Avec vous
Necesitaba sacar todo esto, pero si, de paso, a alguien le gusta, con eso soy feliz. No es un relato, es un pensamiento, una reflexión, una dedicatoria..??... Es algo :)
Otra vez. Una vez más estoy en compañía de lápiz y papel, escribiendo lo que nunca va a leer, pensando cómo cambió mi vida y ahora simplemente se fue. Me quedé con los recuerdos, los buenos y los malos, las sensaciones, las palabras, la imagen que mi mente pudo guardar de ella, de sus ojos bonitos. Y es que fuiste todo pero a la vez nada, contigo aprendí mucho, y me equivoqué bastante más. Perdón.
Aún ahora no encuentro forma de describirla, después de tanto tiempo y tantas cosas, no sé cómo hacerlo. Desde el principio fue diferente, sé que conectamos desde el primer “hola” que me diste, lo sentí, y tu también. A partir de ese día mi vida ya no fue la misma, me hacías sentir bien, eras lo que me faltaba, lo que había querido. Mi ilusión creció repentinamente, tan sólo al pensarte era como cambiar de mundo, viajar a otra dimensión; y fue lo más lindo que he vivido, que hasta ahora recuerdo. Porque no me queda más que eso.
Ese 21, el domingo 21 conocí a la persona más maravillosa. Aquel día que estaba a punto de irme y algo me hizo estar unos segundos más. Después de ahí, te entregue mucho más que sólo mi tiempo, te regalé mis sentimientos, mi mente, mi cariño, mis sueños, mis anhelos… Mi corazón.
Por varios meses todo era color rosa, sin necesidad de un titulo, porque sin pertenecernos éramos la una de la otra, algo casi inexplicable que en ese momento nos llenaba. Compartimos mucho, eres la historia más linda que he escrito, la misma que guardo para mí tan celosamente, así como siempre había sido. Y dime, ¿cómo no quererte tanto?, ¿cómo no sentir lo que sentí?, ¿cómo dejarlo atrás?, ¿cómo hacer que mi corazón y mi alma entiendan que ya no vas a estar más con nosotros?... Todas las pequeñas cosas, que se volvieron costumbre, pero de la buena, de esa que cada día te sorprende aún sabiendo que va a pasar, extraño sentirme feliz, extraño sentirte conmigo, extraño tu voz, tus gestos, tu hermoso acento, me siento perdida sin tu mirada profunda, sin tu manera de hacerme sentir que todo estaría bien, que nada iba a pasar.
No quiero olvidarte, no quiero dejar de quererte, no quiero odiarte, no quiero guardar ningún rencor, solamente quiero, necesito, poder recordarte sin que duela, sin que las lágrimas se adueñen de mi rostro. Sólo quiero guardar los buenos momentos, el resto no importa. Nunca importó para nosotras.
Ya sé lo que siento, sé que me enamoré de ti, me enamoré completamente. Perdóname por no saber decirlo antes, tal vez habrían cambiado las cosas, posiblemente no estaría escribiendo esto, estaríamos en camino a la carretera que siempre quisiste, con tu sándwich y la bebida que habías pedido, listas para admirar las estrellas, tan lindas y brillantes como tú, pero igual de lejanas e imposibles como siempre estuviste. Te pido una disculpa por las veces que te lastimé, fueron muchas. Pero más que cualquier otra cosa, perdóname por esa vez que te dejé, que me fui sin más, no tengo excusa ni busco pretexto, pero tenía que dejar de sentir todo lo que en ese momento estaba contra mí. Sé que me necesitaste, que me extrañaste, y yo también. Esa fue una de las razones por las que nos separamos, y también por la cual entendí lo que sentías por mí. Muy tarde, todavía lamento eso, “si hubiera…” son las palabras que me atormentan cada vez que pienso que pudiste seguir conmigo. Nunca te agradó del todo mi lado romántico, y qué decir del cursi, pero te juro que hoy no puedo pensar de otra manera. Odio mezclar tu recuerdo con mi llanto, no lo puedo evitar, duele saber lo que pudimos ser y no fue. Tú te quedas con una mala impresión de mí, seguramente; y yo, yo me quedo con mis fantasías de lo que no pasó y jamás pasará.
Lo que habíamos logrado formar se terminó, se fue. Sin decir adiós, sin despedida, se fue en silencio, tal como llegó. Porque entre nosotras todo era intuición, era dejarse llevar, era sentir, no teníamos que decir nada, y de pronto eso quedó, nada.
Fuiste la primera en muchas cosas, así como la última en otras. Te amo, nunca te lo dije. Te amé, ahora te lo digo. Tengo que sacar de mí todo esto, no a ti.
Los buenos momentos van a seguir ahí, los recuerdos lindos, los detalles, las palabras. Todo. Pero sé que me entiendes cuando te digo que necesitamos deshacernos de esto. Fue una mala etapa, un mal momento para seguir luchando por lo que no tenía causa, ni razón de ser.
Me conoces. Hoy escribo esto para ayudarnos a cerrar un ciclo, para sanar lo que nos herimos, para reiniciar el sentimiento con nuevo rumbo, en este aspecto tú por tu lado y yo por el mío, para el resto sabes que siempre voy a estar contigo, recuerda AVEC VOUS .
No hay rencor, no hay amor. Sólo cariño, uno muy grande. Te quiero, lo sabes.
De mi parte, aquí termina esta lucha constante con mis sentimientos, por querer seguir y al mismo tiempo dejar todo tirado. Hay que abrirle paso a lo que la vida nos depara. Tienes algo de mí y tengo algo de ti, esa es la mejor satisfacción. Y por supuesto el gran placer de haberte conocido y compartido algo que, estoy segura, no se volverá a repetir con nadie más. Todo es y fue único. Tendremos mejores, claro que sí. Pero lo nuestro será irrepetible.
TE QUIERO. TE QUIERO MUCHO “OJOS BONITOS”.