Atracción por mi tía II

Continuación del anterior capítulo "Atracción por mi tía. I" en el que se desenvuelven algunos hechos mencionados en Email a mi tía.

Una vez que descubrí la masturbación entré de lleno en un mundo nuevo de placer y fantasía erótica y la principal dueña de mis pajas era mi tía Doris.

A pesar de pensar que masturbarme pensando en ella estaba mal, yo no podía evitarlo y seguía masturbándome con ella en mi mente de protagonista. Muchas veces cuando regresaba del colegio me pasaba por la casa de mis abuelos, yo por aquellos años estaría en 7º de EGB y siempre les preguntaba si había llegado ya mi tía, ella era maestra en otro colegio de la ciudad, era un colegio de monjas por lo que mi tía siempre tenía que vestir elegante y no provocativa, pero era guapísima y cuando llegaba a casa se colocaba ropa cómoda de estar por casa que a mí me ponía enfermo, lo que más destaca de ella es su cara en general y su cuerpo (recuerden la descripción que hice en el capítulo anterior, para ponerles la figura de alguna famosa diré que mi tía se parece a Maribel Verdú pero más guapa). Pues bien, cuando llegaba del colegio les preguntaba a mis abuelos si mi tía había llegado para que me ayudara a hacer los deberes por la tarde, eso empezó a ser la excusa perfecta para pasarme las tardes cerca de ella y ver sus escotes y sus ricas piernas, pero sobre todo lo que más me ponía a esa edad eran sus pies arqueados y preciosos que daban ganas de comérselos enteros.

Una tarde estaba en casa de mis abuelos cuando ella llegó y me preguntó si tenía deberes que hacer, yo le dije que sí pero que eran pocos, entonces ella me dijo que bajara a mi casa y me subiera las cosas a su habitación de estudio (que estaba justo al lado de su dormitorio) mientras ella se cambiaba, yo bajé a mi casa y cogí todos los libros para hacer la tarea, cuando subí a casa de mis abuelos y entré en su habitación de estudio la puerta de su dormitorio estaba entornada y le dije a mi tía que ya estaba listo, ella no me contestó, entonces yo me volví a la puerta de su dormitorio y me asomé diciendo más fuerte que ya estaba listo, al ver que mi tía no contestaba entré a la habitación pero ella no estaba, sólo había unas braguitas en el suelo y el bolso y unos libros encima de la cama, recogí las braguitas del suelo y las olí pudiendo esnifar ese aroma delicioso a coño, salí a la sala de estar donde estaba mi abuela y le pregunté que dónde estaba la tita, me dijo que se había metido en el baño, entonces le dije que yo empezaría a hacer la tarea y la esperaría en la sala de estudio. El baño estaba al otro lado de la habitación de mi tía, cuando entré puse la oreja en la puerta que da al baño y se escuchaba el agua caer, yo volví a coger las braguitas y empecé a masturbarme con ellas, con el miedo de que me sorprendieran o mi tía o mi abuela tuve que dejar la paja a medias, dejé las bragas en el suelo y me salí a la mesa de estudio, empecé a hacer los deberes pero no dejaba de pensar que mi tía estaba a solo unos metros de mí totalmente desnuda y que me había estado masturbando con sus braguitas, era una locura y seguía con una empalmadura tremenda, por debajo de la mesa que tenía una saya me saqué el pene y empecé a subir y bajar el pellejo, en ese momento se asomó mi tía sin avisar y yo quedé petrificado pues no sabía si me había pillado, ella me dijo:

  • Hola Pepito, ¿Qué haces? (ella se asomó desde la puerta de su dormitorio viéndose solo la mitad de su cuerpo, ella estaba en braguitas y sujetador y se podía ver como el agua resbalaba por su pierna escultural)

  • Nada tita, estaba esperándote, me dijo la abuela que estabas en el baño y yo empecé a hacer los deberes. (Conseguí decirle nerviosamente, mientras notaba que me ponía colorado e intentaba meterme la polla sutilmente en el pantalón)

  • ¿Y cuanto tiempo llevas aquí esperándome? (me preguntó mirándome con cara de cabreo e introduciendo la mitad de su cuerpazo)

  • Llevo 10 minutos tita, más o menos…

  • ¿Habrás hecho ya gran parte de los deberes no? (me dijo con una sonrisa metiéndose en su cuarto y cerrando la puerta de su dormitorio sin dejarme que le contestara)

Ella tardó como unos 5 minutos en salir que se me hicieron eternos pues no sabía cómo iba a reaccionar mi tía, yo creía que ella me había pillado dándole a la manivela pero cuando ella salió no me dijo nada más, ella se sentó al lado mío, traía un pijama corto que dejaban ver gran parte de sus preciosas piernas y una blusa a juego de tirantes, se le transparentaban los pezones pues no llevaba sujetador pero ella no me dijo nada de la situación anterior, solamente me ayudó a hacer los deberes y aunque me costó concentrarme cuando los terminé me dijo que saliera a jugar que los chicos de mi edad tenían que mantener la cabeza ocupada en miles de actividades para no tener malas ideas… Eso me dejó helado pero me fui corriendo a jugar para que no me pudiera decir nada más.

Tras ese momento mágico que viví, empecé a hacerme aficionado a coger sus braguitas y bajármelas a mi casa y masturbarme con ellas y ponérmelas, otras veces cuando escuchaba que mi tía salía del baño y se iba a la calle yo entraba y cogía su esponja y me masturbaba con ella, recogía los pelos de su coño y los guardaba entre una libreta que tenía… Era un círculo vicioso en el que había entrado y no podía parar.

Cierto día rebuscando en su estantería donde tenía una enciclopedia encontré que mi tía tenía revistas que hablaban de sexo, esas revistas me excitaron pues pensé que mi tía tenía necesidades que yo no sabía pues hasta entonces no se sabía que ella tuviese ningún novio…

Cuando ya estaba en 8º de EGB con 14 años, un día que estaba ayudándome a hacer los deberes y había una lectura que hablaba de unos enamorados, yo le pregunté directamente:

  • ¿Tita, tú tienes novio?

  • Mira el niño… ¿Y eso a qué viene?

  • Pues que nunca traes a chicos por la casa y no puedo creer que alguien tan guapa como tú no tenga novio…

Ella sonrió y la noté que se puso algo incómoda.

  • Muchas gracias, ayyy qué galán mi niño, si no fueses mi sobrino y tuvieses unos años mas… pero bueno, algo tengo por ahí…

Lo primero me alagó y me subió la moral más que el Alcoyano pero lo segundo me dejó chafado… Ella continuó diciéndome:

  • Tengo un amiguillo pero no lo traigo a casa porque ya sabes lo antiguos que son los abuelos y prefiero tenerlo en secreto hasta que no sea nada formal, ¿me tendrás el secreto?

  • Claro que sí tita, puedes confiar en mí, no diré nada.

Tras esto me dio un beso en la mejilla, me acarició el pelo y me dijo:

  • Bueno, ¿y tú no tienes ninguna novia por ahí? Seguro que las tienes a todas locas con lo guapo que eres.

  • Que va tita, no tengo ninguna novia, me gusta una pero soy muy tímido para decirle que me gusta y seguro que ella no querría nada conmigo. (Le dije pensando en ella, aunque realmente me gustaban también otras chicas de mi clase)

  • Si no le dices nada seguro que no sabrás nunca si te quiere o no… debes ser valiente y arriesgarte y si esa no te quiere pues seguro que otra sí que lo hará. (Ella me contestaba ingenuamente sin saber que era ella a la que me refería)

La verdad es que nunca tuve el valor suficiente en esos años para decirle que me gustaba mucho pues realmente en mi cabeza sabía que eso era una locura y que no podía ser posible. Pero luego había gestos que me volvían loco, yo muchas veces cuando estaba en la bañera de mi casa ella entraba al baño y quitaba las cortinas para verme y me decía “Halaaaa tío bueno!!”. Yo me moría de vergüenza y me tapaba mis partes, pero seguidamente cuando ella se iba yo empezaba a masturbarme pensando que ella estaba encima de mí. Otras veces, los fines de semana por la mañana ella se metía en mi cama y empezábamos a hablar de cosas triviales… Supongo que ella no se había dado cuenta que yo la veía como mujer o me quería provocar para ver mi reacción.

Ese Verano, el verano en el que yo entraba al instituto del colegio de mi tía fue el del año que mi tía presentó a su novio Sebas que en el futuro sería con el que se casaría y con el que en la actualidad sigue casada. Sebastián es 6 años mayor que ella, es un hombre bastante serio, poco hablador, más bajo que ella, y físicamente no es muy guapo que digamos, es más bien feo, en aquellos años tenía perilla, algo calvete, y un poco gordillo en aquellos años, ahora con más que sobrepeso, la verdad es que yo no entendía ni entenderé nunca como se pudo casar con ese hombre. En aquellos años lo único que me hacía pensar que la había enamorado es que tuviese un buen rabo, porque tampoco era un hombre con poder adquisitivo alto, él trabaja de comercial en una empresa de telefonía por lo que pasa bastantes épocas fuera de su casa. Pero bueno, a lo que iba, mi tía presentó ese verano a su novio oficial y yo la verdad es que me moría de celos pues pensaba en que se la follaría y la haría gozar como mujer, pero pensé que eso era ley de vida y que yo debería hacer lo mismo y desmitificar a mi tía. Ese verano además, fue el verano que tuve mi primera amiga especial, Bea, era una chica de mi pueblo y aunque tenía mi misma edad sus pechos eran grandísimos, tenía muy buen cuerpo y era guapísima y tenían locos a todos los chicos. Estuvimos "saliendo" casi todo el mes de julio más bien en pandilla y en la feria de mi pueblo  (que era la primera semana de agosto) nos enrollamos, fue el primer beso con lengua que di a una chica, al principio fueron picos inocentes pero cuando ella sacó la lengua y yo abrí mi boca nuestras lenguas se entrelazaron jugando una batalla que dio vida a mi fusil, ella se rozaba y me decía que qué era lo se me estaba empinando que eso no estaba bien… ella se fue en ese momento corriendo a su casa y me dijo que ya hablaríamos al siguiente día. Esa chica verdaderamente me empezaba a gustar y estaba consiguiendo que olvidara a mi tía como icono sexual. Pero al siguiente día cuando llegué a la discoteca, mis amigos estaban esperándome en la puerta pero Bea no estaba, ellos me dijeron que no entrara y yo les dije que qué pasaba, ellos me dijeron que Bea había bebido en la feria del mediodía y estaba tonteando con un chico, yo entré cabreado y la vi enrollándose con un chico 3 años mayor que yo, era el guaperas del pueblo, y eso me partió el corazón y me dejó con una cara gilipollas delante de todos mis amigos bestial, les dije que me iba a mi casa, que se me habían acabado las ganas de fiesta y no quería hablar con nadie…

De regreso a mi casa, vi el coche de mi tía aparcando lo cual me dio algo de ilusión pues pensé que podría contarle lo que me había pasado, pero vi que no iba sola que estaba acompañada y era Sebastián, yo los saludé sin ánimo de pararme y mi tía me preguntó que por qué había regresado tan pronto, a lo que me inventé que me sentía indispuesto, que me habría sentado algo de la cena mal y había vomitado, que me iba directo a la cama, yo le dije que si la esperaba para ir a casa, pero ella me dijo que no que se esperaría con Sebas para hablar un rato y que él se iría pronto andando a su casa…

Yo me fui más derrotado aún a mi casa, y cuando me asomé al balcón de mi habitación que da justo donde había aparcado el coche mi tía, a través de la persiana los vi enrollándose dentro del coche, él la cogía de la cintura y la besaba apasionadamente mientras a ella se la veía llevar su mano hacia su paquete y abría las piernas ligeramente como invitando a Sebas a que le tocara debajo de su vestido, él debió pensar algo pues se echó hacia atrás y le dijo algo a mi tía que asintió con la cabeza y salieron del coche (supongo que le diría que allí los podían ver la gente y que estaba mal por si los vecinos los veían, porque aunque mi tía tenía 31 o 32 años eso estaba mal visto en una ciudad de poco más de 25 mil habitantes y los vecinos lo cascaban todo), yo me fijé a través de las persianas y vi que se dirigían al portal de mi casa, escuché la puerta principal abriéndose y cerrándose y en ese momento entendí la situación, mis abuelos estaban en las fiestas con mis padres y mis otros tíos… Ellos habían ido a follar allí, por eso me dijeron que Sebas se iría pronto y por eso él me miraba con esa cara de mala follá… Yo sigilosamente me asomé a la mirilla de mi casa y vi como subían sin hacer ruido, escuché decir a mi tía susurrando:

  • Mierda Sebas… se me han olvidado las llaves de mi casa en el coche.

  • Da igual vida, vamos a hacerlo aquí mismo en el rellano, me muero de ganas de hacértelo. (Decía el muy hijo de puta)

  • ¿Y si nos escucha mi sobrino?

  • Que va, si tiene que estar más que dormido… además lo haremos en silencio.

Mi tía pensó que sería mejor hacerlo que no tener que bajar otra vez para que no los vieran los vecinos, y empezó a besar a Sebas como si se acabara el tiempo en ese preciso instante, en el mismo rellano de mi casa. No entiendo por qué no subieron al piso de arriba, pero se lo agradecí pues así podía ver la escena a escasos dos metros de mis narices… El la cogía de sus glúteos por debajo del vestido de mi tía, ella hacía lo mismo metiendo la mano debajo de su pantalón, el sonido de los besos y la escena estaba haciendo efecto también en mi polla que crecía sin parar (por aquellos entonces no me llegaba a los 20 cms actuales pero era bastante considerable) y empecé a pajearme disfrutando de la escena que mi tía y su novio me estaban brindando. En un momento me había olvidado del dolor que me había provocado ver a Bea con otro, y aunque lo que estaba viendo en ese momento también me jodía pues en el fondo quería ser yo el que estuviese con mi tía, era más el placer que sentía al ver a mi tía disfrutando delante de mis narices… Ellos seguían a lo suyo, él sobaba las tetas de mi tía con una mano mientras que con la otra empezaba a hurgar en su pubis. Escuché decir a Sebas:

  • Ufff, cariño estás toda mojadita, qué coño más rico…

  • Métemela, métemela ya, mira como la tienes tú. (Le susurraba mi tía)

Él se agachó y ella sacó la mano del pantalón de Sebas y le subió el vestido a mi tía que se lo cogió y apartó sus braguitas, mientras él empezó a comerle el coño que lo tenía todo depilado, muy distinto al que vi cuando era un niño… tenía unos labios internos que le sobresalían, mi tía ponía una cara de goce total y de vez en cuando miraba hacia la puerta de mi casa, cosa que me tiraba hacia atrás por si me podía ver, pero era imposible por lo que yo seguía disfrutando de la escena y de la paja que me estaba marcando en honor a mi tía que empezó a gemir y a decir esta vez un poco más alto:

  • Yo también quiero comer, yo también quiero comer! No es justo…

Sebas seguía comiendo, pero cuando mi tía volvió a decir que ella también quería comer, él se tumbó en el suelo se bajó el pantalón y sacó su polla que era más bien normalita, yo creo que le mediría más o menos como la mía por entonces unos 15 centímetros más o menos aunque sí es verdad que era bastante gorda, y empezaron un magnífico 69, los pies de Sebas pegaban a mi puerta por lo que podía ver perfectamente como mi tía se estaba comiendo aquella polla envenada, y también podía contemplar el culazo de mi tía y la cabeza de su novio perdiéndose entre sus piernas. Era la mejor escena que había visto en mi vida y me corrí justo en el momento en el que mi tía devoraba aquella polla mirando fijamente a mi puerta, a pesar de haberme corrido seguía con más ganas por lo que seguí viendo la escena que se habían montado aquellos amantes lujuriosos y masturbándome. Mi tía besaba toda la polla de mi tío, la recorría con sus labios de arriba abajo y la metía hasta la mitad de su boca haciendo un ruido que me estaba volviendo loco… Ella gemía cada vez más y en una metida de polla en su boca, Sebas empujó tan arriba que la introdujo prácticamente entera llegándole hasta la campanilla y dándole una arcada a mi tía que se cabreó con él:

  • ¿Eres gilipollas? Mi sobrino nos puede escuchar, dijiste que lo haríamos en silencio… (el enfado se le pasó justo cuando dijo eso pues se levantó y ordenó a Sebas que se diera la vuelta, con la cabeza pegando a mi puerta y tumbado boca arriba, ella se quitó todo el vestido y quedó en ropa interior, llevaba unas bragas de encaje blancas y un sujetador también blanco, estaba buenísima, a mí me recordaba como he dicho anteriormente a Maribel Verdú con menos boca, pero de cuerpo es igual para haceros una idea, quizás en aquellos entonces con menos pecho, pero en la actualidad tiene los mismos pechos que ella aunque está más rellenita); mi tía se subió el sujetador y pude verle todas las tetas, ella se puso en cuclillas cogió la polla de su novio y la puso en la entrada de su coño…

  • Ummm, cari está durísima y muy gorda… no me va a caber.

Pero tras decir esto, él le pegó un arreón hacia arriba y se la metió de golpe a mi tía que jadeó y se quejó…

  • Ufff eres un bruto coño!! Te estoy diciendo que no me va a caber y tú la metes de golpe joder… sácala poco a poco y házmelo suave cabrón. (Con cara de dolor)

  • Era para que vieras que sí te cabía entera. (Dijo Sebas)

Ella era la que llevaba el ritmo y la iniciativa y cada vez que él hacía algo que a ella no le gustaba le ponía los puntos sobre las íes. Mi tía cada vez lo follaba más rápido y tras unas pocas subidas y bajadas él la avisó…

  • Me voy a correr… ¿me corro dentro?

  • Nooo sácala!! (dijo mi tía)

Ella se sacó la polla del coño y empezó a chuparla hasta que empezó a salir el semen de manera descontrolada manchándole toda la cara a mi tía que cerró la boca y los ojos. Justo en el momento que Sebas se iba a correr yo también me corrí sin poder evitar emitir un leve gemido del gusto que me dio, creo que no se enteraron pues Sebas estaba jadeando pero de nuevo mi tía miraba a la puerta como observando fijamente a la mirilla sabiendo que yo estaba detrás. Tras esto, Sebas le dijo que lo sentía que a él le hubiese gustado que se hubiese corrido ella también, ella le dijo que no se preocupara que después terminaría ella su cama cuando se fuese él. Ella se limpió el semen de la cara con un pañuelo que sacó de su bolso y se vistió rápidamente y acompañó a su amante hasta la puerta, él cogió las llaves del coche y se las dio a mi tía que vi como subía las escaleras y justo cuando estaba en el rellano de mi puerta se paró mirando a través de la mirilla y poniendo la oreja para ver si escuchaba algo, yo en ese momento se me puso el corazón a mil y sentía que me salía por la boca ya que mi tía también tenía llaves de mi casa y aunque no creía que abriera podía caber la posibilidad, en ese momento yo escuché como sacaba las llaves de su bolso y yo me fui rápidamente pero sigilosamente hasta mi habitación, tuve que cruzar todo el pasillo y al fondo a la izquierda meterme en mi habitación la cerré mientras escuchaba como abría mi tía la puerta de mi casa, me desvestí tan rápido como pude y me metí en la cama haciéndome el dormido… Los pasos de mi tía se escuchaban cada vez más cerca y yo no podía controlar la respiración cada vez más acelerada que tenía… De pronto ella abrió la puerta de mi cuarto lentamente y dijo mi nombre en voz baja:

  • Pepe… (tras unos segundos acercándose hasta el lado de mi cama volvió a decir más fuerte). ¿Pepe estás despierto?

Yo hice como que me despertaba en ese momento emitiendo como un leve ronquido que a la vez fue como si me tranquilizase…

  • Emmm ¿Quién eres? (dije como asustado pues estaba el cuarto a oscuras)

  • Soy yo Pepe, tranquilo, perdona por despertarte es que como dijiste que habías vomitado pensé si estarías mejor y si te apetece una manzanilla o algo.

Yo me incorporé en el cabecero de la cama como desperezándome, estaba en calzoncillos aunque cubierto la parte de abajo por las sábanas, con el torso desnudo y le dije tocándome la barriga:

  • Gracias tita, estoy mejor aunque me duele todavía un poco.

  • ¿Dónde te duele? (me preguntó poniéndome su mano encima de la mía) ¿Quieres que te haga una manzanilla?

Yo le dije que me dolía un poco por debajo de la boca del estómago, ella me empezó a tocar la zona abdominal que por aquellos años ya la tenía bastante definida y me dijo que relajara las abdominales que no las pusiese duras…

  • Tita es que me haces cosquillas y me pongo tenso.

  • Tú tranquilo, relaja la zona para ver por dónde te duele… (ella empezó a bajar cada vez más abajo, estábamos a oscuras, la había visto follar minutos antes y a pesar de las dos pajas que me había marcado en su honor estaba empezando a empalmarme otra vez y mi tía se acercaba peligrosamente a mi bulto)

Cuando llegó a bajar justo debajo del ombligo me empecé a quejar y le dije que era por esa zona por donde me dolía, ella me dijo que era la tripa y que iba a hacerme una manzanilla…

Yo le dije que no se preocupara que ya era poco el dolor que sentía pero ella me dijo que no era ninguna molestia que yo era su sobrino favorito y que por mí haría cualquier cosa igual que esperaba que yo hiciese lo que fuera por ella, se levantó y antes de salir de mi cuarto encendió la luz mirando descaradamente al bulto que sobresalía en las sábanas y me dijo:

  • Vayas abdominales más duras, Pepito.

  • Por favor tita llámame Pepe que sabéis que no me gusta que me llaméis Pepito.

  • Vale corazón. Relájate que ahora vengo para ver si podemos hacer que duermas a gusto… (y se fue sonriendo)

Estaba ante la oportunidad de mi vida, mi tía estaba cachonda perdida y yo con unas ganas enormes de hacerle todo lo que Sebas no le había terminado. No me lo pensé ni un segundo y me quité el calzoncillo para quedarme totalmente desnudo debajo de las sábanas.

Escuché como mi tía me estaba haciendo la manzanilla y yo me tocaba para que mi polla estuviese en su máximo esplendor cuando ella regresara… Y regresó a los 5 minutos que se me hicieron eternos y en los que pensé miles de planes de cómo abordaría la situación. Llevaba un vaso de manzanilla en la mano y lo primero que hizo cuando entró fue mirar otra vez el bulto que tenía yo debajo de la sábana, no pudo evitarlo y se le derramó un poco de manzanilla en el vestido y en el suelo…

  • Ay se me ha caído la manzanilla (dijo nerviosa echando rápidas miradas a mi bulto)

  • No te preocupes tita ya lo limpio yo si quieres… (Dije incorporándome un poco más y dejando ver parte de mi vello púbico)

  • ¿Qué vas a limpiar? (dijo ella viéndose bastante nerviosa, supongo que pensaría que me iba a acojonar)

  • Pues tu vestido ahora y mañana el suelo… (le contesté)

Ella dejó la manzanilla en la mesita de noche del lado de mi cama y cuando le toqué la mancha del vestido ella me miró a la cara diciéndome:

  • Cómo te pegue una ostia ya verás, que soy tu tía… además vas a tener que limpiar también el suelo de la entrada de tu casa ¿no? (Me dijo con cara de cabreo. Ella se había dado cuenta que me había hecho dos pajas en la puerta de mi casa viéndola follar con su novio pues seguramente se me caería alguna gota en el suelo, pero a la vez que me dijo eso hizo como tropezarse y puso su mano en mi polla por encima de las sábanas quedando su cara a escasos 30 centímetros de la mía)

En ese preciso momento, cuando me iba a abalanzar sobre ella se escuchó la puerta del portal, a mi tía se le desencajó la cara y empezó a hablar sola… decía cosas como “es que a la próxima te meto una ostia…”, “quién me habrá dicho que viniese”, “este niño está salido”…

Se paró de pie en frente mía y me dijo muy seria:

  • Ponte los calzoncillos y hazte el malo, yo ya he limpiado las manchas del suelo así que no te preocupes y todo lo que acaba de pasar ahora olvídalo el resto de tu vida porque soy tu tía y tú eres un niño… (salió de la habitación y me dejó allí dolido pues lo que más me jodió es que me dijese que era un “niño” y lo peor es que era la 2ª vez en la noche que me sentía mal pues las dos veces me habían dejado más tirado que una colilla porque era menor)

Cuando llegaron mis padres, mi tía los esperó en la sala de estar y les contó que yo había vomitado y que ella me había hecho unas manzanillas y había estado allí hasta que ellos llegaron. Mis padres se lo agradecieron y entraron en la habitación mientras ella se iba arriba hacia la casa de mis abuelos.

Mis padres me preguntaron que qué tal estaba y yo les dije que ya estaba mejor que había estado la tita haciéndome manzanillas y que me encontraba mucho mejor, que lo único que tenía ganas era de dormir ya.

Después de esa noche, mi tía estuvo más distante conmigo el resto de ese verano, de hecho se fue de vacaciones las dos últimas semanas de agosto y ni siquiera se despidió de mí. Yo tampoco quise sacar el tema pues también me sentía incomodo… Esas dos semanas que ella no estuvo las aproveché con mis amigos haciendo mucho deporte que era lo único que me evadía de Bea pero sobre todo de mi tía.

Y esta es otra parte de la atracción por mi tía, que como veis el relato va cogiendo temperaturas altas. Espero que les haya gustado.

Todo llegará a su tiempo, pues con paciencia y mucha saliva se la metió el elefante a la hormiga.

En el próximo capítulo contaré los años de instituto hasta que me fui a vivir a Cartagena con 17 años... pero eso será otra historia.