Aventura con mi prima en el chalet (1)

En vacaciones de verano, y con toda la familia junta, Daniel debe controlar su excitación por su pequeña prima

El verano ya hacía mella en toda la ciudad, había gente que incluso llevaba paragüas para evitar el sol. El calor era insoportable y ante tal agobiante situación mi familia y yo decidimos ir una semana de vacaciones al campo.

Mis padres tienen un chalet para veranear a unos 100km de la ciudad, donde la brisa es mucho más agradable, y por la noche incluso hay que ponerse alguna manta.

Yo, Daniel, estaba de acuerdo con la idea de ir a despejarnos un poco, en un mes y medio empezaba la universidad y era algo que me agobiaba bastante, pero mi decimoctavo cumpleaños lo llevaba muy bien.

Es cierto que no había mucho cambio, mis amigos me lo habían avisado, pero yo me notaba más adulto, más independiente y más maduro. Pero la madurez no sirvió de mucho en esta intensa semana, pues todo se fue a la mierda y dejé salir mi lado más morboso.

Pero no nos adelantemos, con calma las cosas se cuentan mucho mejor.

Como ya dije nos fuimos al chalet de mis padres, tanto yo, como obviamente mis padres, mi hermano y mis abuelos. La mitad de mi familia, la otra mitad: Mis tíos y mis dos primos, estaban de viaje por Francia.

Los dos primeros días fueron la mar de corrientes, hacíamos nuestra vida allí y yo la mayor parte del tiempo estaba haciendo el vago, viendo vídeos o leyendo.

La casa en sí era bastante amplia, nada más entrar había un salón enorme, y a mano izquierda un largo pasillo en el que se difurcaban dos habitaciones, en una dormía mi hermano y en otra mis abuelos, ambas camas de matrimonio.

Más adelante se ampliaba el pasillo y daba lugar a una zona más grande que llevaba a la cocina, con un estilo moderno que daba a relucir la gran reforma que hubo hace unos años. A la izquierda de la cocina estaba mi cuarto, en el que yo dormía en una cama de una sola persona, y mis padres justo al lado en una cama de matrimonio.

Después haciendo un giro de 90° grados hacia la izquierda estaba el baño, algo modesto y pequeño, nada destacable. Y por último girando otros 90° había una habitación con una cama de matrimonio algo vieja en la que no solía dormir nadie.

Mis tíos, (tío de sangre y tía política) junto con mis primos, (mi primo y mi prima

)

, sugirieron que al volver de sus vacaciones podrían pasar por el chalet y quedarse los días que faltaban, algo a lo que a pesar del justo espacio que había para 10 personas mis abuelos no se negaron.

Tras aceptar su acogida estuvimos pensando cómo distribuir las habitaciones, aunque no no tardamos ni media hora.

Mi padre se ofreció a dormir en el sofá del salón, mi madre dormiría con mi hermano en su cuarto, cosa que a mí hermano no le hacía gracia porque los pies de mi madre olían fatal según el. Mis abuelos se mantendrían en el mismo sitio, en la habitación donde yo duermo pasarían a estar mis tíos y mi prima, y por último yo dormiría con mi primo en la otra habitación, la más calurosa ya que nunca corría aire allí.

Yo me quejé un poco pero bueno, no me importaba en absoluto hacer ese sacrificio para que los demás estuvieran agusto.

Al tercer día mis tíos llegaron por la mañana ya de vuelta de su viaje por Francia y los recibimos gratamente, con mis tíos me llevaba bastante bien, tenían más o menos la edad de mis padres y eran muy amables, pero tampoco era una relación tan cercana como con otros familiares.

Mi primo tenía un año menos que yo, nos entendíamos genial y nos contábamos nuestras movidas de adolescentes, de ahí que no me importase dormir con el, seguramente estaríamos hasta las 4 de la madrugada haciendo gilipolleces hasta caer dormidos.

Pero la causante de mi derrumbe mental era mi prima, de cuatro años menos.

Desde hacía un año me había empezado a fijar en su cuerpecito, como una creciendo debido a la adolescencia y la pubertad, y yo realmente alucinaba porque sinceramente y no lo digo por excusarme, ella no aparentaba esa edad.

Tenía un cabello castaño bastante brillante junto con unos ojos verdosos que relucían muy bien, unos labios bastante carnosos y una mirada que yo más de una vez me había imaginado en contacto con mis ojos mientras me hacía una mamada.

Y sí, me había masturbado más de una vez pensando en ella, pero es que a pesar de que no tiene muchas tetas, su culo es algo de otro planeta, era muy redondo y bonito, con unas curvas de vértigo y unas nalgas bien respingonas, aquello era un espectáculo visual.

"Ojalá me hubiera tocado dormir con ella", pensaba mientras comíamos una paella que había preparado mi madre de un aspecto muy apetitoso.

Todo transcurrió con normalidad, intercambiaba palabras con mi primo y con mi prima también, porque todo ese deseo y morbo lo dejaba de lado claro está, y ella y yo teníamos una relación estupenda.

Al caer la noche los primeros bostezos hicieron eco de que era hora de ir a dormir, y al rato de cenar nos acostamos cada uno en su sitio, a mí prima no le hacía mucha gracia dormir con sus padres pero aceptó.

Y tal y como había dicho estuve con mi primo viendo vídeos en YouTube y tonterías, hasta que sobre las 2 nos quedamos fritos.

Pasadas las 5 de la mañana me desperté, tenía que ir a mear y justo el baño estaba a la izquierda nada más salir, asique me apresuré.

Mientras meaba empecé a pensar en hacer una locura, con el calor que hacía seguramente mi prima estaría durmiendo en ropa interior, por lo que decidí asomarme mínimamente a la puerta donde ella dormía para ver si podía apreciar algo.

Que suerte tuve, enseñé un poco la cabeza e intenté agudizar mi vista, y tras unos minutos y al haberme acostumbrado a la oscuridad pude distinguir a mi prima girada contra la pared, y su enorme culo que tapaba ligeramente una lencería negra increíblemente sexy para su edad.

Con mucho cuidado de no despertar a mis tíos me acerqué un poco más para ver mejor y comencé a acariciarme lentamente mi polla, que ya sólo con aquellas vistas había empezado a crecer más y más.

La locura fue máxima cuando estaba completamente encendido y decidí acercarme a ella, y colocado entre el hueco de las dos camas saque mi móvil y empecé a hacerle fotos al culo de mi prima como un jodido enfermo mental.

Me agaché un poco simplemente para notar el placer máximo y rocé mínimamente la punta de polla con su nalga algo sudada por el calor, el estímulo que recibí fue enorme y una sacudida eléctrica me alertó que estaba cerca de correrme, por último le di un ligero beso en su pie que sobresalía por el borde de la cama y me marché de allí.

No volví a mí cuarto, si no que directamente entré en el baño y me cerré con pestillo, y junto con aquellas fotos increíbles me hice la paja del siglo, echando borbotones de semen.

Pero no sé si por suerte o vete tú a saber, la vida ibasonreír más aún

a

un tarado mental como yo. Tarado mental, depravado sexual, pero sin ningún remordimiento.

Continuará...