Aún preguntas cosas que ya sabes...

Quise olvidarte, o creo que quise, y lo intenté, o pensé que lo intentaba, pero creo que me equivocaba. Tu sonrisa me sigue y tu aroma no me deja alejarme de ti. Una sombra que me persigue sin descanso, no consigo alejarla. Corro. Me encierro y consigues penetrar en mi jaula. Al instante te desvaneces, solo un recuerdo, eso es, me acecha. Siento tus caricias, te busco, pero no te encuentro, mi mente me engaña. Juegas a esconderte, pero parece que nunca termino de contar para poder encontrarte. Te escucho y no te veo. Desaparecer, huir, se me da bien. No enfrentar la realidad, ese es mi sino. Me rodeo de nada. Trato de no respirar porque duele demasiado, no funciona, sigue doliendo. No sé cómo hacer para que desaparezca.

Se podría decir que era...cómo expresarlo...¿único? ¿especial? Es posible, tanto como lo pueda ser la rosa que sobrevive a un incendio, subjetivo, supongo, depende de los ojos que miren.

¿Quererte? Te amé, te amo, y aún sería expresarlo de una manera pobre. ¿Arriesgué? Puede ser, ¿gané? Definitivamente, pero nadie me dijo que después de haber ganado se podía perder.

Y tú, ¿me olvidaste?