Ayuda hipnoterapéutica para un casting.1 de 2.

Parte 1 de 2: Estudiante de psicología e hipnotizador ayuda a una aspirante a actriz a meterse en el personaje. 1: Ella le pide ayuda para un casting usando hipnoterapia.

Soy un estudiante de psicología aficionado a la hipnosis, pero no me esperaba que una de mis compañeras acudiera a mí para ello con una petición seria:

-Necesito ser mejor actriz. Hay un casting dentro de poco que me hace ilusión.

-¿Y por qué me lo cuentasí? -Me había entrado en mitad del pasillo en un momento en que estábamos solos.

-He oído que el fin de semana pasado hipnotizaste a varios en una fiesta en casa de Ricardo, de cuarto.

Nosotros estábamos en tercero, 20 años.

-Es cierto.

-¡Así que eres buen hipnotizador!

-¿Por qué dices "bueno"?

-Porque en una fiesta hay mucha gente, no hay relajación ni intimidad, y aun así hiciste tu pequeño número de hipnosis de escenario. Hay que ser bueno para eso.

-Supongamos que soy bueno. ¿Dices que quieres mi ayuda con hipnoterapia?

-Así es. Si no es muy caro estoy dispuesta a pagar, siempre que vea resultados.

Sin comerlo ni beberlo me había salido mi primera oferta laboral.

-Está bien.

-Pero primero tengo que probarlo, a ver qué tal. Si me convence luego seguiremos y hablaremos de dinero.

-¿Cuándo es el casting?

-En un mes.

-Es poco tiempo.

-Hace años que estudio interpretación como hobby, es sólo que me cuesta meterme en los papeles cuando no estoy sola frente al espejo. También he intentado ser actriz "De Método", vivir lo que el personaje para entenderlo y ponerme mejor en su piel, pero es duro.

-Entonces lo que necesitas es superar miedo escénico? En eso creo que puedo ayudarte.

-No es miedo escénico, es concentración. Me pongo nerviosa y mi capacidad baja a la mitad. No es como estar tranquila y a gusto en mi cuarto, interpretando sólo para mí.

-¿Y por qué no les mandas una grabación?

-Lo hice, por eso he pasado la preselección.

"Seguro que es por tus capacidades interpretativas", pensé cínicamente. Ante mí se encontraba una mujer despampanante, aunque en la universidad se vestía con discrección. Pero habían circulado fotos de su muro vestida de fiesta y media universidad se hacía pajas con ella.

Era una rubia de cabello ondulado con tirabuzones, preciosa y de ojos verdes. Tenía unas tetas enormes y bien puestas, casi antinaturalmente levantadas para su tamaño, que despertaban cuchicheos de otras estudiantes burlándose de cómo se verá en cuanto se le bajaran: "Parecerá una vaca en un par de años."

Cuando salía de fiesta le gustaba ir de rojo y con tacones altos a juego, por si no llamara suficiente la atención al natural. Era el mito erótico de varios de su clase, pero ella no tenía ojos para nadie. "¿Podría ser asexual o es sólo que tiene otros intereses?", pensé un día. Tenía montones de hombres tirándole los tejos, pero los rechazaba a todos. "¿Tan sólo es lesbiana?" Pero también las rechazaba.

-Llevo tiempo preguntándome por qué no tienes interés en salir con nadie. Así que era porque llenas tu tiempo libre con tu sueño de ser actriz.

Me miró sorprendida.

-Eso es. Pero la gente no lo entiende.

No le pregunté acerca de cuántas veces se masturbaba al día para carecer de auténtico interés en sexo real, al menos mientras considerara que le quitaba tiempo de estudio y de interpretación. De otro modo con tantos a su alcance alguno hubiera caído. Pero tenía fama de hacerse la estrecha.

Pensé que "Si quiere ser actriz significa que cuida mucho su imagen, no que sea un putón, y por eso siempre va provocando, como hacen muchas de ellas. Una forma de conseguir un papel."

Y así la conocí, entrándome ella. Salimos hablando a la hora siguiente y nos paramos a hablar en una pizzería. Pedimos dos menús individuales y almorzamos juntos conociéndonos. A pesar de que en clase era distante se abrió a mí y resultó ser bastante agradable. Por supuesto yo hacía todos mis esfuerzos para no pensar con la polla, pero era muy difícil. Afortunadamente ese día no llevaba escote y vestía ropa holgada.

-Me caes bien. -Dijo de sopetón. Mi polla se levantó por si a caso.

-¿Eh?

-No me desnudas con los ojos.

Desvié la mirada y fui sincero.

-Lo cual reconozco que es difícil...

Sonrió.

-¿Entonces no eres gay?

-...

Me comí el último trozo de pizza de jamón york y pepperoni. Ella cambió de tema y antes de irnos quedamos en su casa. "Es prudente, no quiere venirse a la mía." Lo que no me esperaba era que sus padres no estuvieran.

-Tenemos un par de horas solos.

-¿Dónde lo hacemos?

-"Mi lugar seguro" es mi dormitorio.

Tragué saliva e hice como si fuera lo más normal del mundo ir juntos a su cuarto.

-¿Sentada o tumbada?

-Tumbada podría interferir el sueño natural, pero estarías más relajada.

-Me he echado una siesta y me he duchado. Y anoche dormí bien.

-Entonces túmbate en la cama.

Yo me senté en su silla de estudio sin girarla para tapar mi paquete con el respaldo, pero ella ya había visto el bulto; sin embargo lo ignoró, debía estar acostumbrada. Lo que me desconcertaba era su seguridad en aquella situación. Intenté apartar de mi cabeza que tal vez ella realmente quería que yo me propasara con ella, que tal vez fuera sumisa y que le pusiera cachonda hacerle algo en trance.

"Como sigas así vas a meterte en un problemón", me advertí.

-¿Así está bien? -Me preguntó cruzada de brazos.

-Pon los brazos a los lados, cierra los ojos y respira profundamente. Como si llenaras el estómago, llena los pulmones enteros, no superficialmente.

-Lo sé.

Lo hizo, y yo puse música relajante con mi teléfono. La guié al principio como si fuera "meditación" y poco a poco entramos en el campo de la hipnosis.

Tras echarse la siesta y ducharse se había puesto el pijama e iba despeinada y desmaquillada. "Intentas no tentarme, menos mal. Pero eso no impidió la tentación, evidentemente. Al menos no con 20 años. Y menos aún al comprobar que su belleza al natural no decaía, sino que para mi gusto salía ganando sin maquillaje.

-Mientras flotas en la burbuja, sobre el mar que refleja el sol sobre las olas... sientes que estás cayendo en trance. Dentro de la burbuja caes en trance mirando los reflejos del sol sobre el mar... oyendo las olas... -A juego con la música y sonidos relajantes. Como al soñar que sueña, estaba cayendo en trance medio dentro de un trance ligero. -Cuando sientas que puedes dejarte llevar por las olas, dentro de la burbuja... contarás desde 3 hasta 0. Y con cada número tu trance será más profundo.

Esperé.

-3.

-Más profundo

-2...

-Muy profundo.

Hubo una pausa.

-...1.

-Hipnotizada.

-Ce... -Se interrumpió. Supuse que estaba pensando qué se suponía que debía de sentir.

-Las olas te llevan y dentro de la burbuja estás a salvo. Sin miedos. Sin dudas. Tranquila y relajada. Libre de pensamientos, que expulsas con la respiración. Inspiras y la mente se pone en blanco. Espiras... -Esperé a que lo hiciera. -Y quedas liberada de pensamientos. Inspiras, mente en blanco... Espiras, libre de dudas. Inspiras, mente en blanco. Espiras, libre de miedos. Inspiras, siempre mente en blanco. Espiras expulsando pensamientos antes de que se formen. Inspiras, automáticamente en blanco. Espiras, automáticamente sin pensamientos. Y flotando en tu burbuja siempre te dejas llevar. Inspiras, siempre en blanco. Espiras, siempre sin pensamientos.

Esperé y se relajó todavía más por sí sola.

-Mis palabras hipnóticas te relajaron y te hipnotizaron hasta flotar dejándote llevar, así que cuando tu mente se liberó de pensamientos, libre de miedos, libre de dudas, totalmente tranquila y relajada... Dejándote llevar por mis palabras hipnóticas dentro de la burbuja sin pensamientos que te protege... inspiras y la burbuja te ayuda a seguir en blanco... Espiras y la burbuja te ayuda a expulsar los pensamientos sin que se formen... Eso es... Mis palabras hipnóticas que te guían se introducen en tu mente en blanco haciéndote sentir mejor... -Dije al inspirar.- Eso es... Mis palabras hipnóticas sustituyen a tus pensamientos expulsados... -Dije cuando espiró de nuevo.- Eso es... Mis palabras hipnóticas llenan el vacío en blanco de las mentes hipnotizadas... Eso es... Todas mis palabras hipnóticas siempre te llevan a un trance cada vez más profundo... Eso es... cada segundo que pasa más y más profundamente hipnotizada... Mis palabras son tus nuevos pensamientos...

Esperé.

-Si te digo que a partir de ahora te resulta muy fácil ser hipnotizada... Mis palabras llenan tu mente en blanco... Eso es... Así que ahora te resulta muy fácil ser hipnotizada.

Esperé.

-Si te digo que lo que yo afirme serán tus nuevas creencias porque lleno tu mente en blanco... Mis palabras grabarán tus nuevas creencias.

Esperé.

-Mis palabras hipnóticas siempre te hipnotizarán muy fácilmente... Mis palabras llenan tu mente en blanco y ahora tú piensas que siempre te hipnotizaré muy fácilmente. Así que se ha grabado en tu mente la creencia de que siempre te podré hipnotizar muy fácilmente.

Esperé.

-A partir de ahora te hipnotizaré siempre que quiera, muy fácilmente, muy rápidamente.

Esperé.

-Eso es, tú piensas que lo haré, y crees que lo haré, muy fácil y rápidamente. Para hipnotizarte diré la palabra hipnótica "Burbuja hipnótica y mente en blanco". Y mis palabras entran en tu mente, y tú piensas que para hipnotizarte en un momento tan sólo necesito decirte "Burbuja hipnótica y mente en blanco". Y queda grabado en tu mente porque es verdad y lo crees. Burbuja hipnótica y mente en blanco.

Esperé.

-La forma de caer en un trance todavía más profundo es despertar a la persona hipnotizada y ponerla en trance de nuevo inmediatamente. Sobre todo con palabras hipnóticas como Burbuja hipnótica y mente en blanco...

Esperé.

-Voy a contar de 1 a 10 y con cada número estarás un poco más despierta, y después de llegar a 10 estarás lista para caer a este nivel de trance con esas palabras hipnóticas.

-1... Cuando despiertes te vas a sentir genial... 2... Cuando despiertes querrás que te hipnotice de nuevo...


-Wow. O sea, ¡WOW! -Exclamó a los segundos de despertar en su cama. Se llevó la mano a su entrepierna y la palpó. Parecía desconcertada. "¿Se ha excitado y se nota mojada? ¿O esperaba que me aprovechara?" Mi polla me rugió "¡AMBOOOS!", pero no le hice caso. Se sentó sobre la cama. Miré la hora: Quedaba menos de una hora para que volvieran sus padres.

-¿Cómo te sientes?

-MUY bien. ¡Quiero más!

-Burbuja hipnótica y mente en blanco.

-... -Quedó en trance sentada.

-Con cuidado túmbate. Te relajarás más. -Lo hizo.- Burbuja hipnótica y mente en blanco. Cada vez que lo digo el efecto es el doble de potente. Burbuja hipnótica y mente en blanco. Mucho más profundo. Burbuja hipnótica y mente en blanco...


Le metí algunas sugestiones útiles para la interpretación y el miedo escénico mientras me resistía a pajearme allí mismo. Me pregunté si serviría de algo fuera del trance. Le añadí una sugestión posthipnótica: Burbuja hipnótica, a solas, insertaba en su mente pensamientos como si fueran propios. Quería probar la calidad y duración de las órdenes posthipnóticas para saber si todo aquello serviría de algo.

Luego la desperté.

-Oh... ¡Joder! Me encanta. -Ese apasionamiento no me cuadraba.

-Burbuja hipnótica: Quieres describir lo que sientes sin ocultarme nada.

-...Me siento aliviada, relajada, muy excitada, segura y quiero que me hipnotices otra vez. ¡Por favor!

Mi polla de piedra tuvo un microinfarto.

-Burbuja hipnótica: Quieres darme detalles sobre tu excitación.

-...¡Estoy muy muy excitada! Es increíble, sabía que esto me ponía, pero no sabía que tanto. ¡Joder, quiero más!

A ese paso tendría que mandar mi polla a la UCI.

-Burbuja hipnótica: Quieres darme detalles sobre tus fetiches y fantasías sexuales.

-...La hipnosis sexual es mi fetiche, mi fantasía era que un hombre me hipnotizara y me poseyera. Que me hiciera suya. Que me hiciera su esclava. Que me convirtiera en su puta.

Casi me desmayo allí mismo.

-¿Estás bien?

-Burbuja hipnótica: Te encantaría que yo te convirtiera en mi puta, en mi esclava, que te hiciera mía y te poseyera.

Abrió los ojos como platos asimilándolo.

-¡Oye, ¿sabes qué?! ¿Por qué no lo haces conmigo? -Aunque había insertado esos pensamientos, era demasiado que me lo propusiera. Tenía que ser efecto de haber eliminado sus miedos y dudas.

-La verdad es que no me atrevía a hacerte nada, aunque lo estaba deseando...

-¡Entonces eres como yo! -Estaba emocionada y le brillaban los ojos.

-Bueno, tú serías el lado receptor...

-Haz... -Se atragantó dudando por un momento, y se decidió. -Hazlo. Al menos por una vez... Quiero saber lo que se siente.

-Queda poco para que lleguen tus padres.

-Al menos unos minutos. Por favor.

Una mujer me estaba pidiendo por favor que la hipnotizara y la convirtiera en mi puta...

-Si te hipnotizo de nuevo, ¿Qué quieres que te haga?

-¡Lo que tú quieras! Si no, no tiene gracia. ¿Qué sentido tiene acordarlo primero? Puedes hacerme lo que quieras... -Dudó y se preocupó al decirlo. Me miró acordándose de que era casi un desconocido y los miedos volvieron.

-Burbuja hipnótica: Puedes confiar en mí, no hay razón para tener miedo, y yo sería bueno contigo aunque te convirtiera en mi puta tal y como ambos deseamos.

Tardó más que antes en contestar, quizá porque era una frase larga.

-...Estaba empezando a preocuparme, pero no hay razón para tener miedo. Sé que serás bueno conmigo cuando me conviertas en tu puta. -Me miró con unos ojos risueños que demostraban que ambos estábamos en el mismo barco y no había que especificar que ambos lo deseábamos. Pero tuve un presentimiento.

-Burbuja hipnótica: Quieres sincerarte conmigo sobre las medidas que has preparado por si me aprovecho de tí, por ejemplo cámaras ocultas si las tuvieras.

-...La verdad es que allí tengo una cámara, oculta entre los archivadores. ¿La ves? No me fiaba de tí, pero es una tontería.

Me asusté.

-Burbuja hipnótica: Lo mejor es que detengas ahora mismo el vídeo y detengas la grabación.

-¿Sabes qué? Voy a borrarlo.

Lo hizo y respiré aliviado.

-Al confiar en mí me has dado razones para cumplir tu fantasía: Si mañana todavía quieres que lo haga, ven a mi casa por la tarde y te hipnotizaré y te convertiré en mi puta.

Se quedó boquiabierta.

-¿Lo dices de verdad? -Dijo deslizando su mano dentro de su pantalón, quizá sin ser consciente de ello, y comenzó a acariciar su clítoris delante de mí, de pie, a un metro.

-Te prometo que si vienes a mi casa para que te hipnotice, te convertiré en mi puta. ¿Trato hecho?

-...

Dudó de nuevo, pero no podía presionar más.

-...Eso significa que mientras no vaya a tu casa...

-No te esclavizaré mientras no vengas a mi casa. Pero como vengas, prepárate. Haré contigo todo lo que quiera. Te poseeré, serás mía. Tú serás mi puta.

Sus ojos resplandecieron y su mano aceleró y oí el sonido de la humedad.

-Si tú te masturbas delante de mí, yo también lo haré porque no puedo aguantar más.

-¡Oh! -En vez de ofrecerse simplemente paró y puso las manos a la espalda. -Lo siento, ha sido irrespetuoso.

-Estoy tan excitado que casi me corro con el roce de los calzoncillos. -Exageré un poco. Pero ella se lo tomó literal, su respiración se alteró y se mordisqueó el labio inferior. Me miró de arriba a abajo, avanzó un paso y se relamió un segundo.

-¿Me dejas... verla? Por favor.

Tragué saliva y me la saqué con cuidado de no rociarla allí mismo. Nunca me la había visto tan dura ni con las venas tan marcadas. La vi palpitar con mis latidos. El glande estaba empapado de líquido preseminal y brilló bajo la luz del flexo que puse para ambientar el trance, con las persianas bajadas.

-Tenía que ver cómo era... Antes de decidir.

-¿Ya has decidido? -Me quedé paralizado cuando me la agarró y apretó para comprobar su dureza.

-¡AAH!

-¡Qué buen pollón tienes, cabrón! -Con que me hubiera subido y bajado el prepucio 10 veces habría descargado todo lo que tenía. Pero no me pajeó, sólo la sostuvo apretada.

-Tus padres...

-Te mentí. Vendrán más tarde. Ahora eliges tú: O te convierto en mi esclavo o me conviertes en tu esclava, pero hay que darle uso ya a esta polla. Y va a ser aquí y ahora.

-¿En qué consistiría ser tu esclavo?

-No te gustaría.

Tragué saliva.

-Suelta mi polla y vuelve a la cama.

-¿O si no, qué?

-Si no, no te hipnotizaré.

-Respuesta correcta.

Me la soltó y volvió a tumbarse.

-Más te vale que esta vez no te amaricones. -Me dijo desafiante.

-Burbuja hipnótica y mente en blanco.

Su propia voluntad de caer en trance la hizo llegar muy profundo con una sola vez.

Se abrió ante mí un mundo de posibilidades. ¿Qué debería hacer?