era increíblemente sexy. Pero lo que te mataba de ella era su sonrisa, madre mía, su sonrisa. Era capaz de iluminar el día más desastroso que alguien pudiera tener, de llevarte a otro mundo, de enamorarte en tan solo cuestión de segundos. Me dediqué a contemplarla mientras dormía, respiraba lenta y profundamente. No sabía cuánto tiempo habría pasado. ¿Cinco, diez, quince minutos? No me cansaría jamás de mirarla. Fuera la hora que fuera mi estómago rugía debido al hambre así que decidí despertarla. Me acerqué a ella y empecé a besar su cuello, sus mejillas y sus labios.

Yo: Mi amor despierta- la llamé suavemente.

Pero no se inmutó, se acomodó y se abrazó todavía más a mí. Sonreí ante esto. Al parecer tenía el sueño profundo.

Yo: Hey dormilona, levanta- volví a llamarla.

Ella abrió un ojo, me miró y abrió el otro mientras inspiraba con fuerza, yo seguí besándole el cuello.

Ali: ¿Estoy soñando?- preguntó haciéndome reír.

Yo: No, no estás soñando. ¿Por qué piensas eso?- le pregunté mirándola.

Ali: Porque he estado soñando con esto casi a diario- me contestó.

Me acerqué y la besé en los labios, ella puso una mano en mi cara.

Yo: Ya no hace falta que lo sueñes- le susurré.

Ella me sonrió y volvió a unir sus labios con los míos.

Ali: ¿Has dormido bien?- me preguntó.

Yo: Dormir bien no es suficiente para definirlo- le repliqué.

Ali: ¿Y qué es suficiente?- preguntó con media sonrisa.

Yo: Dormir como los Dioses- le contesté.

Ella sonrió y me besó la mano.

Ali: Podría quedarme aquí contigo toda la vida- me dijo.

Yo: Desde luego no estaría mal, pero mi estómago no dice lo mismo- dije tocándome la barriga.

Ella me miró pero no a mi estómago, su mirada se desvió  a algo un poco más arriba que, al parecer, llamaba más su atención.

Yo: Vaya, y yo que pensaba que las mujeres no éramos tan descaradas- le dije.

Apartó su vista rápidamente de mí y se pudo colorada, yo comencé a reír.

Ali: Lo-lo siento- se disculpó.

Yo: Ayer estuviste en un lugar peor, ¿se te ocurre pedir perdón por mirarme las tetas?- pregunté sonriendo.

Ali: Soy así- contestó riendo.

Yo: Para tu información, mirar es gratis. Y tocar también…- insinué seductoramente.

Ali se echó encima de mí y comenzó a besarme, acaricié suavemente su espalda con las yemas de mis dedos. Su respiración poco a poco se agitó, cuando levantó la cabeza para bajar a mi cuello me levanté.

Yo: Por desgracia la vida no es gratis y es de un solo uso, y si no como ahora mismo algo, no creo que pueda usar otra- dije levantándome con una sonrisa maligna.

Ella se me quedó viendo desde la cama con cara de ‘¿Me estás vacilando?’ Me permití la confianza de coger algo de su armario y me dirigí al baño. Antes de entrar le mandé un beso y cerré la puerta. Había cogido lo primero que había visto, una camisa un poco ancha y unos shorts de deporte. Salí y me dirigí a la cocina. Ali estaba poniendo pan en la tostadora, tan solo llevaba una fina bata de seda puesta. Me acerqué a ella por detrás y la abracé besando su cuello.

Yo: Te amo- le susurré.

Giró su cuello y me devolvió el beso en la mejilla.

Ali: Y yo, pero no creerás que voy a hacerte todo el desayuno yo sola ¿verdad?- me dijo.

Yo: Tranquila, voy a preparar el café- contesté- ¿Con o sin leche?

Ali: Con leche, por favor- respondió.

Puse el café en la cafetera, mientras se calentaba el agua en el fuego puse la leche en dos tazas y las metí en el microondas. Cuando el pitido indicó que ya había pasado el minuto que había programado lo abrí.

Ali: Cuidado, no vaya a ser que te quemes con el vapor- se burló.

Me giré y la miré con una ceja levantada.

Yo: Haré como que no he escuchado nada- dije, ella sonrió y volvió a lo suyo.

Puse el café en las tazas y ella acabó de preparar las tostadas, pusimos la mesa y comenzamos a desayunar. Estaba tan hambrienta que podría haberme comido un rebaño de ovejas y aun así seguiría teniendo hambre. Terminamos de comer y recogimos todo. Ella se fue a su cuarto, segundos después la seguí yo. Busqué mi ropa para vestirme, me despojé de la de Ali y me puse mis bragas, pero mi sujetador no aparecía.

Yo: ¿Has visto mi sujetador?- le pregunté mirando debajo de la cama.

Notaba su mirada sobre mi cuerpo y aunque no me avergonzaba sí que me intimidaba un poco. Levanté la cabeza para mirarla, estaba sentada en un sillón sonriendo con mi sujetador en la mano.

Ali: Quería ver tu figura- se justificó.

Yo: Me las vas a pagar- le dije acercándome a ella.

Ali: ¿No me habías dicho antes que mirar era gratis? No tengo que pagarte nada- me contestó.

Me senté encima en sus piernas pero escondió mi sujetador detrás de ella.

Ali: Te estoy devolviendo lo de esta mañana- me dijo refiriéndose a lo que pasó antes de que me levantase dejándola con las ganas.

Yo: ¿De eso se trata? ¿Así que de eso se trata?- le pregunté, ella asintió.

La cogí en brazos y comencé a besarla acercándome a la cama, la tumbé y me puse encima de ella. Mientras la besaba empecé a acariciarla por encima de la bata, al pasar por sus pechos noté sus pezones duros. Besé su cuello y el lóbulo de su oreja, lo lamí y mordí agitándola. Volví a sus labios y su lengua jugó con la mía, nuestras salivas se mezclaron. Poco a poco fui desatando el nudo de su bata y la abrí, estrujé sus pechos en mis manos.

Ali: Ainhoa…-gimió en mi oído.

Fui besando su cuello y clavícula hasta que llegué hasta ellos, mi boca se ocupó de su pezón derecho lamiéndolo y metiéndolo en mi boca, al cabo de poco repetí el mismo proceso con su otro pecho. Volví a sus labios mientras mi mano derecha se dirigió a su sexo, con mis dedos empecé a masajear su clítoris.

Yo: Estás muy mojada- le dije en un susurro.

Ali: Tú me…haces estar…así- me contestó entrecortadamente.

Le di el último beso, bajé a sus pechos los cuales mimé de nuevo y me centré en su intimidad. Acogí su clítoris con mi boca y empecé a lamerlo y a succionarlo arrancándole gemidos de placer a Alicia. Probé lo que hizo ella conmigo la pasada noche y la penetré con mi lengua, sus paredes vaginales atraparon mi lengua. La penetré lo más rápido que pude mientras con el dedo gordo de mi mano derecha estimulaba su clítoris. Decidí sustituir a mi lengua con un dedo, lo metí muy despacio mirando la expresión de su rostro, se mordía el labio inferior con fuerza. Poco a poco aumenté mi ritmo y añadí un segundo dedo mientras mi lengua no daba tregua a su botoncito.

Ali: Ahhh- gritaba ella sin cesar.

Inserté otro dedo dentro de ella penetrándola lo más rápido que mi brazo me permitía. Empecé a sentir las contracciones de su vagina lo cual me dio más brío para continuar con mi labor.

Ali: ¡Ainhoa!- bramó con fuerza.

Durante unos instantes me detuve asustada pensando que le había hecho daño, pero ella al iniciar el movimiento de sus caderas intentando conseguir placer me dio a entender que había alcanzado el clímax. Saqué mis dedos de ella completamente empapados, los chupé y fui besándola hasta llegar a su boca. Nos besamos lentamente dejándole tiempo a que se recuperase.

Yo: ¿Ya te he devuelto lo de esta mañana o no has quedado satisfecha?- le pregunté.

Ali: Servida y sobrada- contestó sonriendo.

Empezó a besarme y de nuevo volvimos a hacer el amor, solo que esta vez fue ella la que me proporcionó más de un orgasmo. Al acabar nos quedamos abrazadas un rato.

Yo: ¿Tengo derecho a recuperar mi sujetador?- quise saber jugando con su pelo.

Ali: La verdad es que podría quedármelo…- sugirió con una sonrisa.

Yo: No puedes quedártelo, es mi favorito. Me costó una pasta- respondí mirándola.

Ali: Tranquila es todo tuyo. ¿Para qué iba a quererlo yo?- me preguntó.

Yo: Se me ocurren un par de cosas…

Ali: ¡Eres una guarra!- exclamó riendo y pegándome suavemente en el brazo.

Yo: ¿Alguna vez lo has hecho?- le pregunté sonriendo.

Ali: ¿Masturbarme pensando en ti?- preguntó un poco tensa.

Yo: Sí.

Se puso completamente roja, más roja que un tomate, y apartó la mirada de mí muy avergonzada.

Yo: ¡Lo has hecho!- exclamé riendo.

Ella había escondido su cara en la almohada probablemente deseando que la tierra se la tragase. Sinceramente, me había sentido halagada.

Ali: ¿Y tú lo has hecho conmigo?- se animó a preguntar levantando la cabeza.

Yo: No, pero…- me detuve.

Ali: ¿Qué?- quiso saber.

Yo: Tuve un sueño erótico contigo- admití.

Ali: ¿En serio?- preguntó sonriendo.

Yo: Sí, fue la noche en la que dormimos juntas en el cumpleaños de Marta- le expliqué.

Ali: No habrás hecho algo conmigo después, ¿verdad?- me preguntó entrecerrando los ojos.

Yo: ¿Qué? No por favor, jamás se me ocurriría aprovecharme de ti- negué rápidamente.

Ali: ¿Has tenido otros sueños?- quiso saber.

Yo: No. ¿Y tú? ¿Cuándo te has masturbado pensando en mí?- le pregunté haciéndola sonrojar.

Ali: ¿Es necesario que conteste a eso? Es algo íntimo- intentó evadir.

Yo: Yo he contestado a la pregunta que me has hecho. Además tiene que ver conmigo, me gustaría saberlo. ¿Cuándo fue la última vez?- volví a preguntar.

Ella negó con la cabeza, estaba claro que no me lo iba a decir. Al girar su cuello se miró su hombro, se giró todo lo que pudo y se lo tocó.

Yo: ¿Qué ocurre?- le pregunté extrañada.

Ali: O me autolesiono mientras estoy dormida o tu eres demasiado pasional- me dijo sonriendo.

Me fijé en su hombro y pude apreciar claramente unas marcas rojas de arañazos que iban desde este hasta la mitad de su espalda.

Yo: Ali yo…lo siento mucho- me disculpé disgustada.

Ali: No te preocupes, no pasa nada- contestó mirándome.

Yo: ¿Te duele?- quise saber pasando mis dedos suavemente por encima de las marcas.

Ali: Si lo tocas escuece un poco, no es nada- me dijo.

Yo: Lo siento mucho, de verdad- volví a disculparme.

Ali: Ainhoa no te preocupes, son un par de arañazos. Si he sobrevivido a dos fracturas de costillas creo que a esto también- respondió.

Le brindé una pequeña sonrisa y ella me besó.

Ali: Me voy a duchar- me anunció.

Se levantó y se metió en el baño, mi mirada estuvo encima de ella hasta que cerró la puerta tras de sí. Yo cogí mi ropa y comencé a vestirme. Escuchaba el ruido del agua desde el cuarto y no podía evitar imaginarme a Ali desnuda con las gotas de agua recorriéndole esa piel tan blanca y suave llena de pecas y lunares que tenía. La idea de meterme con ella en la ducha y volver a hacerle el amor pasó por mi cabeza, pero tuve que rechazarla. No quería hacerle pensar que tan solo la quería utilizar para tener sexo, no quería asustarla. Al terminar de vestirme le hice la cama, recogí las velas, las guardé y cogí nuestras rosas, la mía la guardé en mi bolso y la suya la puse en agua justo al lado de su mesita de noche. Al no saber qué hacer me dirigí al salón, me tumbé en el sofá y cerré los ojos. Me quedé en un estado en el que no estaba ni dormida ni despierta. Escuché la puerta del baño abrirse y sus pasos, pero no se acercaban al salón. De fondo se escuchaba ruido, luego más pasos cercanos, sentí como levantaba mis piernas, se sentaba y me las dejaba en algo muy mullido y blando. Instantáneamente inundó mis pulmones el olor característico de su champú. Abrí los ojos y la vi con unas gafas rojas que no había visto en mi vida leyendo un libro.

Yo: ¿Desde cuándo usas gafas?- le pregunté.

Ali: Tan solo las uso para leer- me contestó mirándome.

Yo: Te quedan bien- le dije.

Ali: Gracias- contestó sonriendo.

Yo: ¿Qué lees?- le pregunté.

Ali: Hamlet- contestó volteando el libro para enseñarme la tapa.

Yo: Un clásico- comenté.

Ali: Me he leído este libro un montón de veces, y aun así me sigue encantando. Sinceramente, no sé qué es lo que me atrae tanto- me dijo.

Yo: No siempre tiene que haber un por qué- dije acercándome a ella de manera que quité mis piernas de encima suya.

Ali: Sí, sí tiene que haberlo. Sé que lo que me atrae de la lectura es la manera en la que me transporta a otros mundos, sé que lo que me atrae de ti es tú personalidad, pero este libro es un misterio para mí- me explicó.

Yo: No te estreses tanto, la vida es más interesante así, misterios sin resolver- comenté levantándome y yendo a la cocina.

Ali: ¿Qué día es?- me preguntó desde el sofá.

Yo: Día siete- contesté fijándome en el calendario.

Al contestar se quedó pensativa, mirando al vacío con una expresión extraña.

Yo: ¿Ocurre algo?- le pregunté cogiendo un vaso.

Ali: No, no es nada- respondió sonriéndome.

Cogí la botella de agua de la nevera, la puse en el vaso y bebí sedienta.

Ali: Hoy hace un día precioso, podríamos ir a dar una vuelta- sugirió dejando el libro y acercándose a mí.

Yo: Por poder podríamos ir a dar una vuelta con Obama- bromeé mirándola.

Ali: Ya, pero yo no quiero ir a dar una vuelta con Obama, quiero ir contigo- me dijo cogiéndome las manos y brindándome una sonrisa.

Pasé mi brazo por su cintura, la acerqué a mí y la besé.

Yo: Admite que no estaría mal, seríamos el centro de atención de todo el mundo- le dije medio sonriendo.

Ali: Tú eres el centro de atención de mi mundo- respondió acariciándome la cara.

Le sonreí y volví a besarla, después de unos segundos me separé para besar la punta de su nariz y, después, hice lo mismo con su frente.

Yo: Te amo- dije mirándola cariñosamente.

Ali: Y yo a ti- me contestó.

Yo: Vamos a dar esa vuelta- dije empezando a caminar.

Cogió sus llaves y nos fuimos. Caminamos por los alrededores, pasamos por la costa , en las playas no cabía ni un alfiler. La mañana transcurrió así, decidimos comer fuera en un restaurante con vistas al mar y una buena brisa, después de eso seguimos caminando. Reímos, nos besamos, hablamos…cualquier cosa que hiciera con ella era perfecta, no importaba si estábamos cinco minutos caminando sin decir ni una palabra, el estar con ella hacía ese momento único y perfecto. Llegamos a su casa y nos tumbamos en el sofá reventadas.

Ali: ¿Qué hora es?- me preguntó.

Yo: Las cuatro y media- contesté mirando el móvil.

Ali: Tengo un sueño increíble- me dijo bostezando.

Yo: Duerme un poco- sugerí.

Ali: No quiero dejarte sola, además no nos dará tiempo a ir a casa de Sergio- se negó.

Yo: No seas tonta, ve y duerme un poco. Yo ya encontraré algo que hacer, y de tiempo vamos sobradas. Venga- le dije señalándole el cuarto.

Ali: ¿Seguro que no te importa?- volvió a preguntar- Me sabe mal.

Yo: Que no, me da igual. Ve a dormir mi amor- le aseguré sonriendo.

Ali: Está bien, me pondré el despertador a las seis.

Yo: Vale

Se levantó, se fue a su cuarto y cerró la puerta. Suspiré y miré a mí alrededor, todo se había quedado en silencio. Mi lado cotilla se presentó en ese momento y me hizo mirar en un cajón que había debajo de la televisión, había una caja que en la tapa tenía escrito con un rotulador ‘Fotos’. Cogí la caja, me senté en el sofá y la abrí, había un álbum. Empecé a pasar páginas y a medida que veía las fotos no dejaba de sonreír. La mayoría eran de Alicia cuando era pequeña junto a su familia, eran tan mona, su sonrisa para aquel entones ya era encantadora. Terminé de revisar toda la caja en un abrir y cerrar de ojos, volví a dejarlo todo en su sitio. Caminé hasta su cuarto, abrí la puerta lentamente y volví a cerrarla tras de mí con la misma delicadeza para no despertar a Ali. Estaba tumbada de lado cara a mí, una sábana cubría su cuerpo hasta su cintura. Me senté en la cama, me quité los zapatos y me metí debajo de la sábana junto a ella. Acaricié su pelo y le quité un mechón de la cara, ella resopló, cogió mi brazo y se abrazó a él. Apoyé la cabeza en la almohada mientras sonreía y continué observándola hasta que el sueño me venció.

Sentí algo acariciar mi mejilla, lentamente abrí los ojos y vi a Alicia con una sonrisa.

Ali: Hola princesa- me saludó suavemente.

Me estiré y le cogí la mano que anteriormente me había acariciado la mejilla.

Yo: Hola mi amor. ¿Qué tal?

Ali: Después de verte dormir durante bastantes minutos, fenomenal. ¿Y tú?- me preguntó.

Yo: Pues muy bien- contesté- ¿Qué hora es?

Ali: Las siete y cuarto- contestó mirando la hora en el despertador.

Yo: ¿Has estado mirándome durante una hora y cuarto?- le pregunté entrecerrando los ojos.

Ali: Probablemente, me desperté porque sentí un peso encima de mí. Al parecer te gusta abrazar mientras duermes- comentó sonriendo.

Yo: A ti también, antes cuando me he acostado querías raptar mi brazo- bromeé.

Ali: Más que tú brazo, querría raptarte a ti- admitió.

Yo: Parece que lo has hecho, me has tenido para ti un día entero- le dije.

Ali: Y no sabes la pena que me da tener que acabar con el secuestro, lo único que me alegra es que para esta noche cada una estará soltera y disponible para cualquiera- dijo sonriendo.

Yo: Sí, es cierto. Quizás llame al número que me dio la tal Ángela el viernes- contesté, por dentro sonreía maliciosamente.

Ali: ¿Te dio su número? ¿Y tú se lo cogiste?- empezó a preguntar exaltándose.

Yo: Oye, la mujer no era para nada fea…- continué.

Ali: ¿Le cogiste el número y me estás diciendo que no era fea?- usó un tono de voz en el que pude adivinar cierto enfado, pero predominaban sobre todo los celos.

Yo: Jajajaja- no pude aguantar más y comencé a reír.

Me pegó bastante fuerte en el brazo mientras su expresión me daba más ganas de reír.

Ali: ¡Eres imbécil!- exclamó incorporándose, estaba enfadada a medias.

Yo: Mi amor no te enfades- evité que se levantase abrazándola por la cintura- Es una broma.

Ali: Vete a hacerle bromas a Ángela- dijo, noté como sus labios se curvaron haciendo una pequeña sonrisa.

Hice fuerza y la tumbé, me puse encima de ella.

Yo: Podría, si tuviera su número-la besé-si realmente quisiera hacerle una broma- volví a besarla- y si prefiriera pasar tiempo con ella antes que contigo- la besé por tercera vez.

Pasó sus manos por mi cuello y me besó utilizando su lengua, la mía alegre fue a darle una buena bienvenida.

Yo: Vamos, tenemos que irnos- dije levantándome.

Ella se quitó la ropa que llevaba, ya que se había cambiado para estar más cómoda, y escogió ropa nueva. Yo, puesto que no había traído nada más, me puse algo que ella me prestó. Terminamos de vestirnos y salimos hacia la casa de Sergio, fuimos en mi coche. No fueron más de diez minutos, y cuando aparqué empezamos a darnos los besos que tendríamos que reprimir durante toda la noche.

Ali: Una pregunta mi amor- me dijo.

Yo: Dime.

Ali: Cuando vayamos a dejar a Sergio y a Andrés, ¿les decimos que estamos saliendo?- me preguntó.

Yo: No lo sé, yo no quiero seguir ocultando lo nuestro a nadie- le contesté mirándola.

Ali: Es que tengo miedo de las represalias que puedan tomar- me dijo mirándome con temor.

Yo: ¿Lo dices por tus padres?- le pregunté.

Ali: Sí. No es que no quiera hacerlo oficialmente público, pero creo que sería mejor esperar un poco y que si lo tienen que saber, que lo sepan porque nos vean o porque se lo digan. Suena egoísta, pero es un favor que te pido- me dijo.

Yo: Está bien, no te preocupes, no pasa nada. Cortamos con ellos y ya está- respondí para tranquilizarla.

Ali: Gracias, te amo- dijo besándome por última vez.

Yo: Y yo a ti.

Salimos del coche, cruzamos la verja y tocamos el timbre.

Sergio: Hola mi amor- me saludó alegremente dándome un beso.

Yo: Hola- respondí forzando una sonrisa.

Entramos dentro y fuimos al jardín, ya estaban empezando a preparar la barbacoa.

Andrés: Hola princesa- saludó a Alicia dándole un gran abrazo y un beso,  me obligué a mí misma a apartar la mirada de ellos.

‘Ainhoa tranquilízate, mañana la tendrás para ti sola’ Ya lo sé, pero me mata verlos juntos. Me dirigí donde estaban Marta y Javi.

Yo: Buenas- los saludé con un beso a cada uno.

Marta: ¿Qué tal?- me preguntó.

Yo: Bien, hasta que hemos llegado aquí- confesé susurrando para que Sergio no me escuchara mirando a Ali y a Andrés.

Sebas: Hola Ainhoa- me saludó con dos besos- Sergio ayúdame con esto.

Sergio dejó su bebida en la mesa y le acompañó.

Javi: Andrés está ciego, cualquiera podría ver lo incómoda que está Alicia con él, no hace más que alejarse- comentó intentando animarme.

Yo: Ya, cualquiera podría verlo menos él- contesté suspirando.

Marta: ¿Cuándo vais a dejarlos?- me preguntó.

Yo: Hoy mismo, hemos acordado en hacerlo al final de la noche- contesté- Hasta entonces, tengo que aguantar.

Javi: Sin duda alguna yo sabía que había algún motivo para que Alicia saliera con él. Con lo pegajoso, controlador y posesivo que es ella jamás se hubiera fijado en Andrés- contestó.

Yo: Ya, aunque me caiga mal debo decir que ha sido un hombre con mucha suerte. En otras circunstancias me daría pena porque va a perder a una gran mujer- les dije.

Marta: Pero no te da pena porque esa mujer es tuya- añadió sonriendo.

Yo: Exacto, es mía- dije con orgullo dando un sorbo a la bebida que había cogido.

Cuando las brasas estuvieron listas empezamos a torrar la carne y todo lo que habían comprado. Mientras los hombres se encargaban del fuego, nosotras empezamos a preparar la mesa en el jardín, y, aprovechando, le robé a Alicia un par de besos. La cena ya estaba preparada y servida así que comenzamos a comer con hambre. Charlamos, reímos, brindamos y cenamos a gusto mientras el vientecillo que corría nos refrescaba. Al terminar de cenar recogimos todo y entramos dentro de la casa para pasar el rato. Sebas se tuvo que ir ya que había quedado para salir de fiesta con un ligue. Dentro, en el salón, había una gran chimenea que por cuestiones más que obvias no encendimos y, muy cerca, una mesa de madera.

Yo: ¿Fue con esta mesa con la que me di el golpe en la cabeza?- les pregunté curiosa.

Marta, Javi, Sergio y Alicia se miraron entre ellos.

Sergio y Marta: Sí. No- contestaron respectivamente y contradiciéndose.

Ellos dos se miraron con los ojos un poco abiertos, luego miraron a los demás.

Javi: Fue todo muy rápido, no sabemos muy bien si fue contra la mesa o con la chimenea, ¿verdad?- explicó rápidamente.

Todos asintieron.

Yo: Voy a por más cervezas- les dije saliendo del cuarto.

Me dirigí a la cocina, abrí la nevera, cogí el pack de cervezas y volví. Justo cuando estaba a punto de empujar la puerta para entrar escuché un murmullo, parecía que estaban discutiendo. Pegué la oreja a la puerta y me dediqué a escuchar.

Sergio: ¡Pero qué dices! ¿No acordamos que diríamos que había sido con una mesa?- escuché su voz un poco apagada por la puerta.

Javi: Por si no lo recuerdas en verdad acordamos que había sido en mi casa, no en la tuya- le reprochó un poco enfadado.

Sergio: ¡Yo qué sé! No pensé que el tema volvería a salir- se excusó.

Ali: Bueno, pero ha vuelto a salir, y es mejor que volvamos a enterrarlo. No creo que sea muy buena idea hablar de su no-accidente estando ella a menos de veinte metros de nosotros- dijo ella en un tono de voz firme y serio.

Empujé la puerta dejándome ver, ellos al verme abrieron los ojos como platos, sobretodo Alicia, que era a quién estaba mirando. Su reacción fue distinta al del resto, su rostro no demostraba sorpresa, era de terror.

Yo: ¿De qué estáis hablando?- pregunté perpleja.

Miré a Marta y a Javi, estos cerraron los ojos lamentándose. Después de volver a abrirlos miraron con pena a Ali, como si le pidieran perdón.  Nadie se animó a hablar.

Yo: ¿De qué estabais hablando?- pregunté elevando mi tono de voz y dejando las cervezas.

Marta: Tu accidente no fue lo que te hicimos creer- se dignó a hablar.

Sergio: ¡Cállate!- le ordenó cabreado.

Yo: ¡No! Habla, quiero saberlo- dije con en cejo fruncido mientras me cruzaba de brazos.

Marta: Ocurrió el año pasado, era julio y nos habían invitado a una fiesta de disfraces, el tema era de terror. A todos nos pareció perfecto ya que nos encantaban este tipo de fiestas, pero tú no querías ir, te daba mucho miedo. Al final te convencimos y asistimos todos- empezó a explicar.

Yo: Continúa- exigí.

Javi: La fiesta era a las diez, Marta fue a recogernos y fuimos todos juntos. Acabó muy tarde, sería la una cuando decidimos irnos. Dado que tú eras la que se asustaba con facilidad a Sergio se le ocurrió hacerte una broma de muy mal gusto. Su idea era convencer a cinco amigos para que cuando te dejásemos sola fueran hacia ti y te asustaran. Le costó, pero acabó convenciéndonos a todos. Alicia fue la que más se resistió a ello, pero acabó aceptando también. Proseguimos con el plan, en un momento de despiste por tu parte nos alejamos de ti y nos escondimos en unos matorrales, Sergio hizo la llamada para que te asustaran. Entonces aparecieron ellos y se acercaron a ti. Al principio hicieron un círculo alrededor tuyo, tan solo consistía en eso. Pero entonces vimos como empezaron a empujarte y a pasarte de uno a otro. Marta fue quien se dio cuenta de que estaban empezando a robarte. En ese momento llamaron al móvil de Sergio, eran sus amigos diciendo que se habían tenido que ir. Realmente te estaban robando. Lo que pasó después no lo vimos con claridad, tan solo sabemos que Alicia arrancó a correr hacia ti y te vio con una gran brecha en la cabeza. Quisimos intervenir para ayudarte pero Sergio nos amenazó, ellos se hubieran ido y tú querrías haber llamado a la policía, no quería que supieras lo que fue capaz de hacerte para que no le dejaras- terminó de explicar.

No podía creer lo que acababa de oír, sentí la furia invadir mi cuerpo.

Yo: ¿¡Cómo fuisteis capaces!?- pregunté gritando.

Marta: ¡Se nos fue de las manos! No queríamos que te sucediera nada- intentó explicar, estaba llorando.

Miré a Alicia, mantenía la cabeza baja mientras las lágrimas también invadían sus ojos.

Yo: ¿No vas a decir nada?- le pregunté con furia.

Levantó la cabeza y me miró.

Ali: Tan solo era una broma- dijo con la voz apagada.

Yo: ¡Tan solo una broma!- repetí con sorna.

Ali: ¡Quisimos ayudarte pero Sergio no nos dejó!- intentó justificarse.

Sergio: ¡Sí hombre! Ahora la culpa es toda mía, ¿verdad? ¡Todos participamos!- dejó claro.

Yo: ¿Se puede saber qué clase de hijo de puta eres por hacerme eso?- le pregunté con rabia, no esperaba una respuesta- ¿Con qué os amenazó a vosotros?- me dirigí a Marta y Javi.

Marta: Mi madre andaba mal de dinero, apenas teníamos para comer. Con la ayuda del padre de Javi mi madre tomó un préstamo no autorizado del banco para poder pagar unas cuantas deudas que teníamos. Ahora ya está todo devuelto y no hay nadie que pueda corroborar ese robo, pero por aquel entonces no era así. Nos amenazó de llevarlos ante la policía, todavía no sé ni cómo se enteró- contestó mirándolo con rabia.

Giré sobre mis talones y volví a dirigirme a Alicia, su respuesta era la que más me importaba de todas.

Yo: ¿Y a ti? ¿Con qué te amenazó?- le pregunté.

Ella me miró fijamente incapaz de contestar.

Sergio: Venga, díselo- la presionó.

Ali: Me amenazó con contarles a mis padres que era lesbiana y que estaba enamorada de ti- confesó finalmente, no pudo ni mirarme a los ojos.

En ese instante sentí la sangre hervirme con más intensidad.

Yo: ¿Con eso te amenazó? ¿Eso fue lo que te impidió que pudieras ayudarme?- le pregunté acercándome más a ella y cogiéndola con fuerza del brazo para que me mirara.

Ali: ¡Si se hubieran enterado habrían renunciado a mí! Les daría asco, probablemente me hubieran metido en un internado solo Dios sabe dónde intentando curarme esta ‘enfermedad’ o me hubieran echado de casa, me hubiera quedado sin nada- se explicó, pero aquello no hizo que me calmara.

Andrés: ¿Estás enamorada de ella?- preguntó lentamente y atónito.

Ali: Sí, y hoy mismo iba a cortar contigo- contestó fría.

Andrés: Eso no puede ser, tan solo es una estúpida idea, probablemente tan solo querías ver qué era estar con una mujer, estás confundida. Debe de ser eso- le dijo.

Ali: No es una estúpida idea Andrés, la única idea estúpida que he tenido en mi vida ha sido salir contigo- admitió.

Yo: ¿Cómo te has atrevido a tocarme, a besarme?- le pregunté retrocediendo y negando con la cabeza.

Ali: Ainhoa, yo te amo- dijo con los ojos llenos de tristeza

Yo: Me has estado mintiendo todo este tiempo. ¿Cómo sé que todos los te amo que me has dicho no son mentira?- pregunté mientras más lágrimas caían de parte de ambas.

Ali: ¿Te acuerdas lo que pasó ayer noche? No estaba teniendo sexo contigo, te estaba haciendo el amor, te estaba amando con todo mi corazón. Mis sentimientos eran y son puros. Hoy cuando me he despertado por la tarde y he sentido tu brazo rodear mi cintura me he sentido la mujer más afortunada del universo, cuando me he dado la vuelta y he visto tu cara mientras dormías tranquilamente he pensado: ‘¿Cómo ha podido elegirme esta mujer? ¿Cómo he podido ganarme el cielo de esta forma?’ Y al despertar y ver tú sonrisa he sabido que hiciera lo que hiciera no podría volver a recuperar mi corazón, te pertenece a ti- me confesó.

Cogió mis manos en busca de que se las apretara o que mostrara afecto, pero las solté.

Yo: Me prometiste que jamás ibas a volver a mentirme y nada más al hacer la promesa ya estabas mintiendo. No eres quien yo pensaba, me has decepcionado. Todos me habéis decepcionado- dije, ella se derrumbó y empezó a llorar con más fuera.

Marta y Javi se acercaron a ella e intentaron darle consuelo, de mientras me miraron tristemente, esquivé sus miradas.

Sergio: ¿Me has estado engañando con ella?- preguntó detrás de mí.

Yo. De todos tú eres el que menos mereces una explicación- contesté.

Se sentó en una silla intentando asimilar todo lo que había ocurrido. Pasé por delante de Alicia con la intención de irme.

Ali: Ainhoa- me detuvo cogiéndome del brazo- Lo siento, lo siento mucho, perdóname por favor- me rogó.

Yo: ¿Sabes? Yo jamás hubiera aceptado hacerte una broma de ese tipo, y mucho menos me hubiera quedado de brazos cruzados viendo cómo te robaban y con la alta posibilidad de no salir viva de ahí, ni aunque me hubieran amenazado Alicia- le dije mirándola fijamente y con un tono de voz muy duro.

Ali: Lo siento muchísimo, de verdad que lo siento. Cada día me he sentido culpable de lo que ocurrió, cuando estabas en el hospital tumbada en esa cama en coma y nos dijeron que no sabían cuándo ibas a despertar me sentí la persona más horrible del mundo- sollozó.

Yo: Podrían haber abusado de mí, podría no haber recuperado la memoria. Podría haber muerto- le dije mientras sentía que se formaba un nudo en mi garganta.

Ali: Lo sé, lo sé, me he estado atormentando durante mucho tiempo con eso, fui una estúpida por dejarme llevar. Pero te amo Ainhoa, más de lo que te pudieras imaginar- respondió cogiéndome de nuevo la mano.

Yo: No puedo volver a confiar en ti- le dije mirándola y soltándome de ella.

Ali: ¿Estás rompiendo conmigo?- me preguntó lentamente.

Yo: Nunca fuimos algo- contesté fría y dejándola de piedra.

Me fui de aquella habitación sintiendo como las lágrimas caían de mis ojos.

Ali: ¡Ainhoa! ¡Ainhoa!- gritaba a mis espaldas.

Subí a mi coche, lo puse en marcha y me marché a toda velocidad. ¿Cómo pudo hacerme eso? ¿Cómo pudieron? Habría confiado mi vida a Alicia, Marta y Javi, y luego me enteraba de que ellos mismos la habían puesto en peligro por una estupidez. Mínimamente entendía que Marta y Javi no hubiesen hecho nada ante la amenaza de Sergio. ¿Pero Alicia? ¿Tanto juraba amarme para que a la hora de la verdad me fallara? ¿Lo que pensaran sus padres de ella le parecía más importante que mi propia vida? Eso no lograba entenderlo, por más que me esforzase no lo entendía. Y aquello era lo que más me dolía, lo que más me enfadaba, lo que más me destruía. Llegué al lugar dónde quería ir en unos cuarenta minutos, no había ni un alma. Durante todo el camino mi móvil no había dejado de sonar, y todas eran llamadas de Alicia. Crucé la verja, toqué el timbre y esperé.

Natalia: ¿Ainhoa? ¿Qué ocurre?- me preguntó abriéndome la puerta.

Me lancé a sus brazos a llorar, ella me abrazó, entramos en su casa y me preparó un café. Le conté todo lo que llevaba dentro, solo que modificando lagunas cosas. No le conté nada de lo que había pasado esa noche, me limité a contarle lo que me había pasado en el último año: Que me había enamorado de una persona que tenía pareja, que era imposible que pudiera salir con esa persona, que me moría de celos, que me alejé para no sufrir, que al final empecé a salir con ella y que me había enterado de una cosa que me había hecho mucho daño, lo cual me había llevado a dejarla. En ningún momento hice referencia si se trataba de una mujer o de un hombre, tan solo expulsé lo que sentía. Estuve alrededor de una hora explicándole todo mientras lloraba, ella pacientemente escuchó todo lo que tenía que decir. Al acabar me dio una manta y me dijo que podía pasar la noche allí. Le agradecí que me hubiera escuchado y que me dejara quedarme, nos despedimos y ella subió a su cuarto.

Me sentía traicionada, enfadada y humillada en cierto modo. Jamás pensé que sería capaz de hacerme algo así, que antepusiera lo que dirían sus padres a mi salud. Alicia tenía razón en una cosa, tenía razón en que esa noche las dos íbamos a quedar solteras.


¡Ya estoy aquí! De verdad que siento mucho la espera, pero apenas he tenido tiempo, con las comidas familiares más los deberes que me han mandado no he parado quieta. Espero que os haya gustado la continuación y que mañana pueda seguir con vida jajaja. Gracias por comentar a:

Aurora la Diosa: Jajaja, no lo puedo creer. ¿Tú felicitándome y aplaudiéndome? Será la última vez que lo vea después de este capítulo jajaja. Por supuesto que disfruté creando a Ainhoa,  incluso mucho más que con Sarah jajaja. Bueno, si esperas otra historia mía la culpa de tu cabellera multicolor será tuya, no mía. Yo me dedico a escribir al que quiere leerme, no obligo a nadie jajaja. Si no te gusta que sea mala porque eso es malo para el cuerpo, te recomiendo que vayas pidiendo cita al médico ya que después de este capi dudo mucho que alguien quiera verme por aquí en un tiempo jajaja. Como ya te dije en el capítulo anterior no dejaré que tengas el gusto de tener mi cuello entre tus manos, después de eso mi familia tendría que preparar mi funeral y como que no estamos ahora mismo como para derrochar el dinero con la que nos está cayendo. Por supuesto que hubiera relatado lo del accidente de Ainhoa, pero vosotros estábais que os moríais por saberlo, no os habéis parado a pensar lo que eso conllevaba jajaja. Hiciste bien en guardar tus fuerzas para amenazarme hoy, estoy segura de que te harán falta jajaja.

PD: Ni loca dejaría escapar una oportunidad para haceros enfadar.

¡Besos para México!

Romina: Me alegra que te declares fan de Ainhoa y Alicia, pero creo que este capñitulo habrá echo que te desenamores de una de las dos, o de las dos jajaja. Que suerte que te gustó la canción de Sia, sin duda era idónea para el momento entre ellas dos. Espero que te haya gustado y que no quieras matarme jajaja. ¡Un beso!

Karina: Me alegra que te guste como va la historia, espero que la continuación haya sido de tu agrado. ¡Saludos!

HombreFX: Sé que tardo en publicar pero de verdad escribo cuando tengo tiempo. Espero que te haya gustado y gracias por comentar siempre. ¡Besos desde España!

Nhinhakaren: Yo también en un principio pensé en tardar más en hacer que las dos tuvieran su momento íntimo pero pensando y escribiendo me salió así. Me alegra que te gustara la canción de fondo. Creo que no voy a poder complacerte con lo de que se amen sin ocultarse, ya estamos en la recta final de la historia y muy a mi pesar tengo que separarlas, no me odies por favor jajaja. Tendrán su final feliz porque me gustan, pero antes deberán de pasarlo un poquito más mal. Espero que te haya gustado la continuación. ¡Un beso!

Uma: Pues has acertado, no iba a durar mucho lo bueno jajaja. Todo por culpa de Sergio, aunque los demás también tienen parte de culpa. Ya he explicado lo del accidente, tanto que queríais saberlo ahí lo dejo jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos!

DestelloSecret: Me alegra que te gustara el momento con la canción de fondo, sabía que lo haría más especial jajaja. Espero que este capítulo haya sido de tu agrado. ¡Saludos!

Payooya: Me alegra saber que te gustó la canción de fondo para su momento, nada más escucharla supe que era la adecuada. Espero que te haya gustado y que no quieras matarme jajaja. ¡Besos desde España!

Gia: Jajaja bueno, pues yo me sentí halagada con lo de la llamada jajaja. No te equivocas, he puesto a Ali como la mala pero no porque todos la améis (en parte sí xd) si no porque no tendría sentido que Sergio hubiera sido el único culpable jajaja. Sí, me gustan los finales felices pero en algún momento tendré que experimentar lo que es hacer un final no feliz jajaja. Tranquila, esta historia no será y dudo mucho que la siguiente, eso en el caso de que siga escribiendo. Jajaja, de verdad que no querías que llegara este capñitulo en elq ue se decía el accidente de Ainhoa, saberlo las separará como bien has podido leer hoy jajaja. Espero que te haya gustado y que no quieras matarme jajaja. ¡Besos desde España!

Bonny: Me alegra que te gustara la canción que escogí para el momento íntimo de Ainhoa y Alicia, no me costó mucho escogerla. Me alegra saer que esperarás por mis capítulos, de verdad que escribo cuando tengo un hueco. Espero que te haya gustado y que no quieras matarme. ¡Un saludo!

Maria: Me alegra saber que te gustan mis relatos, espero que este te haya gustado. La verdad es que sí, Mallorca es una isla hermosa, me siento muy afortunada de vivir aquí. ¡Besos también desde España!

FarruKo: Jajaja bueno, a mi tampoco me gustan los nopales. Principalmente porque no he tenido la oportunidad de probarlos. Me alegra que te gustara el momento de Alicia y Ainhoa, intenté que fuera lo más tierno posible. Espero que te hay agustado la continuación y que no quieras matarme jajaja. ¡Besos desde España!

Labrys28: Bueno, te he dejado el secreto de 'Sergio', que s el secreto de todos, pero haciendo esto no puedo hacer que de momento Ainhoa y Alicia sean novias por razones más que obvias. Espero que te haya gustado. ¡Un saludo!

Linyose25: Pues ya podría ser verdad, me vendría muy bien que alguien me protegiera ahora que las he separado, todos van a venir a por mi jajaja. De verdad que escribo cuando puedo, no puedo hacerlo más rápido. Espero que te haya gustado. ¡Besos!

Yulianaspy: Yo tampoco pensé que las dos estarían tan rápido juntas pero a medid que fui escribiendo la cosa se dio así. No exageres nosoy una expera, es algo que me gusta y que no se me da mal, pero tampoco es para tanto jajaja. ¿Cómo que no le vas a dar final a la historia que escribes? Vale que tú eres feliz con mi historia ¡pero yo también lo soy con la tuya! Así que si no publicas ya, dejo de escribir hasta que tu lo hagas jajaja. Emm, puedo quedarme tranquila y no malpensarme con que estés enamorada de mi, ¿no? Jajaja. La verda es que no quiero novias celosas por aquí. Que conste ¡yo no he hecho nada! Jajaja Me alegra que te guste tanto mi historia. ¡Besos desde España!

Penelope: Jajaja sí que es verdad que el sexo aumenta el amor, aunque creo que amor no sería la palabra correcta... Jajaja Espero que te haya gustado esta continuación. ¡Besos!

Lita: Jajaja bueno, eso de que Ali tiene un as bajo la manga es relativo, si que lo tiene y puede hecharlo encara a Sergio, pero la tía también está metida con el accidente de Ainhoa jajaja. Aquí no se salva ninguno xd. Espero que te haya gustado este capítulo, déjame pedirte que no me hagas sufrir tanto con tu historia, dale un respiro a Sam y a Audrey jajaja. ¡Besos desde España!

Biittersweet: Jajaja, ya da igual si mato a medio mundo, lo importante es que hay final feliz ¿no? Jajaja. Prometido está, pero puedo ser muy perversa aún, me queda historia todavía jajaja. Os haré sufrir :D Espero que te haya gustado y que no quieras matarme mucho, solo un poco jajaja. ¡Besos desde España!

Capricornio7: Jajaja pues sí, polvazo y a dormir. ¿Qué esperabas? ¿Que se pusieran a bailar la conga? Jajaja, déjaas descansar que tuvieron una noche movidita. Puede ser que seas la sexópata, tampoco lo sé así que me callo jajaja. Espero que te haya gustado la continuación. ¡Saludos!

SBCZ: Eres como yo, también soy muy romanticona jajaja. Me gustó mucho escribir el capítulo anterior. Te juro que escribo cuando puedo y tengo tiempo, de verdad que lo intento. No es culpa mía, es de los deberes. Yo a Sia no la escucho mucho, en verdad la canción la oí de casualidad y me encantó, leí la traducción y no dudé en ponerla. No creo que vuelva a poner el punto de vista de Ali, no sé cómo encajaría. Y una torrada vendría siendo una barbacoa, con carbón, carne y eso jajaja. Que conste no me pierdo, sé don de estoy en cada momento del día jajaja. Espero que te haya gustado. ¡Besos desde España!

Jaquelin: Me alegra que ahora puedas comentar ya que has echo una cuenta, cualquier duda, pensamiento o lo que sea sobre la historia no dudes en preguntarme o escribirme, no tengo ningún problema. Espero que te haya gustado. ¡Un beso!

Kira: Me alegra que et guste mi relato. Lamentándolo no tengo twiter, y aunque tuviera tendría que rechazar la oferta de contactar conyigo. No es por nada personal, pero como ya he comentado a más gente tuve una mala experiencia con gente que conocí por internet y no quiero que vuelva a ocurrir, de momento tendré que decir que no. Espero que comprendas los motivos y que te haya gustado este capñitulo. ¡Besos!

Gracias por leer, comentar y valorar, os lo agradezco mucho. Me gustaría saber quien quiera ponerlo cómo pensábais que era el accidente de Ainhoa, me haría ilusión saberlo.