Aventurilla muy mojada

Soy una mujer bien caliente, de 38 años, morena, con un par de tetas redondas y firmes, mi culito redondo cachetoncito y bien paradito, chaparrita y, pues, casada, que le vamos hacer…no es que no quiera a mi marido, simplemente pues el ya no tiene tiempo para darme lo que le pido y necesito y me orillo a que lo busque por otro lado.

Aventurilla muy mojada

Hola manitos, mi nombre es Martha y quiero compartir mi experiencia para que se animen y me escriban.

Soy una mujer bien caliente, de 38 años, morena, con un par de tetas redondas y firmes, mi culito redondo cachetoncito y bien paradito, chaparrita y, pues, casada, que le vamos hacer…no es que no quiera a mi marido, simplemente pues el ya no tiene tiempo para darme lo que le pido y necesito y me orillo a que lo busque por otro lado.

Y es por ese motivo que tuve esta aventurilla, que ahora les contare.

Era miércoles y tenia que ir a pagar el teléfono y la luz, como siempre me pare temprano me metí a bañar cuando estaba bajo la regadera y al sentir el agua sobre mi cuerpo pase mi mano sobre mi conchita, la sentí sola húmeda y desentendida, sentí pena por ella entonces empecé a consolarla, primero la frote suavecito de arriba abajo, luego poco a poco fui introduciendo dedo por dedo, con la otra le daba masajes a mis senos y uno que otro pellizco a mis pezones hasta ponerlos duros y colorados fue como comencé a sentir placer, me estaba dando una cogida sensacional como nunca lo había hecho, estaba hasta chillando de la excitación que sentía apenas si podía mantener de pie, y a punto de chorrearme me di cuenta que mi sobrino estaba atrás de la puerta del baño mirándome, ya ni taparme por dos razones una estaba tan caliente dos no se cuanto ya había visto…pero ya que hacia, ni modo de decirle que me estaba lavando mi conchita, pero una cosa a mi favor note que no se dio cuenta que lo había visto así que seguí, con toda mi calentura estaba casi acostada en el piso de la regadera con casi toda la mano adentro de mi conchita con mis jugos brotando los cuales escurrían por mi mano mi concha y parte de mis nalgas, volví a echar otra mirada a el, y observe que tenia su mano en su grande, rechoncha y hermosa tranca que palpitaba en el pans ya con una mancha sobre la tela y olía a puro macho calenturiento.

En ese momento mi único pensamiento fue: <>, fue cuando le dije Alejandro entra y ayúdame a salir de la regadera, el impresionado y nervioso se acerco a mi, con su mano temblorosa me tomo de la mía y me ayudo, cuando lo hizo fingí que me resbalaba fue cuando por primera vez sentí el cuerpo de mis sobrino el cual era fuerte por tanto ejercicio, su pene se puso mas duro de lo que pensé y vi su pans el al igual que su playera estaban mojadas totalmente, por mi cuerpo desnudo y todavía húmedo por el agua de la ducha, yo me mordía lo labios tenia una mirada de águila viendo a su presa, me moría por tener su tranca entre mi nalgas y dentro de mi boca, si pensar mas me deslice y tome los listones del pans los desamarre y lentamente le baje sus pans quedando solo en sus calzones lo cual hice lo mismo con ellos y fue entonces que quedo liberada su enorme y bien dotada tranca, toda ella se movía de un lado a otro y escupía de su ojo un hilito de lubricante, que la hacía verse muy rica, y me dije ahora es cuando chile gordo le haz de dar sabor al caldo, y me le avente y la tome para metérmela en mi boca hasta el fondo con esfuerzo pero entro completa, quería tragármela con todo y huevos era tanta mi desesperación que no podía contenerme, después de unos minutos de tenerla dentro de mi boca, la saque poco a poco y empecé a lamerle la cabecita primero y chuparle todo el liquido que le salía, me seguí chupando la tranca hasta que llegue a sus huevitos uno a uno me los metí a la boca jugué con cada uno de ellos dentro de mi boquita. Mi sobrino nada mas gemía y me decía <<¡hay! tía que buena eres chupando, sigue no pares>>.

Pero cansada de tanto chuparle y pensando que la quería sentir en mi conchita que ya estaba hinchada, me la pase por lo labios y mis chiches aunque estábamos algo incómodos nos acostamos sobre un pequeño tapete y me empezó a besar todo el cuerpo, cachito por cachito, yo me orinaba de puro placer, al llegar a mi conchita le empezó a lamer primero por fuera y alrededor de ella, después metió su lengua en medio de mis labios, ¡híjole!, cuando lo hizo logro que me estremeciera cosa que mi marido nunca a logrado, yo no dejaba de pellizcarme mis pezones de morderme mis labios y mi boca y diciéndole <>, al terminar de decirle eso me vine, y el muy lindo todo pero todo me lo chupo hasta dejarme limpia.

Nos levantamos y nos metimos a la regadera, juntos nos bañamos nos acariciamos y nuevamente su tranca se puso dura y se levanto la tenia hasta morada, así que le pedí que me la metiera toda, toda completa hasta el fondo de mi ano, pero primero me la paso y acaricio mi ano y parte de mis nalgas, lo que logro que me excitara aun mas, al fin logro llegar a mi culito y la metió de un solo jalón que casi me mete sus huevos ya que podía sentir sus pelos junto a los míos, en el proceso que fue rápido sentí que me venia una vez mas, pero inicio con sus embestidas que no pude hacerlo y comencé a disfrutar como nunca, me la metía y me la sacaba primero rápido y luego lento, <>, me decía el.

Cambiamos de posiciones varias veces hasta que me hizo venir una vez mas, el con la tranca dura y yo bien rozada y adolorida ya que hace mucho tiempo no sentía tanta acción de placer, pues ni modo, yo había querido, pues ahora me aguantaba ¿No?, como veía con dolor y su tranca firme, la tome y le di una cabalgada que ganas le faltaron a su tranca para seguir, se dio por fin una venida bien fregona toda me lleno de leche bien caliente por cierto.

Los dos terminamos bien cansados y sentados sobre el piso de la regadera mojándonos, me sentí satisfecha, y le dije a mis sobrino <>, y me contesto <>, y sellamos nuestro secreto y compromiso con un largo y profundo beso.

Bueno amigos espero le haya gustado, espero sus comentarios y OJO MUCHO OJO para todos los maridos que ponen a dieta a sus esposas, después no se quejen que buscamos por otro lado.

Hasta pronto.