Atrapados en la nevada, dos puntos de vista
Dos personas desconocidas que se encuentran en un hotel una noche de nevada en Madrid, ella tenia un propósito y la climatología se lo puso en bandeja.
Atrapados en la nevada, dos puntos de vista
(*-) Era el día 8 de Enero de este año (2021) y hacia bastante frio, la televisión había dicho por activa y por pasiva que no se saliese a la calle porque iba a caer una nevada de campeonato, pero nuestra empresa no nos dijo que no fuésemos, así que habría que ir a trabajar, la verdad es que tampoco creí que fuese a ser tan salvaje aquella nevada, llegada la media tarde me dispuse a ir, ya en ese momento la cosa estaba bastante complicada, el coche se iba un poco y había que ir muy despacio.
Por fin después de mas de media hora peleando con el trafico llegue a mi trabajo, todos estábamos algo preocupados y nerviosos al ver que aquello iba a mas y no paraba, dos horas después de haber entrado decidimos irnos dejando nuestros coches en el trabajo y tratando de llegar a casa en transporte publico.
El transporte publico iba bastante mal y con mucho retraso, cada uno de mis compañeros se iba bajando en sus correspondientes transbordos y ya solo quedaba yo, cuando llegué a una estación para hacer mi transbordo ya no pude seguir, todo estaba parado y ya no seguirían funcionando los trenes. Me encontraba atrapado en el centro de Madrid y sin poder llegar a mi casa que esta en una de las poblaciones cercanas a la capital.
Decidí llamar a casa para avisar que me quedaría a pasar la noche en un hotel de la zona cercana a la estación de Atocha, Al entrar había una fila de gente bastante considerable “vaya no soy el único que se quedó atrapado” ¡¡pensé para mi!!, aquello llevaría un buen rato puesto que el registro no se hacia demasiado rápido que digamos.
La gente hablaba entre si y la persona que estaba justo delante de mi era una mujer a la que le había pasado lo mismo que a mi aun que ella venia de viaje de negocios como luego me comentó, nos pusimos a charlar un rato y el tiempo se iba pasando de forma mas amena, a todo ello yo me fijaba en ella y me parecía que estaba muy bien y encima era la mar de simpática, me dijo que se llamaba Isabel y que venia de viaje desde Barcelona.
Después de casi una hora esperando, por fin le tocaba a ella, ya se veía la meta cerca pero cual fue mi sorpresa que el recepcionista al vernos tan juntos y de charla nos dijo “Os lleváis la ultima que nos queda” yo iba a decirle que no veníamos juntos cuando ella se adelanto y le dijo “estupendo porque estamos cansados del viaje y necesitamos descansar” a la vez que me agarraba del brazo para que no me fuese. Yo la mire extrañado y se acerco a mi y me dijo “no te voy a dejar en la calle después de haber estado esperando una hora, ademas somos adultos y sabremos comportarnos, ¿no?” yo por supuesto le di las gracias y le dije que por supuesto, mientras que la demás gente se llevo una decepción tremenda e incluso alguna hubo alguna protesta.
Nos registramos y tras el registro y el correspondiente pago nos encaminamos hacia la habitación, yo por supuesto en agradecimiento me ofrecí a llevarle la maleta que traía consigo, al llegar a la primera planta empezamos a buscar la habitación entre risas puesto que no la encontrábamos, al final dimos con ella y al abrir yo me lleve una sorpresa enorme al ver que era una cama única, nos miramos como con dudas pero ya estaba hecho, así que los dos decidimos en un pacto de miradas donde nada hay escrito el no darle mucha importancia y tirar para delante.
(*+) Yo venia de Barcelona Cansada del viaje y quede atrapada en medio de la ciudad de Madrid decidí ir al mismo hotel que Carlos como ha quedado claro en su redacción, ese día me encontraba un poco triste puesto que acababa de discutir por teléf con mi marido por un tema que me traía de cabeza, mi mayor ilusión parecía que no se cumplía y lo que es peor, no se cumpliría.
Aun que ya tengo una edad (43) y tenemos un hijo se me había metido algo en la cabeza y era tener otro, siempre quise tener dos pero ya se sabe, los problemas laborales no te dejan, pero ahora que tenia mas estabilidad quería tener el otro, pero por mas que lo intentábamos no lo conseguíamos y después de esa conversación decidí tirar la toalla, había llegado el informe donde mi esposo tenia los espermatozoides vagos.
Yo a mi marido es cierto que lo quiero mucho, aun que es cierto que tanto por su parte como por la mía alguna vez sacamos los pies del tiesto (ya me entienden) pero lo habíamos medio arreglado.
Cierto día decidimos contarnos todo y empezar de cero, nos lo contamos enteritamente todo, con pelos y señales, así supe como cuando venia tarde de trabajar muchas veces era porque se había follado a la secretaria y el supo como yo llegué a casa mas de una día llena de leche de otro, tengo que reconocer que ese día después de habernos contado todo echamos el mejor polvo de nuestras vidas, por lo menos el mas caliente y sucio.
El día de la nevada cuando estábamos en la fila para coger la habitación Carlos me cayo muy bien, al principio parecía serio pero cuando cogió confianza se fue animado la conversación y descubrí que era muy gracioso, me hacia reír y hay que escapar de los que te hacen reír porque esos te enamoran.
Cuando entre en la habitación pensé “voy a pasar la noche con un tío que no es mi marido en un hotel y encima desconocido” eso me dio morbo porque no decirlo, me puse hasta cachonda, el parecía muy formal y dispuesto a no propasarse, pero a esas alturas yo tenia la sartén por el mango para cambiar eso.
(*-) Entramos en la habitación Isabel y yo y nos pusimos a mirar y cotillear toda la habitación, sacando peros y chistes a todo, la habitación era amplia con una cama, una mesa no demasiado grande, un balcón la la calle y un baño bastante amplio con una ducha grande y muy chula de esas al ras de suelo. Era una habitación en la que hacia bastante calor y parecía de lo mas cómoda y acogedora.
Ella se quito en abrigo que traía puesto y se quedo con un traje de falda, “joder con el morbo que me dan a mi” se veía una chaqueta, camisa blanca, falda corta como a medio muslo, medias y zapato de tacón, estaba radiante, pero no contenta con ello y aludiendo al calor que hacia se quitó también la chaqueta y se quedó con la camisa blanca la cual transparentaba el sujetador que se notaba de encaje a través de la fina tela.
Creo que ella notó perfectamente a donde iba mi mirada porque sonrió y me dijo “ ¿Tu crees que en esta habitación hay buenas vistas?” uffff que directa mas directa pensé yo, pero le conteste que si que eran maravillosas acercándome al balcón como si a el me refiriese, aun que estaba claro que no era así.
Los dos nos encontrábamos mirando como caían copos de nieve a través de un cristal algo empañado por nuestra respiración cuando los dos giramos nuestras cabezas y nos quedamos mirándonos a los ojos sin decir nada durante unos segundos hasta que ella rompió ese silencio con un “voy a darme una ducha y ponerme cómoda” que me devolvió a la realidad.
Ella abrió la maleta y cogió algo de ropa para ponerse y se dirigió hacia el baño yo mientras seguía mirando la calle a través del cristal y pensando si esa noche podría pasar algo mas que dormir calentito en un cómodo colchón, pronto escuche el agua de la ducha correr y yo preguntándome como estaría desnuda.
Cuando salio de la ducha la baba se me caía de la visión de aquella mujer, no solo estaba bien sino que tenia un gusto exquisito para la ropa, se había puesto una bata fina de color negro que no le llegaba a mas de medio muslo, se notaba que no llevaba sujetador porque los pezones hacían fuerza por romper aquella fina tela que tapaba pero dejaba todo mas que claro.
Le dije si le apetecía que fuese a por algo de comer, puesto que el restaurante del hotel estaba cerrado por los temas de la covid y solo servían la comida para llevárla a la habitación, ella me dijo que si y traje unos sándwiches para picar y unas cervezas para tomar, así lo habíamos acordado.
(*+) Cuando el se fue a comprar la cena yo decidí que aquello tenia que terminar en follada como fuese, me sentía cachonda, Carlos no se que tenia pero me daba un morbazo enorme, es eso que te sueles encontrar en algunas personas que te dan morbo y no sabes muy bien el porque, no es cuestión de guapos ni feos, es algo que no se explica, seguro que esto le pasa a mucha gente, no creo ser la única.
En aquellos momentos me dispuse a echar toda la carne en el asador y con ello me levante la bata un poco, metí las manos debajo y me baje las bragas que me había puesto limpias, no creo que me hiciesen mucha falta, a la vez afloje un poco el cinturón y ahueque el escote, me mire al espejo y mas parecía una verdadera puta que una casada decente, aquello me trajo recuerdos de cuando llegaba a casa bien follada después de haberle puesto los cuernos a mi marido, ya hace un tiempo de aquello pero no se olvida.
Sentía como el coño se me estaba mojando de lo cerda que me estaba poniendo, a tal punto llego que me pasé los dedos por el clítoris y me mojé toda, metí dos dedos dentro y los saque todos babosos, tanto que de ellos caían unos hilos de espeso jugo que no tarde en llevarme a la boca y saborearlo. Ummmmm estaba saladito y en su punto, con la otra mano me pellizque los pezones que ya de por si estaban duros pero los quería salidos como chupetes.
En la maleta llevaba un dildo largo y un huevo vibrador de esos que se meten dentro y con el móvil lo haces vibrar cuando desees, esos dos juguetes van conmigo a todas partes, estuve tentada a meterme el grande y que cuando llegase Carlos con la comida lo viese todo incrustado hasta el fondo pero me contuve, a fin de cuentas no sabia si le gustaría o no, habría que ir con el juego de la seducción hasta que la tuviese tan dura que no le quedase mas remedio que meterla en algún sitio calentito.
Como la cabeza da muchas vueltas y a morbosa no hay quien me gane, se me paso por ella algo, llamé a mi marido para hablar con el.
“Hola cariño, sabes que ya estoy en la habitación sólita, con una bata fina y sin bragas?”
“Que cabrona eres, como me cuentas eso que me pones muy cachondo y no te tengo aquí”
Le estuve poniendo cachondo hasta el punto que el ya tenia la polla en la mano según me decía y por su respiración entrecortada se la estaba pelando como un mono, cuando ya lo tenia mas caliente que el pico de una plancha pase a la acción.
“¿No te gustaría que alguien del hotel se follase a tu mujercita hoy y mañana cuando llegue a casa te lo cuento con todo detalle?, la ultima vez que te conté te gusto mucho, ¿recuerdas?”
“¿Serias capaz de dejarte follar por el primero que te cruces cabrona?, eso lo dices para ponerme cachondo y que me corra”
“¿Crees eso de verdad? Seria capaz de eso y mucho mas”
“¿Dime de que serias capaz putilla?”
Yo ya lo notaba con la voz temblorosa, se notaba que en un momento se mancharía la mano de su propia corrida, mientras yo le seguía poniendo cada vez mas caliente, hasta que decidí soltar la ocurrencia.
- “Te diré de que seria capaz, ya que tu no eres capaz de darme un hijo me dejaría preñar aquí mismo, mañana tu mujercita podría ir inseminada de algún macho al que tu no conocerías, ¿que te parece de lo que es capaz tu esposa?”
El solo bufaba como un autentico toro y le escuche decir un “siiiiiiiii que te preñeeen zorraaa” y se corrió todo, en ese momento yo le dije un “ok, ya te contaré” y colgué el teléf antes que se arrepintiese y lo puse en silencio.
(*-) Entre en la habitación cargado de cosas y me la encontré con el teléf en la mano, estaba sentada en la cama con una pierna estirada y la otra encogida con todo un muslo al aire, pero la vista me fue directa a su coño, al estar un poco abierta se veía todo, lo tenia sin depilar pero arreglado y brillante, o la habían puesto cachonda o se había estado aliviando en mi ausencia, a mi se me cayo una de las cervezas al suelo y ella cerró las piernas rápido.
Deje las cosas encima de la mesa y le dije que me gustaría darme una ducha para refrescarme un poco pero que no tenia nada para cambiarme que tendría que ponerme la misma ropa, ella me dijo que había una bata en el baño que me quedase con ella puesta y que realmente no me hacia falta nada mas hasta mañana.
“como has visto yo tampoco llevo nada mas que la bata”
“Ya, ya me dí cuenta, por cierto las vistas de esta habitación me encantan”
Me metí a la ducha y cuando iba a cerrar la puerta me dijo “no la castigues mucho” y se echo a reír, la noche se iba a poner calentita creo yo, cuando estaba en la ducha ya la tenia larga, dura y gorda como pocas veces, dios como me había puesto verla encima de la cama cuando entre en la habitación, yo solo pensaba como iba a salir del baño con la polla así, pensé en desahogarme un poco para que se me bajase algo, cuando ya iba a empezar se abrió la puerta “perdón voy a lavarme los dientes”.
¡¡Joooder que oportuna!!, pero también pensé “¿quien se lava los dientes antes de empezar a cenar?” así que no me moleste en taparme con la mano aun a sabiendas que se me vería bastante bien a través de aquel cristal totalmente transparente a excepción de una franja que va del pecho a medio muslo que quedaba algo translucido, pero aun que difuminado se veía todo.
Ella al mirar para mi lo hizo a mis ojos y yo con la mano en el rabo empece a tirar de la piel hacia atrás dejando el capullo todo fuera al aire, ella fue bajando la mirada que note ya posada en mi mano que se difuminaba lo suficiente a través de aquella puerta, su gesto me puso cachondisimo a la vez que me dio alas para seguir haciendo aquello, se paso la lengua por los labios humedeciéndolos de saliva a la vez que se mordía el labio inferior por su parte derecha, ese gesto en una mujer siempre me ha vuelto del revés, pierdo todos los papeles en unos segundos cuando veo una imagen como esa.
Ella estaba claro que también iba a perder los papeles porque su mano izquierda la metió debajo de su bata entre los muslos por la abertura de la misma, yo no veía realmente que hacia esa mano que estaba oculta por la tela pero me suponía que esos dedos estarían humedeciéndose todos, no hay imagen mas morbosa que la que te deja todo a tu imaginación mostrando solo lo justo, y me daba que esa mujer de morbo sabia un rato.
Yo seguía acariciándome la polla que ya estaba dura como una piedra y ella mientras empezó a llevar su mano derecha hacia su pecho izquierdo, pellizcando el pezón por encima de la tela, se le notaban duros y de un tamaño grande, saco una de sus tetas fuera de la fina tela y ahí lo pude ver, era grande y largo con una aureola oscura que invitaba a llevarlo a la boca y chuparlo, cosa que ella hizo mirándome a los ojos y escupiendo primero en el, la imagen era brutal viendo como la saliva recién echada en sus tetas corría por ella por su propio peso y como ella sacaba su lengua para recogerla y llevársela de nuevo a la boca saboreando y mordiendo sus pezones, tirando incluso de ellos.
Saco los dedos de entre sus piernas y vi que dos de ellos estaban todos mojados, mientras se acercaba a la puerta de la ducha se llevó uno a la boca y lo lamió todo dejándolo limpio de flujo, acerco su mano a mi con el otro dedo aun lleno de líquidos como invitándome a lamer ese dedo cosa que hice disfrutando de su sabor.
Ella miro hacia abajo y vio que de la punta de la polla salia un chorro de agua del que resbalaba por mi cuerpo
“¿No te estarás meando eh guarro?”
“No, es agua que resbala por ella”
“Pues es una pena, vengo con sed y necesito beber”
Aquella frase aun me la puso mas dura de lo que estaba, creía que mis huevos iban a estallar de lo llenos que los tenia de caliente y espesa leche.
(*+) Metí un pie en la ducha debajo del agua y la bata empezó a mojarse y transparentarse toda, yo sabia que esa imagen a el le iba a gustar dejando que mis tetas quedase totalmente pegadas a la bata que iba cogiendo su forma, esa parte de mi cuerpo mas parecía un bodypaint que una bata de lo pegada que estaba la tela, llevé mi mano a su rabo y empece a pajearlo suavemente mientras lo besaba y mi lengua iba jugando con la suya, me encanta jugar con la saliva así que saqué mi lengua un poco de mis labios con la boca entreabierta mostrando una buena cantidad de ella y el lejos de poner cara de desagrado se acerco a mi y la recogió toda con la suya, tomándola y bebiéndola toda como el mayor de los manjares, aquello era de locos, ese tío me estaba poniendo como una perra en celo.
Con esa acción es donde los dos despertamos de aquel beso casi apasionado y recibí un escupitajo de saliva en mi boca cosa que le devolví casi en el acto, aquello ya nos llevo a un sexo cerdo, desenfrenado, que nos puso como animales. Yo le apretaba el rabo y se lo pelaba con furia creo que casi haciéndole daño, el por su parte con una mano me tenia cogida de la mandíbula y apoyada la espalda contra la pared, seguía echándome mas saliva mientras con la otra mano me estaba follando con tres dedos metidos en mi baboso coño, mientras me llamaba cerda, buscona, puta, zorra y palabras por el estilo que sacaban el animal que todos llevamos dentro, yo a su vez le llamaba cabrón, cerdo, hijo de puta y diciéndole que iba a arrancarle el rabo para usarlo como consolador tratando de sacar también su lado animal, y vaya si lo conseguía, me daba bofetones en las tetas y en la cara y los insultos, gritos y gemidos iban a mas.
Me cogió del pelo y me hizo doblarme para que le comiese la polla, dios que grande la tenia, mucho mas grande que la de mi marido, el no me dejó que le comiese la polla sino que directamente me follaba la boca y la garganta, porque me llegaba a la garganta de lo larga que era, me provocaba arcadas, creía que lo iba a echar todo allí, le miraba a los ojos y eso parecía que le gustaba aun mas, hasta que al rato noté como un chorro de leche caliente y de un sabor exquisito me llenaba la boca, en parte me lo trague todo pero otra buena parte la aguante en ella, me levante y me fundí en un morreo suave, sensible y cariñoso, con esa paz de la guerra acabada, intercambiando con el la leche que aun tenia en la boca.
Pero aquello no era una guerra acabada sino una tregua de unos minutos, yo también quería ganar mi batalla particular y cada vez estaba mas convencida que de aquella noche me llevaría mi trofeo.
Separamos nuestros labios y tal como le tenia cogida su cabeza ahora fui yo la que lo hice arrodillarse “vamos perro que te voy a dar tu comida” y le puse el coño en la boca se dedico a comerlo un buen rato pasando su lengua por toda la raja y haciendo círculos al rededor del clítoris, aquello me estaba dando un gusto increíble.
Subí una de las piernas a una especie de asiento que salia de la pared y la raja se me quedó mas abierta para que pudiese lamer bien, el me miraba a los ojos lo que aun me ponía mas cerda, yo mientras me iba pellizcando los pezones que los tenia duros como piedras, cuando estaba a punto de correrme siento como dos dedos están hurgando mi culo, lleve las dos manos a mis nalgas y las abrí para facilitarle el camino cuando de pronto y sin avisar me metió dos dedos enteros hasta el fondo, aquello me provoco un orgasmo enorme y me corrí empujando su boca contra mi chocho para que no se escapase ni una gota de mi corrida.
Cuando ya había terminado se iba a retirar “no guapo, espera que aun no he terminado” el se quedo sorprendido cuando empece a soltar un buen chorro, me estaba meando en su cara, el lejos de asustarse abrió la boca saboreando mi meada, cuando terminé se levanto y traía la boca llena de meados, me cogió del pelo me hizo abrir la mia y me echo dentro todo lo que llevaba en la suya “tragatelo todo zorra, saborealo bien cerda” y me lo tragué todo.
(*-) Esa mujer me había dejado rendido, sin fuerzas pero con ganas de mas, termine de ducharme mientras ella salió hacia la habitación pero tirándome un beso y pasando la lengua por los labios antes de desperecer por la puerta, cuando salí ya tenia otra bata puesta de nuevo (esta azul) y estaba asomada en el balcón viendo como seguía cayendo cada vez mas nieve, era un piso alto y quedaba por encima de las farolas por lo que no era fácil vernos desde la calle, aun que el que mirase hacia arriba la podría ver sin problemas el coño ya que debajo seguía sin bragas.
Yo me puse detrás de ella la abracé desde atrás y la pase la lengua por el cuello, ella a la vez paso su mano izq hacia atrás y me sobó la polla entera.
Yo tenia una mano en sus tetazas metida por el escote y la otra sobandole el coño que aun estaba baboso por la corrida de la ducha.
“ Ten cuidado me la estas poniendo dura de nuevo y vas a pagar las consecuencias”
“estoy dispuesta a pagar el precio que sea por tener ese cipote dentro de mi coño”
“ solo del coño? Porque tienes un culo para follárselo toda la noche”
“te lo puedes follar cuando quieras, esta muy abierto para ti”
Le levante un poco la bata, ella puso su pierna derecha en los adornos del balcón y ella misma dirigió mi nabo con su mano hasta su chocho, solo tuve que empujar y entro suave hasta los huevos, empezamos un movimiento suave al que ella respondía con gemidos y palabras soeces que me ponían mas perro.
Yo sabia que era una locura, se la estaba dejando meter sin condón pero estábamos tan calientes que nos daba lo mismo todo en esos momentos.
- “ummm vamos guarro que me estas follando en un balcón en el centro de Madrid, empuja hasta el fondo y meteme también los huevos dentro, destrozarme el coño así y disfruta de de el”
cuando estaba a punto de correrme y llenarle el coño de leche se la sacó, me cogió del rabo y me llevo dentro de la habitacion, ella se sentó en la cama, yo de pie delante de ella y mientras me pajeaba y se la metía en la boca de vez en cuando para que no se bajara, me soltó el bombazo.
“Quiero hacerte una proposición, quiero que me preñes, mi marido no puede y quiero que me intentes preñar”
“ ¿Estas Loca?”
“Mi marido me ha dado permiso para que me folles y me dejes embarazada, ¿que hay entonces de malo en ello?”
nada mas terminar de decir esa frase la metió en la boca y me la empezó a mamar con fuerza mientras me masajeaba de los huevos hasta el culo y de un empujón me metió un dedo de un solo golpe, abrí los ojos como un búho, ¡como sabia manejarme aquella tía!, ¿quien podía resistirse a lo que me pidiese?.
Mientras me la mamaba echó la mano a una maleta medio abierta que estaba en el suelo al lado de la cama y saco un pollón enorme en el cual se sentó sin sacar mi nabo de su boca y lo encendió, uffff vi que se le ponían los ojos casi en blanco.
Se levantó, se giró y se puso a cuatro patas en la cama en el borde de los pies, yo seguía de pie y con el rabo tieso a la altura de ese chocho chorreando líquidos por los lados de la polla de latex que estaba dentro y escuchando el sonido del vibrador haciendo su efecto, aquella imagen me puso aun mas cerdo de lo que estaba.
Cogí aquel pollón que estaba bien metido haciendo su trabajo, tiré de el y salio todo lubricado por sus flujos y de un solo golpe se lo metí en el culo que se veía abierto como pidiendo que se taponase, ella dio un pequeño grito que calmo al notar como mi polla entraba ocupando el sitio de aquel pollón.
Yo estaba notando la vibración en mi rabo a través de su cuerpo y me daba un toque de placer extra a lo que ya estaba notando.
(*+) Mientras me estaba bombeando encima de la cama yo estaba disfrutando con esos dos cipotes dentro de mi como una zorra, estaba desatada, ya no controlaba, vi el móvil encima de la cama y marqué a mi marido pero en vez de hacer una llamada hice una video-llamada, cuando contestó pudo ver mi cara de putaen la que se adivinaba el placer que estaba sintiendo siendo follada por todos los agujeros, despeinada y con el movimiento típico que indica que me están empujando desde atrás.
“Hola cornudo, lo que estas viendo es como están preñado a tu mujercita como querías antes”
“Eres una zorra que se deja follar por todos, yo te lo dije cuando estaba caliente, no creí que lo fueses hacer”
“Sacatela como antes y pelatela, venga que lo estas deseando, mira como le están metiendo un cipote a tu mujer, la van a dejar llena de leche calentita mientras tiene otra polla de goma en el ojete”
vi que mi marido hacia el gesto de sacarse el rabo y con el movimiento del brazo note que ya se la estaba cascando, “¿seguro que quieres ver como me entra el rabo en el coño eh?” el hizo un gesto con la cabeza asintiendo, en eso que cogí el móvil y lo puse encina de la cama pero debajo de mi entre las piernas, desde aquella posición se debería ver perfectamente como la polla entraba y salia de mi coño y también el movimiento de los huevos en los empujones que Carlos me estaba propinando.
Yo miraba para abajo y la imagen tiene que poner cachondo a cualquiera, encima veía como de mi coño iban cayendo babas de lo cachonda que estaba y mi marido tenia que escucharme desatada diciendo lindezas del tipo “destroza el coño de tu perra, lléname de lefa cabrón, preñame, vacía tus huevos en mi” cosas que mi marido nunca escucho cuando me follaba.
Después de un buen rato bombeando nos corrimos los dos casi a la vez, cuando saco la polla de mi chocho empezó a caer leche encima del móvil, solo pensaba como estaría viendo mi marido caer esos goterones en su pantalla, le escuche bufar como un animal, síntoma que se estaba corriendo como lo habíamos hecho nosotros, a la vez que empece a notar como Carlos detrás de mi me empezó a pasar la lengua por el coño, haciéndome una limpieza sucia y cerda pero que me encantaba, dios ese era mi hombre, como me gustaba follar con el.
Corté la video-llamada con mi cornudo y caímos rendidos en la cama comiéndonos las bocas con mucha saliva de por medio, aun tenia ese sabor a lefa en su boca que me encantaba, al final nos tapamos un poco y nos quedamos dormidos del cansancio, abrazados y felices.
A la mañana siguiente cuando nos despertamos me pregunte “¿estaré preñada?” pero inmediatamente pensé que si no lo estaba tendría que volver a llamar a Carlos para que siguiese haciendo su trabajo hasta que lo consiguiese, para ello le di mi teléf y le comenté mis intenciones.
Pedimos el desayuno a la habitación y aun nos dió tiempo a echar otro polvo igual de salvaje o mas que el de la noche pasada y que me hizo volver a casa bien llenita de leche, justo para que mi ya marido cornudo comprobase los restos de lefa que su muejercita le tenia reservado. Aquello fue un antes y un después en mi relación con mi marido y en mi vida en general.
Un besazo enorme y hasta la próxima, si decidimos contar lo sucedido
Besitos para ellas, abrazos para ellos ;-)