Aventura en la estación

Despues de haber chateado un tiempo... tras haber hablado mucho... tras haber acordado los detalles del encuentro... ... ... Bajo del tren y miro a un lado y a otro, buscándote. Tu me ves, me haces una señal con el abanico y te levantas dirigiendote hacia mi con una sonrisa y cara de acalorada ¿p

Capitulo 1 Aventura en la estación

Despues de haber chateado un tiempo... tras haber hablado mucho... tras haber acordado los detalles del encuentro...

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Bajo del tren y miro a un lado y a otro, buscándote. Tu me ves, me haces una señal con el abanico y te levantas dirigiendote hacia mi con una sonrisa y cara de acalorada ¿por el sol o por la situación? Supongo que un poco de ambas cosas.

Llevas un vestido amplio, con falda de vuelo y con la parte superior en forma de blusa con botones. Al menos llevas un par de botones desabrochados que permiten ver un generoso escote. Se aprecia perfectamente que no llevas sujetador, tal y como habíamos quedado.

Mientras nos acercamos nos miramos a los ojos, los tuyos brillan ¿emoción? ¿miedo?. Supongo que los míos están igual, pero en mi caso es emoción... y deseo... Mi corazón late desbocado cuando nos paramos uno frente al otro.

  • "Hola, Lola", digo mientras te doy dos besos en las mejillas.

Y, sin darte tiempo a decir nada más te digo:

  • "Hola puta", digo mientras retuerzo tu pezón derecho por encima de la ropa y al mismo tiempo, poniendo mis labios sobre los tuyos, invado tu boca con mi lengua, forzándote por primera vez."

Tus ojos se abren de golpe por la sorpresa, pero al momento colaboras en el beso, sin importarte que el anden este lleno de gente y todo el mundo nos este viendo. Nos separamos, me miras e inmediatamente me vuelves a besar.

Nos separamos mirándonos a los ojos y tu te lanzas de nuevo a besarme. Nos volvemos a separar y comenzamos una charla intrascendente.

  • "Vamos", te digo.

  • "¿Adonde?"

  • "A donde quieras, a donde estemos tranquilos, tu conoces la zona, no yo."

  • "Vamos a mi coche."

Me coges la mano e inmediatamente la sueltas - "Perdón Amo, no puedo tocarte" - "No pasa nada, con lo de "no quiero que me toques", ya sabes a que me refería, de otra manera claro que puedes tocarme"

Bajamos las escaleras de acceso al túnel bajo las vías para salir de la estación. Estamos solos, ya que hemos perdido tanto tiempo que los que venían en mi tren ya han salido todos.

Ya en el túnel, de repente te paras, miras adelante, miras hacia atrás, compruebas que estamos solos, acercas tu boca a la mía y me besas con pasión. No es un beso en la boca como "otros", es pura lujuria, puro placer. Yo lo acepto ardientemente, estas haciendo que mi calentura se dispare a niveles nunca sentidos anteriormente. Te toco a través de la tela buscando tu pezón, lo pellizco de nuevo y gimes. quiero más y estamos "solos", así que, sin dejar de besarte, meto la mano por tu amplio escote, sintiendo tu piel, tu pecho, buscando tu pezón. Lo pellizco, lo retuerzo y gimes más.

Te separas de golpe. Tu cara es un poema. Colorada, despeinada, arrebolada, con los ojos brillantes de deseo.

  • "Vamos" -me dices- "Vamos"

Yo estoy ardiendo de pasión y de deseo. A esas alturas ya me dan igual los Amos, las sumisas, la dominación y la madre que me pario. Solo quiero disfrutar de ti. Si voy a ser (estoy siendo) infiel, lo voy a hacer como dios manda. Ya jugaremos a dominar otro día. Pero estos son solo mis pensamientos, a ti no te digo nada, así que sigues en tu papel intentando "respetar" mis deseos y guardar la compostura (si nos queda alguna).

Salimos a la calle. Hace un sol de justicia y un calor atroz. Llegamos a tu coche, entramos, lo arrancas y pones el aire acondicionado al máximo.

Antes de que puedas arrancar me giro hacia ti y te beso de nuevo. Te desabrocho otro botón del vestido y pasando mi mano por tu ya indignante escote te pellico de nuevo el pezón derecho. Tu gimes de nuevo y no de dolor precisamente. Al mover la mano para tocar el otro pezón me encuentro con algo en él. Es el piercing que te hiciste hace unos días.

(aqui va una imagen, como no se pueden poner en todorelatos, puedes verla aqui: http://lawebdelascosasmorbosas.besaba.com/relatos/pezon.jpg)

Sin pensármelo dos veces meto la mano, cojo todo tu pecho y lo saco fuera, por encima del escote, para admirarlo a fondo. Es precioso.

No puedo resistir la tentación y, agachándome, me meto el pezón en la boca, piercing incluido. Empiezo a golpearlo con la lengua, a chuparlo y a succionarlo como si quisiera absorberlo.

Sueltas un "ahhhhh" que no acabo de entender si es de dolor o de placer y te echas atrás. Me separo y te pregunto:

  • "¿Te he hecho daño?"

  • "No, nada, pero me dijeron que no lo mojara durante un tiempo. Hace unos días si me hubieras hecho daño porque estaba muy "tierno" pero ya no molesta."

Mientras te escucho y antes de que puedas decir nada lanzo mi mano al borde inferior de tu vestido, lo levanto un poco y la meto por debajo.

Al instante compruebo tres cosas: la primera, que como putita obediente, no llevas bragas, la segunda es que vas totalmente depilada y la tercera es que ya estas mojada.

Sin pensarlo dos veces meto la puntita del dedo entre tus labios, la humedezco con tus fluidos subo un poco buscando tu clítoris y empiezo a másturbarte.

Tu cara... tu cara es un poema. Rubor, sorpresa, placer, miedo... todo a la vez. De tu boca sale un "ohhhh, ahhhhh, que gustooooo" y al momento, mirando a todas partes a la vez dices:

  • "Pero... pero nos pueden ver..."

  • "Chisssst, tranquila, yo vigilo, si se acerca alguien paro, aunque separados del coche nadie puede ver nada."

Tomas mi mano en un débil intento de apartarla. Al ver tus intenciones incremento la presión, cambiando además el ritmo pasando de un arriba-abajo a hacer círculos y darte golpecitos. El placer que te estoy dando debe ser demasiado grande porque apenas das un par de tironcitos sin mucha convicción mientras otro "ooooaaahhhh" sale de tu boca.

Finalmente te rindes al placer. Cruzas los brazos sobre el volante, te inclinas hacia adelante, apoyas tu cara en ellos y te dejas llevar. Gimes más y más. De tu boca solo salen susurros "que gusto, que gustooooo". Yo continuo másturbándote, suavemente, sin prisas. Finalmente haces unos fuertes suspiros y un "ahhhhh" profundo. Te has corrido.

Te incorporas, me coges la cara con las manos y me besas diciendo:

  • "Gracias, gracias, nunca había sentido nada así"

  • "Pues si que te conformas con poco, esto no es nada, la tarde no ha hecho más que empezar."

Dicho esto y sin dejar de besarte, recuerdo el castigo que te prometí, así que disimuladamente meto la mano en mi bandolera y tomando la pinza te la pongo en el pezón, pero sobre la ropa (con una sola mano me es difícil meterla por el escote). Das un respingo, gimes y susurras

  • "¿Que me haces? ¿Que me has puesto?"

  • "Es una pinza de la ropa, ya te lo advertí, ¿no recuerdas que teníamos un castigo pendiente? Pues aquí lo tienes"

Realmente no se si tus gemidos son de dolor o de placer. Aunque no paras de decir "duele, dueleeee", me da la impresión de que en el fondo te gusta (posteriormente y según tus propias palabras fue: "No dolió, fue muy sensual, excitante, me gustó")

Pasados unos segundos y sin dejar de besarte, te retiro la pinza y te digo:

  • "Te he tocado, pero no te he visto el coño aun, súbete la falda y enséñamelo"

De inmediato lo haces y yo tras admirarlo, adelanto la mano y vuelvo a tocarte. Esta vez ni siquiera intentas "rebelarte", solo te recuestas sobre la puerta del conductor, de cara a mi, cierras los ojos y disfrutas.

De repente oyes algo, abres los ojos de golpe, te separas y dices:

  • "Viene gente"

Es una familia que ha dejado el coche aquí y va hacia la estación. Realmente no representa ningún riesgo porque esta como a unos diez metros, pero no digo nada.

Tu dices:

  • "Vayámonos a otro sitio", arrancas el coche y enfilas la salida del aparcamiento.

Entras en el pueblo, en dirección a la playa, buscando aparcamiento. Te recuerdo que:

a) Es verano, son las 5 de la tarde, no habrá aparcamiento en ningún sitio

b) En cualquier caso ¿a donde quieres ir? Es pleno día y no hay nada (centro comercial, bar, etc.) cerca ni rincón alguno en que ocultarnos.

Evidentemente todo esta a rebosar, así que tienes que dar la vuelta. Finalmente consigues aparcar en una calle secundaria. Paras el coche y me preguntas:

  • "Y ahora que hacemos"

Mientras aparcabas he observado la calle. Son todo torrecitas de una planta con jardín delantero. Hace un sol de justicia así que todo el mundo esta dentro de casa. La calle es secundaria y pasan poquitos coches y aun menos personas.

Así que ante tu pregunta no respondo nada, solo alargo mi mano y vuelvo a másturbarte, mientras con la otra bajo tu escote dejándote con las tetas fuera.

Intentas evitarlo cogiéndome la mano e intentando subirte el escote mientras dices:

  • "Aquí no, aquí no, nos pueden ver"

Yo te ordeno:

  • "ESTATE QUIETA"

Paras de oponerte y entonces te digo:

  • "¿Quien nos va a ver? Casi no pasan coches, nadie pasa por la calle y las casas están cerradas. Si alguien se acerca lo veremos y nos dará tiempo a ponernos "decentes", no te preocupes que yo vigilo."

Te relajas e incluso cierras los ojos (supongo que ayuda el que no haya parado de másturbarte en ningún momento). Suspiras fuerte. Ya no te cortas como antes en la estación, ahora te dejas llevar totalmente. Vuelves a cruzar los brazos sobre el volante y apoyas la cabeza en ellos mientras de tu boca solo salen "ahhhhh, ooohhhh" y de cuando en cuando, entre susurros:

  • "Que gustito", "Que bien me lo haces", "¿Puedo quedarme con esa mano?"

Empiezas a alternar la posición, tan pronto dejándote caer sobre el asiento como a los pocos segundos derrumbandote sobre el volante con los brazos cruzados sobre él.

Tus suspiros se incrementan cada vez más hasta que de repente te aferras al volante muy fuerte con ambas manos, dejas la cabeza en medio y tu cuerpo se tensa de golpe hasta que finalmente con dos "ohhh, ohhhh" tu cuerpo parece que se derrumbe y queda lacio. Parece ser que te has vuelto a correr.

A los pocos segundos levantas la cabeza. Sudas. Tienes los labios húmedos y los ojos brillantes. Te pregunto:

  • "¿Como estas?"

  • "Mejor que nunca, como nunca, nunca había gozado tanto ni tan seguido"

-"¿Quieres seguir o ya tienes bastante?" (Tu no lo sabes, la pregunta solo es por "compromiso", en ningún caso aceptare un "no")

  • "Si, por favor, quiero más, dame más placer"

Empiezo de nuevo a pasar mis dedos por tu húmedo coño. Esta vez ya directamente te recuestas en el asiento, abres las piernas y cierras los ojos dispuesta a gozar.

Te desabrocho otro botón, saco tu pecho fuera para chuparte el pezón y la otra mano la paso por el escote para acariciarte el pezón del piercing. Tengo que ponerme en una posición un poco forzada, medio recostado sobre ti para llegar a los tres sitios a la vez, pero a ti no parece importarte y, por supuesto, a mi tampoco.

Pones cara de placer, de vicio, de excitación máxima. Supongo que por eso atreves a pasar a hacer algo más "activo" porque, de repente, con cierto miedo, pones tu mano sobre mi polla por encima del pantalón. La notas dura como una piedra, comprimida por el pantalón y los boxer. De golpe retiras la mano, supongo que aun piensas en nuestro pacto, ya que no sabes que no solo he cambiado de idea sino que estoy deseando que me toques, así que me separo un poco y te digo:

  • "Puedes tocar todo lo que quieras, no te cortes"

Por toda respuesta haces un profundo suspiro y lanzas de nuevo tu mano hacia mi polla. La acaricias con furia, la aprietas, intentas rodearla con la mano pero el pantalón te lo impide.

Sueltas un "Ahhh" que más parece un quejido que un suspiro de placer, supongo que causado por la frustración de no poder sujetarla bien. Viéndote tan excitada, continuo con mis mordisquitos y caricias con redoblada intensidad.

Estas empezando a gemir de nuevo cuando veo, a lo lejos, que una abuelita camina por la acera en dirección a nosotros. Me separo un poco (sin dejar de masturbarte) y te aviso:

  • "Viene alguien"

Abres los ojos, te incorporas, la ves, te recompones un poco la ropa y con cara de frustración, arrancas el coche y dices:

  • "Vámonos a otro sitio"

  • "Pero ¿a donde?, dices que no conoces esta zona"

  • "No se, a ver si encontramos un sitio mejor"

A regañadientes, no digo nada, pero pienso que es perder el tiempo. Miro el reloj, ya ha pasado una hora y mi tren pasará sin falta a las 20:30.

Conduces hasta la calle principal y en la esquina surte una duda ¿hacia el norte o hacia el sur?

  • "No vayas para abajo que ya hemos visto antes que por ahí nada de nada"

Así que tiras hacia la izquierda, pasas bajo el puente de la autopista e inmediatamente giras a la derecha diciendo:

  • "A ver por aquí..."

Estamos de vuelta en la calle que va a la estación. De repente ves un hueco y aparcas. Estamos a pleno sol, al lado del talud de las vías del tren. A lo lejos (a unos 50 metros) se ve bastante gente que camina hacia nosotros por la acera y frente a ellos, a su derecha, el final de un paseo, con un par de mujeres hablado y con sus niños pequeños pululando por ahí. Me parece un sitio bastante peor que el otro y así te lo digo:

  • "¿Aquiiiiii? pero no ves que es menos discreto aun que el otro"

  • "Es que he visto el aparcamiento y no me he parado a pensar, ya me voy"

Pero entonces todo el grupo de gente desaparece de golpe. Observo y me doy cuenta de varias cosas:

a) La calle prácticamente acaba en la estación, por lo que es poco transitada y los pocos coches que pasan va directos a la estación o al paseo, con la vista fija al frente y no se percatan de lo que sucede en (uno más) de los coches aparcados en fila.

b) Justo delante nuestro, donde el grupo de gente ha desaparecido, hay un túnel que comunica con la calle principal, por lo que la gran mayoría de gente se va por ahí.

c) Las marujas que están hablando en el final del paseo están muy ocupadas con su conversación mientras controlan con la vista a los niños, por lo que es improbable que se fijen en un coche aparcado a más de 50 metros.

Por todo lo anterior, me doy cuenta de que el sitio no es tan malo como aparentaba al aparcar y que es mucho más discreto de lo que parece a primera vista.

  • "Espera, no te vayas aun, quedémonos un ratito" Y, sin más, comienzo a tocarte y másturbarte de nuevo. Tu empiezas a poner pegas entre gemidos:

  • "Nos pueden ver, nos pueden ver..."

  • "No, al revés, es muy difícil que nos vean y no te preocupes que yo vigilo"

Y paso a explicarte porque pienso que estamos en un sitio discreto. Finalmente te relajas y vuelves a disfrutar.

Tu mano vuelve a acariciarme por encima del pantalón, con los mismos problemás de antes, la tela no te permite abrazarla por completo y como que, aunque yo mantengo (algo) el control, estoy excitadisimo, me separo un momento, desabrocho el botón del pantalón, me bajo la cremallera, empujo un poco los boxers hacia abajo, y liberando mi polla de toda ropa te digo:

-"Así lo harás mejor"

Y, mientras yo no paro de másturbarte, me la coges con tu mano. Suspiras de nuevo al tocarla y, sin abrir los ojos, pasas la mano de abajo a arriba, la aprietas un poco, sopesándola, midiéndola, hasta que finalmente empiezas muy suavemente a acariciarrmela y menearmela. !Dioooos, que gusto me esta dando¡

No se si sera por la situación, por el morbo, o porqué pero noto como a pesar de haberte corrido ya un par de veces tu excitación no baja, así que me decido a dar un paso más contigo y saco las bolas.

  • "Tengo un regalito para ti"

  • "¿Que es? ¿que me has traído?

"¿No lo recuerdas? Te lo di a elegir de entre mis juguetitos", te digo mientras te enseño las bolas.

(aqui va una imagen, como no se pueden poner en todorelatos, puedes verla aqui: http://lawebdelascosasmorbosas.besaba.com/relatos/bolas.jpg)

Las coges, las miras, las tocas y me preguntas:

  • "¿Y como se usan? ¿que hago con ellas?

  • "Es obvio, metetelas en el coño"

  • "Me da miedo, házmelo tu?

Vuelvo a humedecer mi dedo en tu coño (porque sigues mojada) para prepararte un poco. Enseguida noto que empiezas a mojar más, así que tomo la primera bola, la acerco a tu coño y empujo. Me cuesta un poco, supongo que porque estas algo tensa, por la posición y porque es la primera vez que hago esto.

Finalmente consigo meterla y te digo:

  • "una", para inmediatamente empezar a meter la segunda.

No se si por mi inexperiencia o porque tensas los músculos del coño, pero de golpe, con un "ploop" expulsas la bola. Un estremecimiento y un gemido acompañan a la expulsión.

  • "Ahhhh, que gustito me ha dado, deja, deja que ya me las meto yo"

Claramente confiada y desinhibida empiezas a metertelas con ambas manos mientras te muerdes el labio inferior y tu cara muestra una expresión entre el placer y la lujuria.

Una vez acabas y sin darte un segundo de respiro vuelvo a másturbarte.

Ahora ya no "disimulas", te dejas caer sobre el asiento con los ojos cerrados y abres las piernas para sentir mis caricias con toda la intensidad mientras me acaricias la polla con mi mano libre.

De repente (supongo que por la postura y por tu inexperiencia) una bola se escapa con un nuevo "ploop". Dejas escapar un gritito de placer y supongo que la propia tensión que te produce hace que se escapen dos más, "ploop, ploop", con sus respectivos grititos. Solo quedan dos bolas, pero creo que estas "a punto" así que incremento la velocidad de mis caricias mientras te pellizco fuerte el pezón y te beso con pasión.

Cuando siento que tus suspiros se convierten en jadeos fuertes y rápidos, y prácticamente resoplas en mi boca, incremento aun más la velocidad, si cabe, mientras presiono con fuerza tu clítoris.

De repente noto como te tensas y como no puedo, con la misma mano, másturbarte y llegar al anillo final de las bolas, paso dos dedos entre la cuerdecita y la ultima bola, pero manteniendo siempre el dedo sobre tu clítoris sin dejar de estimularte.

Cuando siento que empiezas a correrte, estiro hacia atrás y las dos ultimas bolas salen de golpe de tu coño haciendo un "ploop, ploop".

El efecto es fulminante... y brutal... Todo tu cuerpo se tensa de golpe y se estremece. Sueltas gritos ahogados, ya no grititos o suspiros como antes, ahora son auténticos gritos de placer.

Finalmente, musitando un "ahhhhhhhh", caes derrengada medio en el asiento y medio sobre mi.

Tu respiración agitada poco a poco se va normalizando mientras permaneces recostada sobre mi.

Al cabo de unos segundos abres los ojos y me dices, suspirando y casi en susurros:

  • "Que gusto, que gusto. Y que gustito que dan las bolas."

Poco a poco te vas recuperando y mientras, yo aprovecho para besarte y sobretodo para tocarte.

Aprovechándome de tu "indisposición", te he sacado el pecho por encima del escote y beso tu pezón, lo muerdo, lo chupo y lo succiono haciendo que entre en mi boca.

Como ya estas bastante recuperada (y estas volviendo a gemir) aparto mi boca del pezón para besarte, mientras mi mano ocupa su lugar, pellizcandolo sin parar. Tu mano en ningún momento a dejado de acariciarme la polla ni de masturbarme suavemente.

Cuando me separo me dices:

  • "mmmm, que ganas tengo de hacer... no, no he dicho nada" - "Venga, no te cortes, dilo..."

  • "No, que tu no quieres"

  • "¿Y tu que sabes lo que yo quiero ... ahora?" -dije, haciendo incapie en el "ahora"- "Si no lo preguntas, no lo sabrás"

  • "Es que estoy tan caliente y excitada que me gustaría comértela".

  • "Pues ¿sabes? yo lo estoy deseando?

  • "¿Si? ¿de verdad? -preguntas incorporándote del asiento pero sin soltármela en ningún momento- "¿Puedo? ¿Lo dices de verdad?" -preguntas mientras aparece un brillo de excitación en tus ojos, que ya de por si miraban mi polla con lujuria-

  • "Lo estoy deseando, adelante" Y te lanzas hacia mi polla con gula. Ahora soy yo el que lanza un "mmmffff" al sentir como tu húmeda boca la engulle casi entera. Un "aaahhhhh" cuando empiezas a subir y bajar mientras a la vez "succionas".

Sin lugar a dudas es la mejor mamada que me han hecho nunca (se que suena a tópico, pero así es, me la han mamado pocas veces y realmente más que mamadas han sido unas chupadas y sin llegar a mucho más). No se si por la "novedad" o porque realmente me da muchísimo placer la forma como lo haces. Caigo recostado es el asiento y me incorporo de nuevo. Tu te das cuenta de porque reacciono así y me dices:

-" Tranquilo, ya vigilo yo, tu relajare y disfruta"

Me dejo caer en el asiento y cierro los ojos dispuesto saborearlo bien. Cuando bajas la boca "hinchas" las mejillas de forma que solo siento el contacto de tus labios amoldados a mi pene y la húmedad y calor de tu boca en la parte que vas engullendo.

Cuando subes "relajas" las mejillas de forma que además de sentir tus labios, la humedad y el calor, me da una sensación de succión que me hace estremecer.

Al bajar no es tan sumamente intenso pero, cada vez que subes, una oleada de placer recorre mi cuerpo haciéndome, más que suspirar, bufar fuerte.

De repente para y dices:

  • "Mierda, viene gente"

Pones cara de malestar y frustración (yo, la verdad, no se la cara que pongo, estoy medio aturdido) violentamente te incorporas y, arrancando el coche dices:

  • "Vámonos"

  • "¿Adonde?"

  • "Donde no pase gente"

  • "Pero si ya hemos dado mil vueltas antes y este sitio no es tan malo"

  • "Quiero un sitio donde no haya nadie"

Total, que medio frustrado, no te digo nada más por no alargar la discusión y además porque ya has sacado el coche y subido por el paseo.

Un par de cruces más tarde vemos la calle de enfrente con la señal de "calle sin salida"

  • "Prueba por ahí" - te digo

Avanzas hacia el final de la calle y aparcas tras el ultimo coche. Efectivamente la calle no tiene salida. Bueno, si la tiene, se convierte en un camino de tierra, pero por la cantidad de malas hierbas que crecen en los margenes e incluso en el mismo camino, se aprecia claramente que casi nadie pasa por el.

Las torres que flanquean ambos lados tienen todas vallas altas y opacas. Todas las del final de la calle, donde hemos parado, tienen las ventanas bien cerradas (señal inequívoca de que no hay nadie), salvo una, pero queda detrás nuestro y el propio coche nos tapa. Los coches aparcados aquí deben corresponder a las torres del principio de la calle.

No se ve un alma por la acera y el silencio es sepulcral, no se oyen ni los coches que pasan por la calle por la que hemos venido, ya que hay más de cien metros hasta la esquina. Dudo que encontremos algo mejor. Si no es perfecto se le parece mucho.

Con el viaje nos hemos enfriado ambos, así que me veo en la obligación de empezar de nuevo (ayyyy, lo que hay que sufrir). De manera que sin darte tiempo a reaccionar, me lanzo sobre ti y comienzo a rozarte de nuevo.

Te rozo, meto un poco (ya sin ningún reparo) la puntita de un dedo dentro de tu coño. Estas seca, totalmente. Pienso que has llegado a tu limite y estoy a punto de sacarlo cuando desde el fondo de tu vagina noto como baja de golpe tu flujo. Estas mojando y de que manera.

(Por cierto, quizás alguien piense que es causado por mi poca experiencia, pero.... ¿Habéis imaginado algo tan excitante? ¿una sensación más poderosa? Una mujer mojando solo con que TÚ la roces. Mis experiencias ese día fueron espectaculares, me corrí yo, se corrió ella. Pero nada me produjo una sensación tan "potente", nunca había sentido una sensación tan satisfactoria como la que acabo de describir).

No hay duda, no solo no te has enfriado (o no lo suficiente) sino que sigues caliente, asi que me decido a volver a meter la mano en la mochila y sacar otro "juguetito".

  • "Pues... veras... tengo otra sorpresita para ti, otro regalito".

  • "Algo más? ¿Que es?"

  • "Pues esto"

Y te enseño el vibrador. Te quedas un poco extrañada mirándolo mientras preguntas.

  • "¿Eso que es? ¿Es lo que me imagino?"

  • "¿A ti que te parece?

  • "¿Y que quieres que haga con el?

  • "Pues muy fácil, metertelo en el coño"

Lo enciendo y te lo doy. Totalmente desinhibida lo coges, sin mucho esfuerzo te lo metes y, sin mostrar ninguna expresión especial, me preguntas:

  • "Ya esta, ¿y ahora que? Yo me quedo entre traspuesto y sorprendido. No me puedo creer que, con lo caliente y excitada que estas, no te cause ningún efecto. Pienso que bueno, quizás unos juguetes te causan mas sensaciones que otros, que se le va a hacer, siempre nos quedaran las bolas. Te pregunto:

  • "¿Como que qué? ¿No te gusta la sensación de vibración?"

  • "¿Que vibración?"

  • "¿No la sientes?"

  • "No siento nada, bueno, si, que lo tengo dentro"

No entiendo nada. Pongo mi mano sobre la base del vibrador que sobresale de su coño y compruebo... que esta ¡¡APAGADO!!.

Es un vibrador muy sencillo, de aquellos que la propia tapa de las pilas va a rosca en la base y a la vez hace de interruptor, desenroscando un poco. Debe haberse aflojado en el momento de dárselo.

Una picara sonrisa se me escapa mientras pienso "ahora te vas a enterar". Lo cojo por la base y empiezo a moverlo hacia dentro, hacia afuera, para arriba, para abajo... Como quien no quiere la cosa te voy estimulando y follando con el. ´

  • "Pues no se que pasa, que raro, a ver, a ver..."

Con cada movimiento tu te estremeces mientras sueltas suspiros entrecortados "ahh", "ohh".

Cuando llevo un ratito "follándote" así, te digo:

  • "Pues no se... a ver así..."

Y de golpe, mientras te lo meto a fondo lo enciendo.

Tu reacción es bestial, supera todo lo que jamas hubiera imaginado.

Gritas un "aaaaaahhhhh" tan fuerte que casi es un alarido. Tu cuerpo se tensa de tal manera que tu culo se levanta del asiento mientras diversos espasmos recorren tu cuerpo. Es como si en vez de un vibrador te hubiera metido un cable de alta tensión.

Por un momento me asustas y pienso "a ver si le hecho daño", así que me detengo y te pregunto:

  • "¿Estas bien?"

  • "Siiiiiiiiiiiii, dios, siiiiiiii, que placeeeeer"

Tu respuesta causa en mi el efecto de un disparo de salida. Empiezo a "trabajarte" intensamente. Lo meto y lo saco cada vez más rápido, a la vez que lo muevo en distintas direcciones. Hago "círculos", lo inclino hacia abajo, lo inclino hacia arriba para transmitir la vibración al clítoris. Y luego todo a la vez, cada vez mas rápido, más y más.

Estallas. No hay otra palabra para describirlo. Si tus otros orgasmos han sido cada vez más fuertes, este se sale de escala. Violentos espasmos recorren tu cuerpo. Aunque tienes la boca abierta de ella solo sale un ahogado, "aaaaaahhhhh", casi entre susurros. No tienes fuerza ni para chillar.

Poco a poco voy aflojando la intensidad, lentamente hasta que se queda en un suave vaivén. De la misma manera, tu cuerpo va dejando de temblar y tus jadeos se convierten en respiraciones profundas. Aprovecho que empiezas a relajarte para parar y sacarte el vibrador, pero sigo acariciándote con en dedo muy suavemente.

Finalmente, con un suspiro profundo, tu cuerpo se relaja y te recuestas totalmente sobre el asiento. Estas destrozada.

  • "¿Que tal?"

  • te pregunto Casi sin abrir los ojos y con la voz entrecortada, me respondes: - " Bufff, mejor que nunca en mi vida. Jamas había sentido algo como esto"

  • "¿Bien?"

  • "BIEN, muuuy bien"

Mi dedo, que en ningun momento a dejado de rozarte, empieza lentamente a incrementar la estimulacion mientras te digo:

  • "Se ha quedado satisfecha la señora o quiere más?

  • "No, no, por favor, para, no puedo más. Ademas, creo que se me ha irritado un poco"

Con una ultima caricia, saco de inmediato mi dedo y me siento mas cómodo en el asiento (hay que ver como cansa estar un buen rato "entregirado", definitivamente, un coche es excitante, pero muy incomodo)

Tú, que en ningún momento me has soltado la polla y que a estas alturas esta como una piedra, me sorprendes empezando a bombear mas fuerte.

Yo suelto un gemido, entre "mmmm" y "aaaahhh". Al oírme te incorporas, y empiezas a darme caña mientras me dices:

  • "Ahora te toca a ti, te vas a enterar"

Empiezas a darme fuerte, con ganas. Tu boca forma una pequeña sonrisa picara y tus ojos brillan por las excitación, me estas diciendo con esa mirada que quieres que disfrute, que quieres sentir como me corro... por tu mano, por ti.

Yo empiezo a suspirar mas fuerte, me recuesto en el asiento y cierro los ojos, disfrutando del placer que me estas dando.

De repente siento algo que me hace estremecer de gusto mientras un "aaaaaahhhhh" escapa de mi boca y es que ya no siento tu mano sino que siento un calor "especial", una "humedad" especial por toda mi polla.

Aunque se de sobras de que se trata, abro un poco los ojos para poder verlo y, efectivamente, te veo casi de rodillas en tu asiento, inclinada sobre mi... chupándomela.

Vuelves a hacer los mismos movimientos de antes, de arriba a abajo, pero succionando a la vez.

Me estoy derritiendo de gusto.

Noto una diferencia con la mamada que me has empezado a hacer antes. En aquella ocasión no es que fueras mas brusca sino que... no se... el estar en la calle, no estar tan tranquila, era mas "improvisada".

Ahora no, ahora me la estas chupando a conciencia, quieres hacer un buen trabajo, quieres, nunca mejor dicho, que me corra de gusto. Y lo estas consiguiendo.

Cuando bajas mi cuerpo se estremece por la sensación y de mi boca sale un "buuuffff"

Cuando subes, succionando, la sensación es aun mejor. Mi pelvis sube acompañando tu boca, mientras un "aaaaaahhhhh" se escapa de mi boca. Cada vez que llegas al final y atrapas unicamente mi capullo, siento que voy a explotar de placer. Nunca había sentido algo así. Te digo:

  • "Como sigas así, al final me correré, y no te pienso avisar"

  • "Eso quiero, que te corras, hazlo cuando quieras. Solo una cosa, no me lo pienso tragar" - me dices mientras miras hacia ambos lados de la calle (por si viene alguien)

Tus palabras me han calentado mas si cabe, pero tus miradas me han dado un cierto miedo. Tal y como estoy de caliente en estos momentos no soportaría que alguien pasara y volvieras a coger el coche para cambiar de sitio.

Se que habitualmente soy "lento", puedo aguantar un buen rato hasta correrme, pero por esa misma razón, hoy no me interesa ser así, ademas no se si habrá otra ocasión para quedar contigo, no se si lo de hoy se repetirá. No puedo desaprovechar esta oportunidad, así que me quiero correr cuanto antes.

Pero también, para una vez que estoy siendo infiel (y por si acaso es la única) quiero saborearlo, disfrutarlo al máximo, sentirlo de tal forma que lo recuerde siempre.

Así que me dejo caer en el asiento pero no cierro los ojos, quiero verte, grabar en mi cerebro todo lo que me haces, todo lo que estoy sintiendo. Me concentro en el placer que me estas dando.

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(continuara)