Atrapados

No hay nada capaz de calmar nuestras almas hambrientas de sexo. Desde que estamos separados nuestras almas han seguido unidas, echándose de menos, sintiendo esa desesperada ausencia.

ATRAPADOS

Aquí estamos tú y yo en una noche cualquiera de un día cualquiera como si el tiempo nunca se hubiese ido, como si la magia no hubiese desaparecido; el tiempo nunca se paro y por eso nuestros corazones se aceleran, nuestras miradas se funden en una, estamos atrapados…, atrapados sin poder escapar, prisioneros de nuestra sed de amar, de nuestra sed de follar.

No hay nada capaz de calmar nuestras almas hambrientas de sexo. Desde que estamos separados nuestras almas han seguido unidas, echándose de menos, sintiendo esa desesperada ausencia.

Nuestro nuevo encuentro no ha sido fortuito, hemos quedado a la entrada de este callejón oscuro que nos dará la intimidad y el cobijo necesario para abandonarnos al arte de amar. Uno frente al otro nos vamos aproximando lentamente, de nuestras bocas sale el vaho del frio del invierno pero eso nos da igual.

-          Cuanto te he echado de menos, te digo con todo mí ser; he estado solo contigo, dentro de mi mente y en mis sueños he besado tus labios y he amado tu cuerpo mil veces.

- Y yo a ti, respondo deseosa; te he deseado cada segundo de nuestra ausencia, eres todo lo que siempre he deseado y mis brazos están abiertos a ti porque tú sabes exactamente que decir y sabes que hacer y yo…, yo…, quiero decirte tantas cosas…, te amo.

-          ¿Qué soy yo sin tu amor?, pregunto suavemente; te he tenido tantas veces pero de alguna manera quiero más.

- ¿Y yo sin el tuyo mi vida?, respondo sin dudar; nos hemos ido alejando el uno del otro sin saber bien porque pero ahora estamos aquí, tu y yo. ¿dime un lugar en el que hayamos follado, un lugar que sea especial y que recuerdes como si fuese ayer?

-          Los servicios del cine de aquel centro comercial, ¿te acuerdas?, respondo con excitación y rotundidad; de hecho no hace mucho tiempo me vacié sobre la encimera del lavabo de aquellos servicios recordando nuestros polvos, me vacié entero recordándote pero…, tú no estabas allí. Y tú… ¿me has recordado?

- Me he masturbado en mi cama cada noche recordando tus caricias, recordando tu forma de amarme pero no era lo mismo sin ti.

“Yo sé todas las cosas que te hacen ser quien eres”, nos decimos a la vez el uno al otro…, nuestra frase favorita.

Tímidamente, como si fuésemos dos principiantes, nos damos la mano y nos dirigimos al interior del callejón, su oscuridad nos engulle, estamos atrapados.

Una vez en su interior nos dejamos llevar por los besos.

Mi lengua busca la tuya al igual que la tuya busca la mía, nuestras lenguas se unen en un baile húmedo, de sabor intenso, nos abrazamos sin parar, nos besamos sin cesar, nadie nos ve, estamos solos en este callejón, solos tú y yo, atrapados por el deseo y la pasión.

Atrapados en nuestro universo, en nuestro mundo de sensualidad, en la magia de nuestros seres, de nuestras almas, en el movimiento de nuestros cuerpos, en el tacto de nuestras manos, en el sabor de nuestras bocas, en el aroma de nuestra piel.

Apoyado en la pared,tus manos inquietas tocan por debajo de mi abrigo mis piernas, acariciándolas, haciendo una sensual lectura de mi piel y lentamente, poco a poco, van subiendo hasta descansar en mi culo.

Tus manos son tan sensuales, tan apetecibles. Sigues subiendo por mi espalda sintiéndola a través de mi abrigo hasta que llegas a mi nuca, donde tus dedos se deleitan ofreciéndome el placer de las caricias, ofreciéndome todo un sueño, ofreciéndome lo que tanto deseo.

Mis manos lentamente te bajan la cremallera de tu abrigo y te lo quitan tirándolo al suelo, dejando al descubierto un sensual vestido rojo de tirantes abotonado por delante que marca las curvas de tu sensual cuerpo; llevas puestas una sensuales botas de tacón alto, clásicas, de color negro que te llegan hasta los muslos de tus fantásticas piernas, de cierre cubierto, unas botas hechas a mano por maestros del calzado italiano con pieles y tejidos de la mejor calidad.

Sigo con mis besos alimentándome de tu ser al igual que tú te alimentas del mío.

Como una vampiresa hambrienta absorbo tu energía, te chupo el cuello, te muerdo, te deseo, he deseado esto tanto tiempo.

Mi polla esta erecta por el placer visual que me proporcionas, por el placer que me haces sentir, erecta por el placer de tus besos, erecta por el calor de tus abrazos.

Suavemente…, despacio…, te bajo el pantalón, dejando tu miembro al descubierto, no llevo nada debajo al igual que tú y empiezo a notar el calor de tu polla. Con mi mano izquierda te sujeto los huevos y con mi mano derecha tu polla.

Poco a poco recorres con tu lengua tus hermosos labios para mantenerlos húmedos mientras me miras a la cara, te vas arrodillando…, poco a poco abres tu boca para atormentarme y excitarme acercándola a mi polla, respiras en ella y la soplas con tu aliento caliente, sacas tu lengua y me tocas el glande…, me atormentas…, quiero más.

Abro mi boca más y más y poco a poco tu miembro desaparece en ella, empiezo a comerte la polla, con mi mano esparzo mi saliva y tu líquido pre seminal por toda tu polla, no paras de mirarme. Continúo mi larga lamida sobre la punta de tu polla extendiendo tu líquido seminal con mi lengua.

- ¡No dejes de mirarme y disfruta!, te digo con mi mirada de deseo.

Recorres toda mi polla con tu boca, me follas la polla con tu boca, de arriba abajo, de abajo a arriba, ¡ahhhh que gustazo, que placentero!

- ¡Me gusta mucho comerme tu polla!, te digo con mi mirada sexy; ¡me encanta saborearla, beber de ella, hacerte vaciar en mi, ver tu cara de autentico placer, verte gozar con cada lengüetazo, me gusta ver como disfrutas con el calor que mi boca te proporciona!

Después de un rato comiéndome la polla te ayudo a levantarte y seguimos besándonos, de pies…, frente a mí…, lentamente te subo la falda y coloco tu coño caliente y húmedo sobre mi polla, lentamente empiezo a entrar en ti, siento tu calor, el fuego me abrasa, la humedad de tu sexo me quema la polla.

-          ¡Uhhhh, que gustazo sentirte de nuevo!

Empezamos a movernos despacio…, sin prisa…, tu polla entra y sale de mi coño perfectamente lubricada, llena de nuestros cálidos fluidos, la noto tan caliente, expandida en todo su esplendor.

De repente…, paramos de movernos y nos quedamos unidos…, quietos…, disfrutando del momento, noto como de mi polla sigue escapándose  líquido pre seminal, pero no importa, seguimos besándonos.

-          Dame tu lengua, te digo lleno de excitación; ¡uhhhh mas…, así…, así…, que buena esta, que bien sabe! ¡quiero más! ¡quiero estar unido a tu lengua toda la eternidad!

Continúas besándome, recorriendo con tu lengua, esa lengua perfecta, los lóbulos de mis orejas para continuar bajando por mi cuello; sigues poco a poco, bajando lentamente, por todo mi cuello y a la vez  me vas desabrochando mi sensual vestido hasta que dejas mis tetas al aire, las besas…, te las comes…, las lames, las disfrutas… ¡uhhhh…, que gustazo!

- ¡uhhhh, así…, que bien me comes las tetas! respondo excitada; ¡qué bien lo haces, como lo echaba de menos!

Con mi polla dentro de ti, empiezo a tocarte el coño con mis dedos, lo acaricio notando nuestros sexos y empiezo a follarte de nuevo, se que te gusta que te toque el coño mientras estas llena de polla; ahora mis manos pasan a agarrarte tu culo para apretarte con fuerza contra mi polla.

Muevo mis caderas de forma sensual, haciendo pequeños círculos, me follo tu polla con gusto mientras tú me aprietas con fuerza y deseo mi culo sin dejarme escapar.

- ¡Tírame del pelo! ¡vamos!…, a que esperas!..., te digo apresurada; sin dudarlo me estiras del pelo a la vez que noto como tu polla entra todo lo que puede en mi coño quedando atrapada no la dejo escapar.

- ¡Quiero tu leche dentro de mí!, te digo deseosa de mas; ¡necesito sentir el calor de tu semen, uhhhh! ¡vamos estoy ardiendo de placer, derrámate dentro de mí!

-          ¿Eso quieres?..., ¡me gusta que me lo pidas y lo sabes al igual que sabes que yo se que te gusta que me corra dentro de ti! ¡qué buena estas!…, ¡qué bien hueles! ¡si sigues así…, la tendrás, tendrás toda mi leche en tu interior!

Mis movimientos son cada vez más fuertes, apretándote con fuerza contra mí, en algunos momentos parece que me vayas a atravesar el coño con tu polla. Nos agarramos de las manos. ¡Exclamas…, gimes…, noto que estas a punto de correrte, noto el calor de nuestros miembros y yo estoy contigo hasta el final!

Esta es una ocasión especial en la que nuestros mundos son completamente iguales y estamos preparados para la explosión final. No podemos aguantar más el inevitable derrame de nuestros fluidos internos, por eso nos venimos juntos, a la vez, siendo un solo ser nos vaciamos en un orgasmo increíble.

- ¡Vamos córrete!, te digo fuera de mi, ¡dios…, no aguanto más!…, ¡dios…, como me corro!, ¡ahhhh…, que gustazo!, mi cuerpo se convulsiona lleno de placer.

-          ¡Yo también me corro nena…, ahhhh! ¡toma toda mi leche! ¡toma todo mi semen! ¡ahhhh! ¡así…, así..., bien dentro de ti, donde debe de estar!…

Nuestros ojos derraman lágrimas de nostalgia y mi cálido semen inunda tu coño húmedo y caliente y ambos quedamos  fundidos en el interior de aquel oscuro callejón, en un abrazo que nos deja atrapados.

Recuperados del clímax del que acabamos de llegar nos miramos a la cara y nos decimos:

“Es lindo ver tu cara de nuevo…, dime… ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estuvimos aquí? Te ves tan diferente que antes pero sigues siendo la persona que yo quiero. He estado guardando estas últimas palabras para un último milagro, un milagro que acaba de ocurrir y del que estamos atrapados.”

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