Aún no me lo creo (10)

Y sigo con las experiencias fantasticas con tantas chicas para mi solo...

Nos dimos una ducha antes de salir, durante la cuál no pronunciamos palabra alguna. Mientras me secaba rompió el silencio: -"No te enfades conmigo Arny". -"Olga, sabes que no me enfado nunca. Pero hay cosas que me molestan mucho. Somos familia, y esos vínculos hay que respetarlos". -"Vamos…, no seas así. No tenemos ningún vínculo de sangre". -"Aunque eso sirviese como excusa, estás casada". -"Por eso mismo". -"¿Cómo?" -"Si hombre, tu tío apenas me toca. Y tienes que entender que una mujer de mi edad está en el mejor momento para disfrutar de su sexualidad". -"Y yo que culpa tengo de eso". -"No eres el culpable, pero puedes ser la solución". -"Ni hablar, esto no puede repetirse". -"Bueno, ya hablaremos de esto". -"Ya hablaremos…" -"Entre nosotros…, no digas ni una palabra a nadie más". -"¿Te crees que mi hermana no se lo imagina?" -"No". -"Yo te aseguro que sí". -"No. No se lo imagina porque lo sabe, antes de bajar le he pedido su opinión". -"Te aseguro que ya no entiendo a las mujeres ni lo más mínimo. Estáis todas locas". -"Bueno, bueno. Según como se nos mires. Es tan fácil como pensar que todo el mundo quiere algo y utiliza los medios que cree oportunos para conseguirlos". -"Puede, ya no se que creer". -"Es igual, no le des más vueltas. Ahora me llevaré a Judith a casa y os dejaremos a lo vuestro, que ya lo debéis estar deseando". -"Si queréis podéis quedaros a comer". -"Arnau, a mi edad una ya ha aprendido a darse cuenta cuando molesta". -"No molestáis". -"Bueno, da igual. Ahora nos iremos". -"Como quieras. Vamos a fuera". Cuando salimos las chicas estaban poniendo la mesa para comer. Supuse que mi hermana estaría cocinando algo porque era la única que no corría arriba y abajo con platos y vasos, lo cual no era muy bueno para nuestra salud, pero no iba a quejarme encima que no hacía ni el huevo. -"Judith, vístete que nos vamos". -"Nooo, ¿Por qué no nos quedamos a comer?". -"No te pongas caprichosa". -"Joo.." -"Va. Bueno chicas, nosotras nos vamos". -"¿Seguro que no os queréis quedar?"-preguntó Cristina. -"Sí". -"Va, Olga, no te hagas de rogar. Seguro que nos reiremos". -"No sé". -"Además, hablando sinceramente, queríamos que te fueses para poder seguir con lo nuestro, pero ahora que tu también te lo has tirado ya nos da igual, juega con nosotras". -"Pobrecito, lo vamos a secar"-dijo mi tía provocando las risas de todas. -"¿Y yo qué?"-preguntó Judith entristecida. -"A ti ya te haremos algo especial…"-le susurró Bárbara al oído. -"Bueno, que Arnau decida, si él quiere nos quedaremos". -"Sí mujer, quedaros". No sé si tomé la decisión correcta. Lo más seguro es que les tenía que haber pedido que se fueran, pero eso me hubiese convertido a mí en el malo de la película y no estaba dispuesto. Además, debo reconocer que esa fue la comida más amena de toda la semana, reímos mucho y aunque la conversación era algo subida de tono la llevamos con más naturalidad de la esperada. Incluso ya no me incomodaba nuestra desnudez y lo aceptaba como una circunstancia cualquiera. -"Bueno, lo mínimo que puedo hacer es recoger todo esto. Vosotros ir a la piscina" –dijo Olga cuando habíamos terminado de comer. -"No mujer, entre todos lo acabaremos en seguida". -"Como queráis". Lo cierto es que en menos de cinco minutos estaba todo recogido. Suerte que la previsora de mi hermana había hecho un buen acopio de platos y vasos de plástico que no daban más faena que abrir el cubo de la basura. Nos metimos en el agua en seguida y Bárbara empezó a hablar de algo con relativa seriedad: -"Hay alguien por aquí al que le debemos algún favorcillo…" – dijo Bárbara, haciendo una pausa y continuó - "la pobrecita Judith no sabe lo que es un orgasmo" – continuó haciendo que mi prima se sonrojase –"hemos escuchado la conversación de antes, perdona, somos algo cotillas". -"¿Mamá?" -"Tranquila Judith, deja que Bárbara hable". -"¿Qué te parece si las tres amigas de tu prima te hacen un regalito?" -"¿Qué regalo?" -"Tu primer orgasmo". -"Yo no soy lesbiana". -"Nosotras tampoco"-dijo acariciándole un pecho y besándole el cuello –"pero a menudo las circunstancias nos hacen hacer cosas…,¿quieres o no?" -"No sé…,¿Mamá?" -"Tu misma. Yo no me lo pensaría. Mira que tres chicas más guapas. Son amigas y lo hacen por tí". -"Me da no sé que…" -"Vamos a hacer una cosa, acércate". Bárbara besó apasionadamente a Judith unos segundos mientras, creo, que le acariciaba el pubis debajo del agua. -"No hagas nada, no digas nada. Sólo sal del agua, túmbate en la toalla, cierra los ojos y espera a que las cosas sucedan, si quieres, imagínate que es Arnau el que te lo hace"- hizo una pausa hasta ver como Judith salía del agua y continuó –"Eva, Cristina, ¿Qué me decís? ¿Le damos a la pobre chica su regalo?". -"Claro, me muero de ganas de probar su conejito. Hagámosla disfrutar como nunca"- contestó Cristina. Salieron del agua las cuatro y se sentaron cerca de Judith. Empezaron a acariciarla muy dulcemente. Supongo que la chica se sentía en el séptimo cielo con seis manos acariciandola por todos lados, hasta el último rincón de su piel. Cuando Cristina se apoderó de su conchita la voz de mi hermana me distrajo. Estaba acariciando una teta de mi tía Olga. -"Bueno tía, ellas están muy entretenidas y Arnau no quiere saber nada de nosotras, ¿que te parecería tirarte a tu sobrinita?" -"No sé si sabré. Jamás he estado con una mujer". -"Tu déjate llevar. Mira, ves como te acaricio, simplemente haz lo mismo". Me quedé atónito mirando como las cinco mujeres se entretenían las unas con las otras pero debo reconocer que ver a mi hermana y mi tía magreándose de esa forma me estaba destrozando los principios. -"Laura, ¿puedo pedirte una cosa?" -"Claro, dime" -"Jamás le he comido el conejito a nadie". -"Y te apetece comerme el mío…"- esperó a que asintiera y dio un saltito para subirse al borde de la piscina –"pues toma. Pero esmérate, simplemente tienes que hacérmelo como te gusta que te lo hagan a ti". No pude más. Ver a mi tía es esas labores me hizo acercar por detrás y acariciarle las tetas. -"Bienvenido. Empezaba a pensar que no vendrías" Estaba restregándole la polla por detrás cuando ella lo entendió: -"Arnau, ten mucho cuidado, nunca me han dado por ahí". -"Iré poco a poco". Y eso hice. Fui muy despacio y masturbándola de mientras para aliviarla un poco. Supongo que le costaba acostumbrarse a la mezcla de dolor y placer porque dejó de lamer el coño de mi hermana y se limitaba a acariciarlo. -"Bueno Arnau, ¿Quién nos iba a decir hace una semana que nos tiraríamos a nuestra tía Olga a medias? Je je, si mamá se enterase. Reímos un rato por lo curioso de la situación, pero continuamos a lo nuestro. No tardé demasiado en correrme y ellas también lo dejaron entonces. -"Mi hija debe estar disfrutando de lo lindo, desde aquí se la oye respirar. ¿Cómo va eso Bárbara? – gritó desde la piscina. -"¡Estupendo! Que gozada…" Mi primita se había olvidado de su papel pasivo y le estaba lamiendo el coño a Bárbara mientras Eva se lo comía a ella. -"No olvidaremos este día Laura, gracias". -"De nada. Y ya sabes que cuando necesites una amante me tienes aquí". -"Lo mismo te digo, tu tía te estará esperando". -"Bueno, bueno" – interrumpí - "ya basta". -"Tu también Arnau, desde hoy eres mi sobrino favorito". -"También quiero que seas mi hermano favorito…" -"¿También te lo quieres tirar tu Laura?" -"Joder y tanto. ¿No ves como está?. Él también quiere, pero no se atreve...". -"Vamos Laura, ¡cállate!" -"Yo me callo, pero algún día me vas a echar un polvo…"

No contesté a eso, no pude. Cristina nos interrumpió tirándose al agua con nosotros. -"Tu hija es una máquina. Ha tenido dos o tres orgasmos y sigue con esas dos, se las va a comer". -"Debe venir de familia"-dije haciéndolas reir. -"Pues sí, yo misma me pasaría la vida con algo entre las piernas"-contestó mi hermana provocando más risas. Las otras tres tardaron aún media hora en echarse al agua y cuando lo hicieron, lo hicieron con una sonrisa que bien podría haberles sacado la mandíbula de sitio. -"¿Qué tal Judith?"-le pregunté. -"¡Muy bien! ¡Ha sido estupendo!" - contestó dándome un beso en los labios - "lo que no sé es cuanto tardaré en meterme una de éstas"-acabó cogiéndome la polla. -"Todo llegará hija. Deja a Arnau tranquilo un rato, que lo vamos a matar". -"¿Otra vez?" - la increpó Eva - "Tú no has venido a tomar el sol, tu has venido a robárnoslo"-dijo riendo. -"Aquí la que no corre vuela"-se defendió. -"Yo soy la siguiente"-dijo Cristina. -"¿Y yo qué?"-preguntó Nuria. -"No te quejes, que tú ya llevas lo tuyo"-interrumpió Bárbara. -"Pero quiero más" - dijo Nuria abrazándome con las piernas y besándome - "siempre quiero más de Arnau". -"Suéltalo" - dijo mi hermana - "Ya veremos como saldamos esto". -"No sé si mi hermana se merece esta joya" – dijo Nuria besándome. -"¿Está saliendo con tu hermana?"-preguntó mi tía. -"No sé, algo raro, el domingo tienen que hablarlo". -"Joder con mi sobrinito". -"Eso es lo que quiero yo, joder con él" - dijo mi hermana para provocar, otra vez, que riesen todas menos yo. Continuamos en aquella, ya normal, situación de desnudez un rato hasta que el hambre acudió a nuestras mentes. Tanto desgaste justificaba una ingestión desmesurada de alimentos y no estábamos para regímenes estúpidos, por lo que la idea de una buena merienda no necesitó ser sometida a votación. Mentiría si dijese que merendamos, puesto que no lo recuerdo. Sólo sé que cuando terminé me ausenté un momento para consolar cierta fuerza interna en el lavabo, para encontrar a mi regreso un nuevo montón de sonrisas maliciosas dispuestas a algún juego, que supongo, me convertía no en partícipe, sino víctima.... F I N