Aún no tenía idea de lo que me esperaba 1
Yo no soy así. Pensé. ¿Por qué me gusta tanto que me ordene de esa forma? Esa tarde me había masturbado pensando en que Fernando me trataba agresivo
Lo que estoy a punto de contarles, me sucedió hace unos meses y se los iré relatando a manera de historia. Hago esto por que no tengo a alguien de confianza a quién pueda contarle esto y por que es lo mejor que me ha pasado en la vida y realmente me urge platicarlo, aunque sea así. Para mí, todo esto sigue pasando y si llega el punto en que mis relatos alcancen mis vivencias, les comenzaré a contar mis fantasías.
Yo, no soy el tipo de muchacha que sale muy seguido, soy más de quedarme en casa a leer.
Me describiré un poco para empezar: Me llamo Natalia, mido 1.52, me considero chaparra, de cabello negro, soy muy pálida, en cuanto al cuerpo, muchos hombres han intentado algo conmigo y no es raro que se me queden viendo en la calle, pero la mayoría de los hombres se aburre de intentarlo por que nunca nadie me ha interesado en realidad. Hasta hace un par de meses.
Estudio arquitectura, soy nueva en el instituto ya que me tuve que mudar por el divorcio de mis padres.
Llegando, sin conocer a nadie, no hablaba con muchas personas, pero conocí a un chico, dos semestres mayor que yo, se llamaba Fernando, era alto, se notaba que iba al gimnasio, era tan agresivo, como inteligente, los maestros lo odiaban.
Cada viernes salía de clases temprano a beber con sus amigos de su salón.
Cada viernes yo me iba temprano por que moría por poder verlo, al menos pasar.
Hubo una vez que salí al pasillo y no lo vi, estaba muy preocupada por que pensé que tal vez había salido después y ya no lo iba a volver a ver sino hasta el lunes, entonces me apresuré a buscarlo con la mirada, en los demás pasillos, en los salones que pasaba, pero nada. Hasta que me di por vencida y una voz se oye a mi espalda diciendo
"¿Buscas a alguien?"
Yo no sabía qué decir, no sabía que el se daba cuenta que lo miraba, aunque lo hacía muy seguido, siempre trataba de ser precavida para que no se diera cuenta. Me quedé ahí unos segundos paralizada, no sabía si moverme o reír o correr.
"¿Buscabas ver a alguien?" Repitió más fuerte e imponente.
"Bueno...yo no estaba particularmente buscando a alguien..."
"Mientes" Me interrumpió "Cada que te veo tratas de disimular volteando a otro lado y cada viernes nos sigues hasta el estacionamiento, ahora dime, ¿Es a mí a quién ves?"
Ya no podía decir nada, estaba atrapada, sólo asentí
"¿Te gusto?"
Asentí de nuevo sin pensarlo y después me di cuenta lo que acababa de afirmar, pero antes de poder decir algo me da una hoja doblada y dijo
"Hoy a las 7:00 en mi casa, trae ropa interior que combine"
Me la dio, se dio la vuelta y se fue
Me quedé ahí unos minutos sin moverme, estaba demasiado mojada, nadie me había hablando de esa forma, aunque él no me habló, me ordenó, y se sintió muy bien.
Fui a mi casa no aguantaba más, entré rápido y sin saludar a nadie, subí a mi cuarto, me encerré y me masturbé como loca, estaba tan excitada, tan mojada, lo imaginaba a él teniendo relaciones conmigo y tratándome de una forma muy agresiva. Lo imaginé a él en mi cuarto, desvistiéndose para mí y yo masturbándome viéndolo. Podía imaginar ese abdomen perfecto y sus brazos. Estaba tan mojada que me metía dos dedos sin problema. él se subía a mí cama y se acercaba, nos besábamos muy fuerte y compartíamos lengua. Comenzaba a tocarme mis senos y los mordía muy fuerte, a mí me dolía, pero era más mi excitación que mi dolor. Con mi mano buscaba su pene y comenzaba a masturbarlo. él seguía mi ejemplo y llevaba su mano a mi sexo y comenzaba a tocarme por afuera, poco a poco se animaba más hasta que me estaba metiendo tres dedos en mí. En ese momento yo me estaba masturbando con tres dedos y aún así, sentía que no era suficiente, estaba demasiado excitada, de una forma que nunca lo había estado. Me acerqué a su pene y me lo metí a la boca, sabía como un elixir, tuve un orgasmo apenas imaginarlo. Comenzaba a meter y sacarlo de mi boca, jugaba con mi lengua y lo hacía lo mejor que pudiera para poder complacerlo. Después de unos minutos de chupárselo, me estaba masturbando y ya no podría más.
"Ya, por favor, cógeme" Le pedía entre gemidos. Él acercaba su pene y me comenzaba a penetrar, entró demasiado fácil de lo mojada que estaba. Fernando comenzó con un mete saca increíble, parecía que duraría horas, no se cansaba, yo estaba exhausta, necesitaba más. Agarró mis manos y las pusó arriba de mi cabeza, me estaba agarrando muy fuerte, incluso si hubiera querido zafarme, no habría podido, pero realmente tenía tanto placer, que estaría a su merced todo el día. Terminé más veces de las que pude contar, me tenía tan excitada por su forma de ser, por su físico, por su forma de tratarme.
Moría por ir, pero moría de pena y de miedo ¿Íbamos a estar solos o iban a estar sus amigos? ¿Por qué me dijo que llevara ropa interior que combinara? ¿Si voy aceptaré de una forma no verbal tener relaciones?
Algo es seguro, si no iba, me iba a arrepentir por el resto de mi vida, tenía que ir
Me bañé, me arreglé, escogí mi mejor ropa interior y me vestí muy bien para la cita de esa noche. Nada demasiado atrevido, leggings negros pegados, una blusa muy bonita blanca y tacones negros. Mi ropa interior era azul con puntos blancos, me gustaba mucho, la usaba cuando sabía que iba a tener sexo y esa noche estaba segura de que Fernando me cogería.
Llegué a la dirección, puntual, muerta de miedo, toqué a la puerta y me quedé esperando ahí.
¿No era la dirección? Pensé. Revisé de nuevo el papel, revisé la calle, el número, pero todo era correcto. Ya eran las 7:15. Estuve tocando varias veces y a las 7:32 me rendí y me dispuse a irme muy decepcionada y avergonzada.
Caminando, dándole la espalda a la casa, escucho que se abre la puerta.
"Si te digo que vengas a mi casa a una hora y no te abro, debes esperar hasta que se me de la gana abrirte"
Me quedé inmóvil, ya no estaba avergonzada, estaba mojada y realmente excitada.
"Lo siento, no quería ofenderte, pensé que no había nadie" me disculpe muy apenada. Este tipo que acababa de conocer me dejó media hora esperando afuera de su casa simplemente por que quiso y no me pidió ni una disculpa. Era yo la que se disculpaba.
Yo no soy así. Pensé. ¿Por qué me gusta tanto que me ordene de esa forma? Esa tarde me había masturbado pensando en que Fernando me trataba agresivo. Bueno, aún no tenía idea de lo que me esperaba.
Espero les haya gustado y sus comentarios. Cualquier cosa, mi correo es:
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