Atrapados en la nieve ii

Continuamos

ATRAPADOS EN LA NIEVE II

Abrí los ojos después de quedarme traspuesto unos minutos, por apenas unos segundos pude disfrutar del precios culo de Eva justo antes de ponerse mis bóxer.

Se dio la vuelta percatándose de que me había despertado mostrándome sus perfectamente torneados pechos. Se puso de rodillas al pie de la cama a mi lado.

-          No me puedo creer lo que acabamos de hacer.

-          Yo tampoco – Le dije acariciándole la mejilla.

Se recostó sobre mí aplastando sus tetas contra mí, a la vez que mis brazos la estrechaba contra mí.

Sus labios comenzaron a deslizarse sobre los míos besándome. En mi mente resonaba la canción sabor de amor mientras de danza invisible mientras nos morreábamos.

-          ¡Me pones muy caliente!. – Dijo parando un instante.

-          ¡Creo que necesito metértela otra vez!

-          ¡Estoy muy tentada!

Un ruido incesante comenzó a sonar desde el salón. Eran mi teléfono móvil que nos sacó a ambos del estado de excitación por un momento.

Me levante de la cama dejado a Eva tumbada sobre ella  dirigiéndome al salón. En el cual cogí el teléfono.

Se trataba de Carlos el novio de Eva estaba completamente preocupado porque no le cogía el teléfono. Con las prisas se ve que nos lo habíamos dejado en el coche. Facilite el teléfono a Eva dejándola a sola en el dormitorio para que pudiera hablar tranquilamente.

Abrumado por la interrupción me senté en el sofá con una erección de caballo ya que no me podía quitar de la cabeza lo que acabábamos de hacer.

Eva era una mujer muy guapa y desnuda mejoraba mucho y a mi pese a ser quien era me ponía muy cachondo.

Al cabo de un rato apareció Eva sentándose a mi lado en el sofá.

-          Estaba preocupado, y tenía mucho que decir.

-          ¡Joder con Carlos! Nos ha cortado el royo.

Eva se quitó mi bóxer mostrando su preciosa vulva entrada a su delicioso y cálido y húmedo coño.

Se sentó sobre mis piernas metiéndose mi polla erecta y me dijo:

-          Venga vamos, no tenemos nada mejor que hacer.

Movía el culo muy hábilmente, cabalgando sobre mientras sus tetas bailaban a la muy cerca de mi cara.

-          ¡Joder Eva! ¡Qué bien follas!

-          Tengo mucha practica – Me dijo guiñándome un ojo.

La tumbe sobre el sofá metiéndome sus tetas en la boca besándolas, chupándolas, lamiéndolas e incluso mordiéndoselas cariñosamente.

-          ¿no querías metérmelas? ¡Vamos! – Dijo Eva ansiosa.

La penetre lentamente notando que se había mojado todavía más que antes y hasta parecía estar más caliente.

-          Tienes una buena polla.  – espeto Eva cálida y suavemente.

A cada envestida Eva gemía con más ganas, y cuanto más la oía más ganas tenía yo de dale y me ponía más cachondo.

-          Déjame que te la chupe. – Me dijo Eva incorporándose.

Sentado en el sofá Eva se metió en la boca mi polla caliente, repleta de sus propios jugos vaginales.

Eva era capaz de hacerme sentir tanto placer que no era capaz de contenerme y pronto me dieron ganas de correrme, descargando dentro de su preciosa boquita.

Continuo chupándomela produciéndome una mezcla de dolor y placer al mismo tiempo finalmente me miro y se tragó todo lo que tenía en la boca.

-          ¡Me estas sorprendiendo mucho! – Le dije placenteramente.

-          ¿Por qué?  – pregunto risueña.

-          Jamás había follado como he follado contigo.

-          ¡Lo sé!

Se sentó a mi vera agitándome el rabo mientras se recostaba la cabeza sobre mi hombro. Mientras me daba brillo al sable poco a poco este  volvía a despertar después del experto contoneo de Eva.

-          ¡Mira ¿Qué te parece?! – dijo al verla empalmada otra vez.

-          Vamos a la cama – Le dije levantándome.