Aventura en la U.
Una pequeña charla se convirtió en toda una nueva experiencia...
Hace algún tiempo, mi novio y yo estábamos muy presionados en la U, él estaba terminando la carrera y yo estudiando y trabajando, por la tanto casi no teníamos tiempo de vernos, como ambos asistimos a la misma universidad, solo nos veíamos en los recesos.
Un día comenzamos a conversar sobre la falta que nos hacia tener relaciones, hablamos sobre la muchas veces que lo habíamos disfrutado al hacerlo, de las mejores posiciones y muchas otras cosa, la charla se puso muy picante, yo me sentí muy húmeda y excitada, y se lo confesé a mi novio quien afirmó sentirse igual. Decidimos ir a una de las aulas, solamente para besarnos y acariciarnos un rato.
Entramos y por suerte el aula tenia seguro, por lo tanto no sentimos más seguros, quizá por eso llegamos tan legos... Mi novio y yo comenzamos besándonos muy lentamente, él acariciaba mi rostro mientras lo hacia, luego sus besos aumentaron de intensidad y su mano, bajo muy lentamente a mis pechos, los acariciaba y apretaba entre su mano muy lento y rico, comencé a sentir su pene muy duro y grande, así que baje mi mano para poder tenerlo, lo acaricie y comencé a abrir el zipper de su pantalón, e introduje mi mano en él, sentí su enrome pene bien excitado, lo tome entre mis manos y comencé a masturbarlo, como estábamos en la universidad, no podíamos hacer mucho ruido, pero el acercó su boca a mi oído y comenzó a gemir muy bajo, yo me excité demasiado, así que baje mi boca por su cuello y lo bese muy apasionadamente, luego, abrí su camisa un poco y lamí todo su pecho pasaba mi lengua por todo su peludo pecho excitándome cada vez más, y bajando un poco más con cada botón que desabrochaba, hasta que llegue a su pene, mas duro que nunca, comencé por pasar mi legua por su puntita y llenarla del rico lubricante del que estaba lleno, introduje esa enorme cosa en mi boca una y otra vez, la saboree con mi lengua, lamí y chupe muy rico sus testículos, hasta que sentí que ya se venia, así que me preparé para recibir en mi boca la lechita de mi novio, y así lo hizo, tuvo un orgasmo tan delicioso, que no pudo dejar escapar unos cuantos sollozos de placer.
Yo no podía esperar ser penetrada, así que de rodillas como estaba se lo suplique, el no estaba muy convencido, pero al verme tan excitada acepto, yo estaba usando una pequeña falta, así que todo resultó más fácil, me senté en la mesa donde el profesor da la clase, y quede a la altura perfecta, el pene de mi novio que ya estaba bastante grande quedo exactamente a la altura de mi vagina, así que comenzó por tomarlo en sus manos y pasarlo muy duro por encima de mi ropa interior yo estaba usando una tanga de encaje así que la sensación de su pene sobre el encaje me hizo temblar de placer, muy lento bajo y lamió delicioso mis pechos y mis pezones que estaban muy paraditos, los mordió y pellizco, yo estaba muy húmeda y él lo sabia, bajo por mi abdomen y paso su lengua por mi tanga recorriéndola toda, se detuvo en mi clítoris e hizo con su lengua un movimiento espectacular que casi me hace llegar al cielo, de un tirón me quito la tanga roja que tanto lo excita y empezó a excitar con su boca y su lengua mi clítoris, la movía delicioso por toda mi vagina, cuando estuve a punto de alcanzar mi orgasmo él introdujo su dedo muy profundo en mi vagina, esa sensación que llevaba mucho de no sentir junto con el sexo oral tan sabroso que me estaba brindando mi novio me hizo llegar al orgasmo mas delicioso de mi vida, el hecho de oír a las personas afuera del aula, saber que lo estaba haciendo en el lugar donde muchas veces había estado mi profesor dando clases o pensar que en cualquier momento entraba alguna de las muchachas que limpian me excito aún mas, nunca habíamos hecho algo así en un lugar publico, pero les juro que ha sido de las mejores en mi vida.
Después de tan placentero orgasmo, quede con más ganas de una penetración, tomé fuertemente a mi novio por la camisa y lo bese muy rápido y apasionado, me acerque a su oído y le dije: estoy muy excitada y quiero que me penetres, él quedó impactado por que nuna se lo habia pedido de esa forma, pero pronto estaba besándome de nuevo, tome su pene y lo acerque a mi vagina que ya estaba muy lubricada.
Él lo introdujo muy lento como a mi me gusta, y comenzó a moverse primero muy pausado, pero luego lo hizo muy rápido, sacaba y metía su pene en mi vagina demasiado rico, no podía para de decirle que siguiera por que me estaba encantando. Por la posición que teníamos (yo recostada en el escritorio y el de pie) tenia mayor fricción con mi punto G, o al menos eso creo, por que no tarde en tener un orgasmo, simultáneamente con mi novio, sentí como regaba toda su leche en mi vagina, ver su expresión de placer hizo que mi orgasmo fuera aún más intenso, quede totalmente satisfecha.
Después de esto recogí mi tanga me arreglé un poco y ambos salimos del aula con una expresión de satisfacción que no podíamos disimular, ha sido de las mejores experiencias de mi vida y espero poder repetirla muy pronto.