Auto exploración
De como una conversación con amigas y una clase, me generan unas ganas irrefrenables de probar lo nuevo.
Soy una chica normal, actualmente tengo 23 años, y esto paso hace algunos años atras, cuando recien empezaba a adentrarme en el mundo de la sexualidad y auto conocimiento.
Transcurría el año 2016, y apenas estaba empezaba a sentir curiosidad por mi cuerpo y sus sensaciones. Cada vez que me bañaba lo disfrutaba mucho, sentir el agua cayendo en mi cara, recorriendo mis pequeños pechos, mi abdomen, pubis, muslos, hasta los dedos de mis pies.
Era un día normal, desperté con una pequeña intuición de que algo sería diferente, pero no sabiendo bien que o por qué. Fui a desayunar como cada mañana de clases, “tostadas, avena y jugo”, y al terminar, me despedí de mi madre y padre, y junto con mi hermano, emprendimos camino a la escuela.
Durante el trayecto con él, no hablábamos mucho, solo cosas banales y nos reíamos de cosas que ocurrían durante el camino. Una vez llegamos, nos separamos y me fui con mis amigas, quienes esperaban para que ingresáramos todas juntas; así pasaron las horas, con algunas clases aburridas y otra más divertida. Ese día toco que tendríamos clase de sexualidad, fue la más interesante, ya que la profesora hablo de muchos temas, uno en particular sobre como auto explorarnos, mencionando que hacerlo era normal, que tanto a hombres como mujeres nos ayudaría a saber qué cosas nos gusta más y menos en nuestro cuerpo. Los chicos empezaron a reír y hacer bromas obscenas, algunas chicas seguían el juego, y otras como yo, estábamos con los ojos y sentidos muy pendientes de aprender.
Una vez la clase termino, los chicos seguían con sus bromas, y mi grupo de amigas, salimos rápido para platicar sobre lo que habíamos aprendido en esa clase. Días antes, con el grupo ya habíamos mencionado el tema de cómo podríamos tocarnos, éramos algo abiertas a mencionar temas sexuales sin pena.
Amanda, toco el tema, mencionando que era muy extraño cómo funcionaba el cuerpo humano, sobre todo el cuerpo de la mujer, que era extraño que solo a las mujeres le tuvieran que crecer los pechos; Clara, añadió que también era incomodo que crecieran, que molestaban al crecer y hacer deportes. Yo, solo escuchaba como hablaban, sentía mucha curiosidad, a mis amigas le habían crecido más los pechos que a mí, por lo que me sentía algo en desventaja al hablar de ese tema. Miriam me saco de mis pensamientos al preguntar si ya me había llegado el periodo, las tres me quedaron mirando y yo solo asentí con la cabeza, a partir de eso salió el tema de mojarse y tocarnos, nos estábamos volviendo sexualmente activas como había mencionado la profesora en clases; salieron temas de tener curiosidad sobre cómo sería hacer un trio, o como sería hacerlo con una chica, hasta que caímos en cómo sería tener sexo por primera vez. Amanda, que era la más atrevida del grupo, fue la que más se atrevió a hablar, y termino mencionando que ya se había mojado y hace unos días, se había atrevido a tocarse. Todas la quedamos mirando como si hubiera hecho un descubrimiento muy importante, y fue Miriam quien le pregunto, “¿Cómo lo hiciste?, ¿Que se siente?”, tomo aire y empezó a responder, “Pues buscan un lugar cómodo y privado, yo fui a mi habitación y me recosté en mi cama, y luego, solo se dejan llevar y comienzan a tocar por las partes que sienten que deben ser tocadas”, nosotras la mirábamos, pero en mí, nació un sentimiento de demasiada curiosidad, la clase y lo que mi amiga había dicho, era mucha información que necesitaba poner a prueba.
Termino la jornada escolar, me quede unos minutos hablando con mis amigas hasta que mi hermano me dijo que era hora de ir a casa, y nos fuimos, yo iba metida en la idea sobre auto explorarme, tenía demasiada curiosidad sobre que se sentiría, si sería igual que Miriam o pasaría otra cosa, me gana la idea de poner a prueba todo y saber por cuenta propia que se sentía.
Una vez en casa, las horas se hacían eternas, me había propuesto poner a prueba mis nuevos conocimientos, pero una vez estuvieran todos acostados y dormidos si era posible. Pase la tarde ordenando mis cosas, haciendo mis tareas del día, y tratando de sacar de mi cabeza la idea que tenía. Antes de cenar decidí darme un baño, necesitaba despejarme de esa idea que me empezaba a quemar, empezaba a estar ansiosa y sentía que mis padres y hermano podrían notarlo.
Me fui quitando la ropa para entrar en la ducha, y me detuve unos minutos frente al espejo, viéndome desnuda volví a mis pensamientos de auto explorarme, fui pasando mis manos desde mi cuello hasta mis piernas, y me seguía preguntando si aguantaría hasta la noche, o hacerlo en ese momento; entre al agua y me decidí por hacerlo en la noche, no quería que se viera nada nuevo o raro en mi comportamiento. El resto de la tarde/noche paso normal, mis padres y hermano no notaron nada extraño en mí.
Llego la hora de ir a dormir, cada quien se despidió de forma amable, y se retiró a su habitación, me recosté en mi cama tratando de dejar de lado mis ideas y pensamientos, coloqué música y así estuve hasta cerca de la media noche; me dormí por unos minutos, pero desperté de forma instintiva, mire la hora y me asome por la puerta, para ver si había alguna luz todavía; al ver que estaba todo apagado y no escuchaba ruido alguno, decidí comenzar, me metí bajo la cama, y lentamente fui metiendo mis manos bajo la ropa.
Comencé tocando mi abdomen, se sentía cálido, deje una mano allí, mientras la otra subía por entre medio de mis pechos hasta mi cuello, acariciaba mi cuello, pensando en cómo debía hacerlo; pase del cuello a sentir mis latidos, note como estaba aumentando por la emoción, la ansiedad, las ganas. Junté nuevamente mis manos en mi abdomen y fui bajando bajo el pantalón, instintivamente mis piernas se fueron separando y fui pasando mis manos sobre la tela que cubría mi pubis, y empecé a recorrer todo lo que era posible, abriendo mis dedos, sobando el pubis, las ingles, parte del muslo y un poco de los bordes de mi vulva, la cual empezaba a notar más caliente e hinchada. Luego de unos minutos, mis manos se deslizaron bajo la tela, empecé a sentir mi pubis cálido, nuevamente mis ingles y la zona externa de mi vulva calientes, moví mis dedos lentamente, y fui separando mis labios, igual de calientes e hinchados, y mientras mi respiración aumentaba, esta fue cambiando a pequeños y tenues gemidos; mientras iba de adelante hacia atrás con mis dedos, mis palmas masajeando parte del pubis y un poco del inicio de mi vulva. Luego de pocos minutos así, mi palma sintió un bulto que iba poniéndose más duro y grande, y decidí llevar un par de dedos a tocarlo; me hizo vibrar al hacerlo, y se sentía tan bien, que lo seguí haciendo, me fui moviendo un poco y mis gemidos empezaban a ser más notorios, pero con un leve recordatorio, evite que fueran muy fuertes, no pretendía despertar a nadie; seguí moviendo los dedos de adelante hacia atrás sobre el pequeño bulto, mi clítoris estaba siendo descubierto.
Me empezaba a agitar más, en mi cabeza estaba la idea de seguir haciéndolo y más rápido, porque me hacía sentir de maravilla, pero me detuve luego de algunos minutos; mis dedos se metieron entre medio de mis labios, y había sentido una humedad nueva, extraña para mí. Me detuvo en seco y me entraron los nervios, por lo que fui directo al baño, allí mire mis dedos y me quede viendo aquel liquido viscoso que había en mi vagina, olvide por completo lo que había salido de la conversación con mis amigas, y solo me preguntaba si era normal o algo malo aquello. Busque papel y me limpie lo mejor que pude, y una vez hecho, regrese a la cama, con un gusto bueno, porque había experimentado lo que tanto había esperando y pensado durante el día, pero algo amargo, por hecho de no saber si aquel liquido podía afectarme o era algo normal. Me recosté y al cabo de unos minutos terminé dormida.
Pasaron unos días desde que me había tocado un poco, y regresaban esas ganas de volver a hacerlo, con mis amigas no habíamos vuelto a tocar el tema, pero en mi cabeza y pensamientos, seguí la idea de volver a hacerlo, pero teniendo un mejor conocimiento en ello; pensé en buscar a la profesora de la clase de educación sexual y preguntarle sobre el líquido, pero después me gano la vergüenza y el miedo a que pudiera comentarle a mis padres sobre lo que preguntaba o lo que hacía, por lo que decidí que mejor me encargaba yo misma del tema. Termino la jornada de escuela por ese día, y seguía con la idea de averiguar y poder hacer bien lo que había comenzado, algo me hacía sentir que me faltaba solo saber si era normal o malo el líquido que había salido de mi vagina, para volver a intentarlo y quizás experimentar más cosas. Cuando llegamos a casa, mi hermano fue directo a su habitación, dijo que se sentía mal, y yo me fui al computador a hacer mis tareas de la escuela. Mientras terminaba lo último, vino a mi mente la idea de buscar sobre el líquido, por alguna razón, tenía una intuición que podría encontrar la respuesta que necesitaba, y así fue, luego de unos minutos buscando, abriendo páginas y leyendo en cada una, termine convencida de que lo que salía de mi vagina era fluido vaginal, lo cual era una reacción a la excitación que había tenido por estar tocándome en esa zona. Una vez resuelto eso decidí que probaría una vez más esa misma noche, haría lo mismo, esperar a que todos durmieran y así poder hacerlo de forma más tranquila.
Una vez más, pasada la media noche me acerque a la puerta, mire que estuvieran todos durmiendo y volví a mi cama, me acomode y esta vez me quite el pantalón, me quede solo con el calzón; empecé a repetir la secuencia que había hecho la otra vez, tocando mi abdomen, pero esta vez baje directamente, metí mis manos bajo el calzón, y comencé a acariciar mi pubis, al minuto, me moví más abajo y comencé a separar mis labios, a mover entre medio de ellos dos dedos, hundiéndolos más y más, mientras mi otra mano tocaba y masajeaba cada vez más intenso mi clítoris, que para entonces, ya estaba muy duro; estuve así durante varios minutos, volví a mojarme y mucho, pero esta vez estaba decidida a acabar, tendría mi primer orgasmo, así que seguí rápidamente tocando mi clítoris y moviendo mis dedos entre medio de mis labios, después de más de 5 minutos frenéticos, llego mi primer y gran orgasmo, sentía unas ganas enormes de gritar, pero solo pude gemir de forma ahogada, no quería despertar a nadie esa noche, mis piernas temblaban y se cerraron de forma mecánica, mis brazos se desplomaron sin fuerza, mientras sentía como mi respiración pasaba de una maratón a un estado normal.
A los minutos de sentirme en el cielo, volví a mi cama, sentí mis calzones mojadismos y una sensación que me era indescriptible, me sentía plena; me levanté mirando si la cama estaba igual de mojada o manchada, pero para mi suerte no había nada, todo estaba entre mis piernas y el calzón. Fui al baño, me vi al espejo con un rostro que mostraba felicidad y relajo, lo había logrado, y era mejor de lo que había pensado y escuchado de mi amiga. Me cambie el calzón y lo deje en la ropa sucia, sabiendo que era yo quien haría el lavado de mi ropa al otro día, regrese a la cama y a los minutos, ya estaba en completo relajo, mi cuerpo era pesado, y me sentía llena de goce por haber logrado mi primer orgasmo, y termine dormida placidamente.