Atrapados por la nieve

Durante la filomena paso algo extraño que os cuento en es relato

ATRAPADOS POR LA NIEVE

Aquella tarde/Noche había caído una nevada bestial en las noticias no paraban de verse coches parados en las carreteras y se anunciaba que estaba todo bloqueados incluso los servicios de emergencia. Yo Estaba  preparando la cena en mi casa, una  de mis favoritas, hamburguesa con patatas y viviendo solo es algo que preparo muy a menudo.

A eso de 22:00 sonó mi teléfono móvil, una melodía muy conocida en aquella época. Cuando mire la pantalla me sorprendió ver que se trataba de mi hermana Eva.

-          ¡Hola Eva!, ¿Qué tal estas?

-          ¡Lo cierto es que me he quedado atrapada! Mi coche es incapaz de avanzar por la nieve.

-          ¿Dónde estás? – pregunte preocupado.

-          En la autopista A-151 a la altura muy cerca de donde vives tú.

-          Espérame ahí no te muevas voy a buscarte.

Me abrigue bien  cogí un bastón y Salí de la casa.

Después de media hora caminando bajo la nieve y con el viento de cara llegue a la carretera me sorprendió ver que muchos otros coches se habían quedado parados bajo la nieve.

Me costó encontrar el coche dado que se encontraba cubierto de nieve. “Eva estaba dentro bastante asustada creo que nunca se había visto en algo así”.

La puerta estaba congelada me costó abrirla tuve que hacer mucha fuerza, finalmente y con ayuda de Eva desde el interior conseguí abrir la puerta.

-          ¡Ya era hora! – espeto Eva saliendo del vehículo.

Tardamos poco más de media hora en llegar a mi casa, completamente calados y muertos de frio.

Nada más entrar comenzamos a quitarnos la ropa tirando la al suelo quedándonos ambos en ropa interior.

-           ¡Que calorcito más bueno que hace aquí! – dijo Eva tapándose mínimamente con las manos.

En aquel momento me di cuenta de una cosa, algo en lo que nunca me había fijado antes. Eva tenía uno de los cuerpos más bonitos que yo había visto en mi vida, me había quedado obnubilado mirándola.

-          ¿Me estas escuchando? – ¡Me pregunto chasqueando los dedos frente a mi cara!

-          ¡Perdón!  ¿Qué me decías?

-           ¿Puedo ponerme algo?

-          Creo que hay algo de ropa de mi novia en mi armario.

Eva se dio la vuelta y se fue hacia la habitación, mientras se alejaba de mi  los ojos se me fueron hacia su zona posterior, al culo para ser más claro.

Tenía uno de los culos más bonitos de los que había visto en mi vida, metido en aquellas preciosas bragas color naranja, casi daban ganas de darle un mordisco.

Me había provocado una leve erección cosa que me avergonzaba un poco dado que no era muy normal que pasaran estas cosas con una hermana.

Al cabo de un rato yo ya me había puesto un pijama, y había puesto algo de cena para los dos frente al televisor que trasmitía una película antigua que nos gustaba a ambos.

En cuanto yo ya había empezado a ver la peli y me había deslizado algún trozo de comida en la boca. Oí pequeño pasitos acercándose, Eva se había puesto una camisa blanca y unos calzoncillos bóxer de colores que eran míos.

-          ¡Vaya estas guapísima!


Eva sonrió y dio una vuelta sobre si misma mostrándose como una modelo. Yo golpee el sofá con la palma de la mano dicando que se sentara junto a mí.

-          Esta Película me encanta. – Dijo mientras se sentaba.

-          Lo sé.

Estuvimos viendo la película y cenando completamente en silencio, de pronto me vi girando la cabeza mirando la cara de Eva y un pensamiento recorrió mi cabeza. “Nunca me había figado. Eva se ha convertido en una mujer guapísima”.

Giro su cabeza y sonrió incómodamente.

-          ¿Qué miras?

-          Nada, Nada. – Dije antes de volver mi atención a la película.

Eva también fijo su intención en la televisión aunque note como seguía riéndose como si le chirriara algo.

Al por el rabillo del ojo pude darme cuenta que en esta ocasión era ella quien me estaba mirando y yo mosqueado le devolví la mirada incómodo.

-          ¿Por qué me miras? – Pregunte extrañado.

-          ¡Es extraño!

-          ¿El qué?

-          ¡Mejor no preguntes, por favor!

-          De acuerdo.


Al acabar la película, ambos habíamos acabado de cenar  yo comencé a recoger la mesa cuando.

-          Deja que ya lo hago yo. – Expreso Eva.

-          ¡No! – ¡Le dije! – Tú eres mi invitada.

Aun así Eva, intento recoger los platos, .Me puse de pie intentado evitar que Eva recogiera los platos. Pise algo de la cena que se había caído al suelo, resbale agarrando lo único que tenía a mano dando un espaldarazo en el suelo. Los botones de la camisa salieron disparados por todo el salón.

Fue solo por unos breves segundos que pude disfrutar de la imagen de aquellas maravillosas tetas de una forma y firmeza maravillosas. justo antes de que Eva se tapara.

Mientras con una mano se sujetaba la camisa con el otro intento ayudarme para que me levantara. Solo que ella también resbalo.  Cayendo sobre mi acabando sus tetas sobre mis manos.

Eva se puso completamente colorada y se levantó rápidamente cruzando los brazos sobre el pecho. Yo me quede abstraído un rato mirando a Eva con el corazón a cien.

-          ¡Perdona Eva!

Eva suspiro un segundo y dijo:

-          No te preocupes ha sido sin querer.

Cuando me iba a levantar oí a Eva decir.

-          Madre mía.

Eva tenía los ojos como platos mientras me miraba se dio media vuelta avergonzada. Me había empalmado y se me marcaba bajo los pantalones.

-          ¡Vaya! – Dije extrañado – ¡ha sido un accidente!

-          Menudo accidente. – Dijo girándose sobre sí misma.

-          ¡Joder! Es normal ¿no?

-          En parte si pero…

-          ¿pero qué? – Pregunte.

-          ¡Perdón,  nunca me había dado cuenta del tamaño de tu bueno… ¡ya sabes!!

-          Normalita ¿no? – Dije levantándome.

-          Si, si muy normalita dijo riéndose.

Me baje los pantalones dejando que viera, la miro con cara de estupor asintiendo seriamente con la cabeza.

Eva se abrió la camisa y se cogió ambas tetas con las manos mostrándomelas.

-          Esto se está poniendo muy raro. – Dijo Eva.

-          Un poco le conteste yo.

Yo o dejaba de mirar a Eva de arriba abajo mordiéndome los labios.

-          Llegados a este puto… -- dijo Eva. – Podríamos…

-          ¿Qué? – pregunte sospechando.

-          Ya sabes, echar un polvo.

Nunca en mi vida me podía haber imaginado una escena como esta ni me había imaginado haciendo esto con Eva.

Nos desnudamos completamente y empezamos a besarnos en los labios.  La cogí entre mis brazos y me la lleve al dormitorio.

Nos tumbamos en la cama y Eva me puso lentamente el culo sobre la cara le recorrí el rápidamente el clítoris con la lengua mientras ella se tragaba mi rabo regalándome momentos de placer inimaginable.

Eva se sentó sobre mí  y comenzó a cabalgarme moviendo sus caderas rítmicamente mientras yo le ayudaba con las manos sujetando sus nalgas.

Luego Eva se tumbó sobre la cama con las piernas abiertas y yo me coloque entre sus muslos penetrando el coño húmedo y cálido de Eva.

Después de culear sobre ella un buen rato me corrí dentro de ella.

-          Lo siento Eva, me he corrido dentro.

CONTINUARA SI GUSTA