Aun sigo enamorada de ti (1)

Todas las tardes que se veían Luisa y Nayle era el mismo juego, en el que se tomaban de la mano sin que nadie las viera, se abrazaban y se acariciaban de una manera muy peculiar en la que Luisa sabía bien lo que quería Nayle.

Lo curioso de esto es que ellas solo iban a esas clases de baile los meses de Febrero, Marzo y Abril después de eso ellas se perdían el rastro. Así pasaron 4 años con lo mismo esas miradas que decían más de mil palabras, los abrazos, todo aquel jugueteo a escondidas de los demás se volvía candente y cada vez más intenso porqué ni una ni otra aguantaban las ganas de pasar al siguiente nivel, pero a Luisa le daba pena decirle a Nayle lo que sentía por ella, tenía miedo que fuera un mal entendido y la fuera a rechazar.

Hubo un año en el que Nayle no regreso a las clases de baile pero su hermana Natalia si, cuando Luisa se dio cuenta se puso muy triste y corrió a preguntarle a su hermana:

Luisa: Hola Natalia, porque no ha venido tu hermana a clases

Natalia : Hola, es que ya no puede venir por las tareas que le dejan en su escuela, pero ella pasara por mi saliendo de clases

Luisa: Ósea que ¿Solo la veré un momento?

Natalia: Si, solo en lo que nos vamos a casa

Luisa: Me puedes hacer el favor de cuando llegue por ti le dices que me busque para saludarla

Natalia: Claro que si con mucho gusto y no te pongas triste que ella también lo está créeme

Esa tarde Nayle busco a Luisa para saludarla, cuando la vio se puso muy nerviosa y comenzó a tartamudear, no podía controlar tanta emoción por verla, quería correr a abrazarla, pero no ella no podía demostrarle a Luisa esos sentimientos también por miedo al que dirán y que tal si también era un mal entendido. Las dos pensaban absolutamente lo mismo pero nadie dijo nada nunca. En ese momento la primera que se animó a hablar fue Luisa:

Luisa: Hola, pero que milagro verte por estos rumbos de seguro vienes a verme

Nayle: No, vine por mi hermana pero buenos si almejor a saludarte

Luisa: Cuando vienes con más tiempo para platicar

Nayle: Si quieres mañana que salgo más temprano de la escuela, así podemos platicar un poquito ya que te extraño.

Luisa se quedó completamente sorprendida que su respuesta no fuera negativa sino lo contrario Nayle se mostró más accesible al darle el sí para que se vieran y platicaran un poco.

Como les dije esto es solo el primer capitulo corto de esta historia de amor que aun no tiene fin...esto es basado en casos de la vida real