Ave César: La reconquista de Eva (III)

Reconquista virtual de Eva

Esa misma mañana me puse manos a la obra. Anule un par de reuniones que tenía concertadas y me fui hacia el mismo portal donde me la chuparon por primera vez. Aparqué en una calle transversal que me daba una óptima visión de la entrada. Que recuerdos!

Era un edificio antiguo de 3 plantas con 2 vecinos por rellano. La puerta de abajo estaba cerrada. Llame a varios timbres a la vez. Me abrieron sin preguntar pensando que sería el cartero. Me dirigí rápidamente a los buzones y anoté el nombre de sus moradores. No quería que nadie me pillara y tener que dar falsas explicaciones. Una vez acabado me fui hacia el coche para analizar la información y hacer una vigilancia de la entrada de los vecinos.

Había 6 pisos. 4 eran descartables por estar ocupados por un solo ocupante, por pertenecer a familias extranjeras, o por no formar unidades familiares convencionales.

Largas horas estuve en el coche parado sin ninguna novedad a destacar. A eso del mediodía observé a una chica de unos 20 años calle abajo, se paraba frente el portal y revolvía su mochila en busca de unas llaves. Levantó la mirada y … BINGO. Era mi Marta Sánchez particular versión morena y rejuvenecida. Debía ser la sobrinita pequeña, pero claro habían pasado ya 11 años, y era una mujercita muy guapa. Un reflejo más elegante del recuerdo que guardaba de su tía.

Abrí mi maletín y saqué unos formularios de contacto que usamos en la agencia. Me acerqué al portal y llame al primero de los dos pisos que quedaban. Por suerte en el primero no vivía nadie. Llamé al segundo y me hice pasar por una agencia de encuestas anónimas televisivas, sobre que programación gustaba más o menos. Es un tema que suele llamar la atención de la gente. Me abrieron la puerta.

Salió a recibirme la sobrina. Le hice una serie de preguntas para desviar la atención y finalmente le dije que gracias a su colaboración podía entrar en el concurso de un viaje para dos familiares. Que anotara en mi formulario los nombres, números de teléfono y correos electrónicos de las personas que irían de viaje. Tenía la esperanza que no querría ir con sus padres y más bien buscaría a su tía enrollada.

Afortunadamente anotó el nombre y apellidos suyos y de su tía Eva, números de teléfono y correos electrónicos. Me despedí cordialmente deseándole suerte en el concurso. Lo que no sabía es que efectivamente había un premio gordo y se lo quería regalar a su tía.

Al llegar a la oficina, bastaron un par de gestiones con inmobiliarias de confianza para saber el domicilio de Eva.

Esa misma tarde me dirigí hacia allí. Tenía curiosidad de como se habían portado los años con ella.

Se trataba de un edificio antiguo con un solo propietario por rellano donde todos los balcones daban al exterior. En frente había unos pequeños apartamentos en alquiler que llevaba una casa de fincas conocida mía. No creo que hubiera ningún problema en dejarme uno unos días.

Me quedé esperando hasta tarde, no sólo para confirmar su residencia sino también por el deseo de volverla a ver.

La ví llegar hablando por el móvil. Conservaba su pelo rubio y su figura esbelta. Vestía más discreta. Con los años había ganado elegancia. Me fui hacía mi casa a revivir con mi mano los momentos pasados con Eva.

A la mañana siguiente conseguí el piso sin dificultad. Tarde o temprano tendría que pagar esos favores.

Me instalé en el apartamento de enfrente. Una cama vacía, una mesa y dos sillas eran todo su mobiliario. Instalé mi portátil y le envié un mensaje a su correo electrónico con un correo fictício y un nombre que le resultara a ella altamente sugerente.

Nunca me había esforzado tanto en el redactado de una misiva. Allí le explicaba que había elegido su correo al azar. Que yo era una persona curiosa por sentir sensaciones nuevas. Le hablaba de juegos de roles eróticos y la posibilidad de vivir una aventura cibernética. Sin compromisos y anónima. Si quería más tranquilidad podía crear un e-mail nuevo y volverse a poner en contacto conmigo. Así nadie de su círculo podría saber las suciedades que comentáramos y pasaran por nuestra cabecita.

Merecía un premio nobel por aquel escrito tan deshinibidor y convincente. El anzuelo estaba lanzado, sólo faltaba que el pez lo mordiera.

Pasé el resto del día haciendo gestiones de trabajo. Al atardecer me acerqué al apartamento decidido a pasar un par de noches.

Eva llegó sobre la misma hora que el día anterior. Ví como se encendía la luz de su habitación. No bajó las persianas. Ella creía que no vivía nadie en los apartamentos de enfrente. Con los prismáticos puestos observé como se desnudaba.

Su cuerpo aún era terso, sus pechos pequeñitos no se habían caído, y su coñito estaba totalmente rasurado y actualizado a los tiempos modernos. Se dirigió a otra puerta que quedaba fuera del alcance de mi vista y desapareció por unos 15 minutos, volviendo a aparecer desnuda y con una toalla en el pelo. Enchufó su ordenador y empezó a ponerse crema hidratante por todo su cuerpo.

Yo ya tenía mi polla en mi mano y empezaba a acariciarla suavemente mientras con la otra sujetaba los prismáticos. Me estaba dando morbo ver a Eva actuar inocentemente sin saber la bestia que la observaba en el piso de enfrente. Se sentó desnuda frente al ordenador. Me la imaginé leyendo mi escrito y empecé a pajearme más rápido.

Unos 5 minutos más tarde estaba tumbada en la cama haciéndose unos deditos. Se acariciaba el clítoris como a mí me había enseñado, y pellizcaba sus pezones. No pude resistirme y la grabé. Sacó un peine del cajón y se metió el mango en su coñito. Con una mano se acariciaba el clítoris, con la otra metía y sacaba el peine, y yo con la mía seguía el ritmo de sus embestidas. Nos corrimos a la vez. Sin embargo esa noche no hubo respuesta en mi correo ficticio.

Durante la tarde del día siguiente si recibí una invitación de amistad de un nuevo correo: “gatitacuriosa”. Esa noche tendríamos una conversación muy caliente.

Siguió el mismo protocolo de la noche anterior desnuda frente al ordenador. Yo instalé una cámara para que la grabara y me diera señal a mi ordenador, así podría conversar y verla a la vez. No la hice esperar.

-       Yo: Hola gatita!

-       Eva: Hola!

-       Yo: La curiosidad mató al gato ;)

-       Eva: Esta gatita tiene siete vidas… y si merece la pena… no me importa perder una.

-       Yo: Mmm… que valiente! Leíste lo de los juegos de roles eróticos?

-       Eva: Si

-       Yo: Que te pareció gatita?

-       Eva: Curioso. Una forma divertida de pasarlo bien supongo…

-       Yo: Claro que lo pasaremos bien. Piensa que las reglas las ponemos nosotros y lo que hagamos nos tiene que gustar a los dos.

-       Eva: Entiendo.

La notaba un poco cortada, así que decidí romper el hielo.

-       Yo: Yo por ejemplo tengo una fantasía habitual…

-       Eva: Cuenta

-       Yo: Estoy en la escuela. Me gusta mucho mi profesora, y me porto mal aposta, para quedarme al final de la clase a solas con ella…Te gustaría ser mi profesora gatita?

-       Eva: Si. Eres un niño muy tierno y dulce, que andas desorientado, por eso te comportas mal, quizás yo pudiera ayudarte…

-       Yo: Si señorita, verá, últimamente me pasa algo aquí abajo…

-       Eva: El qué?

-       Yo: Se me pone muy dura la polla cuando…

-       Eva: Cuando qué, cariño?

-       Yo: Cuando la veo a usted con esas faldas apretadas, medias negras, camisa blanca apretada y el pelo recogido

-       Eva: Eso es normal. Es que estás creciendo y te pones cachondo al ver a una mujer.

-       Yo: Pero solo me pasa con usted… y me duelen mucho los huevos. Ahora mismo la tengo dura como una piedra. Que puedo hacer?

-       Eva: Te has tocado alguna vez?

-       Yo: Si pero no sé si lo hago bien, porque se me pone más dura y entonces paro…

-       Eva: Bien. Déjame ver. Bájate los pantalones y los calzoncillos...

-       Yo: Le parece bien de tamaño? Es normal?

-       Eva: Yo diría que es bastante grande unos…

-       Yo: 19 cm.

-       Eva: Pues si es grande.

-       Yo: Como me toco?

-       Eva: Cógetela con la mano derecha y empieza a subir y bajar la piel muy suavemente…

-       Yo: Me enseña usted?

-       Eva: Si claro…

A estas alturas Eva ya se estaba tocando y yo también.

-       Yo: Que rico profesora! Y sólo los hombres nos ponemos cachondos?

-       Eva: No a las mujeres también les pasa…

-       Yo: El que les pasa?

-       Eva: Se les moja la rajita…

-       Yo: Me la enseña?

-       Eva: Si. Uff!

-       Yo: Que bonita! Tan rosa y jugosa, dan ganas de lamerla. Se la voy a lamer

-       Eva: Despacito…y suave

-       Yo: Y este bultito que es?

-       Eva: Es el clítoris acarícialo suavemente…

-       Yo: Está muy mojado. Quiero meterle la polla!

Poco a poco quería subir el tono de la conversación. Hacer una transición de una situación similar vivida a una nueva y excitante.

-       Eva: Esta bien…

-       Yo: Quítese la ropa y pongase a 4 patas le voy a hacer lo que le hace mi gatito a mi gatita curiosa.

-       Eva: Que malo…estoy muy mojada

-       Yo: Yo también estoy muy cachondo gatita y ahora te voy a follar…

-       Eva: Si?

-       Yo: Si. Te la estoy metiendo a 4 patas encima de tu mesa. Estás completamente desnuda y desprotegida. Cualquiera que entre te puede pillar follándote a un alumno. Te gusta?

-       Eva: Si…

-       Yo: Crees que eso lo hacen las buenas profesoras o sólo las más guarras como tú?

-       Eva: Si soy una guarra… pero sigue dándome

Cada vez eran más rápidos los movimientos de nuestras manos.

-       Yo: Ahora voy a comerte el culito y luego te lo voy a follar también. Seguro que es virgen. Es más justo. Así los 2 perderemos la virginidad a la vez…

-       Eva: Si es virgen, cómeme el culito.

-       Yo: Estás muy mojada gatita, no voy a necesitar ni lubricante para partirte el culito.

-       Eva: Si estoy muy mojada…

-       Yo: Te estoy follando muy duro porque no eres una gatita, eres una perra, una perra viciosa y salida.

-       Eva: Si lo soy, pero que rico!

-       Yo: Que dirías si te digo que te estoy grabando y luego puedo enseñarle esta cinta al director?

-       Eva: Me echarían de aquí…

-       Yo: Puedo parar de follarte y te devuelvo la cinta o puedo desvirgar tu culito y follarte cada día al salir de clase. Que dices profesora?

-       Eva: Fóllame! Soy tu perra…

-       Yo: Muy bien zorrita

-       Eva: Me voy a correr.

-       Yo: Espera. Métete algo en el culito para que notes como te lo follo antes de correrte.

-       Eva: No se…

-       Yo: Venga putita! Lo estás desando…

Cogió el mango de su peine sexual, se recostó sobre el respaldo de la silla e introdujo la puntita dentro de su culo.

-       Eva: Ya está…

-       Yo: Que te has metido?

-       Eva: El mango de un peine

-       Yo: Estas cachonda?

-       Eva: Mucho!!!!!!

-       Yo: Ahora nos vamos a correr. Primero yo. Lo grabaré y te lo enviaré. Y luego tu. Quieres?

-       Eva: Si, pero rápido, no aguantaré mucho más.

-       Yo: Ves jugando de mientras con el peine y tu culito.

-       Eva: Mmm…

Me corrí encima de la mesa, y lo grabé, era una buena lecherada. Se lo envié por correo

-       Yo: Lo has recibido?

-       Eva: Si pues ábrelo y pajéate como una guarra hasta correrte.

Empezó a pajearse salvajemente. Se acariciaba el clítoris y movía el peine de adentro a fuera. Cuando se vino pego un grito que oí desde mi apartamento.

-       Yo: Te ha gustado gatita?

-       Eva: Si mucho

-       Yo: Te imaginas que te hubiera grabado de verdad ahora ;)

-       Eva: Que morbo!

-       Yo: A lo mejor eres una zorrita de verdad

-       Eva: Creo que si

Este fue el inicio de la reconquista virtual de Eva. Había descubierto su lado más sucio y oscuro, y le gustaba. Mantuvimos varios encuentros virtuales demostrándome que cada vez era más sumisa y más abierta de mente. Obviamente todos esos encuentros quedaron debidamente registrados. Pero había llegado el momento de subir un escalón. Reconquistarla en la vida real…

CONTINUARÁ