Atracción por mi padre (2)

Sigue mi relato.

Atracción por mi padre 2

Yo fui despertándome poco a poco, alegremente, y lánguidamente. el cuarto estaba claro, afuera el sol brillaba. Debían ser más de 10 de la mañana. Yo estiré los brazos y las piernas, como una gata

Encontré extraño el mobiliario de la habitación, la cama era otra, era matrimonial, el espejo diferente, la cortina de otro color.

Estaba durmiendo en el lugar que siempre quise ocupar, el de la reina del hogar, el de la hembra de mi padre, mi rey sin corona, que dormía profundamente a mi lado, despreocupado de su desnudes, su miembro en reposo, descansaba de la dura batalla del día anterior. Yo lleve mi mano hasta mi vagina y la acaricie, el olor a sexo, cubría la atmósfera de la habitación

Mi mirada se poso en su miembro y no resistí la tentación de tomarlo con mis manos y llevármelo a la boca, mi lengua recorría su pene y este crecía cada vez más. Mi padre despertó y sujeto mi cabeza con sus manos, mientras susurraba...Hay mi putita, como me haces gozar, eres insaciable

Sin dominar mi conducta, abrí un poco las piernas... él notó... mi excitación incontenible: - Abre más.... un poco más... e introdujo sus dedos en mi vagina

Yo Semi-cerré los ojos, mi respiración era jadeante, había empezado a excitarme

Yo doblé las rodillas, y abrí las piernas más, dejé todo expuesto para sus ojos que se excitaron inmensamente

su pene parecía una roca de duro, y yo lo alentaba

  • así... así... papito me encanta, me encanta...

  • Pon otro dedo.... por favor...

  • Aaahhhhh....... más... más.......... pon otro dedo...

De nuevo, estaba sintiendo el dedo de la otra mano que se resbala dentro de mí, bien despacio,

Yo sentía sólo el placer de estar con él, envolverme todavía más en esa relación anormal, en ese incesto pecador....

Yo empecé a acompañar los movimientos de su mano con mi caderas, intentando ayudarlo en la acción de masturbarme con sus dedos, esos poderosos dedos entrando y saliendo....

Sacó su miembro de mi boca, por miedo a acabar, el quería que todo su esperma se deslizara en mis entrañas

Me beso con el indescriptible placeres de sentir, con sus propios labios, los tiernos labios de la nena, labios suaves, piel firme, aliento virgen, sabor único que se siente al besar los labios de una hija

Sus dedos hicieron, una penetración anal suave yo nunca lo había hecho antes... ¡nunca!

Era mi regalo para mi macho, que como macho dominante preparo a su hembra sumisa.

Yo hice lo que él quiso, se acostó boca abajo, con los muslos separados, ahora con un dedo delante y otro atrás, forzó la entrada....

  • Mi hija... mi esposa...mía, sólo mía...

Cuando los dedos notaron la dificultad en la penetración, los sacó y los unto con vaselina.

Yo sentí dolor cuando sus dedos se introdujeron en mi ano, luego los movió lentamente, luego los retiró y noté la punta de su miembro forzando mi esfínter anal, su boca en mi nuca, lamiendo, mordiendo, chupándome la oreja

su miembro se abrió paso en mi interior.

Mi padre empezó a moverse , lentamente al principio... acelerando después.... los dos en sintonía, nos inclinamos hacia adelante, en la posición del perrito, yo la perra, demente, en una locura sexual maravillosa...

Agggff, como gozo papá, como gozooo

  • Yo también, mi amor.... en las nalgas de mi tesoro.. dentro de mi hija., mi pequeña hija... mi hembra....

fui sintiendo como me iba penetrando, y yo ha esa altura había alcanzado más de un orgasmo por lo excitada que me encontraba, sentí su caliente verga dentro de mi y llegué a creer que me moriría de la dicha, se comenzó a mover y yo a menear mis caderas para disfrutarlo al máximo, para mi el placer era infinito jamas había disfrutado tanto el tener una verga dentro de mi ano.

Y mientras nuestro orgasmo unido duró, gritamos y gemimos desesperadamente con un loco desenfreno.... cuando él acabó en mi ano , yo acabé y sentí como su esperma caliente se hundía en las profundidades de mi ano, tan grande fue el chorro de semen que soltó mi padre dentro de mi, que gran parte chorreó por mis muslos y aun quedó bastante a dentro de mi.

Supe que le pertenecía que seria suya toda la vida, y nadie podría separarnos y que le había dado todo el placer que mi madre no había sabido darle.