Aventura con una genial pareja (2)

Una nueva aventura con ellos y además... probando ese precioso trasero de Rosa.

Hace unos días os relaté mi primera experiencia con una pareja fantástica y como viví ese, mi primer trío.

Hoy os contaré como pude al fin, probar ese delicioso culete de Rosa y vivir de nuevo una experiencia genial.

Si queréis, para recordaros un poco quien os habla y quienes son, eran Rosa y Andrés, describiré como somos.

Empezaré por Andrés: Alto, moreno, elegante, de 38 años y seguro de lo que deseaba que no es otra cosa que la de ver gozar a su esposa y así, gozar él también.

Su esposa Rosa... un encanto de mujer: 30 añitos, rubia, con un 85 de pecho bien puesto y mejor llevado, una cinturilla fina y un culo para comer enterito y no parar.

Yo, Santi, tengo 35 años, moreno, 1:75 de altura y de complexión delgada, aunque no flaco, (72 kg). Mi piel es morena y dicen que tengo un cuerpo lindo y una cara simpática. No hace falta decir que soy un apasionado del sexo bien llevado y del morbo y erotismo que conlleva. Bueno pues vamos a ese cuarto encuentro que tuvimos y en el que por fin, Rosa, me dejo su trasero para hacer travesuras.

En una de nuestras cenas, que siempre acababan con una buena sesión de sexo, me ofrecí para darle un buen masaje a Rosa ya que tenia problemas en la espalda y a mi, se me da muy bien eso de los masajes. En las anteriores ocasiones, siempre que llegaba la ocasión de encular a Rosa, ella me indicaba que prefería que fuera Andrés, su marido, la que se dedicara a penetrarla analmente ya que su polla, era ligeramente mas fina o de menor grosor que la mía y como recordareis, ella tenía ese culete muy sensible y le daba cierto miedo.

Yo, por respetar sus deseos y para que no se rompiera lo que por fin había conseguido, (ese mi primer trío soñado), siempre respeté su petición.

Aprovechando ese ofrecimiento de calmar sus dolores de espalda, pude por fin conseguir a cambio ese agujero tan deseado. Le dije que a cambio de ese masaje, ese premio debía ser mío y ella me prometió que, según fuera ese masaje, el premio era mío.

En esa conversación, Andrés nos preguntó que si él podía participar, a lo que Rosa y yo, rompimos en una carcajada uniéndose Andrés a esas risas que demostraban lo bien compenetrados que estábamos.

... Y llegó ese día en el que quedamos Rosa, Andrés y yo para llevar a cabo otro encuentro, empezando por ese masaje que debía hacerle a Rosa.

Quedamos hacia las siete de la tarde en su casa planeando hacer ese masaje y cenar luego alguna cosa.

A las siete llamé a la puerta y me abrió Andrés que iba vestido de deporte. Una vez en la sala, donde tenían la mesa para comer, empezamos a habilitarla con mantas para llevar a cabo ese masaje. Rosa, salía de la ducha envuelta en una toalla que justo le tapaba los cachetes del culo. No hace falta que os diga de nuevo el cuerpazo que tiene Rosa, ¿verdad?. Podéis imaginarla con su toalla, pillada por debajo de la axila y con el corte que se producía en ese lateral en el que se podía ver toda su cintura y toda su pierna. Mientras andaba, el corte se abría y se podía intuir el precioso cuerpo que iba a tener en mis manos.

Empecé ese masaje con seriedad, intentando concentrarme en su espalda, aunque cuando se tumbó y se despojó de esa toalla, viendo su cuerpo desnudo en la mesa y ese culo que me traía loco, la verdad es que me empecé a calentar como no hubiera imaginado. Le ofrecí todo mi repertorio de técnicas de masaje en su espalda y cuando llevaba un rato puesto en la faena, me felicitó debido a mi excelente trabajo. De todas maneras me dijo...

Rosa: ¿Solo te vas a dedicar a mi espalda?... Mis piernas están muy cansadas.

Santi: Bueno, si no tienes inconveniente, puedo hacerte un masaje de relajación en ellas.

Rosa: Ya estás tardando... Y tu, Andrés... ¿puedes acercarte un momento? Andrés: Claro Rosa Rosa: ¿Te gusta como me esta sobando Santi?

Andrés: Me gusta y me pone a mil cielo.

Rosa: Pues que haces así vestido.

Andrés: Si me desnudo yo, que lo haga Santi también.

Rosa: Ya estáis tardando los dos.

La verdad es que yo ya llevaba un medio empalme con mis sobeteos y la conversación de ese momento. Justo entonces, mis manos, recorrían una de las piernas de Rosa desde su tobillo hasta donde empezaba su culete. Cada vez que subía, me acercaba más con mis dedos a sus ya mojados labios y era entonces cuando oía pequeños gemiditos de Rosa...mmmm.

Seguí con esos movimientos y sobando cada vez más su trasero y entreteniéndome con esas caricias en su húmedo coñete.

Andrés se había situado justo frente a la mesa y su empalmada polla estaba a la altura de Rosa que la iba sobando y masturbando conforme mis caricias iban intensificando su placer.

Justo en un momento en que mis dedos jugaban con su agujero, sin quedarse a esa húmeda entrada y buscando entrar en su placer, ella se dio la vuelta situándose boca arriba en la mesa. Con su boca atrapó la polla de Andrés y empezó a regalar a su marido con una buena mamada. Yo por mi parte, seguía jugando, ahora con mayor facilidad, con los labios y la entrada de Rosa la cual, cada vez, estaba más caliente, (realmente tenía razón Andrés cuando me habló del volcán que tenia como esposa). Mis dedos jugaban con su botoncito y entraban en su cueva una y otra vez. Con la lubricación de sus jugos, aproveché para hacer un intento de entrar en su culo que ella no desaprobó. Pude introducirle medio dedito en su ojete mientras mi otra mano jugaba con su clítoris... Sus gemidos eran cada vez más sonoros e intensos y empezó a delatar que iba hacia una buena corrida.

En un instante se sacó la polla de Andrés de la boca y me dijo: ¡¡ Comeme todita Santi que quiero correrme en tus labios !!

Sin pensarlo metí mi lengua en su coñete y empecé a jugar con mi lengua y su clítoris mientras mis dedos seguían hurgando con sus dos agujeros.

Pasó poco rato para que Andrés se corriera en la boca de Rosa y que ella se corriera de una manera alucinante en mi boca. Sus gemidos y sus convulsiones eran increíbles y con la boca llena de semen de Andrés, me animaba a que no parara de chupar y morder su coño... "No pares Santiiii... que me estás matandooooo.... sigueeee con esto que me haces que me corrooooo..."

Hasta que llegó a su orgasmo quedando rendidita encima de la mesa.

Con todo su coñete mojado de sus jugos que habían llegado a mojar su culo, pensé que era mi oportunidad y le pedí que se apoyara con los pies en el suelo y tumbada boca abajo en la mesa.

Me dijo: "Te lo has ganado Santi pero, antes quiero que me la meta Andrés para que mi culo se adapte luego a tu aparato"... Y Andrés, que volvía a estar empalmado, empezó a comer el culo de Rosa hasta que le puso la punta de su polla en su culo y de un suave golpe la enculó.

Yo estaba a punto de explotar y deseaba tener ese culo para mi así que esperé mirando esa fantástica escena. Andrés combinaba el culo de Rosa con su coño... ¿Podéis imaginároslo?... Era una escena erótica y bestial. Primero en su culo y luego en su coño... seis o siete embestidas cada vez y con Rosa apoyando sus manos en la mesa, con sus tetas moviéndose de un lado a otro y gimiendo como enloquecida, hasta que al final, Andrés se corrió de nuevo en su coño, mientras ella gemía y gemía de placer.

Andrés salió y me dejo paso a mí... No podía creerlo... Rosa ahí tumbada pidiéndome que la penetrara y que la matara de placer... ese culo para mí... Empecé a metérsela en su coño para entrar en calor y lubricar un poco mi reseca polla. Solo con seis o siete movimientos, Rosa se corrió de nuevo y girando su cara hacia mi, me dijo:

Rosa: A que espera a tomar tu premio

Santi: Esperaba que me dieras permiso y me lo pidieras.

Rosa: Enculame ya Santi que necesito tu polla en mi culo para saber que se siente.

Santi: Estaba esperando esta petición tuya Rosa...

...Y en ese instante, situé la punta de mi polla en su culo y... zas¡¡¡.. Apreté hasta que mi capullo entró en esa preciada cueva. Rosa: Dios¡¡¡ espera, espera, que me duele

Santi: No se si podré esperar demasiado porque estoy para correrme ya, además es una tentación tenerte así y no empujar más.

Rosa: Vale pero despacito amor

Santi: ¿Así?...

...Le pregunté... y empecé con unos leves movimientos para que no le doliera ya que, aunque ya tenia el culo dilatado, mi polla era mas gruesa que la de Andrés... Hasta que `por fin se adaptó y empecé a encular a ese maravilloso culo de Rosa.

Rosa: Ahora si me gusta Santi.. no pares nunca por favor.

Santi: Voy a correrme cielo... no puedo más.

Rosa: Esperame que quiero correrme contigo... mmmm... buffff Santiiii.

Santi: Me corrrooooo Rosaaaaaa.

Rosa: Y yooooo... aaahhhhhhh¡¡¡¡¡....

... Justo en el momento que ella empezó a gemir y a confesarme como le gustaba esa enculada, no aguanté más y me corrí en su culo.... bufffff... una corrida genial¡¡¡¡.

Andrés tomó mi relevo y siguió follando a Rosa un rato y acabó haciéndole una buena mamada hasta que ella se corrió de nuevo en sus labios...

Rosa: Chicos.. ha sido la mejor sesión de sexo que he tenido nunca.

Andrés: Ha sido genial Rosa... Nunca te había visto tan caliente.

Rosa: Han sido sus manos, (dijo señalándome a mi).

Santi: Rosa tienes un culo alucinante. Andrés.. sois geniales los dos... Me encanta poder gozar con vosotros.

Rosa: ¿Cuándo vamos a repetirlo? Andrés y yo al unísono: Cuando queráis.... ja, ja, ja.

Y nos duchamos y cenamos unas pizzas que pedimos acabando la noche ahí, aunque ellos siguieron después según me contaron otro día.

Quiero dar las gracias a Andrés y a Rosa ya que les pedí permiso para publicar nuestras pequeñas orgías y aceptaron de buen gusto. Si lo leéis, debéis saber que sois geniales los dos y espero que al recordarlo echéis un buen "mojino", como le llamáis vosotros.

Espero que os haya gustado mi relato. En próximos relatos os contaré como gracias a Andrés y a Rosa, pude conocer a otra pareja con la que también he tenido algún contacto, (una vez has entrado en este mundo, parece más fácil conocer a gente que goza de esta manera tan genial)... Os lo contaré en mi próximo relato.

Espero que os haya gustado y si deseáis comentarme algo me encantará recibirlo en mi mail que os dejo... peterpan69es@yahoo.es ó peterpan69es@hotmail.com

Autor Santi