Aventuras en el trabajo 2

Tras unas semanas de charlas a través del correo interno de la empresa, finalmente acabamos los dos en la cama, jurándome mi compañera de trabajo Paula, que había sido una locura y no se volvería a repetir.

A la mañana siguiente continuamos con las rutinas diarias en el trabajo, como si nada hubiese ocurrido...de hecho se comportaba un poco distante, así que decidí  preguntarle directamente que tal estaba, mediante un mail le pedí su punto de vista de lo que había pasado y esto fue lo que más o menos contestó:

...bueno, la verdad es que nunca pensé que llegase a tanto contigo. Una cosa es flirtear y jugar en la oficina y otra muy distinta es acabar en la cama. Cuando acudí a la cita no tenía pensado ni por un momento acabar como acabamos, aunque no me arrepiento...no me arrepiento lo más mínimo. Tal vez no me creas, pero en toda mi vida sólo he tenido dos novios  y hasta ahora solamente me había acostado con mi marido. No me considero una mojigata, disfruto de la vida sexual con mi marido, pero esto es distinto. No sé, llámalo morbo, llámalo miedo a lo prohibido, llámalo recuperar el tiempo o cómo quieras, pero desde que entraste en mi vida no hago otra cosa que pensar en ti, en lo que me dices, en lo que me cuentas y en lo que hicimos....sólo de pensarlo me excito y no puedo evitarlo. Pero no quiero continuar, estoy casada y no quiero engañar a mi marido, no se lo merece.

Así que deduje que lo que Paula necesitaba era un pequeño empujoncito y eso lo resolví a modo de juego, de juego de dominación. Le contesté con un mail:

.- Está bien, si tú no quieres no lo volveremos a hacer, pero podíamos seguir jugando, no te parece?

.- seguir jugando ¿a qué?

.- pues a un juego en el que nos pedimos cosas o nos hacemos preguntas. Si el juego no te gusta lo dejamos ahora mismo y no te volveré a importunar nunca más.

.- ummmm, bueno, está bien, pero no te pases.

.-parece mentira que no me conozcas.

.-pues por eso te lo digo, porque te conozco, cabrón.

.-Sí sí, soy un cabrón, pero ¿es verdad o es mentira que esta mañana te arreglaste un poco mejor para venir a la oficina y mientras te vestías por la mañana, pensaste en mí y en lo que hicimos?

.-bufff....tengo que confesar que es cierto. Iba a ponerme traje -chaqueta, pero finalmente decidí ponerme falda y blusa, con lencería especial. No sé por qué, pero me apetecía sentirme guapa y atractiva.

.-La lencería es una de mis debilidades. Quiero ver tus bragas. Tocarlas.

.-Tú estás loco.

.-Pues el loco te dice que vayas al aseo te las quites y las dejes sobre el lavabo del baño. Cuando vea que vuelves a tu mesa, iré a recogerlas.

.-pero, alguien podría ir antes que tú y además, ¿cómo voy a andar sin bragas por la oficina?.

.-es algo que te estoy ordenando, no pidiendo.

.-No, creo que no lo voy a hacer.

.-Está bien, entonces se terminó el juego. -contesté en el último mail.

Al rato comprobé que había leído el mail, me contestó pero no abrí el correo, me llamó a mi teléfono particular, a la extensión interna, incluso me envió un sms, pero no les hice caso, los borré. Mientras, en su mesa, Paula se movía nerviosa, intentaba tener contacto visual conmigo, pero yo lo evitaba. Finalmente se levantó y se fue hacía el pasillo que conduce a los aseos. Tengo que decir que los aseos en nuestra empresa rozan la suntuosidad, recientemente reformados y decorados con buen gusto, especialmente el de las chicas.

A los dos minutos Paula volvió a su puesto y parecía nerviosa, con la cara levemente colorada, así que me levanté tranquilamente y fui a buscar mi trofeo, dudando si me había obedecido o no y como haría para entrar yo en el baño femenino, así que lo hice como se hacen estas cosas, sin pensar.

Para mi sorpresa allí estaban, sobre el lavabo del aseo femenino. Unas preciosas braguitas negras con encaje. Las guardé rápidamente en el bolsillo y mientras volvía a mi puesto las tocaba, apreciando su tacto e imaginándome a Paula, con su coñito rasurado al aire, en aquella oficina sin que nadie más que yo lo supiese.

Al llegar a mi puesto nos cruzamos una mirada de complicidad y me faltó tiempo para enviarle otro mail

.-Buena chica, buena y obediente, me encanta.

.-Eres un cabrón. No sé porque te hago caso.

-.Me haces caso porque puedo hacerte y pedirte lo que quiera. ¿Cómo te sientes?

.-pues un tanto extraña. Me parece que todos lo saben y lo que es peor me gusta esa sensación. De hecho estoy más excitada.

.-quiero que te metas un dedito.

.-pero que dices!!..Pueden verme.

.-arréglatelas. Coge tu mano izquierda y apóyala sobre tu muslo, vete subiendo poco a poco por debajo de tu falda y hazlo. Busca la forma para que nadie se dé cuenta, princesa.

Resultó muy morboso ver con que arte Paula fue ocultando sus piernas debajo de la mesa,  arrimando la silla y aprovechando la distribución de la oficina, conseguir hacerlo sin que nadie la viese.

.-ya está....ya lo hice.

.-y?

.-eres un cabrón!!..Estoy excitadísima. Creo que me voy a correr aquí mismo. Tengo la sensación de que todos los tíos de la oficina me están viendo.- (lo cual era mentira, la rutina diaria transcurría normalmente).

.-Paula, vete al baño y espérame allí.

.-!estás loco!

.-¡vete ahora mismo!!.

La vi levantarse en el mismo momento que daban las 11 en el reloj. El momento en el que casi todos parábamos para tomarnos el café de media mañana y abandonábamos la oficina durante 30 minutos. La fortuna me sonreía.

Por el pasillo me crucé con algún compañero que venía del aseo y nos saludamos normalmente. Uno me preguntó que qué me pasaba, que estaba un poco colorado.

-. Bah, debe ser la calefacción que está muy alta, contesté, intentando disimular y notando como mi polla empezaba a estar también "nerviosa". -.Nos vemos en la cafetería, ¿vale?.

Al llegar al baño de chicas empujé la puerta, sin saber si habría alguien más. Pero allí estaba Paula, con cara de temor y excitación a la vez. No decía nada, sólo me miraba fijamente. Llegué hacia ella y poniendo mis manos alrededor de su cabeza le di un fuerte beso al que ella respondió. Con su cabeza entre mis manos la besaba, con ganas, con deseo. Parecíamos dos adolescentes posesos. Dirigí mis manos hacia sus muslos y al subirle la falda acariciaba sus nalgas y su pubis desnudo, apoyándola contra la repisa de mármol del lavabo.

Ella me separó y recompuso su falda y su blusa. Estaba asustada. En ese momento oímos voces por el pasillo exterior y me dio tiempo a meterme en uno de los baños y cerrar la puerta. -. Joder, pensé , casi me descubren...y vaya como se lo gasta la empresa con las chicas. El baño estaba decorado con suelo y paredes de mármol, con loza estilo vintage y tuberías exteriores de cobre dorado e hilo musical!!!....por lo menos tendré que esperar en su sitio agradable me dije, escuchando canciones instrumentales. Afuera oía como Paula hablaba con dos compañeras de la empresa y como se cerraba la puerta al irse.

.-¿Pero esta mujer a dónde se cree que va? ...Me decidí a enviarle un SMS a Paula.

-.Te estoy esperando en el primer baño, ven ahora mismo. La puerta está abierta, la luz apagada.

Al cabo de 30 segundos que a mí me parecieron eternos se abrió la puerta y pude distinguir la silueta de Paula. Avanzó hacia mí y al cerrar la puerta tras de sí quedamos a oscuras.

No le di tiempo a decir nada, volvimos a abrazarnos y besarnos, mientras la oía decirme al oído.- Estamos locos, estamos locos....

Le di la vuelta y la empuje contra la pared, me quité el cinturón y le sujete las muñecas detrás de la espalda con él.

Ella tenía la cara y los pechos apoyados contra la pared y las piernas abiertas y el culo hacia atrás. Me arrodille detrás de ella y le levante la falda mientras le acariciaba las nalgas. Afuera se oía charlar a algunas compañeras de trabajo que entraban y salían...mientras Paula gemía y jadeaba intentando no hacer ruido yo me dedicaba a lamerle el coño, que estaba húmedo y caliente...Empecé a meterle un dedo, que entraba y salía sin ningún esfuerzo...me sorprendía que ella estuviese tan excitada y aunque en la semi oscuridad no podía verla bien , notaba que estaba a punto de correrse.

Así que me puse de nuevo detrás de ella, le solté las muñecas y le coloqué las manos agarrando las tuberías del agua, desabroche mis pantalones que cayeron al suelo. Tenía la polla a punto de explotar, caliente y dura. Con una mano sobre la cintura de Paula, guié mi polla hacia la entrada de su coño y empuje..empuje hacia dentro notando el calor y la tibieza de un cuerpo que se abría para recibirme, mientras ella balbuceaba y gemía...

.-No, no, no....pero sin demasiada convicción.

.-Chisttt!!!....cállate golfa..- le susurraba al oído con voz serena y decidida...ahora eres mía, voy a hacerte lo que me dé la gana. ¿No querrás que nos descubran, no?

.-Cabrón!, me decía entre susurros.

Le metí dos dedos en la boca, para humedecerlos y comprobar que se estaba mordiendo los labios, mientras seguíamos con nuestro ritmo acompasado, sin dejar de movernos. Nada más poner mis dedos sobre su clítoris note como Paula se corría y le flaqueaban las piernas. Yo seguía moviéndome, con una mano en sus caderas, la otra tocándole el clítoris y de vez en cuando le daba un cachete en aquellas duras nalgas.

Ella me decía .-No puedo más, no puedo más....córrete por favor, córrete.

-¿en dónde?, le pregunté.

-.donde quieras ,- me decía entre gemidos ahogados.

-Quiero que me pidas que me corra en tu boca, quiero oírte decir que quieres probar mi leche calentita!!!

-.Hazlo, hazlo...me decía.

-.Dilo!, le ordené, mientras le daba un fuerte cachete en las nalgas....

-.Aahhhhh....por favor, córrete en mi boca....aahhh...quiero ...quiero probar tu leche ....

Al oírla decir eso no me pude contener más , y sujetándola por el pelo, a oscuras , como pude , le puse mi polla en su boca y nada más hacerlo noté como me corría en ella...Paula tragaba y su boca subía y bajaba...estaba como poseída y parecía que quería vaciarme....

Nos dejamos caer al suelo y se acurrucó alrededor de mí, en el frío suelo, mientras la abrazaba...entonces me dijo:

.-me estas volviendo loca, me estás haciendo una puta. No me reconozco cuando estoy contigo. Sacas lo peor de mí.

-¿como que lo peor?...¿hay algo mejor que el buen sexo?

-.Esto no ha pasado. No se volverá a repetir, me dijo.

.-Te equivocas, princesa. Esto sí que ha pasado y se volverá a repetir cuando a mi me parezca y yo te lo mande. No te podrás negar.

Nos arreglamos sin decirnos nada y abandonamos el baño discretamente para volver a nuestros puestos en la oficina, no sin antes devolverle las bragas...después de todo, soy un caballero le dije, dándole un beso en la mejilla al despedirme.