¡Ay pero que rico!

Una noche tomandonos unos roncitos sorprendí a mi amigo, ¿o fue él quien me sorprendió?

En realidad, pensé mucho para escribir este suceso de mi vida sexual, pues cuando leía los otros relatos pensaba, pero que aventuras tan divertidas o interesentes tienen los otros, mi vida es aburrida, y pensaba en las noches: ¿de veras me han pasado cosas interesante, dignas de ser contadas?, ¿acaso mi vida sexual ha sido tan aburrida como pienso?, pues no, he tenido muchísimas aventuras, unas divertidas, otras penosas, y otras de las que no me quiero acordar, es más hay un momento de mi vida que es un secreto para mucha gente, incluso mi familia.

Ahora me presento soy venezolana, me llamo Mari, próxima a cumplir 32 años, aunque ahora, la maternidad me tiene bastante desmejorada, morena, pequeña, pues mido 1,56, hace doce años, cuando esto sucedió, estaba bastante buena, un poquito rellenita (me es muy fácil engordar), lo que hacia y aun hace que mi trasero sea bien prominente, sobre todo por que gusto de usar pantalones bien apretados, no tengo grandes senos, copa B, creo que bastantes normales y muslos gruesos y divinos.

Cuando tenía veinte años, estudiaba en un tecnológico (un instituto donde se estudian carreras técnicas, en tres años te gradúas), esta era la segunda carrera que trataba, porque había perdido ya tres años por pasármela rumbeando, estudiaba Publicidad, y en mi curso conocí a Goyo (José Gregorio), era de Carúpano (me encanta el acento, pues parece que cantaran mientras hablan), tenía veinticuatro años, no era muy alto, cabello claro, casi rubio y unos ojos verdes que me mataban; me sentaba detrás de él, pues me gustaba mucho, y además, para reírme de los comentarios que hacia en voz baja durante las clases, generalmente burlándose de los profesores, poco a poco nos hicimos amigos. Yo trabajaba en el día, por lo cual asistía a clases de 6 a 9:45 pm, después de clases habitualmente nos íbamos a un Pool (un bar en el que había mesas de pool, se bebía parado, pues no tenían sillas, y siempre estaba lleno).

Una noche, en un receso de las clases, invite a Goyo a ir conmigo y otras amigas a tomarnos unas cervezas al Pool, me dijo:

  • No… no tengo plata.

  • Bueno no importa – le dije – yo invito.

  • No – me respondió, asi, sin discusión.

  • Ok pues, chao.

Me fui con mis amigas, y cual no seria mi sorpresa cuando a los veinticinco minutos aparece Goyo, con un tipo amanerado, que veía unas materias con nosotros.

  • ¿Y ese novio?- le pregunte.

  • me invito – dijo – además, Lo que importa es que pague.

  • Pero no me aceptaste a mí, que soy tu amiga la invitación, a ese ni lo conoces – le reclamé.

  • Tú eres una jeva (mujer, muchacha) – me dijo – Y yo no soy chulo

Se unió a nuestro grupo, y allí nos quedamos como hasta las doce y media, cuando me dijo que se iba a tomar una botella (ron) con el tipo con el que andaba, y yo ni corta ni perezosa le dije:

  • Vamos pues… vamos a mi casa que allá la gente se acuesta temprano, y si no hacemos mucho ruido, podemos escuchar música y pasamos el rato.

Aceptaron mi propuesta, y nos fuimos a mi casa, como yo tenia confianza con Goyo, por todo el camino iba jodiéndole la paciencia (me burlaba de él y le hacia bromas), el otro tipo (el gay, que lo había invitado), era invisible, para mi dejo de existir, más aun cuando estando ya en la casa, a los dos tragos se rascó, vomito, se le bajó la tensión y cayo muerto en el sofá de la sala y, me dejó a Goyito solo para mi.

Estuvimos hablando largo rato, de todos los temas posibles, mientras nos tomábamos el roncito, hasta que en un momento me dijo:

  • ya vengo, voy al baño – y pasó a la cocina, pues allí hay un baño bastante pequeño, solo tiene wc y lavamanos.

Yo lo seguí, y me dije – este se salvará de una pica´de mosquito, pero de mí no lo salva nadie- me pare frente a la puerta del baño, con el valor que me dio el ron, y espere hasta que abrió para salir, cuando me vio me pregunto:

  • ¿Qué pasó?

No dije nada, solo entorne los ojos, y sonreí, y lo mire con mucha picardía, el también sonrió, me jalo por el brazo y me metió en el baño, cerro la puerta y se dio la vuelta, así que quedamos frente a frente, él, con una sonrisa en los labios sólo lo pensó un segundo, pasó sus manos en mi cintura y me empujo hacia él mientras me pegaba a la pared y junto sus labios a los míos, entreabrí la boca y sentí su aliento caliente y luego su lengua entrando en la mia.

Mis dedos acariciaron su cabello y mi lengua en lucha feroz con la suya (una de las cosas que mas disfruto, es un beso que comienza dulce y se convierte en batalla salvaje), comencé a excitarme, baje mis manos, con la izquierda comencé a acariciarle la espalda y la terrible mano derecha bajo hasta su entrepierna, le acaricie el bulto, me sorprendió lo rápido que reacciono, pero no me lo pense, él paro al momento el beso para preguntarme:

  • ¿Quieres?

  • Siempre – le respondí, el se sonrió y me dijo:

  • Yo sabia que eras una puta… se te nota en la cara.

  • Y yo que creía que lo disimulaba bien – dije riendo.

  • Que va, para nada, y con esa boquita de mama verga no engañas a nadie

  • Jajaja – me reí mientras le desabrochaba el jean.

Bajé la tapa del wc mientras le bajaba también el pantalón y la ropa interior, otra vez me prendí de sus labios, mientras hacia círculos con mi mano izquierda en su pierna, mi mano derecha le hacia una paja de reconocimiento (suavecita, para verificar largo y grosor) tenía la verga bien dura, en este momento yo tenía el control de la situación, mi mano izquierda subió hasta su hombro y lo fui bajando lentamente, sin parar de besarnos, para que se sentara el wc, pasé mi lengua por sus labios, lo miré a los ojos y le dije:

  • Ahora te voy a dar tu merecido – él sonrío, pero no dijo nada.

Me arrodille entre sus piernas, y le agarre la verga con mis dedos (pulgar e índice), y empuje la piel que le cubría la roja cabeza hacia atrás, dirigí mi lengua hacia la cúspide de su verga, que en ese momento estaba cubierta de liquido preseminal, el cual lamí con gusto, luego mientas se la sostenía en la base, la lamí de abajo hacia arriba como un helado, unas tres veces y me la metí toda en la boca, respire por la nariz y empecé a succionar fuerte mientras subía, pare de succionar y comencé con mi lengua a juguetear con la punta de su verga haciendo rápidos movimientos como el aleteo de una mariposa y retocé con mi lengua en el frenillo, él se dejaba hacer, sus brazos colgaban hacia ambos lados del cuerpo y de vez en cuando sus manos se movían excitadas y su respiración se hizo más rápida, pero no me tocaba. Luego de torturarlo con mi lengua por cuarenta segundos más, me lo metí en la boca y lentamente empecé el mete saca, primero disfrutando cada centímetro de esa rica verga en mi boca, luego con un poco mas de velocidad, en ese momento sentí las manos de Goyo en mi cabello, pensé que trataría de hacerme tragar toda su verga de una vez, pero me tomo por la barbilla y me hizo mirarlo a los ojos mientras se la comía, eso me excito mucho y a él también pues suspiro profundamente, cerro los ojos, echo la cabeza hacia atrás y mi boca se lleno semen, muy espeso, rico y en mucha cantidad, esto me sorprendió pero, no me lo pensé mucho y me lo tragué todo, me lo saque mientras perdía su tamaño, aun de rodillas lo mire y me sonrió, y me dijo:

  • Perra – y yo le respondí:

  • Seguro que te gustó – le respondí mientras me ponía de pie.

  • A ti también te va a gustar – me dijo mientras se levantaba, aun con los pantalones bajos las rodillas, me pego contra la pared como al principio, mientras me besaba con mucha fuerza y pasión, mi respiración empezó a hacerse más rápida, igual la de él, me fue subiendo la blusa con una mano y con la otra me saco un pecho de la prisión del sostén, bajo la cabeza y con su boca busco el pezón, el cual chupo frenético, mis manos en su cabello:

  • ¡Que rico! –dije.

Saco el otro seno y masajeo el par a la vez, los apretó uno contra el otro mientras pasaba la lengua de un pezón a otro, los mordisqueo y me enloqueció. Levanto su cara para besarme de nuevo mientras sus manos bajaban a desabrochar mi jean, bajó el cierre, se separo un poco, solo para bajarlos con mi ayuda (pues como ya dije antes mis pantalones me gustan muy pero muy apretaditos), los pantalones y la tanguita volaron, todo esto sucedía muy rápidamente, metió su mano entre mis piernas, sus dedos en mi coño, toco mi clítoris y me perdí, no vi nada más, no escuche nada más, cerré los ojos y me dedique a disfrutar de la caricia, tanto así, que ni me di cuenta cuando bajo, en ese momento yo no tenia voluntad propia, mi pie subió sobre el wc, y mi coño quedó a su merced, solo sentí como me lamía el coño con bastante entrega, luego con los dedos me abrió bien los labios… solo sentí su aliento en el clítoris y casi me desmayo, en ese momento se podía caer la casa sobre mi cabeza y no lo notaría, entregada totalmente al placer que me estaba proporcionando mi amiguito, cuando al poco tiempo, sucedió, llegue placida y deliciosamente al orgasmo, mis orgasmos son como una explosión que me dejan sorda y por un rato (puede ser un minuto o hasta tres) me quedo en las nubes y no me doy cuenta de absolutamente nada… hasta que lo sentí, abrí la boca y tome aire profundamente mientras su verga se abría paso dentro de mi, pues aunque no se como ni cuando, estaba tirada en el piso, con Goyo entre mis piernas, me besaba mientras pasaba sus brazos bajo mi espalda y con sus manos en mis hombros me empujó hacia el, entraba y salía de mi muy rápido lo que me tenia al borde de otro orgasmo… entraba y salía de mi muy rápido… entraba y salía de mi muy rápido… hasta que lo sentí… delicioso… esta vez fue como electricidad corriendo por mi columna, mi espalda se arqueo, un suspiro y el mundo dejo de girar; cuando volví en mi (por asi decirlo), todavía lo tenia encima, su respiración era pesada y su cara estaba enterrada en mi cuello, acaricie su cabello y trato de moverse:

  • no te muevas… quédate asi – le pedí, su reapuesta fue un beso largo y suave, y dijo:

  • no aguanto las rodillas… vamos a una cama.

Nos vestimos, subimos a mi cuarto y lo hicimos cuatro veces más, una detrás de otra, fue algo impresionante, me dio las gracias y me contó que tenía cinco meses sin sexo, y se saco las ganas conmigo, no me importó ser usada por mi amigo, pues yo también lo disfrute… y mucho.

Espero les guste y me manden sus comentarios, quiero saber que tal estuvo mi primera vez… Escribiendo una de mis aventuras, por que si les gustó, tal vez les cuente otra.

Chaito.