Aventuras de Marta (13)

En la oficina tempranito ¡¡Vaya Morbazo!!

Hola chicos (y chicas),

Después del morbazo de "Esclava en Pelotas por un Día", otra aventura supermorbosa.

Resulta que Jorge se fue de viaje cuatro días y decidí correr una aventura y contársela a la vuelta (le encanta).

Fue en mi oficina. Muchas veces me he masturbado, me he metido en el baño de los tíos, me he bajado las bragas hasta los tobillos en alguna reunión,... Pero esta vez fui más allá. En el trabajo siempre me ha dado mucho morbo pero también un poco de miedo por razones obvias. Sin embargo, una vez más venció el morbo.

El caso es que yo suelo llegar muy pronto a trabajar (sobre las 7:15) porque Jorge me tiene que dejar a esa hora porque él entra a las 7:30. Generalmente estoy hasta las 8:15 u 8:30 sola y entonces empiezan a llegar los más tempraneros. Trabajo en un edificio de 7 plantas. Y otro detalle, las luces no se encienden hasta las 7:50 (deben de tener un temporizador que las activa a esa hora), sólo están las típicas luces de emergencia pero la planta está bastante a oscuras.

Pues nada, el otro día decidí arriesgarme a tope. Llegué a las 7:15 a pesar de que no me llevó Jorge. Subí como de costumbre a la 6ª planta donde está mi puesto de trabajo e inmediatamente empecé con el plan. Me desnudé totalmente (no me dejé ni los zapatos).

La verdad es que no sé si estoy un poco loca o un poco enferma. Imagino que habrá alguna otra mujer por ahí con esta debilidad, y agradecería que me escribiese si lee esto para no sentirme tan sola. El caso es que no hay nada que me excite tanto como correrme completamente desnuda en sitios públicos. De hecho, simplemente el desnudarme y sentirme totalmente expuesta con el coño y las tetas al aire en plena calle, o en el cine, o donde sea, me pone mojadísima.

En fin, a lo que íbamos, me lo quité todo y lo guardé en mi cajón. Y allí estaba, totalmente desnuda sentada en mi mesa. Si mis compañeros pudieran verme (por cierto que salvo otras dos mujeres, todos son hombres) seguro que se pondrían como motos.

Otra cosa que no os he contado es que a esa hora por la mañana cuando estoy sola, siempre pasa un señor de la limpieza (debe ir por todas las plantas haciendo una ronda recogiendo o algo). La primera vez se sorprendió de verme tan pronto pero ahora siempre me dice el "Buenos Días" de rigor casi sin mirarme. Además estoy como a la mitad de la planta, con lo cual tampoco me ve muy bien con las luces apagadas y generalmente no llega hasta donde estoy. Espero que no sea hoy una excepción :-)

Pues nada, me quedé allí tocándome un poco mientras esperaba. Oi el ascensor. Ya venía. Estaba chorreando. Me saludó como siempre y recogió algunas papeleras y colocó algunas mesas. Yo estaba empapada, completamente desnuda y a pocos metros de un tío desconocido masturbándome.

Por fin se despidió, cogió su carrito y se fue. Uuufff, qué pasada. Eran las 7:23. Todavía tenía unos 30 minutos hasta que se encendieran las luces. Recé y me levanté de mi mesa. Paseé un poco por la planta y a continuación me dirigí a las escaleras. Quería experimentar la excitación de cambiar de planta totalmente desnuda. Uuufff, me estoy empapando solo de acordarme. Si me viera el de la limpieza no sé qué tendría que hacer para que no se chivase, quizá pidiéndoselo por favor... :-)

Subí con mucho cuidado las escaleras hasta la 7ª planta. Me asomé y estaba a oscuras. No parecía haber nadie. El señor de la limpieza debía haber bajado a la 5ª. Entré en la planta y echándole valor fui andando hasta el final. De verdad que por más que os lo diga, no podéis imaginaros el morbazo y la excitación de ir andando por allí totalmente en pelotas y sabiendo que toda mi ropa estaba un piso más abajo metida en un cajón. De todos modos, tenía que darme prisa porque si encendían las luces o llegaba alguien a esta planta o a la mía, estaba lista. Fui hasta el fondo de la planta y me senté en el suelo pegada a la pared para hacerme una buena paja (ya no aguantaba más). Empecé a sobarme y a frotarme por todos lados. Me puse a cuatro patas y me sobé el coño y las tetas. Me iba a correr entera. Si mis compañeros pudieran verme! Su compañera completamente desnuda a cuatro patas como una perra metiéndose los dedos en el coño para correrse, la muy golfa. Aahhh, no aguantaba más. Entonces oi un ruido. Me quedé helada. Me asomé un poco y vi al hombre de la limpieza Joder, vaya suerte, como no se fuera pronto estaba perdida. Parecía que se entretenía más que nunca el muy desgraciado. Si se encendía la luz estaba muerta. Vino hacia mí. Me escondí detrás de una mesa. Lo tenía a dos metros. Estaba chorreando, pero también un poco asustada. Podía ver el reloj en la pared de enfrente. Las 7:42. Ocho minutos para que se encendieran las luces. Sé que parece un thriller barato, pero os juro que no sábía qué hacer. Pensé que lo mejor sería levantarme, hacer lo que quisiera el hombre de la limpieza y rogarle que me dejara volver a mi mesa. Iba a incorporarme y rendirme cuando dio la vuelta, cogió el carro y se dirigió a los ascensores. Gracias, Dios mío, prometo no volver a ser una niña mala :-)

Cuando se hubo montado en el ascensor fui hacia las escaleras, bajé con cuidado a mi planta y no había nadie. Uufff, ¡esta vez faltó poco! Fui a mi mesa y cogí la ropa. Me metí en una sala que hay al fondo de la planta y me puse el sujetador y la blusa y las braguitas y los pantalones me los dejé en los tobillos. Si venía alguien podría salir de la sala como si estuviera preparando el proyector o algo. Necesitaba terminar de masturbarme. Para mayor morbo, coloqué la silla justo delante de la puerta mirando a las escaleras. Si venía alguien y no le oía y lo primero que hacía era mirar en dirección a la sala, me vería masturbándome. Pero no era probable. Además si oía el ascensor, con empujarme un poquito con los pies, desaparecería de la vista.

Así que empecé a masturbarme mirando a las escaleras. Como siempre con un dedo en el culo y la otra mano sobándome bien el coño y las tetas. Cuando estaba a punto de correrme se encendió la luz y me llevé un susto. De repente me encontré mucho más expuesta. Sin embargo también sirvió para que el orgasmo (bueno, los orgasmos) fueran mucho más intensos. Me corrí como pocas veces acordándome de todo lo que había pasado en apenas media hora. Aagghh estaba chorreando.

Por fin me vestí y al poco llegó Manolo, uno de los más tempraneros. Si hubiera llegado un poco antes...

Cuando le relaté a Jorge mi aventura se puso tan malo que tuvimos que bajar al garage y me obligó a ponerme a cuatro patas detrás del coche (totalmente desnuda, claro) mientras se hacía una paja y se corría encima de mí.

Bueno, espero que hayáis disfrutado. No creo que tanto como yo, pero por lo menos bastante.

Besos y hasta la próxima aventura morbosa.

  • Marta -

P.D.: Vuelvo a pedir a mis lectores que nos sugieran aventuras morbosas. Ya sabéis que hemos llevado a cabo dos o tres que nos propusísteis. Por supuesto, deben ser factibles, no vale lo de pasearme completamente desnuda por el centro de la ciudad a plena luz del día, como alguno ya ha pedido.