Aurora y alrededores
"Aurora y alrededores" así es como nos definíamos bromeando cuando estábamos planeando nuestro primer trío. He enfocado el relato desde el punto de vista de las emociones y las sensaciones al descubrir una nueva dimensión del sexo a tres. Este relato esta especialmente dedicado a los nostálgicos... de su primera vez. Al recibir su mensaje lo tomé con reservas, no por ellos, si no por los fiascos anteriores... Primeras palabras muy correctas, sobrias, sentí buenas vibraciones. Pronto descubrimos que compartíamos afición por la montaña, muy bien. Seguro que os suena... dudas, miedos a lo desconocido y por otra parte morbosa atracción. Quedamos antes para conocernos, sentirnos cómodos y crear el clima adecuado. Planteamos "El gran día..." como una excursión, habíamos reservado un bungalow en un camping de la sierra. Después de un paseo decidimos probar suerte... Tomamos unas copas de vino, brindamos... y el ambiente se fue caldeando... Juanjo decidió mirarnos, quería ver a Aurora desde un prisma distinto del habitual y sentir todas esas sensaciones a veces contradictorias. Hizo fotos, se masturbó mirándonos y cuando sintió que era el momento se unió a nosotros muy excitado. Nos desnudamos por completo jugando a las prendas, lo cierto es que todos queríamos perder para quitarnos algo Juanjo dijo que tenia que ir al baño, nos miramos Aurora y yo y supimos que quería dejarnos solos, sin dudarlo empezamos a besarnos, acariciarnos, al principio más comedidos hasta que deslicé mi mano hasta su coño, estaba muy húmedo, acaricie su clítoris mientras ella gemía tímidamente, metí el dedo hasta dentro y se estremeció de placer, yo tenía la polla muy dura, como una piedra, Aurora empezó a pajearme, ufff no quería correrme estaba muy excitado, hice un gesto para que acercase sus labios y empezó a hacerme una felación de forma muy suave, notaba su lengua en el frenillo y eso me estremecía de placer, nos tumbamos y empezamos ha hacer el 69 era genial dar y recibir placer al mismo tiempo tenía el coño empapado, me corría flujo por la cara ahora quería follarla a tope, sin complejos y se lo hice saber accedió encantada y se ofreció a ponerme el preservativo, que momento tan excitante, sentir sus dedos deslizando el condón se puso encima y empezó a cabalgarme como una loca en ese momento Juanjo, que nos había estado observando decidió unirse a nosotros, tenía una tremenda erección, estaba desbocado y se la metió hasta la garganta, se la comía con fruición hasta que se derramó en su boca, el semen se deslizaba por sus pechos Cambiamos de postura, Aurora se puso a cuatro patas, yo la penetraba profundamente y ella seguía comiéndosela (muy dura todavía) a Juanjo que estaba exhausto, me iba a correr, no podía más rápidamente salí de su húmedo coño, me quité el condón y pajeaándome me derramé en su hermoso culo Exhaustos los tres nos tumbamos en la cama haciendo la cucharita con Aurora en medio, os parecerá una chorrada pro fue un momento super cuqui... Compartimos momentos muy bonitos, llenos de complicidad, excitantes y morbosos, dignos de recordar, esos nervios, las miradas cómplices... Parecía un sueño... Os aseguro que merece la pena esperar, dejar que "macere" y luego degustarlo sin prisa, sin prensiones... dejar que todo fluya, los manjares hay que paladearlos...
"Aurora y alrededores" así es como nos definíamos bromeando cuando estábamos planeando nuestro primer trío.
He enfocado el relato desde el punto de vista de las emociones y las sensaciones al descubrir una nueva dimensión del sexo a tres.
Este relato esta especialmente dedicado a los nostálgicos... de su primera vez.
Al recibir su mensaje lo tomé con reservas, no por ellos, si no por los fiascos anteriores...
Primeras palabras muy correctas, sobrias, sentí buenas vibraciones.
Pronto descubrimos que compartíamos afición por la montaña, muy bien.
Seguro que os suena... dudas, miedos a lo desconocido y por otra parte morbosa atracción.
Quedamos antes para conocernos, sentirnos cómodos y crear el clima adecuado.
Planteamos "El gran día..." como una excursión, habíamos reservado un bungalow en un camping de la sierra.
Después de un paseo decidimos probar suerte...
Tomamos unas copas de vino, brindamos... y el ambiente se fue caldeando...
Juanjo decidió mirarnos, quería ver a Aurora desde un prisma distinto del habitual y sentir todas esas sensaciones a veces contradictorias.
Hizo fotos, se masturbó mirándonos y cuando sintió que era el momento se unió a nosotros muy excitado.
Nos desnudamos por completo jugando a las prendas, lo cierto es que todos queríamos perder para quitarnos algo…
Juanjo dijo que tenia que ir al baño, nos miramos Aurora y yo y supimos que quería dejarnos solos, sin dudarlo empezamos a besarnos, acariciarnos, al principio más comedidos hasta que deslicé mi mano hasta su coño, estaba muy húmedo, acaricie su clítoris mientras ella gemía tímidamente, metí el dedo hasta dentro y se estremeció de placer, yo tenía la polla muy dura, como una piedra, Aurora empezó a pajearme, ufff… no quería correrme estaba muy excitado, hice un gesto para que acercase sus labios y empezó a hacerme una felación de forma muy suave, notaba su lengua en el frenillo y eso me estremecía de placer, nos tumbamos y empezamos ha hacer el 69… era genial dar y recibir placer al mismo tiempo… tenía el coño empapado, me corría flujo por la cara… ahora quería follarla a tope, sin complejos y se lo hice saber… accedió encantada y se ofreció a ponerme el preservativo, que momento tan excitante, sentir sus dedos deslizando el condón… se puso encima y empezó a cabalgarme como una loca… en ese momento Juanjo, que nos había estado observando decidió unirse a nosotros, tenía una tremenda erección, estaba desbocado y se la metió hasta la garganta, se la comía con fruición hasta que se derramó en su boca, el semen se deslizaba por sus pechos…
Cambiamos de postura, Aurora se puso a cuatro patas, yo la penetraba profundamente y ella seguía comiéndosela (muy dura todavía) a Juanjo que estaba exhausto, me iba a correr, no podía más… rápidamente salí de su húmedo coño, me quité el condón y pajeaándome me derramé en su hermoso culo…
Exhaustos los tres nos tumbamos en la cama haciendo “la cucharita” con Aurora en medio, os parecerá una chorrada… pro fue un momento super cuqui...
Compartimos momentos muy bonitos, llenos de complicidad, excitantes y morbosos, dignos de recordar, esos nervios, las miradas cómplices...
Parecía un sueño...
Os aseguro que merece la pena esperar, dejar que "macere" y luego degustarlo sin prisa, sin prensiones... dejar que todo fluya, los manjares hay que paladearlos...