Atenciones muy particulares (4)
Continuo visitando a mis pacientes preferidas, mi sobrina Maribel. Asimismo a Mari Carmen. - En este capitulo tengo el placer de atender a Vero.
Maribel.
Continuábamos en el cuarto de baño. Se lavaba su conchita delicadamente. Amor, cuanto siento el haberte despertado por la consabida regla. No debes preocuparte tesoro. ¿Has terminado de asearte? Si mi vida, toma una toallita de tocador y se seca delicadamente la vagina. Se pone una toalla alrededor de la cintura y coge del armario la cajita de tampones vaginales. Me voy a la cama; lávate las manos, necesito que me inyectes un calmante. Enseguida estoy contigo mi amor.
Regreso al dormitorio y me presto gustosamente a insertarle el tampón en su lindo coñito. ¿Lo deseas de verdad? Por supuesto queridísima sobrinita, colócate en posición ginecológica. Toda sonriente me dice: como gustes doctorcito. Delicadamente introduzco el tampón en su preciado estuche .Le preparo el inyectable y cambiando de postura tomo el algodón mojadito en alcohol y masajeo dulcemente la nalguita derecha, introduzco la aguja e inyecto muy suavecito el contenido de la jeringa. Retengo el algodón en la zona del pinchazo y le digo: descansa mi amor. Tu también nene, me meto en la cama y ella se acurruca junto a mi de espalda. Le acariciaba su vientre desnudo, ella me dice: cariño continúa así me haces mucho bien. Nos quedamos dormidos al instante.
Sobre las 6 de la mañana, me llaman al móvil era mi querida hermana. No se encontraba bien. Como es lógico Maribel se despertó ¿Qué ocurre cariño? Tu mami no se encuentra bien. .
Voy a darme una ducha ¿Cómo te sientes Maribel? Algo mejor nene, me ha venido bien el calmante. Yo me meto en la bañera y abro los grifos, deslizo la cortina de baño para no salpicar agua. A los pocos minutos entra mi sobrinita. ¿Dónde vas nena? Debo cambiarme el tampón cielo, me enjabono bien y procedo a ducharme; descorro la cortina para alcanzar la toalla y estaba sentada en el bidet aseándose su lindo coñito. Salgo de la bañera y me acabo de secar. Ella se incorpora y le entrego una toallita de tocador. Se seca delicadamente sus partes íntimas y pasamos al dormitorio.
Sobre la mesita de noche estaba la cajita de los tampones. ¿Te lo pongo nena? si es tu deseo adelante. Sabes que me encanta hacértelo tesoro. Sentada en la cama alza las piernas y se abre su dulce coñito. Cuidadosamente le inserto el tampón muy despacito. Lista mi amor. Me visto tranquilamente, ella se pone unas lindas braguitas de color negro y un diminuto sujetador haciendo juego.
Maribel, vístete y me acompañas por favor. Enseguida tío. Al cuarto de hora estábamos en casa. Pasamos al dormitorio de mi querida hermanita.
_Buenos días nena, ¿Qué te ocurre? Me encuentro con fiebre y tengo malestar general.
. Yo me dispongo a ponerle el termómetro a mi hermanita. Cariño incorpórate un poco por favor; enseguida cariño. Se sienta en la cama y se desabrocha el camisón. Le pongo el termómetro en la axila, rozándole uno de sus lindos senos. Enseguida me dispongo a llamar a urgencias para que pasaran a visitarla.
Me dicen que en una media hora estarían en casa. Le retiro el termómetro y efectivamente tenia 38 de fiebre. De suerte que llevaba analgésicos en mi maletín para combatir la fiebre. En concreto ampollas inyectables que a mi juicio resulta mas efectivo.
. Nena voy a ponerte una ampolla inyectable. Por supuesto cariño, haz lo que creas conveniente. Una vez preparada la inyección le digo: vamos cielo. Ella se da la vuelta en la cama y se coloca boca abajo. Echa las sábanas por debajo de sus muslos y se baja las braguitas. Me siento en la cama junto a ella y le paso el algodón mojado en alcohol en su nalga izquierda; toda relajada le introduzco la aguja, poco a poco voy inyectándole el contenido de la jeringa de 5 c.c., ¿duele cariño? un poquitín nene. Termino de inyectarla y presiono un momento con el algodón en el punto de la inyección. Ya está cielo, le subo la braguita y se gira de nuevo en la cama cubriéndose con las sábanas.
Me dice que cuando venga el doctor o doctora, que me quede junto a ella durante el reconocimiento. Por mí no hay inconveniente cariño pero a veces por lo que sea ellos prefieren reconocer sin que se les moleste. Diciéndome esto, suena el timbre de la puerta. Salgo a abrir encontrándome con una chica joven resultando ser conocida. Una tal María de unos 30 años.
_Buenos días, adelante. Vaya sorpresa Antonio. ¿Qué haces aquí? María es mi hermana la paciente. Pasa por favor. En el dormitorio una vez se saludan le comento que tenía fiebre y acababa de inyectarle un analgésico.
Muy bien Antonio. Voy a auscultarte María y me comentas tus síntomas. Yo por cortesía iba a salirme de la habitación cuando mi hermana incorporándose en la cama se dispone a subirse el camisón. ¿Puede quedarse doctora? No tengo ninguna objeción por mi parte. Me siento en la cama y de espaldas a mi hermanita la ayudo a subirle el camisón. La doctora comienza auscultándole la espalda por ambos puntos y luego le dice se ponga acostada. Ausculta esos lindos senos de aureolas marrones y le ruega se baje un poco la sábana. Le hace una palpación abdominal notándole el vientre algo hinchado. Eso sí, ahora me ruega que salga de la estancia. Quería examinarle el bajo vientre.
Con mucho gusto salgo al salón y cierro la puerta de la alcoba. Ya le comentaría a mi hermanita que me explicara todo el reconocimiento. A los pocos minutos me llama la doctora.
Antonio, pasa por favor. Mi hermana se encontraba muy nerviosa.
Saca de su maletín un espéculo.
Le indica se coloque en posición ginecológica.
Con sumo cuidado lubrica el espéculo y asimismo se dispone a insertarlo en su cavidad vaginal. Al parecer el problema de mi hermana era una infección renal. Debería hacerle unas pruebas por lo que extiende la siguiente receta:
. 6 ampollas de 5 c.c., intramuscular profunda; antibiótico de amplio espectro de 5oo mg.
2 enemas de 250 c.c. Aplicar uno urgente. Caso necesario otro en la noche.
1 sonda vaginal, con sus correspondientes bolsas para acoplar a la sonda.
No te preocupes Mari le dice la doctora, enseguida resolveremos tu problema. Como es lógico yo bajo a la farmacia a por los medicamentos. Maribel y la doctora se quedan en la estancia.
Las otras inyecciones de calcio, deja de administrárselas por el momento. Salgo a la farmacia urgentemente a por los medicamentos. A los pocos minutos me encontraba de regreso en casa.
La doctora me deja unos espéculos de un solo uso. Lo cual se lo agradezco pues así sería más cómodo cuando tuviera que insertarle la sonda a mi querida hermanita. Paso a acompañarla a la puerta quedándole muy agradecido. Al día siguiente a primera hora de la mañana pasaría de nuevo a pasarle visita.
De nuevo en la habitación de mi hermana le digo: nena, ¿preparada para ponerte la sonda? Toda llorosa y nerviosa me dice; por supuesto cariño.
Fui al baño a asearme las manos y traer unas toallas. ¿Te encuentras con ánimo para lavarte en el bidet? Será mejor, ayudadme por favor.
Maribel y yo la ayudamos y pasamos al cuarto de baño. Llevaba solo puesto el camisón y un diminuto slip de color blanco. Ella se desprende del slip y se sienta en el bidet de espaldas a mí. Maribel se dispone a ayudarla a lavarse cuidadosamente sus genitales. .Una vez termina la ayuda a incorporarse y le seca cuidadosamente su dulce coñito.
Se incorpora y dándose la vuelta me muestra su dulce coñito, rodeado de deliciosos ricitos suaves de color negro; estoy bien orgulloso de la hermanita que tengo.
En la cama la hago colocarse en posición ginecológica, pies apoyados en la cama y abierta de piernas. Me pongo unos guantes de latex y separo sus labios vaginales observando toda su conchita interiormente.
Traigo una cuña y le pongo un almohadón bajo sus nalgas. Veo el meato urinario y procedo a lubricar el lindo agujerito, acto seguido le digo se relaje. Poco a poco introduzco la sonda previamente unos dos o tres centímetros. ¡Ay! qué dolor. Perdona cariño ya la tienes dentro. Automáticamente fluye la orina. Dios mío, que descanso nene. Le acoplo la bolsa y se la sujeto en un soporte al efecto a la cama. Ya está cariño. Procura no moverte. Maribel recoge la cuña para desinfectarla y pasa al baño.
A los pocos minutos regresa a la habitación.
_Bueno, le digo a mi hermanita; ¿preparada para inyectarte? Cuando gustes cariño. No te olvides que debes prepararme el enema. Prefiero me lo pongas antes que la inyección.
Maribel, ves preparando el enema por favor. Con esto de la sonda será mejor que te lo aplique en la cama, ponemos la cuña debajo y no debes preocuparte. Sé que es un engorro al tener la sonda puesta, pero será mejor así.
Déjame explorarte el vientre cariño. Seguía en posición ginecológica por lo que delicadamente le palpo su vientre desnudo en varios puntos. Ahora al orinar se te ve menos hinchado. No olvides que debes tomar mucho líquido. Espero que mañana se te retire la sonda y podrás estar mejor.
Maribel regresa con el irrigador y un gel lubricante. Me pongo unos guantes de latex y procedo a colocar la cuña bajo sus nalgas. Le digo que se ponga al borde de la cama y yo me coloco en un taburete enfrente de ella. Pongo un almohadón bajo sus nalgas y unas toallas.
Lubrico delicadamente su agujerito anal. Maribel aguanta el irrigador y me dispongo a insertarle la cánula bien lubricadita. La inserto cuidadosamente y doy paso a la llavecita incorporada del irrigador.
El líquido iba entrándole en su recto. Pacientemente aguantaba como iba entrando el contenido del enema. ¿Te sientes bien? Sí cariño, no debes preocuparte, te estamos dando bien la lata.
No debes preocuparte hermanita. Al ratito se vació todo el enema en su magnífico culete. Retiro la cánula y se dispuso a evacuar el enema en la cuña, con cuidado que no se derramara por la cama.
De nuevo mi querida sobrina pasa al baño a lavar la cuña. Delicadamente, me atrevo a secarle sus genitales cuidadosamente. Gracias hermanito eres un sol. Sácame unas braguitas del cajón de la cómoda, con mucho gusto hermanita. Tomo un slip diminuto de color blanco. La ayudo a incorporarse un poco y sentada en la cama aguando la sonda. Delicadamente se las pone y poco a poco las coloca en su sitio asomando la sonda por el borde de la braguita. Me dispongo a prepararle la inyección. Como dije anteriormente son unos antibióticos bastante fuertes.
Dispuesta la inyección le digo cuando quieras cariño. Colocada de lado y deslizada la braguita le doy con el algodón mojado en alcohol sobre la nalga izquierda. Relájate cariño. En ese momento entra Maribel a la habitación, traía café y zumos. Le doy una palmadita en el culete y le introduzco la aguja; poco a poco voy administrando el contenido de la jeringa, nene llevas razón como duele el liquido. Termino de inyectarla y le paso delicadamente el algodón en la zona del pinchazo. Le subo la braguita y le digo, ahora descansa cariño y toma bastante liquido.
Me siento junto a ella y Maribel y me tomo el cafetito recién hecho. Ya eran casi las 8 de la mañana por lo que me dispongo a asearme un poco y comenzar mi jornada de visitas. Procuraría estar de nuevo con mi hermana sobre el mediodía.
Me despido de mi hermana y salgo de la alcoba junto con Maribel. Me toma de la mano y me retiene un momento. Pasamos a la cocina. Me dice que hoy al mediodía vendrá su cuñada Olga. Es una chica muy agradable tío; tiene sobre 27 años, es rubia y esbelta. Se queda a pasar el fin de semana en mi casa. Yo me quedo aquí en casa a cuidar a mami. De paso le he comentado que tú aplicas muy bien las inyecciones y otras cosas. Así que lo dejo todo en tus manos. Debo ir a recogerla a la estación de autobuses. No te preocupes nena procurare estar pronto aquí para no dejar a tu madre sola. Le pregunto como se encontraba con el problema de la regla, mucho mejor gracias, espero que mañana ya se me haya pasado. No olvides que me deberás inyectar el anticonceptivo en su momento.
_Bueno cariño, debo marcharme que tengo una mañana completa, nos dimos un cariñoso beso y salgo primeramente a casa de Raquel.