Ausencias
Entre lo que pasaría, entre un sueño con imaginación.
Ausencias
Miraba por enésima vez la línea titilante en aquel documento en blanco, ojeando cada poco ante aquella esquina inferior derecha donde se suponía ella debía aparecer.
Hace días que no sabía de ella y su mente no sabía en qué más pensar para dejar de hacerlo en ella. Su cuerpo estaba cansado, su mente agotada, sus manos temblorosas y sus ojos llorosos.
No sabía porqué se había marchado, no sabía a dónde ni cómo ni con quien; sólo sabía que se sentía sola y no tenía por donde comenzar.
Una letra y sus ojos se desviaron otra vez a aquella esquina, una lágrima se acumuló en su ojo, queriendo salir desesperadamente. No conseguía entender nada, incluso lo que la rodeaba.
Una sonrisa efímera dibujaba su rostro, cuando intentaba demostrarse a sí misma que estaba bien, cuando los demás hacían un chiste bobo y ella se reía por compromiso. No quería verse tan mal como en realidad se sentía.
Pasaban las horas y de aquel documento no había más que un renglón que eliminaría en cualquier momento, no la convencía, no sabia que hacer. Repasó una vez más la lista de contactos que tenía, tal vez ella se habría conectado sin que ella se percatase, tal vez no fue suficiente el volumen o que sus ojos recorriesen esa esquina por enésima vez.
Se fue quedando dormida en el escritorio, pensando mil y una ideas de su ausencia, imaginando situaciones, sintiéndose tan deprimida como no lo sentía hace meses.
Unos brazos la rodearon, llevándola suavemente a la cama, abrazándola por la espalda y acariciando suavemente su cabello. Poco a poco, ambas personas, se quedaron dormidas entre las cobijas, en una habitación que faltaba poco para que fuese un desastre.
La chica se despertó de golpe, recordando aquel trabajo que la esperaba en Word y que tenía que entregar al día siguiente, cuando sintió el calor de alguien a su costado. Giró lentamente, descubriendo a la chica causante de todos sus pensamientos a un lado.
Una lágrima, que ahora no se preocupó por cubrir, se deslizó por su mejilla seguida de un par más. Lágrimas silenciosas que caían en las sábanas.
La otra se despertó, descubriendo a alguien llorosa, a quien abrazó en un santiamén y que terminó acariciando su cabello mientras la atraía más a sí.
-Perdóname por dejarte- fue lo único que alcanzó a decir antes de besar suavemente los labios de su acompañante.
Awuelita/Dynx
[Que nadie te entienda no significa
que no seas un artista]
@awuedynx
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