Aún no me lo creo (05)

Tras el jacuzzi con las chicas, trato de relajarme un poco en mi habitación, pero otra sorpresa me estaba esperando...

Abrí la puerta y me encontré a Sonia sentada en mi cama. Se había vestido. Llevaba unos tejanos y una camiseta de algodón blanca con algún estampado estúpido sin mucho sentido. La miré y me di cuenta que parecía una niña, con el cabello suelto, sin nada de maquillaje y completamente vestida cambiaba. Parecía una mosquita muerta y en vez de ponerme más tierno solo consiguió que me pusiese a la defensiva. -"¿Qué haces aquí?" -"Perdona, ¿te molesta?" -"La verdad es que no". -"¿Podemos hablar?" -"¿Y qué estamos haciendo?". -"Me refiero a hablar sin ponernos bordes ni gallitos". -"Sinceramente, no me apetece, creo que la conversación acabará mal". -"No seas cobarde". -"No soy cobarde. No quiero que acabemos mal". -"¿Y por qué vamos a acabar mal? Somos amigos, ¿no?" -"Por eso mismo". -"¿Qué quieres?" -"¿Qué quieres tu? Yo en principio nada. Me conformaba con la amistad que teníamos hasta el domingo pero te has propuesto volverme loco". -"No es eso. Intento…, no sé como decirlo…, tenerte". -"No te das cuenta que no siento nada por ti. Perdona que sea tan duro, pero es que es cierto. Nos conocemos desde pequeños y te quiero muchísimo, pero no me veo como tu pareja". -"¿Por qué no? Nos llevamos muy bien, nos entretenemos con la mismas cosas, reímos mucho juntos…" -"Eso es amistad, ¿no crees?" -"No me tomes por tonta. Tienes unas ganas de echarme un polvo que no te aguantas. Eso no se hace con amigos". -"Je je, supongo que tienes razón". -"Je je. ¿Y que vamos a hacer?" -"No lo sé. La verdad es que no lo se. No quiero que acabemos peleados por esto". -"Pues dime exactamente que quieres". -"Dimelo tú. Eres tú quien me está buscando". -"No sé, quiero que me llames, que me des un beso cuando me veas. Quiero Salir a pasear cogidos de la mano…" -"Vamos, quieres que seamos novios como Dios manda". -"Pues sí, ¿que hay de malo en eso?". -"Supongo que nada. Me parece bonito incluso a mí y si quieras que te sea sincero te diré que algunas de las cosas que has dicho también las quiero yo. No estaría mal salir a pasear los domingos, o ir al cine, o tener alguien siempre esperando tu presencia…y eres la persona adecuada para eso". -"Entonces, ¿Dónde está el problema?" -"Que nos tomaríamos la relación de distinta forma, y acabaríamos peleados y perdiendo la amistad". -"¿Qué quieres decir?" -"No te lo tomes mal, pero sé que me acabarías agobiando y anulando por completo mi vida privada. Me absorberías y no tengo edad para eso". -"O sea, que quieres estar conmigo y no das el paso porque piensas que te voy a apartar de tus amigos y tus juergas, joder, de vaya elemento me he ido a enamorar". -"¿Ves lo que te decía?, escucha lo que acabas de decir". -"Yo no he dicho nada". -"¿Cómo que no? Te acabo de oír. Yo no puedo decir que sienta lo mismo. Me parece injusto. -"Bueno, me parece bien. No te lo puedo reprochar. Pero tengo claro que te gusto mucho, no estarás enamorado pero sé que te gusto". -"Sí, no lo he negado". -"Pues bien, decide si quieres correr el riesgo. Yo soy quien puede perder más y estoy dispuesta". -"¿Y se supone que debo decidirlo ahora?". -"No hombre no. Que te parece si quedamos el domingo y me cuentas que has decidido". -"Me parece bien". -"De acuerdo. ¿Te puedo pedir un favor?" -"Claro". -"Aunque no seamos novios, ¿podrías no volver a jugar con mi hermana? Cuando la he visto masturbarte se me han revuelto las tripas. No te lo voy a negar, me he muerto de envidia, tanto que casi rompo a llorar ahí mismo". -"Está hecho. Sé que he sido muy cruel y me sabe muy mal".

Me dio un besito muy corto en los labios (y no me voy a poner a mentir ahora, me gustó mucho) y salió de la habitación. Los cambios de táctica de guerra de esa muchacha acabarían por volverme loco, tan pronto se ponía juguetona como cariñosa. Creo que jamás llegaré a entender a las mujeres. No tardé mucho en salir tras ella. No es que la persiguiera, pero estaba muerto de hambre y supuse que se quedarían a comer las dos hermanas puesto que mis padres no estaban. Aunque era la más joven de los cuatro, Sonia era con mucho la que cocinaba mejor. Quizás por eso, o porqué los demás éramos unos comodones, cada vez que estábamos los cuatro solos cocinaba ella. Incluso a menudo se volvía posesiva e intratable y no nos dejaba ayudar, se encerraba y no había manera de saber que se iba a comer ese día. Pero como por norma estaba para chuparse los dedos nosotros la dejábamos hacer. Incluso debo reconocer que me gustaba ver como se ponía caprichosa en hacer las cosas a su manera y ella solita como si fuese toda una madre de familia. En cuanto a las otras dos, bueno, eran más vagas que yo, por lo que siempre la dejaban hacer. Como mucho se ofrecían a poner la mesa, aunque eso era casi siempre, trabajo del menda. Mi hermana, Nuria y yo estábamos entablando una especie de competición en ruidos de estómago mientras mirábamos la tele. Sonia llevaba mucho rato encerrada en la cocina. Demasiado para nuestros pobres y jóvenes estómagos que no iban a resistir mucho más cuando una voz liberadora nos llamó a la mesa. Nos sentamos a la mesa y nos sorprendió con una magnífica bandeja de lasaña. A todos nos gustaba, pero a mi me volvía loco. Sonia se la curraba de arriba abajo, desde la bechamel a la carne. Era una especialista. -"Tete, a alguien le han preparado su plato preferido…" Ni siquiera la contesté. Simplemente miré a Sonia y la sonreí. Supongo que no debía tener esa complicidad con ella en la situación en la que nos encontrábamos, pero se lo merecía. Se que puso mucho amor en esa lasaña y lo menos que pude decir fue: -"Deliciosa" -"Gracias" Por un momento todos nos deshicimos en halagos pero lo importante estaba en la mesa y el mejor cumplido que se le puede hacer a un cocinero es dejarle ver como devoras su comida con ansiedad. Y vamos si lo vio. Ella a penas probó bocado. Todos sabíamos que la lasaña no era su comida predilecta, pero a los demás nos encantaba y nos miró satisfecha como devorábamos todo lo que nos había cocinado. Después de comer mi hermana y Nuria corrieron a bañarse en la piscina, por lo que me vi obligado a recoger la cocina. Hubiese sido un insulto permitir que lo hiciese ella, pero de todos modos me ayudó, como si yo no fuera capaz de hacerlo solito. Lo peor fue que mientras recogíamos la cocina los roces y las risas estuvieron presentes en todo momento, dándome la impresión en algún momento que ella ya actuaba como si fuésemos una pareja consolidada, y no lo éramos, maldita sea. Me gusta tomar mis propias decisiones. La tarde pasó sin más con las dos brujas bañándose y Sonia y yo a ratos mirando la tele, a ratos hablando, o simplemente sin hacer nada. Hubo un momento en que tuve que ausentarme. Estábamos Sonia y yo solos mirando la tele y recibí una llamada. Era Anna que me echaba de menos y por motivos obvios tuve que ir a mi habitación a hablar No se que pensaría Sonia. -"Si". -"Hola rey". -"Ahh, eres tú…". -"¡Que efusivo!" -"Ahá" -"Estaba siendo irónica" -"Ahá, no ahora no". -"¿Que coño dices?" -"Bueno, como tú quieras". -"Ahh, vale. No puedes hablar. ¿Es eso?" -"Has dado en el clavo". -"¿Estás con tus padres?" -"No". -"¿No estarás con la niñata esa?" -"Pues sí" -"Joder. Pero si ella no te da lo que te doy yo". -"Ya puedo hablar, estoy en mi cuarto. Y ya lo sé, pero es muy buena chica". -"Pierdes el tiempo. Ven a pasar la noche a casa". -"No puedo. Mis padres sospecharán algo si falto dos noches seguidas". -"Claro, como ya vas bien servido…". -"No es eso mujer…" -"No que va…, todos los hombres sois iguales". -"Que no" -"María me ha contado lo sucedido". -"Mierda". -"No pasa nada. Yo me lo he montado con ella varias veces". -"¿No decías que no habías engañado nunca a tu marido?" -"Bueno, no con otro hombre". -"Que pillina…" -"Pues sí. Bueno, entonces, ¿te apetece venir mañana por la mañana?. No tengo nada que hacer…". -"La verdad es que sí me apetece". -"Pues tú mismo, ven cuando quieras. Nos lo pasaremos bien" -"De eso estoy seguro". -"Y si llegas antes de las once nos podremos tirar a María los dos a la vez". -"No jodas, ¿querrá?" -"Por supuesto, a esa le va todo". Hablar con ella por teléfono me puso cachondísimo, y aún no habíamos acabado de hablar cuando iba a salir de mi habitación y me encontré a Sonia escuchando. Como acto reflejo dije adiós y colgué asustado: -"¿Quien era?"- parecía realmente enfadada. Yo balbuceé un momento hasta que pensé que podía hacerme el disgustado con ella y pasar el arrepentimiento a su bando: -"¿Qué hacías escuchando?" -"No me cambies de tema" -"Si aún no estamos saliendo y ya te comportas así no quiero saber que me harás si algún día salimos"-reconozco que me pasé con el contraataque. -"Vale, vale. Perdona por favor"-dijo poniendo cara de auténtica tristeza-"A sido un ataque de celos muy feo. Perdóname por favor, no me lo tengas en cuenta". Aún y viéndola destrozada y arrepentida tuve el estomago de seguir machacándola: -"Eso no se hace. No quiero saber nada de quien no es capaz de respetar mi intimidad" -"Perdóname por favor. Ha sido un impulso estúpido. No volverá a pasar"- estaba casi llorando. -"No me espíes más". -"No lo haré. Lo prometo. Pero sigue pensando en lo nuestro". Se hizo el silencio por un breve espacio de tiempo y tubo que preguntar o reventaba: -"¿Tienes un lío con alguien?" -"No te importa. Que yo sepa tu no eres ni mi novia ni nada que se le parezca"- creo que fui demasiado duro. Faltó realmente poco para que llorara y se sintió realmente acorralada. -"Está bien. Quiero que sepas que quiero hacerlo realmente bien. Supongo que debes tener algún lío. ¿Y sabes que te digo? Que no me importa. Si antes del domingo lo terminas y decides estar conmigo y serme fiel estaré contenta. Pero deberás prometerme ser fiel". -"El domingo ya hablaremos". -"Bueno, tengo bastante fe en eso". -¿Tema zanjado? -"Sí". Esa tarde no nos volvimos a dirigir la palabra hasta que se fueron y se despidió de mí. Me pilló por sorpresa y me dio un beso. No osé despreciarlo y la acogí en mis brazos, pero me dijo algo que se me clavó en el alma: -"Mañana, en la cama con ella piensa en mi". Y sin decir nada más se montó en el coche de su hermana y se fueron. Mi hermana lo escuchó todo, así que supuse que me esperaba un buen interrogatorio. Pero no estaba dispuesto a tragármelo en aquel momento. Por algún motivo que desconozco mi hermana se tragó la curiosidad, al menos por el momento y no me persiguió hasta mi habitación. Siempre se había comportado como una cotilla asquerosa y ese día, que tenía motivos, no lo fue. Supongo que eso, y la difícil situación en la que me encontraba provocaron en mí unas terribles ganas de hablar con ella, de conocer la opinión de una mujer de todo el follón en el que me había metido. Llamé a su puerta delicadamente y simplemente dijo: -"Nunca te ha detenido esa puerta. Pasa" Al entrar en su habitación me la encontré tumbada sobre la cama con una camiseta blanca muy larga que le llegaba hasta las rodillas y con los tobillos cruzados. Estaba leyendo una de esas estúpidas revistas de adolescentes y ni siquiera me miró cuando entré. No sabía por donde empezar, y me resultaba más difícil aún porque ni siquiera me miraba. Por suerte el silencio acabó molestándola a ella también y empezó a hablar: -"Bueno tete, ¿me vas a decir lo que sea que quieras decirme? -"Es que no sé por dónde empezar". -"Entonces me pondré cotilla. Si respondes a mis preguntas estarás hablando, y seguro que acierto el tema". -"Bueno, ¿Qué quieres saber?" -"¿Quién es ella? -"¿Quién es quien?" -"La tía que se te folla sin que nos lo cuentes. Has roto el pacto". -"No te lo puedo decir, por eso no he explicado nada de cómo fue". -"Je, je. Ya me imagino quien es". -"No creo". -"Vamos que no. Tu te estás cepillando a Anna". -"Coño Laura. No digas nada o me matan". -"Tranquilo. Pero tienes que saber que es peligroso jugar con mujeres casadas". -"Lo sé. Tranquila". -"¿Y como fue?" -"Uhffff. Genial. Te lo aseguro". -"Cuenta, cuenta". -"No me resulta agradable contar esto". -"No te hagas el estrecho". -"Lo cierto es que la primera vez no fue nada del otro mundo. Fue en casa, en mi cuarto de baño…" -"Joder, que par de huevos tienes…, en casa" -"Sí, pero ya te digo que la primera vez fue muy normalita". -"¿Me estás diciendo que te la has tirado varias veces?" -"Sí, ayer estuvimos toda la tarde haciendo faena". -"Je, je. Pobre Sonia, le va a costar competir con eso". -"Eso es lo que me preocupa, no sé que hacer con ella". -"Bueno, hablémoslo. Siéntate".

Cogí una silla cubierta de ropa y me senté al lado de la cama. Ella se incorporó y dobló las rodillas, por lo que se le subió la camiseta dejando al aire parte de su pocholo. Yo la miré poniendo cara rara y ella me increpó: -"No te vas a acostumbrar nunca a verme así. No pasa nada hermanito. Mira, si quieres me abro de piernas"- dijo esto dejando caer las piernas a los lados de la cama y empezó a jugar con sus pelitos. -"Me resulta muy difícil hablar en esta situación". -"Te pones cachondo, ¿eh?" -"Pues sí, joder. Y no está bien". Le sorprendió mi sinceridad y se cubrió para seguir hablando: -"¿Qué problema tienes con Sonia?" -"Pues lo que te he dicho. No sé que hacer con ella". -"Salir". -"Es que no sé si quiero". -"¿Porqué no vas a querer? Está muy buena, es guapa, es simpática y te lo pasas muy bien con ella" -"Ya, pero es una mujer". -"Sí ves eso si lo tiene"-dijo irónicamente-"no sé que esperabas". -"¡No es eso coño!. Lo que ya me huelo que se tomará la relación muy en serio, me agobiará, nos enfadaremos, lo dejaremos y se acabará la amistad". -"Pues deja claro que tipo de relación quieres antes de empezar". -"Ya. Y al principio irá bien. Pero luego irá apoderándose de mi vida privada poco a poco y al final me intentará absorber". -"Me molesta que tengas razón. Creo que eso va ser exactamente lo que va a pasar". -"¿Entonces que hago? Le digo que no". -"¿Qué quieres decir con eso?" -"Que si le digo que no quiero salir con ella". -"¿Se te ha declarado?" -"Sí, más o menos". -"Que tierno…, pobrecita. Como le digas que no te mato". -"Pero si tú me acabas de decir que…" -"Nada. Piensa en lo importante. A ti te gusta, quieres estar con ella y por supuesto que te la quieres tirar, y creo que eso no va a suceder si no dices abiertamente que eres su novio". -"Esa es otra. ¿Te imaginas a nuestros padres con los suyos celebrando que somos novios? Diciéndonos que vayamos con cuidado, mamá con la cara de tonta mirándome llena de felicidad, joder, vaya numerito". -"Je je, tienes razón. Pero pobre chica. Seguro que te quiere mucho". -"Ya". -"Bueno, pues mi consejo es que salgas con ella. Sería diferente que no te gustase, pero se ve que te trae loquito. No seas cobarde. Y no me pongas esa cara". -"La cara no es por ti. Hay algo debajo de toda esta ropa que se me está clavando en la pierna". -"Pues sácalo" Lo cogí y era una enorme polla rosa de plástico. -"¿Qué es esto? Laurita, Laurita…" -"Dame. Es mío, tu también te masturbas". -"No te lo doy. ¿Qué es eso de que yo también me masturbo?" -"Te he visto". -"Joder, ¿me espías?" -"Claro, tienes una buena tranca". -"Coño Laura, eso no se hace". -"Bueno ya. Tampoco se cogen las cosas de los demás". -"Anda ten guarra. No me vuelvas a espiar" -"Bueno, no te enfades" -"No me enfado. Sabes que nunca me enfado, pero no debes hacer esas cosas". -"¿Quieres ver como lo hago yo? -"¿El qué?" -"Masturbarme". -"Coño Laura, para ya". -"No seas estrecho"- y diciendo esto empezó a pasearse la polla rosa por la entrada de su chochito. -"Joder… que hermana tengo. Me voy". -"Vale, pero antes mira como entra enterita". -"Oye, ¿no te das cuenta que esto no está bien?" -"No, no vamos a follar juntos. Solo miras como me masturbo" -"No está bien". -"Vale, lo que tú digas. A mi me parece bien y sé que a ti te gusta". -"No me gusta". -"¿Ah no?, ponte de pie". -"¿Para qué?" -"Ponte de pie hombre"-no sabía para qué, pero le hice caso. -"Ya está" -"Je, je. Dices que no te gusta y te van a reventar los pantalones". Me senté de golpe. -"Eso no significa que esté bien". -"Ya lo sé. Pero me apetece masturbarme mientras tú también lo haces. Así no te tendré que espiar". -"No sé". -"Venga. Mastúrbate mirándome, me pondrás a cien"-dijo mientras se quitaba la camiseta y se quedaba completamente desnuda. -"Está bien, pero pobre de ti que intentes algo más". Me bajé los pantalones y los calzoncillos y empecé a masturbarme mirándola fijamente, aprendiéndome su cuerpo de memoria. -"Es que tienes una tranca…, me la comería". -"Coño Laura, para ya". -"Vale, vale. No digo nada" Estuvimos un buen rato así y cuando vio que yo estaba a punto de acabar me dijo: -"¿Me la das?" -"¿Qué?" -"Tu leche"-dijo cogiéndome la polla con una mano, masturbándome hasta que me corrí y toda mi leche cayó sobre su otra mano. La verdad es que me cogió de sorpresa, pero he de admitir que me encantó.

-"¡Te he dicho que ni me tocases!" - la increpé mientras se llevaba a la boca su mano sucia y la limpiaba a lametazos. -"Ha sido un impulso. Perdona". -"Mira, vamos a tener que cortar esto de raíz. Nada más de jueguecitos sexuales". Me levanté y me subí los pantalones y me iba a ir cabreado cuando mi hermana me salió con otra de las suyas: -"Bueno, supongo que no querrás venir". -"¿Ir a dónde?" -"A los tres días nudistas". -"¿Qué coño es eso?" -"Papá y mamá se van de viaje mañana hasta el sábado, ¿no?" -"Sí". -"Pues vamos a hacer los tres días nudistas. Nuria, yo y cinco amigas nuestras. Ibas a ser el único hombre invitado…" -"¿Y Sonia?" -"Sonia se va con sus padres y los nuestros de viaje. Le hacía ilusión, supongo que por eso te dio tiempo hasta el domingo, como no iba a estar antes le daba igual que lo decidieses". -"Y tus amigas…,¿Qué tal están?" -"Je je. Pillín. Ya te vienen ganas, ¿eh?" -"Pues sí. De algunas tengo fotos, pero no te las voy enseñar. Prefiero ver tu cara de sorpresa". -"Ya empezamos. Bueno, no quiero suplicar". -"Eso sí, a las once estate despierto para cuando lleguen". -"Vale"-hice una breve pausa y continué-"No puedo". -"¿Cómo que no puedes?" -"He quedado. Intentaré llegar temprano, pero no será seguro antes de las once" -"¿Con quien has quedado?" -"¿Con quien va a ser?" -"¿Con Anna otra vez?" -"Sí". -"Pues te voy a dar un consejo. No dejes que se complique la cosa. Mañana ve si quieres, pero dile que se ha acabado. Puede acabar siendo un marrón" -"Iba a dejarlo de todos modos si salía con Sonia. Pero me sabe mal, es muy buena mujer". -"¡Que dices! ¿Con esa pinta de zorra que tiene?" -"¡No, que va!, es muy agradable, muy simpática y muy buena mujer. No es tan frívola como parece". -"Ojalá todos los hombres fueran como tú…" -"¿Qué quieres decir?" -"Que normalmente dejáis verdes a las mujeres que ya os habéis tirado". -"Como iba a hacer eso. Es una bellísima persona". -"Ya, ¿y que tal folla?" -"Si yo te contara…" -"Eso es lo que quiero, detalles" -"No te los voy a dar. Me voy a mirar la tele". -"Y cena bien. Que mañana gastarás muchas energías"