Aventura con el profesor de autoescuela
Sabia calentarme como nunca nadie lo habia hecho, solo con mirarme me mojaba enterita.
Tengo 22 años y un novio estupendo desde hace dos y medio, pero sinceramente... soy ninfómana total e infiel por naturaleza; la historia voy a alargarla un poco con detalles que fueron ocurriendome, espero que así os guste más, un saludo.
Soy una chica bastante atractiva, tengo 90-60-90 justitos y se fijan mucho en mi, todo el mundo dice que doy mucho morbo, además de que hablo sin tapujos sobre todo, absolutamente todo y siempre estoy pensando en el sexo; demasiado atrevida y viciosa diria yo.
Todo empezó el año pasado, me apunté a la autoescuela y aunque probablemente alguna vez le vi que venia de hacer prácticas, no me fije, oséa, que ni sabia que existia... cuando aprobé el exámen teorico me llamaron para las prácticas estaba super contenta de que por fin iba a conducir, me encantaba hacerlo, cuando llegué a la puerta de la autoescuela donde me habian dicho que le esperara, vi llegar un coche y era él (no voy a decir su nombre). Y bien, era un tipo interesante, un ligero cosquilleo de deso recorrió mi cuerpo al verle, le sonreí y me pidio que entrara al coche después de presentarse; era moreno, de 1.8 (aprox.), tenia algo cano el pelo y algún que otro claro, una barba imponente, una mirada interesante y a la vez fogosa, un hombre atractivo digamos. Me llamó mucho la atención, y en ese momento pensé -Me lo voy a tirar- Siempre me creo nuevas metas y esa era otra de las mias. Tiene 21 años más que yo y siempre me han gustado maduritos y he estado con maduritos, vamos... que llevo muchas horas de vuelo.
Subí al coche y era muy simpático, que tenia un palique que ni un don juan lo haria tan bien, me lo pasaba genial, siempre estaba de broma, contando chistes diciendo guarradas y sobre todo (algo que no olvidaré) cantandome el mueve tus caderas, jajaja. Siempre estabamos tonteando el uno con el otro de manera extraña, yo ponia el brazo en la ventanilla y él me reñia y me daba un manotazo, cuando iba a cambiar de marcha le rozaba la pierna y me sonreía, le subia voz a la música y el me cogía de la mano fuerte y la bajaba y peleabamos por subir o bajar el volúmen de la música, si pisaba el acelerador, me levantaba el pie con el suyo,yo le reñia y él me reñia, un show vamos.
Yo suelo ponerme camisetas muy marcaditas y siempre con el vientre al aire, ya que (gracias a Dios) tengo un vientre perfecto, el tanguita casi siempre lo llevo asomando por el pantalón y cuando llevo falditas son muy cortas. Todos los días cuando iba a la puerta y él me estaba esperando, me miraba lascivamente, con muchas ganas, yo notaba sus miradas y sonreia maliciosamente, me miraba las piernas mientras conducia, el pecho, y yo a drede echaba un poco los hombros hacia abajo para que el tirante de las camisetas se me cayese un poquito y él intentara ver más allá, como no solia llevar sujetador, él miraba y miraba, una de las veces, me subió un tirante rozándome el pecho por el lado, sabia calentarme como nunca nadie lo habia hecho, solo con mirarme me mojaba enterita...ibamos con el coche lleno y todos se quedaron alucinados, nos decian que al final ibamos a acabar en la cama y nosotros deciamos en la cama no, pero a lo mejor en un sitio extraño si y nos reiamos. Cuando cambiaba de marcha intentaba rozarle, y él me decia te guta meterme mano eh, y yo le decia, me gustaría más que me metieras tu a mi, bueno, siempre con burradas los dos. Yo le decía que estaba salido y él decia que yo más. Los momentos que estabamos solos en cualquier lugar todo eran miraditas, coqueteos y un gran deseo recorria mi cuerpo, así que me empecé a obsesionar, cada noche imaginaba como me follaba fuerte, cuando me acostaba con mi novio imaginaba que era mi profesor para saciar mi apetito sexual por él.
Cuando aprobé el exámen práctico sentí una pena increíble pero queria disimularlo y como siempre me hago la dura, pues me fuí diciendole adiós, sin nada más. Él me miró con una cara extraña, como diciendo, ¿por qué te vas así?. Le veia cada día por la calle haciendo sus prácticas, le saludaba y siempre esas miraditas que me ponen a cien. Cada día rondaba por la calle de mi trabajo, sonriendo, saludándome, y de vez en cuando por el móvil nos mandabamos alguna chorrada escrita en plan sexual pero como si fuera de broma.
Un día le vi que iba a su casa a comer y le seguí, él miraba con deseo por el espejo retrovisor, pero a mitad de camino cambié de dirección y sonreí, luego le llamé y le dije que no le habia seguido porque pensaba que se rajaria y él me dijo que la rajada era yo por no haberle seguido, yo sabia que él también lo deseaba así que continué llamandole, pero él frenó un poco la situación diciendome que era una locura. Al poco tiempo, le dije que eso, me habia hecho confirmar que era un rajado y en menos de cinco minutos me citó en un sitio a una hora, le dije que si no estaba allí a en punto me largaba... y aquí empieza lo bueno, le dije a mi novio que me iba con mis amigas de cena y me fui al sitio, estaba muy nerviosa y excitada a la vez, desconcertada porque sentía algo por mi chico, pero todavía no sé exactamente que es...
Llegó el momento y él se acercaba con su coche, nos miramos y fuimos a un lugar donde no habia gente a dejar un coche, cuando paramos en el sitio estabamos cortados, nos saludamos como siempre pero más timidamente, subió a mi coche y le dije que lo llevara él que para eso era el profesor (tenia una sorpresita preparada especialmente para él). Estabamos muy cortados, hablabamos pero muy poco, solo cosas de la autoescuela y de como nos iba la vida,
cogimos la autovía, y cortadisimos nos mirabamos, yo estaba a mil ya solo de pensar lo que iba a ocurrir, él, al verme tan cortada, me acarició la pierna intecionadamente y solté un suspiro de alivio y de excitación a la vez, porque me sentía tan extraña que no sabia como empezar, solo con ese roce me di cuenta de que lo deseaba de verdad, me hacia arder con sus miradas y sus roces, me abalancé sobre él muy salvajemente y empecé a acariciarle las piernas y el pecho con locura, desabroché su pantalón para darle su sorpresa y metí su miembro en mi boca, él ya estaba tan excitado como yo, porque estaba muy duro, lamí cada cm de su glande, de su tronco, sus testiculos (me encanta jugar con ellos y meterlos en mi boca), él conducía pero muy despacio y casi que no podia seguir conduciendo, de vez en cuando se echaba hacia atrás y me decia que parara un poco que sino se corría, yo paraba al instante, queria que me follara con todas las letras y no podia dejar que se me corriese solo con eso, tenia mucho más que ofrecerle de mi.
Estuvo masturbandome todo el camino, tocando mis pechos como podia, yo, estaba tan caliente que le rogué que parara el coche para dar rienda suelta a ese deseo que sentiamos y teniamos reprimido desde hacia tiempo. Paró donde pudo y como pudo, nos comiamos la boca como si nos fueran a separar, estampandonos con fuerza contra los asientos, cogiendonos con fuerza y no dejaba de magrearme el pecho, lamia mis pechos con mucho juego (me encantaba sentirle así) me mordia de vez en cuando y yo no paraba de soltar suspiros del gusto que me estaba haciendo sentir. Me habia puesto malisima.
-Necesito sentirte dentro de mi ahora (yo)
-Todavía no, esperate un poco, si te follo ya me voy a ir enseguida (él)
Así que levanto mi culo con sus manos, apretandolo con fuerza y jugó con mi clitoris con su lengua, yo arqueaba mi espalda de tal excitación... que placer me estaba dando, casi logro perder la razón y el sentido (es un Dios haciendolo), introducia cuatro dedos en mi vagina a la vez que lamia mi clitoris, yo estaba jadeante, extasiada de placer.
-Quiero follarte desde atrás (él)
-Pues hazlo ya o te mato (yo)
Me coloqué a cuatro patas frente a su durisimo miembro y me penetró, solté un jadeo enorme, era genial, entró totalmente perfecta en mi y me estuvo dando poco a poco, yo queria más...
-Dame fuerte y rápido que quiero correrme en tu polla (yo)
-Si te doy más fuerte me corro yo (él)
Me di la vuelta y le pedí que se sentara, me coloqué encima de él y comencé a cabalgarle, me la metia hasta el fondo, sentia como estaba dando en mi punto G y ésta vez, fuerte y rápido como yo queria... me moví en todas las direcciones posibles, estaba tan excitada que queria más y más, oirlo jadear me ponia todavía más mala de lo que estaba, lamí los dedos de su mano uno a uno mientras le follaba. Me agarró fuerte las nalgas, le estaba viendo venirse y paré un poco para que fuera más intenso, cuando no podia más volví a hacerselo rápido,yo estaba chillando y tenia que morderle el hombro para no hacerlo muy alto, él me jadeaba al oído. Se corrió y sentí como todo me llenaba por dentro, llegamos juntos y yo empecé a tener contracciones mientras él se corria dentro de mí, me abrazó muy fuerte cuando termino de correrse y yo pegada a él, sintiendo sus brazos fuertes rodeandome y sus gotas de sudor cayendo por mi piel. Nos fuimos de allí sin mediar casi palabra, solo repetiamos una y otra vez, estamos locos, pero eso sí... la sonrisa de felicidad no nos la quitaba nadie de la cara.
Todavía continuamos viendonos, así que seguiré escribiendo algo más de nosotros, si sigo quedando con él es porque me da muchisimo morbo, tenemos el pacto de que solo es sexo esporádico, no sentimos nada el uno por el otro y me encanta que sea así... es solo por placer... cuando nos apetece, además cuando nos acostamos... solo él consigue hacerme sentir ese placer tan loco e indescriptible que nadie más ha logrado hacerme sentir hasta el momento.