Aun sigo enamorada de ti (4)

Lo malo que trajo Rita tiene consecuencias, ahora hay cambio de planes

El día había llegado Rita llego a la ciudad, Luisa e Isela eran las encargadas de darle el tour pero Luisa no tenía mucho tiempo así que Isela se lo daría. Con forme iban transcurriendo los idas Luisa notaba algo rara a Isela, comenzaba a sospechar que las dos le estaban jugando chueco. Esto comenzaba a ser un infierno para Luisa como su propia prima se iba a meter con su novia, sin embargo aún le costaba trabajo creer. Un día Luisa salió a la tienda y cuando regreso se dio cuenta de que Rita e Isela estaban muy juntas, rápido Luisa agarro y jalo a Rita, comenzaron a discutir y finalmente la corrió de su casa. Sin más palabras volteo a  ver a Isela y pensó en que podría haber pasado para que Isela se fijara en alguien como Rita, que tenía una reputación bastante mala, ya no había nada que hacer la intención se tuvo y Luisa tenía en mente una venganza en contra de las dos, sin embargo al analizar bien la situación no podía aún seguía queriendo a Isela pero su corazón estaba muy lastimado y más porque ella jamás pensó en hacerla algo así o jugarle con la misma moneda.

Luisa – ¿Por qué lo hiciste?

Isela – No fue mi intención, además nunca paso nada entre nosotras

Luisa – No es justo, le seguiste el juego, no respetaste la relación. ¡Jamás me hablaste de las intenciones de mi prima, tú ya lo sabias!

Isela – Sabia que te enojarías por eso no te dije nada, perdóname.

Luisa - ¿Sabías que me enojaría? Es la cosa más estúpida que he escuchado, dejaste pasar la situación, dejaste que mi prima se burlara en mi propia cara. ¡Te odio!

Isela- Por favor perdóname no quise que esto pasara

Luisa al darse cuenta de la cruel realidad se volvió una persona exageradamente celosa no soporto que jugaran con ella de esa manera, así que su actitud con Isela cambio aún más. Estaba tan desilusionada de saber que en la persona que más confiaba y quería le haya dado una puñalada por la espalda, que prefiere a su lado a una persona sin escrúpulos que juega con la gente y se duerme con quien se le pega en gana, le dio tristeza en saber que ella que le había sido tan fiel y que no pensaría en jugar de esa manera pero las cosas habían cambiado, su dolor era demasiado para olvidar.

Al paso de los meses su relación se iba deteriorando más y más, cada vez existían más gritos, peleas e incluso hasta golpes leves pero a fin de cuentas cuentan como tal ya no había mucho que hacer por la relación. Hasta que un día Isela en vez de hablarle con la verdad a Luisa fingió aun quererla, aunque hablaba mal de ella a sus espaldas con sus amigos, eso duro poco ya que Luisa se dio cuenta de sus engaños.

Por sorpresa un día Luisa recibió un mensaje por Facebook,  Nayle una niña que le gustaba desde que ella tenía 15 años, ahora ya era toda una señorita de 21.

Nayle: Ya duérmete

Luisa: Que milagro recibir un mensaje tuyo, ¿Cómo estás?

Nayle: Bien y tú, yo siempre ando por aquí en Facebook pero tú nunca me hablas

Luisa: Me tengo que ir buenas noches.

Esa noche Luisa recordó lo hermoso que era pensar en ese amor platónico. Todo comenzó aquella vez que las dos se conocieron en unas clases de baile, Luisa era una chava muy alocada, nada tímida y la más buena onda de la clase, pero Nayle era la más callada.

Un día Luisa tuvo un sueño muy extraño, en ese sueño estaba en su clase normal de baile y sin pensarlo Nayle se había acercado a darle un beso sin motivo ni razón. Sorprendida ella rápidamente se despertó y pensando en lo que había soñado. Pues fue ese sueño el que hizo que Luisa comenzara a sentir algo por Nayle.

Después de tantos problemas entre Luisa e Isela las cosas comenzaron a cambiar ya no existía interés ni de una ni de otra. Luisa al ver los mensajes de Nayle, volvió a sentir esas mariposas en el estómago puesto que ella jamás la olvido. Al día siguiente se siguieron mensajeando pero esta vez Luisa tenía en mente sacarle la verdad a Nayle, quería saber si las dos sentían lo mismo, así que la invito a tomar un café.

Luisa: Hola buenas noches ¿Qué haces?

Nayle: Hola, nada aquí haciendo un poco de tarea y tú?

Luisa: No hago mucho, oye este fin regreso a mi casa y quería ver si aceptas un café

Nayle: Claro con mucho gusto, solo dime en donde y a qué hora

Luisa: Que te parece si te veo el viernes a las 6 en Starbucks

Nayle: Me parece perfecto ahí te veo aunque llueva.

Por fin llego el día esperado, después de varios años sin salir juntas se volverían a encontrar. Luisa procuro llegar 20 minutos antes del encuentro se encontraba sumamente nerviosa, por fin Nayle había aceptado salir con ella, era su oportunidad de descubrir si existía algo más que amistad. Unos minutos más tarde Luisa ve llegar a Nayle, estaba pensando en las palabras perfectas pero de tanto nervio no podía. Al quedar frente a frente Nayle no dudo en abrazar fuertemente a Luisa y le dio un beso en la mejilla, lento y sensual.

Luisa: Pensé que no ibas a llegar

Nayle: Claro que pensé en no venir, pero no porque no quisiera verte sino por nervios.

Luisa: ¿Nervios? Me estás diciendo que sientes nervios al verme

Nayle: Mejor tomemos el café y platiquemos ¿Si?

Luisa: Claro

Al pedir el café se sentaron en unas bancas de afuera de Starbucks y comenzaron una larga platica, la cual las dos la habían esperado por años.

Luisa: Cuéntame de ti, que quiero saberlo todo

Nayle: Estoy estudiando, sigo soltera y la verdad extrañaba poder verte, aunque debo confesarte que me pones nerviosa y no sé porque.

Luisa: Que bien que sigas estudiando, y creo que eso de que te da nervios hablarme ya me había dado cuenta desde las clases de baile

Nayle: Que pena, creo que es la primera vez que puedo sostenerte la mirada y platicar contigo.

Nayle se acercó despacio y se recargo en el hombro de Luisa mostrándole un cariño que anhelaba darle desde hace mucho.

Luisa: Yo también te confieso que te extrañaba y que te quiero mucho, perdón tenía que decirlo, desde que dejaste la escuela de baile mi vida cambio no encontraba la manera de poder acercarme a ti.

Nayle: No te creo, haber dime tú tienes novio

Luisa: Novio así tal cual no, andaba con una chica pero creo que eso ya termino desde que me engaño y la verdad no quiero hablar de lo sucedido, me siento realmente feliz de poder verte y eso es lo que me importa.

Nayle: Que mal que te hayan hecho eso, la verdad es muy feo, no lo he vivido por que con el chico que anduve solo dure una semana y lo deje, no me sentía a gusto prefería tenerlo como amigo.

Luisa: Huy que mal por el chico, cualquiera daría lo que fuera por andar contigo. Por cierto te invite a la ciudad que me mude por que no vas, te puedes quedar en mi cuarto claro te dejaría la cama y yo me quedo en el piso.

Nayle: Si claro, te dije que ya lo tenía contemplado y si claro que me quedo en la cama y tú en el piso, pero ¿Y si tengo miedo por la noche?

Luisa: Te dejo la luz prendida y estiro mi mano para que la sientas

Nayle: Y si mejor te quedas conmigo en la cama

En ese momento el corazón de Luisa palpito tan rápido que no supo que decir en el momento por fin Nayle había dicho las palabras clave, estaba segura de que si sentía lo mismo por ella, pero aún faltaba comprobarlo así que siguió con la plática.

Luisa: Oye pero a mí me gusta abrazar no importa

Nayle: No, no importa tú me abrazas si quieres

Luisa: Pero y si accidentalmente te beso

Nayle: Pues accidentalmente te lo regreso

Esas eran las palabras que querían escuchar una de la otra por fin después de tantos y tantos años las dos se dieron cuenta que si se querían de otra manera. Por suerte esto ayudo para que Luisa no sintiera el alejamiento de Isela ya que no iba a ver vuelta de hoja entre ellas y menos por que el amor platónico de Luisa ya le dio esperanzas de tener algo más, así que se dedicó en preparar la ida de Nayle a la ciudad a la cual se había mudado, pensando en algo romántico, único y especial ya que moría por estar en sus brazos hacerla suya y quitarse esas ganas de besarla.


Algo muy bueno pasara cuando Nayle visite a Luisa, no se lo pierdan....