Ayuda a domicilio
Tras una temporada en la cual me encontraba totalmente agotado, incapaz de llevar una vida normal me puse en manos de los médicos. Visite a varios comenzando por el médico de cabecera que me derivo a un especialista y este a otro ya que eran incapaces de decirme que tenía y mucho menos darme solución. Después de visitarlos me enviaron a rehabilitación y la persona que me toco me envió a otro especialista el cual por fin me dijo que tenía. Resulto ser una enfermedad incurable y degenerativa. Este fue el inicio de esta historia.
AYUDA A DOMICILIO
Así fue como dio comienzo esta historia.
Tras una temporada en la cual me encontraba totalmente agotado, incapaz de llevar una vida “normal” me puse en manos de los médicos. Visite a varios comenzando por el médico de cabecera que me derivo a un especialista y este a otro ya que eran incapaces de decirme que tenía y mucho menos darme solución. Después de visitarlos me enviaron a rehabilitación y la persona que me toco me envió a otro especialista el cual por fin me dijo que tenía. Resulto ser una enfermedad incurable y degenerativa. Este fue el inicio de esta historia.
Ya sabía lo que tenia y debía de asumirlo y vivir con ello, las decisiones que tomara serian basadas en esta nueva situación. Económicamente no tenía problema, la única cosa que me preocupaba era quien me ayudaría en la vida diaria. No quería ser una carga para la familia y busque solución. En ese momento se empezaban a conocer las empresas de ayuda domiciliaria orientadas a la ayuda de personas mayores sin familia que no podían o no querían terminar en un asilo o una residencia para la tercera edad.
Me puse a indagar sobre estas empresas y los servicios que prestaban y descubrí que entre sus servicios también prestaban el de ayuda a personas en mi situación, contaban con personal médico, de limpieza, cocineros, camareros, acompañantes y más especialidades. Se podían contratar sus servicios por horas o paquetes que ofrecían, lo tenían muy estudiado.
Llame a la empresa que mas me convenció con su publicidad y concerté una cita. Al llegar a su oficina me recibió una chica la cual me pidió que la acompañase a su despacho donde me facilitaría toda la información que necesitara acerca de los servicios que ofrecían en los que pudiese estar interesado.
A la semana siguiente contrate sus servicios, para empezar me enviarían a una mujer dos horas al día por la semana para ocuparse de la limpieza de la casa. El lunes a media mañana llamo a la puerta una chica que rondaría los treinta tantos años diciéndome que la enviaba su empresa para ocuparse de la limpieza.
Tras las presentaciones me pidió que le explicase cuales serian sus tareas, de que debía de ocuparse y cuales serian sus obligaciones, si tenia prohibida la entrada a algún local o cualquier otra cosa que no pudiese hacer así como si había algún producto de limpieza que me resultase peligroso para la salud.
La chica que se llamaba Penélope pe me pidió que la llamara Pe ya que así la llamaba todo el mundo, era muy trabajadora ya que el primer día le dio una vuelta a toda la casa.
Después de una semana ya conocía casi toda su vida: era brasileña y se había mudado a España cinco años atrás porque no encontraba trabajo en su país y necesitaba dinero para cuidar de su familia. Al llegar encontró trabajo como camarera en un club de carretera en el cual pretendían que hiciera algo más que servir copas y aguantar al borracho de turno, allí apenas aguanto un par de meses. Después siguió vinculada a locales vinculados con la hostelería hasta que se metió en la empresa actual. Estaba contenta en su nueva situación, no era un trabajo desagradable a pesar de no ganar demasiado.
Su vida en España no era de lujo pero le permitía enviar todos los meses algo de dinero gracias al cual su familia conseguía vivir mejor. Su situación actual era del trabajo a su casa y de esta al trabajo, no tenía otra vida, solamente se daba el placer de ir de paseo al parque para practicar deporte y mantenerse bien físicamente. He de decir que tenía un cuerpo magnifico, era una mujer diez y despertaba en mi algo más que pena por sus situación.
Con el discurrir de los días nuestra confianza iba en aumento al igual que sus horas de trabajo en mi casa, ahora también se encargaba de la comida y otras tareas que nada tenían que ver con la limpieza. Un día al ducharme me caí en la ducha y lo pase mal, tarde más de media hora en darme recuperado y ser capaz de levantarme. Al día siguiente cuando Pe llego a casa me encontró en la cama dolorido y me pregunto acerca de la causa de dicha situación lo que le relate sin ocultar ningún detalle. Tras escucharme me hecho la bronca por ni pedirle ayuda ni haberle dicho nada, me ordeno que no volviera a ducharme sin que ella estuviera allí para poder ayudarme y que no admitía ningún tipo de escusa. Termino con sus tareas rutinarias y se marcho permaneciendo yo en la cama.
A la mañana siguiente según llego se presento en mi dormitorio y me levanto diciéndome que era hora de la ducha. Me dirigí al baño donde ella me esperaba sentada en un taburete apremiándome a ducharme.
Como suele ser norma en mi nada mas levantarme de la cama mi polla esta morcillona, ni en su máxima expresión ni pasa desapercibida, ya en el baño me quite los bóxer quedando desnudo ante Pe. Lejos de molestarse por la situación en la que la estaba poniendo se rio de la situación y comento que mi aparato prometía.
Sin darle importancia me metí en la ducha y comencé a lavarme, sin ser algo premeditado, mi miembro comenzó a crecer seguramente a causa por una parte la mujer que se encontraba allí y por otro lado el agua caliente y el frotamiento del mismo. Cuando ya estaba firme Pe se dirigió a mí de nuevo diciéndome que no solo prometía sino que era una buena pieza y no le importaría catarla de estar en otra situación. Ese comentario me abrió una puerta que creía cerrada y sin valorara las posibles consecuencias me ofrecí para lo que gustase ya que a mí tampoco me desagradaría disfrutar con ella y de ella.
Pe a pesar de no decir nada su cuerpo hablaba por ella, en esos momentos sus pezones se marcaban bajo la camiseta queriendo perforarla, era el inconveniente de no usar sujetador.
En ese momento ella salió del baño pidiéndome que la llamara si necesitaba su ayuda, a lo cual le respondí descaradamente que aquella no iba a ser la primera vez que me masturbase ni la ultima. Se giro para decirme algo que se cayó al verme con mi polla en la mano.
Cuando salí de la ducha me esperaba en la cocina con el desayuno en la mesa, su primera pregunta fue si me había quedado satisfecho con el trabajo manual casero, la niña quería vacilarme y yo no estaba por la labor, le faltaba escuela en eso de vacilar y se lo iba a demostrar.
Mira PE, relajado de momento he quedado, no tanto como practicando sexo pero a falta de colaboración externa hay que conformarse.
La cara de asombro con la que se quedo era digna de ser fotografiada, sus pómulos rojos, su boca entreabierta y sus ojos brillantes. Estaba totalmente descolocada, quería ser ella la maestra y había quedado como una novata, no iba a ser la única ocasión.
Me puse a desayunar y le propuse acompañarme puesto que el desayuno que había preparado era suficiente para los dos y sobraría. Pe lo rechazo diciéndome que ya había comido en su casa y que no quería engordar, le costaba mucho mantener su físico y no deseaba engordar puesto que los kilos de más le iban todos a sus caderas y sus nalgas y no le gustaban.
Lo cierto es que esa parte de su cuerpo era increíble aunque el resto tampoco era para menos. Tenía sus curvas y sus carnes muy bien situadas y proporcionadas.
Pe siguió con su rutina diaria de limpieza de la casa y preparándome la comida, al finalizar sus tareas se despidió de mí quedando para el día siguiente mostrando una leve sonrisa maliciosa en su rostro. Desconocía cuál era la causa de este gesto por su parte, no tardaría en averiguarlo.