Aventura verde

Que buen servicio de Los Ángeles verdes

Hola, espero que

estés

pasando una Buena noche en

compañía

de una mujer para que le puedas dar rienda suelta a tus deseos.

Tuve la necesidad de realizar un viaje a otra ciudad debido a que te

a que firmar unos documentos, mi automóvil no se encontraba del todo bien, esto debido a que lo acababan de ajustar y por la premura de la entrega, no le conectaron el a/a. Ya en carretera y con un calor de 30 grados llevaba los cristales abajo, de pronto a mitad de camino noté que se prendió un foco ro

jo y me detuve a ver qué

pasaba, le marque al mecánico y nada que me contesto,

así

que me resigne a esperar que cuando viera mi llamada perdida me marcara; y ya estacionada comencé a transpirar, debo decirte que no llevaba una gota de maquillaje y que vestía sandalias, una blusa roja que bajaba a mis hombros y una falda color caqui con vuelo, nada glamorosa, pero si

cómoda

.

De pronto se emparejo a mi auto una patrulla de los ángeles verdes y en ella venían dos hombres, el que venía conduciendo con una gran sonrisa me pregunto que si necesitaba ayuda, a lo que le dije que si

con cara de felicidad. Ambos bajaron y uno de ellos era chaparrito y gordito, como de 45 años y el otro alto (le calcule como 1.90

)

blanco de ojos color aceituna y bastante fornido, como de unos 38 años

.

Revisaron mi auto y me dijo el alto que estaba pasando aceite por las bujías, que algún empaque no quedó bien colocado,

así que me sugirió ir a la refaccionaria

más cercana y

que ellos no traían bujías que le quedaran a mi auto, me dijo que

él

podía conducir los 20 km que faltaban para llegar a las

más

cercana, y yo solo asentí,

su compañe

ro condujo la patrulla, no fuimos despacio y platicando de varios temas

y me dijo que se llama Carlos

, al llegar a la refaccionaria su compañero se estacionó al final del estacionamiento cosa que no le di importancia, ya estacionad

os Carlos

que venía conduciendo mi auto le dijo a su compañero que fuera a comprarlas

, C

arlos me dijo que me ensañaría unos empaque que traía

en la patrulla y me b

aje de mi auto y fui a la puerta del co

piloto de la patrulla, C

arlos saco unas cajas y juntos hombro con hombro (me dejo entre la puerta y su cuerpo) comenzó a abrirlas para después dejarlas en el asiento y con un movimiento rápido me bajo la blusa ya que

tenía

resorte en los hombros y el

bra

s

sier

se

bajó

a la par que la blusa, me tomo los pechos enormes que tengo y comenzó a chupar el pezón derecho, yo estaba tan sorprendida que de momento no hice ningún movimiento, segundos después reaccio

né pero mis pezones comenzaron

a poner duros y erecto

s

,

así

que comencé

a resistirme pero con su gran peso no pude

moverme

ni

un

milímetro, aplastándome contra la puerta con la mano izquierda me levanto la falda y empezó a jalar mi

s

pantaleta

s para encontrar

la entrada de mi vagina

,

sin dejar de morder y succionar mi pezón derecho, encontró la entrada a mi vagina y con uno de sus dedos grandes encontró mi clítoris jugando con

él

, ya en ese momento yo no tenía la

más

mínima

intención de resistirme y comencé a jadear, de pronto me penetro con dos dedos y

lancé

un pequeño grito, de pronto me levanto y me recargo en la orilla del asiento y de un golpe me despojo de mi

s

pantaletas

, yo me agarre fuerte de su cuello con

mis dos brazos y comencé a besar su cuello y chupar sus orejas, mientras el desesperadamente se desabrochaba el cinturón y pantalón para sacarse la verga que ya estaba mojada y bien parada, de repente me levanto y de un solo

empujón

me metió la verga por mi vagina, yo suspire profundamente, pues estaba algo grande y me lastimó un poco, pero eso no fue nada; de repente se abre la puerta del conductor de la patrulla y era su compañero que ya había regresado con las bujías

(y quien sabe desde cuando estaba viendo),

Carlos levanto la cabeza y le dijo vente compadre que para ti también hay, yo trate de soltarme pero no me dejo, me abrazo con fuerza y cargo, su compañero dio la vuelta y

él

se

sentó

al borde de

l asiento del copiloto ya sobándose la verga sobre su pantalón

, Carlos me coloco encima de su compadre sin dejar de penetrarme y yo le decía no, por favor no, pero no me hizo el menor caso y le dijo a su compadre que se sacara la verga que también ya estaba parada y babeando,

ya con la verga expuesta C

arlos me acerco de nuevo a su compadre y este me escupió en el ano y no comenzó a acariciar, mientras me decía el compadre, relájate putita para que sientas rico cuando te la clave, Carlos me seguía subiendo y bajando en su verga y pues seguí el consejo de su compadre de relajarme ya que el muy puerco me estaba metiendo un dedo por el ano yo sentía

riquísimo que me estuvieran dando por los dos hoyos

, el compadre le dijo a C

arlos que ya estaba listo que me acercara y de un golpe me

sentó

en la verga del compadre, yo di un grito un poco ahogado pues no tenía la verga nada pequeña, más bien estaba gorda,

y los puercos sin contemplación

comenzaron

a darme duro por ambos lados, yo para ese entonces ya

gemía

de placer de lo rico que sentía y les grite que ya me venía, Carlos seguía chupando y mordiendo mis pezones y casi el mismo tiempo se vinieron los dos dentro de

, me siguieron penetran

do

hasta que sus vergas se pusieron flácidas y se salieron de

. Carlos me fue bajando poco a poco hasta que quede parada en el suelo

y los chorros de semen se me escurrían por las piernas, busque mis pantaletas y me las puse y limpie el semen de mis piernas, mientras Carlos muy tranquilo le dijo a su compadre que había que cambiar las bujías y

así

como si nada se pusieron a trabajar, ya cuando terminaron y el auto arranco bien me dijo Carlos, bueno señora

está

usted bien servida ya puede continuar con su viaje, yo solo alcance a decir un poco audible gracias, se subieron a su patrulla y se fueron.

Ahora cada que viajo por ese tramo de la carretera espero con toda

ansia

encontrarlos

de nuevo, pero no he tenido

la buena

suerte

de poder disfrutar

.

Espero que te haya gustado.