Ave César: La reconquista de Eva (IV)

Paso de la fantasía a la realidad. Dominación completa de Eva

Agradeceros a tod@s los que me habeís leído. Especialmente los que dejaron comentarios y sugerencias en ábierto y en privado ;) Sé que el segundo relato se os hizo un poco más espeso, pero entender-lo tenía que introducir al personaje (y nunca mejor dicho) jeje

Os dejo los links de mis anteriores relatos para los que no me hayan leído:

http://www.todorelatos.com/relato/89927/

http://www.todorelatos.com/relato/90228/

http://www.todorelatos.com/relato/89927/

Espero que lo disfruten leíendolo tanto como los disfrute yo escribiéndolo ;)


-       Eva: Estoy cachonda! Quiero que me folles como a una zorra…que taladres mi culito y me llenes de leche…

-       Yo: Bonita forma de empezar una conversación putita.

Desde este encuentro virtual al primero sólo habían transcurrido siete días. Era espectacular lo rápido que Eva se iba degradando y transformando en la guarra que siempre había deseado ser. Estaba dando rienda suelta a sus instintos más primarios y eso le gustaba, porque nadie la juzgaba, podía ser ella misma, tan viciosa como quisiese.

-       Yo: Muy bien nena. Has pensado en alguna cosa para hoy?

-       Eva: Si!... Llevo todo el día fantaseando en la oficina… muy, muy mojadita…

-       Yo: Mmm… pinta muy bien! No te habrás tocado, como te ordené?

-       Eva: No he podido contenerme amo. He ido al lavabo y me he hecho un apaño. Por eso debo ser castigada duramente…

-       Yo: Suéltalo yo putita lo estás deseando!

-       Eva: Me han pillado robando en una tienda de ropa interior, y tu eres el policía que me viene a recoger…

-       Yo: Ya veo por donde vas. Que has robado?

-       Eva: Ropa muy vulgar…de puta… un corpiño y un tanguita de cuero, medias de rejilla y liguero…

-       Yo: Ya veo vistes acorde a lo que eres. Te han pillado con la ropa puesta supongo?

-       Eva: Si… Me han llevado a un cuarto y me han dejado sólo con esa ropa… Entonces vienes tú y me arrastras por los pelos por toda la tienda hasta el coche patrulla…

-       Yo: Que vergüenza toda la gente mirándote. Cómo te sientes?

-       Eva: Sucia y excitada…

Estaba tan metida en su papel que yo prácticamente no tenía que hacer nada. Tenía muy clara su fantasía y me la quería explicar.

La observaba desde mi ordenador. Había empezado a tocarse. Le había ordenado que fuese a un sex-shop y se comprara un vibrador del tamaño de mi polla, para que se hiciese a la idea que era yo quien se la estaba follando. Lo tenía preparado al lado de la mesita. Se me estaba empezando a poner muy dura y no tardaría en acompañar a Eva.

-       Yo: Te estás tocando?

-       Eva: Muy suavemente…

-       Yo: Bien, sigue contándome putilla.

-       Eva: Me llevas a comisaría y me metes en un calabozo… Me esposas contra los barrotes…

-       Yo: Tendré que cachearte y explorarte!

-       Eva: Si… palpas todo mi cuerpo muy suciamente…noto tu aliento en mi nuca… Bajas mi tanga bruscamente…

-       Yo: Está mojado?

-       Eva: Ufff! Mucho!

-       Yo: Te lo meto en tu boquita de ladrona. Y me pongo los guantes de látex. Los escuchas? Zass… Zass…

-       Eva: Si ese ruido me pone a 100. Espero que sea una exploración muy profunda…

-       Yo: Lo será putita… Te introduzco un dedo en el coñito… Métetelo tu también!

-       Eva: Si amo!

-       Yo: 2… y 3. Tengo el guante chorreando. Tus flujos caen piernas abajo.

-       Eva: Si… estoy muy mojada.

-       Yo: Vaya, vaya… con que la ladrona lo está disfrutando. Llamo a una agente femenina para que sujete tus manos con los barrotes. Las esposas no serán suficientes. Voy a explorar tu culito y te dolerá… Has sido mala no?

-       Eva: Si mucho… es justo…

Estaba acelerando el ritmo de su masturbación. Me hubiera gustado estar más cerca para ver su carita de puta.

-       Yo: Levántate de la silla. Es el turno de tu culito…

-       Eva: Si amo

Se recostó sobre el respaldo de la silla.

-       Yo: Introduzco un dedo en tu culito hasta el fondo de golpe.

-       Eva: Ah!

-       Yo: Voy haciendo círculos y noto como poco a poco se dilata. Voy a introducir un segundo…

-       Eva: Ah! Cuesta de entrar…

-       Yo: Relájate putita, acaricia tu coñito vicioso.

-       Eva: Si amo…

-       Yo: Te gusta?

-       Eva: Siiii…

-       Yo: Voy a introducir un tercero.

-       Eva: No L…

-       Yo: Eso hubiera sido una bofetada! Que has dicho?

-       Eva:Si

-       Yo: Si que?

-       Eva: Si amo.

Veía como se perdía su tercer dedito en su culo tragón y aumentaba el ritmo de su paja para aliviar el dolor.

-       Yo: No nos gustan las ladronas… Voy a meterte la porra por el culo para que aprendas la lección. Tú metete el vibrador. Recuerda que te está sujetando las manos una mujer policía, que te mira a los ojos fijamente y piensa lo puta que eres. Quieres ver como te ves?

-       Eva: Sí…

-       Yo: Hazte una foto con el móvil y mírate zorra.

Se hizo una foto con la polla de plástico en el culo. Luego la miro y empezó a masturbarse salvajemente.

-       Yo: Deja de tocarte puta… o te vas a correr!

-       Eva: Si amo!

-       Yo: Tengo los dedos sucios! Huélelos y lámelos.

-       Eva: Si amo

-       Yo: Te gusta como sabe tu culito?

-       Eva: Mucho

-       Yo: Que puta es mi gatita! Trae dos pinzas de la ropa. Te voy a castigar por ladrona… y viciosa.

-       Eva: Vale.

Salió de la habitación con la polla en el culo, y volvió con 2 pinzas.

-       Yo: Bien niñita. Ahora acaríciate el pezón izquierdo. Lo quiero bien duro

-       Eva: Ok… Ya está.

-       Yo: Coge una pinza y pellízcalo, si el dolor es muy fuerte pajéate más rápido… pero no te corras o habrá reprimendas!

-       Eva: Ah! Duele!

-       Yo: Tócate más rápido.

-       Eva: Mmm… que gustito!

-       Yo: Que puta eres!

-       Eva: Si…

-       Yo: Para de tocarte! Haz lo mismo con el otro pezón.

-       Eva: Ah!... Mmm…

-       Yo: Hazte otra fotito y mírate lo perra que eres

Se hizo varias fotos, de su culito, sus pezones, su carita, una general… Se estaba excitando mucho, el ritmo del vaivén de sus deditos era frenético. No tardaría en correrse. Yo tampoco.

-       Yo: Para de tocarte que estas a punto de correrte. Tengo algo que decirte.

-       Eva: Dime… estoy a puntito.

-       Yo: Te voy a mandar un vídeo quiero que lo veas.

Había llegado el momento de dar un paso adelante y echar el resto. A ver si sólo le daba morbo este jueguecito o era una verdadera putilla. Le envié un recopilatorio con sus mejores momentos grabados desde el apartamento.

-       Eva: Ohhh! Qué es esto?

-       Yo: Pues está claro… tú guarreando con tu amo.

-       Eva: Pero…eso no está bien. Dijiste que no me conocías…

-       Yo: Tú llevabas una vida monótona y aburrida. Te he hecho libre, en siete días estás sintiendo más que nunca, o me negarás que estás gozando como nunca lo habías hecho en la vida?

-       Eva: Si… pero…

-       Yo: Haremos una cosa. Mañana llegará un paquete a tu oficina. El contenido de ese paquete lo vas a elegir tú ahora. Te puedo enviar todos los videos originales que te he grabado y nunca más sabrás de mí…O te puedo enviar una invitación para un encuentro muy especial en el que nos conoceremos en persona. Que eliges putita? Quieres que tu amo te folle en persona? O quieres volver a tu vida de mierda?

-       Eva: Siiiiiiiii amo! Ahhhhh….

No pudo aguantarse más y se corrió. Otra vez más resonó todo el vecindario con los aullidos de esa perrita en celo provocando en mí un orgasmo inminente.

-       Eva: Bufff! Me he corrido… Que bueno!

-       Yo: Ya lo sé. Te estoy viendo ;)

-       Eva: Dónde estás?

-       Yo: Se paciente putita. Mañana en tu oficina

-       Eva: Amo.

-       Eva: Amo.

Corté las comunicaciones. Me sequé tan rápido como pude, y dejé el apartamento limpio como sí nunca hubiera habitado nadie. Tenía mucha faena por delante, la fiesta, la invitación…

A la mañana siguiente llegó a la oficina de Eva el paquete que le había preparado. Una invitación para asistir a un baile de disfraces en una fiesta privada, una máscara veneciana, una copia de las cintas y una nota;

“Querida Eva,

Quiero que seas libre en la elección de lo que va a suceder. Te entrego las cintas originales. Sí quieres todo puede acabar aquí. Pero que sepas que si das rienda suelta a tus pasiones vas a ser mi putita para siempre. Sin condiciones.

Tu amo César.”

Obviamente las cintas no eran las originales, esas me las guardaba porque siempre podría chantajearla si se negaba a dar el paso.

La fiesta era en la mansión del señor X. Le entusiasmó la idea de ser el anfitrión de una fiesta liberal ya que últimamente se movían mucho en esos círculos. No cabe decir que el baile de disfraces era una escusa para el descontrol y la fornicación.

Me vestí a conciencia para la ocasión. Smoking, pajarita y fajín. Estaba nervioso. Hacía tanto desde mi primera vez. Mucho habíamos cambiado los dos.

A las 20:00 una limusina pasaba a recogerme por mi despacho. A esa misma hora otra debería recoger a Eva. Vendría…

Bajé del coche con mi blanca máscara puesta y me dirigí al salón. Sonaba música carnavalesca. Se notaba que había subido la temperatura ambiental y en cualquier momento empezaría a oler a sexo; gente riendo deshinibídamente, penes erectos, algunas chicas desnudas…

Había urdido toda la telaraña y ahora estaba ansioso por cazar mi presa. Me acerqué a la mesa de enfrente. Necesitaba una copa.

No me dio tiempo a llegar. A medio camino escuché como el mayordomo presentaba a la sala a “Gatita curiosa”.

Estaba preciosa. Nada que ver con la primera vez que nos vimos. Llevaba la máscara que le había enviado, traje negro que le sentaba como un guante que dejaba adivinar su silueta, medias negras y tacones altos. La melena recogida en un elegante moño. Sostenía un pequeño bolso nerviosamente entre sus manos.

Había recuperado la seguridad necesaria para emprender tal hazaña. Establecimos contacto visual. Me acerqué a ella y le dije con voz profunda;

-       Yo: Has venido gatita…Te entregas a mí en cuerpo, alma y sin condiciones?

-       Eva: Si amo.

-       Yo: Nerviosa?

-       Eva: Mucho.

-       Yo: Excitada?

-       Eva: Si…

Le extendí una cajita para que la abriera. La abrió. Cogió el collar de cuero con su nombre y se lo puso al cuello extendiéndome la cadena.

-       Yo: Quítate el vestido putita.

Desabrochó la cremallera y quedo en ropa interior negra de encaje.

-       Yo: Ahora el sujetador y el tanga.

Me miró a los ojos incendiariamente y se los quitó. Mientras subíamos a las habitaciones con paso firme la gente nos miraba y se apartaban.

-       Yo: Cachonda Eva?

-       Eva: Empapada mi amo.

Puse mi mano en su entrepierna y efectivamente su chocho estaba muy mojado.

Entramos en la habitación del señor X. No quería perder la oportunidad que quedará todo visualmente plasmado.

-       Yo: Quítate la máscara.

Se la quitó.

-       Eva: No te la quita tú?

-       Yo: Aún no. Quiero que sientas el morbo de ser follada sin saber quien soy. Arrodíllate y a ver como la chupas.

-       Eva: Si amo.

Me quité la chaqueta mientras ella me desabrochaba la bragueta. Sacó mi polla. Aún tenía en mente mi primera mamada, era una buena chupadora. Pero esta vez fue diferente, se la metía hasta el fondo de la garganta, bien hondo. Cada vez que sacaba la polla salían un montón de babas. Cogía aire y volvía a engullir.

Con una mano cogí su cabeza y se la metí bien fuerte mientras con la otra le tapaba la nariz. Casi se ahogaba. La solté pero cogía aire y volvía al ataque. Que esmero. Vaya chupada. Estaba en celo.

-       Yo: Está bien glotona aparta. Trae esas cuerdas de encima la silla.

Se contoneaba de forma muy provocativa, casi putesca.

-       Eva: Ten amo.

-       Yo: Está bien Eva. Te voy a atar y te voy a follar bien duro todos y cada uno de tus orificios. Te apetece putilla?

-       Eva: No hay nada que desee más en este mundo.- casi suspiraba.

-       Yo: A 4 patas encima de la cama.

Se tumbo obedientemente. Até sus 4 extremidades a los 4 extremos de la cama. Bien abierta de patas. Su chocho iba rezumando un montón de líquido y su olor me ponía verraco.

Le metí la polla de golpe sin contemplaciones.

-       Eva: Ahhh!

-       Yo: Tranquila ahora te va a gustar puta.

-       Eva: Bufff! Como me pone que me insultes.

-       Yo: A sí zorrita! Pues toma polla, guarra!

Estaba dándole fuerte y no paraba de gemir. La cogí del moño y le hundí la boca contra la cama mientras azotaba sus cachetes. Sus gritos de placer quedaban silenciados por la almohada. Entonces levantó la cabeza y vió que enfrente suyo en un sofá estaban sentados el señor X y la señora Y. Les miró pero su cara sólo reflejaba placer salvaje.

-       Yo: Te incomoda que te miren?

-       Eva: No me hace sentir como una perra… Fóllame más duro.

La señora Y sacó el rabo de su marido y lo empezó a chupar con su exquisita maestría. Esa imagen me estaba poniendo muy caliente.

Estaba tan mojado el chocho de Eva que no paraba de emitir sonidos a cada embestida.

-       Yo: Bien putita. Ahora voy a desvirgar tu culito. Como cuando fantaseábamos que eras mi profesora. Pero ahora es real. Ahora ya soy tu amo de verdad.

-       Eva: Si… quiero que me lo partas.

Escupí en su culito y le metí un dedito mientras continuaba follándomela. Poco a poco se fue relajando. Se notaba que llevaba una semana de entrenamientos. Le metí la punta de la polla. Mi glande era prisionero de su culo virgen.

-       Eva: Ahhh!

-       Yo: Gírate Eva.

Se giró y me quité la máscara. Nos miramos profundamente y le guiñe un ojo. Ella con cara de vicio me dijo:

-       Eva: Por lo que más quieras César…fóllame el culito mi niño.

-       Yo: Tú me desvirgaste a mí, y ahora yo estoy desvigando tu culito.

-       Eva: Si…

Se la metí poco a poco, cada vez más adentro, notaba mis huevos mojados de los jugos de su coño. Paré de golpe. Pero ella empezó a moverse pidiendo con sus movimientos que me la follara.

-       Yo: Me encanta que seas tan perra.

-       Eva: Y a mí que seas mi amo.

Entonces a un gesto mío el señor X se levantó y le metió la polla en la boca mientras la señora Y se acomodaba en el escaso hueco que quedaba para hacerle un 69.

Por momentos Eva tenía que parar de chupársela al señor X porque era inmenso el placer que sentía. Entonces le hundí la cabeza entre las piernas de la señora Y.

-       Yo: Chupa tu primer coñito mi perra.

Por los gritos de la señora Y lo debería hacer muy bien. Al ver como se lo comían a su mujer el señor X levantó la cabeza de Eva y se corrió encima del coño de su mujer. Cuando acabó, volví a hundir la cabeza de Eva para que se comiera toda la leche.

-       Eva: César para, para, me voy a correr.

-       Yo: Ok. No seas mala invitada y haz que se corra primero la anfitriona de la fiesta.

-       Eva: Si amo… pero no te muevas que me voy.

Le acabó de comer el coño a la señora Y, y en escasos segundos se corrió llenando la boca de Eva de flujos vaginales.

-       Eva: Lléname de leche no puedo más…

Noté como explotaba mi polla en su culo, me parecieron litros de leche a propulsión.

-       Eva: Siiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!

Volvió a aullar la loba. Y nos derrumbamos los 2 encima de la señora Y.

Poco a poco fuimos recuperando las fuerzas. La señora Y se apartó y salió de la habitación de la mano de su marido. La desaté y nos tumbamos en la cama.

-       Eva: Muchas gracias cariño.

Me besó dulcemente en la boca y me abrazó fuertemente. Noté como se me levantaba y pasamos toda la noche follando.

A la mañana siguiente amanecí con mi esclava abrazada a mi pecho. Ya la había reconquistado y era mía en cuerpo y alma. Había disfrutado mucho consiguiéndolo. Pero quería más. Era un depredador que había probado la sangre. Atenea era mi siguiente objetivo, y quizás mi nueva putita podría ayudarme.

CONTINUARÁ…