Aventuras de Virginia una mujer casada 3 Y 4

Sigue la aventura

Después de medio discutir esa noche por WhatsApp, al día siguiente le escribí por la mañana. No me contestó aun después de haberlo leído. Por la tarde le volví a escribir y siguió sin contestarme, le escribí por messenger y seguía sin contestar, así durante 3 días.

Al cuarto día me escribe.

  • Hola, necesitaba pensar, estar solo y no hablar contigo. También te digo que durante estos 3 días me has agobiado demasiado. No te das cuenta que yo tengo 18 años.

  • Sí, sé que tienes 18 años, pero creía que eras una persona madura, y no un niñato, ya me lo has confirmado con tus actos, espero que esto no lo vayas contando por ahí a tus amigos -contesté-

Él lo leyó y ya no me contestó.

  • Niñato, perdóname por ser tan impulsiva, no te enfades, cariño -escribí pasadas un par de horas-

  • De acuerdo, te perdono, no te pongas más así conmigo, ok mamá -respondió-

  • Cuando quieras nos vemos, deseo comerte la boca, besarte, tenerte... -escribí-

  • Ok, te aviso cuando pueda, estoy un poco liado -respondió sin más-

No me escribió nada en días, yo me volvía loca.

  • ¿No piensas escribir, ni decir nada? ¿qué tenemos? ¿qué quieres, quedar solo cuando te apetezca follar? -le escribí-

  • Joder, mamá, te dije que estaba liado con mis cosas, aún dormía, te iba a escribir precisamente hoy. ¿Y qué tenemos? Pues no lo sé -respondió-

  • No sabes nada, ¿yo qué soy para ti, Karam? -contesté-

  • No lo sé, mamá, yo acabo de salir de una relación y no quiero empezar otra, necesito tiempo. supongo que somos amigos, muy amigos, amigos íntimos, amigos con derecho -respondió-

  • Ok, me queda claro -respondí-

  • Quiero verte, ¿me das clase ahora? -escribió-

  • Son las 11, si quieres a las 11.30h -respondí-

Decidí ponerme unos tacones negros nada más. Mi cuerpo totalmente desnudo, recién depilada y embadurnada en crema.

A las 11,30 pasadas llamó, subió, entró.

  • Guau mamá, estás desnuda -dijo mirándome-

  • ¡Esto es para lo que me quieres! ¿no? No soy más que un polvo de vez en cuando. Follar y punto. Pues venga -dije-

  • Jajaaja, estás cabreada. ¿Tú no es lo que quieres? Por eso me recibes así, mamá -me respondió desnudándose en el salón de pie y mirándome fijamente-

Se fue acercando a mí, desnudo.

  • Esto es lo que quieres, mamá -dijo agarrándose la polla empalmada-

Al llegar a mí, me cogió del pelo y me dio un beso. Pasó su lengua por mis labios y por mi cuello.

  • Llevo días muy liado con mis asuntos, deseando follarte, mamá -me susurró al oído agarrándome las tetas firmemente-

Yo me agarré de su pollón y empecé a acariciarlo, mientras mi niñato me acariciaba el coño.

  • Sí niñato, ummmm -dije-

Tenía el coño empapado. Me giró contra la pared y desde atrás empezó a lamerme la espalda, el culo, hasta llegar a mi húmedo coño. Empezó a lamerme y un dedo entró en mi coño, luego dos y luego tres. Me masturbaba con sus tres dedos y la lengua.

  • Sí, aaahh, niñato, siiii, ummmm, me corrroooooo -grité acariciándole el pelo-

Me corrí en su mano y en su boca.

  • Vamos mamá, chúpame la polla -dijo levantándose y sentándose en el sofá-

De rodillas y gateando fui hacia él, contoneando las caderas, mirándole, y él con la polla dura en la mano. Acerqué la boca y empecé a tragarme ese monstruo de polla, relamiéndole el capullo, chupándole los huevos... Pasados algo más de 10 minutos de mamada...

  • Para, para, mami, no me quiero correr aún -dijo apartándose-

  • ¿Qué quieres, niñato? -pregunté-

  • Ponte a 4 patas en el suelo -dijo-

Así me coloqué. Su móvil empezó a sonar, lo cogió y contestó.

  • Ahora no puedo, en una hora te lo acerco -le decía a quien le llamó-

Él, aún atendiendo el teléfono, no me desatendió a mí. Se acercó de rodillas, su polla entró en mi coño y empezó a follarme mientras seguía hablando por teléfono.

  • Que sí, en una hora te veo en el bar de mi primo -dijo y colgó el teléfono-

  • ¿Y el condón, niñato? Di. Aaaaahh, aaahhh.. -dije-

  • Calla y disfruta, condón ya te dije que no tenía, que no me quedaban. -me respondió embistiéndome y apretándome las caderas-

  • Aaaaahh... ummmmm... estoy chorreando, aaahh, mi coño... Me corro, ahhh... -gemí-

Seguía follándome violentamente a 4 patas.

  • No te corras dentro, por favor, sácala -exclamé-

  • Quiero correrme bien, no como en mi portal, o sea... -dijo sin parar de follarme-

  • No, no, por favor, niñato, no te corras en mi coño, sácala -dije-

  • Que no, hoy me quiero correr bien, te digo.

Aceleró otra vez.

  • En el coño no, por favor. En el culo, córrete en el culo, venga -le dije asustada por si eyaculaba en mi vagina-

  • Ah, ok, ahí está bien.

Sacó la polla de mi coño y me lamió el culo.

Estaba nerviosa, asustada de recibir el tamaño en mi culo, pero tranquila de saber que no iba a eyacular en mi coño. La colocó y empujó.

  • Aaaaaah, aaaaaahh... -grité-

  • ¿Te duele mamá? -dijo-

  • Siiii, sii, sácala, dejame a mí, sácala y túmbate... -grité-

Se tumbó en el suelo y de cuclillas me subí encima de él, se la agarré y la coloqué. Ahí me encontraba más abierta. Empecé a bajar y mi culo se tragó el capulllo.

Empecé a botar despacio y suavemente sobre él, poco a poco iba entrando cada vez más y yo me sentía más cómoda y dilatada. Ya había hecho más anal con mi marido, pero claro, la polla de mi marido es la mitad. Empecé a disfrutar.

  • Sí, así mamá, fóllame con tu culo así -me decía-

  • Aaaahh, ¿te gusta, niñato? A mí sí, aaahhh... -gemí-

  • Sí, sigue, me corro en tu culo, mamá, sigue, aahhhh, sigue, mira, aaaahh, me cooooorrrrrooooooo -gritó agarrándome las caderas-

Al agarrarme y tirarme hacia él provocó que toda su polla entrara por completo hasta llegar a tocarme el coño con sus huevos.

  • Ummmmm... aaahhh...

Me corrí yo también al notar sus espasmos dentro de mí. Me la saqué, me giré y le besé.

  • Quita mamá, he quedado y llego tarde -dijo levantándose-

Se vistió y se marchó sin más, como quien se folla a una puta termina y se va. Así me sentí y así se lo escribí.

A la noche y con mi marido durmiendo al lado mía, recibo un whatsapp.

  • No digas eso, mamá, no te trato como a una puta, tenía prisa -contestó-

  • ¿Tú crees? -respondí-

  • A ver, ¿me puedes explicar bien qué es lo que quieres conmigo? Porque yo no te he engañado, en ningún momento te he dicho que quisiera tener algo serio, una relación contigo, he sido sincero en todo momento. Lo que tenga que ser será y lo que tenga que surgir surgirá sin forzarlo -me contestó-

  • Yo algo más que follar. Hablar, vernos... -respondí-

  • Intentaré hablar más contigo, intentar vernos más. He estado muy liado con mis asuntos, y entenderás que con 18 años también quiero salir con mis amigos. Gimnasio, discoteca... Discúlpame, intentaré ser más hablador, cariñoso... -contestó-

  • Ok niñato, me tienes loca.

Me despedí de él.

Pues al día siguiente, más de lo mismo. Yo le escribí y no contestó. A las horas volví a escribir y nada. Por la noche otro wassap y nada.

  • Estoy harta, de verdad, no quiero más esto, te ríes de mí, todo lo que dijiste ayer por la noche, hoy nada de nada, estarás por ahí con tu morita. -le escribí cabreada a las 2 de la mañana-

Me sentía engañada, abusada y confieso que celosa, y no sabía porqué pero lo estaba. Me dormí. Por la mañana serían las 11,30 h, miré mi teléfono y ahí estaba un whatsapp del niñato, me escribió a las 5 de la mañana.

  • Ya estás otra vez igual, qué agobio de mujer, llego y tengo 15 whatsapps, madre mía, que no somos novios, que estás celosa, no lo entiendo, ya te he dicho lo que siento y sigues, no te he mentido en ningún momento.

  • Mira niñato, haz lo que quieras, cuando te apetezca follar me dices -Respondí cabreada-

Después me contestó.

  • Tómatelo como quieras, voy a ir a ver unas playeras a las 20.30 h al centro comercial, si te apetece acompañarme me dices -Me escribió-

No tardé en contestarle que sí ni dos minutos.

  • A las 20.30 h te recojo en (....) con mi coche, chao -Respondí-

Me empecé a arreglar, un vestidito de tirantes muy mono y muy cortito y escotado, me maquillé... A mi marido le dije que había quedado con Mari, una amiga mía, para ir a ver ropa y dar una vuelta. A la hora estaba justo donde había quedado con él y tardó en bajar unos 10 minutos. Arranqué y nos fuimos.

  • ¿Por qué te comportas como una niña conmigo? ¿Cómo me dices esas cosas? -Me preguntó-

  • Porque nunca me escribes ni me contestas, siento que pasas de mí -contesté-

  • Te lo he explicado, poco a poco, a ver qué sucede sin prisas -Dijo-

  • Estoy ilusionada contigo, no me importa la edad ni religión, me da igual lo que la gente diga, me tienes loca, niñato -le dije-

  • Viki, poco a poco, necesito mi espacio ¿vale?

  • Vale niñato, como quieras -Dije-

Llegamos al centro comercial, dimos una vuelta y no compramos nada al final, entré en la farmacia y le compré una caja de preservativos.

  • Toma, así no dirás que no tienes.

Se los di.

Serían cerca de las 22,00 ya que empezó a cerrar la zona comercial, y bajamos al coche. Nos montamos.

  • Ven mamá -me dijo-

Empezó a besarme y yo le correspondí, empezamos a calentarnos, sobarnos, morrearnos, lamernos... Me tenía medio desnuda y yo a él. Un chico pasó y se quedó mirándonos. Karan le miró y el chico le saludó.

  • Qué corte, nos ha visto mi amigo, arranca, vámonos -Me dijo-

Arranqué y salí del parking.

  • Te averguenzas, niñato -dije-

  • No, ¿pero quieres que el barrio se entere? ¿tu marido, familia...? -contestó-

  • Tienes razón. Poco a poco -Respondí-

  • Métete por ahí, por esa calle, y luego a la izquierda apárcate -Dijo-

Así hice. Se abalanzó sobre mí nada más echar el freno de mano.

Empezamos de nuevo a besarnos, morrearnos, magrearnos y desnudarnos, me puso a 100 en un segundo. Desde mi asiento me incliné hacia su tripa, agarré su polla y empecé a mamársela.

  • Siii, ummmm, mama, uffff, chupa -Decía-

Seguí mamando un buen rato.

  • Te quiero follar, mamá, como el último día -me dijo-

  • Sí, fóllame niñato. Fóllate a mami -Contesté-

  • Sal, sal del coche -Dijo abriendo su puerta-

Estaba muy oscuro donde aparcamos, una simple farola. Salí y me cogió, estábamos completamente desnudos, me agarró del brazo y me recostó sobre el capó. Me abrió las piernas y empezó a comerme el coño.

  • Ummm sí mi niño, cómele el coño a mamá, siiii, asiiiii, los dedos asaaa -gemía-

Metió dos dedos en mi coño y empezó a lamerme el culo, sentía su lengua queriendo entrar en mi culo, húmeda, lo lamía arriba abajo...

  • Ummmmm, me corrrooooo niño, me corrrooooo, mueve tus dedos fuerte, haz que mama se corra, aaaaa aaaaaa ya... aaaaa mira -grité corriéndome-

  • Ahora relájate, mamá -dijo levantándose-

Me la metió en el coño y empezó a follarme, me incorporo, me follaba desde atrás, los dos de pie, sus manos en mis tetas apretándolas, su boca en mi boca besándonos.

  • Cariño, me corro otra vez, aaaaaahh, muévete, bésame más, aaah -Grité corriéndome de nuevo-

  • Apóyate en el capó -Dijo-

Sacó su pollón.

  • Ábrete el culo, mamá -me ordenó-

Con las manos, me separé las nalgas dejándole mi agujero libre. Colocó la polla y poco a poco, lentamente y con mucha delicadeza, empecé a notarla dentro de mí.

  • Despacio, niñato, sí, despacio, da por culo a mamá, sí, niñato, despacio, siiii, está dentro, despacio, me gusta -Susurré-

Ya tenía más de media polla en mi culo, se meneó 4 o 5 veces, estaba dilatada, mojada, entregada a mi niño. La sacó entera y lamió mi culo, la volvió a colocar y me la volví a meter, ahora había entrado un poco más.

  • ¿Te gusta, mamá? ¿te gusta que tu niño te dé por culo? Di, mamá, di -Decía-

  • Sí niñato, dame por culo, castiga a mamá por mala, fóllame el culo. Aaaaas masssss, fóllame fuerte -grité pellizcándome los pezones-

Me agarró de las caderas fuerte y empezó a darme por culo violentamente, y a darme pequeños azotes en las nalgas.

  • Así, por mala, así te gusta mamá, te gusta mi polla mamá -decía-

  • Siiii, mira, me corro niñato, miraaaaa, aaaaaa, Dios... parece que me meo, ahhh, qué gusto, qué polla, estoy chorreandoooo -grité extasiada-

  • Mira, me voy a correr ya, mamá. Arrodíllate, me correré en tu boca por mala perra -dijo sacándola de mi culo-

Me arrodillé y empecé a mamar su polla, me la tragaba casi entera, apartó mi cabeza, se la agarró y empezó a masturbarse frente mis labios.

  • Yaaaa... abre la boca, chúpamela mamá, chupa, ahh, miraaaa, aaaaaaahhh -gritó eyaculando en mi boca-

  • Bébetela toda, mamá, trágate la lefa de tu jovencito amante, así, chupa perra, chupa guarra -Me decía corriéndose-

Nunca me habían llamado perra, guarra ni similar, pero me puso muy cachonda oírselo decírmelo.

Al acabar nos vestimos y le dejé en la calle de abajo de su portal. Yo me fui a casa. Entrando al garage recibí un whatsaap suyo.

  • Mamá, me ha encantado lo de hoy, un beso de tu niñato.

Continuará.