Atenciones muy particulares (2)
Tratamiento de inyectables donde surge el flechazo entre mi sobrina y yo. Asimismo conozco a Mari Carmen y en especial a Lele mi sobrina política.
Aproximadamente sobre las 4.30 me llama mi hermana. Acababa de salir de la ducha y estaba radiante. Me voy al baño a refrescarme la cara. Llevaba puesta una batita corta mostrándome sus lindas piernas. Cariño vamos a mi dormitorio y me preparas el inyectable. De espaldas se quita la batita y llevaba un lindo conjunto de braguitas y sujetador.
Preparada la inyección, le digo échate en la cama. Tumbada boca abajo descubre su lindo trasero. ¿Dónde te la pongo cielo? Donde quieras nene. Cojo el spray del alcohol y echo unas gotitas sobre el algodón. Me decido a darle en la nalga izquierda. Clavo la aguja y administro el inyectable. Ya está cariño. Pongo un momento el algodón en el punto de la inyección y me permito subirle la braguita. Se incorpora de la cama y le digo, ¿te he inyectado bien? Por supuesto cielo. Bueno voy a vestirme que debo recoger a la nena de la guardería. Diciendo esto suena el teléfono. Vaya que oportuno. Descuelga el teléfono y era su amiga Mari Carmen, se encontraba en cama aquejada de una fuerte bronquitis.
Necesitaba urgentemente aplicarse unas inyecciones. No te preocupes que ahora pasara mi hermano a inyectarte. Como sabes es ATS. Gracias Gloria, mi hija Cristina se encuentra conmigo.
Nene, toma nota de la dirección. Es una buena amiga y algo más joven que yo. Pórtate bien. Por supuesto hermanita. Nos dimos un cariñoso beso y salgo hacia la casa de Mari Carmen. Vive relativamente cerca de mi hermana.
Llamo al telefonillo de la calle y paso al interior del portal. Vive en el 2º piso puerta 1.
_Buenas tardes.
_Buenas tardes me dijo Cristina. Pase por favor al dormitorio de mi mamá.
Mari Carmen es una señora de unos 48 años, morena y bastante agraciada.
_Buenas tardes Mari Carmen.
_Buenas tardes Antonio, Gracias por venir tan pronto.
Me dispongo a leer la receta del doctor.
1 envase de 6 viales., omito el nombre del fármaco. Aplicación intramuscular profunda lenta. Vial de 5oo mg, y 4 ml., de agua para inyección. 1 cada 8 horas.
1 envase de 6 viales. 250 mg., y 2 ml., agua para inyección. Intramuscular profunda. Tratamiento febril. 1 cada 6 horas aproximadamente.
Tenía puesto el termómetro en la ingle según me confirma su hija Cristina. El doctor le había diagnosticado una afección severa bronquial. Me entrega el termómetro comprobando que tenía fiebre alta.
Inmediatamente me dispongo a preparar los inyectables. Una vez listos le digo: descúbrete por favor. Su hija le dice: vamos mamá ponte boca abajo. Enseguida nena. Le echa el cobertor de la cama por debajo de sus muslos, pudiendo comprobar que tenía unas piernas esbeltas Levaba puesta una combinación en color negro junto con unas braguitas a juego. Tímidamente se sube la combinación y se baja la braguita mostrándome unas nalgas preciosas. Me dispongo a inyectarle primero la ampolla de 250 mg. Tomo el frasco del alcohol y mojo el algodón. Lo aplico sobre la nalga izquierda e introdujo la aguja. Administro muy lentamente la inyección y de nuevo le paso el algodón sobre el punto de la inyección. Ya está Mari Carmen. ¿Le ha dolido? No Antonio.
Ahora te pondré la otra inyección en la otra nalga, Aplico el algodón humedecido en alcohol y procedo a inyectarla lentamente. ¿Duele? Ya lo creo, pero no te preocupes lo haces muy bien. Y eres muy paciente. Termino de inyectarla y le doy con el algodón en la zona del pinchazo. Puedes cubrirte Mari Carmen. Se sube la braguita y se coloca en posición supina cubriéndose con las ropas de cama. Ahora descansa, luego a la noche le toca la otra dosis. Vendré sobre las 12 aproximadamente. Gracias Antonio, y encantada de conocerte. Su hija Cristina me acompaña hasta la puerta. Le entrego una tarjeta con mis señas de casa y del consultorio, donde van anotados los teléfonos.
Salgo de casa de Mari Carmen y me dirijo al consultorio. Serían aproximadamente las 17.30 horas. Sobre las 19.00 horas me dirijo a casa de Lele. Mi querida sobrinita me abre la puerta. Paso al dormitorio para ver como se encontraba Lele.
_Hola Antonio. Que pronto has regresado. Así es mi niña, ¿cómo te sientes? Bastante fastidiada como puedes comprobar. Maribel me dice: tío ¿te apetece un café? voy a traerle a Lele un zumo y preparo la cafetera en un momento. Gracias nena. Lele me comenta que había ido al baño, al parecer padecía de estreñimiento.
Maribel me ha sugerido de administrarme un enema. Por ello bajó a la farmacia y trajo 2 envases de 250 c.c. Hemos querido conveniente consultarlo contigo antes de hacer nada. Muy bien chicas.
Estando en la cocina Maribel, le toco la frente a Lele y le digo: pareces tener un poquito de fiebre. Voy a ponerte el termómetro. Pónmelo en la ingle por favor. Se baja las ropas de cama a la altura de sus lindos muslos y delicadamente rozo esa piel blanca como la leche al colocarle el termómetro. Le subo las ropas de la cama y le digo lo retenga unos minutos.
Al ratito regresa Maribel de la cocina portando una bandeja con 2 tacitas de café, azúcar y un zumo para Lele.
Sobre una mesa de camilla que había en el dormitorio, deja la bandeja. El dormitorio es bastante amplio. Mientras Maribel me pone un azucarillo, Lele me entrega el termómetro. Tenía unas décimas de fiebre por lo que le sugiero de administrarle la ampolla de 2 ml, junto con la otra inyección del antibiótico.
Se sienta en la cama y Maribel le da el zumo. Nosotros tomamos el café tranquilamente. Una vez toma el zumo Lele me dice: Me pondréis el enema ¿verdad? Por supuesto cuiñadita le dijo Maribel. Yo misma te lo aplico, ¿me dejas Antonio? Claro nena. Mientras preparo las inyecciones.
Tomo de mi maletín un gel lubricante y le digo a Lele que se coloque en posición decúbito dorsal. Una vez en la posición requerida Maribel echa las ropas de cama hacia abajo. Sácate la braguita por favor. Maribel se coloca unos guantes de un solo uso y contemplo ese maravilloso cuerpo de Lele, desnuda de cintura para abajo.
Maribel toma el enema preparado y primeramente se dispone a lubricar el agujerito anal, relájate cariño. Con una mano separa las nalgas y la otra se lubrica el dedo con el lubricante. Cuidadosamente lo esparce sobre la zona anal y se dispone a insertarle el dedo cuidadosamente. ¿Te lo hago bien? Claro Maribel, a continuación lubrica la cánula del enema preparado y le dice ponte de rodillas en la cama con el culete en pompa. Observo como mi querida sobrinita rompe el envase del enema e inserta cuidadosamente la cánula adosada al mismo. Hace presión sobre el envase aplicándolo como toda una profesional. Lele apoyada la cabeza en la cama y un cojín bajo su vientre aguanta pacientemente la irrigación anal. Ya terminando le dice, Maribel no puedo más, necesito ir al baño. Saca la cánula del culete y ayudando a incorporarla de la cama la acompaña al baño.
Yo ya tenía los inyectables preparados. Al rato salen del baño. Lele se había colocado una toalla alrededor de la cintura. Se sienta en la cama y procede a colocarse boca abajo.
Retira la toalla.
_Vamos Antonio, cuando quieras. Mostrándome todo su bello cuerpo; y sin braguita procedo a inyectarle la ampolla de 2 ml., Maribel me entrega el algodón mojado en alcohol y lo paso suavemente por su nalga izquierda. Clavo la aguja y la inyecto suavemente. Le doy con el algodón y me dispongo a aplicarle la otra ampolla de 5 c.c. en la otra nalga, pacientemente le voy administrando el inyectable. Acabo de inyectarla y le doy un momento con el algodón en la zona del pinchazo.
_Le subo el cobertor de la cama y le digo puedes volverte cariño. Esperemos que mañana te sientas mucho mejor. Llega Emilio del trabajo y estuvimos un rato charlando.
_Maribel me dice: tío cuando quieras marchamos a casa. Debo hacer unas compras y pasar por casa de mi madre.
_Emilio al día siguiente se iría bien temprano a trabajar. No debes preocuparte, no es recomendable que Lele se levante de la cama a abrir ya que tomaré la copia de llaves. Estaré a primera hora de la mañana. Nos despedimos de Lele y Emilio y partimos hacia un centro comercial. Entramos en el parking y pasamos a la sección de ropa infantil, compró algunas prendas para las nenas y luego quiso curiosear la lencería íntima. Opta por comprarse unos sugestivos modelitos de braguita y sujetador y pantalones y camisetas de verano.
Salimos de allí y nos encaminamos a casa de mi hermana. Me da las llaves de su garaje, ella sube a casa de mi hermana y me encarga que encierre el coche en el garaje y que suba a su casa con los paquetes. Previamente, me entrega las llaves de su departamento.
_Tío, tardaré lo menos posible. De acuerdo nena, no tardes mucho, pues debo pasar a inyectar a Raquel. Te espero en casa. Una vez meto el coche en el garaje subo a su domicilio con los paquetes y lo dejo en su dormitorio. Entro al baño y paso a refrescarme. Con toda confianza me dirijo a la cocina y saco una cerveza del frigorífico. Tomo una bandejita y me voy al salón a ver un poco la tele. Al rato suena el timbre de la puerta, me levanto a abrir y era Maribel.
_Nena, voy a acercarme a inyectar a Raquel. Espera tío te acompaño. Nos abrió la puerta la madre de Raquel.
_Buenas noches.
_Buenas noches Antonio.
La mamá de Raquel y mi querida sobrinita se saludaron dándose un beso. Pasamos al dormitorio y me dispuse a preparar las inyecciones. Su madre salió de la estancia dejándonos con su querida hija.
¿Cómo te encuentras Raquel? Le dijo mi sobrina. Como puedes suponer deseando ponerme bien y no molestaros, sobretodo a mi madre ya la conoces. No debes preocuparte en cuanto a mi tío y a mí.
Raquel cuando quieras le dije. Voy a inyectarte.
Enseguida Antonio. Se colocó boca abajo en la cama echándose las ropas de la cama por debajo de su lindo trasero. Me dispongo a inyectarle la ampolla de 2 ml., sobre la nalga izquierda aplicándole el algodón con alcohol. Introduzco la aguja y suavemente inyecto el contenido; pongo el algodón un momentito y me dispongo a pinchar la otra nalga.
No olvides que debes ponerme el enema Antonio. Enseguida te lo aplicaremos Raquel, Ahora relájate.
Le doy con el algodón suavemente y procedo a inyectar el contenido de la jeringa de 5 c.c. muy lentamente. Esta si que duele ¿verdad? Ya lo creo Antonio. Una vez termino de inyectarla se queda en la misma postura y le digo a Maribel si quería aplicarle el enema.
En el armarito de baño está el enema Maribel le dijo Raquel. Ella pasa al baño a lavarse las manos y trae el envase preparado. Rompe el mismo y se dispone a lubricar la cánula. Se puso unos guantes de un solo uso. Vamos nena, colócate con el culete en pompa. Observo como le separa esas nalgas y lubrica con su dedo el esfínter. Yo me deleito como le mete la cánula en el culito y presiona sobre el envase. Era un enema pequeñito por lo que se lo aplicó en unos minutos. La ayuda a incorporarse de la cama y la acompañó al baño.
Una vez salieron del baño, Raquel se acostó de nuevo. Nos despedimos de ella y de su madre y marchamos para casa.
Maribel en tu dormitorio dejé tus compras. Gracias tío. Acompáñame por favor.
En el dormitorio me dice: tío necesito hablar contigo sobre mi matrimonio. ¿Qué te ocurre nena? Sabes que mi marido siempre está fuera por su profesión y me encuentro falta de su cariño. No así, en la familia porque gracias a Dios formamos una piña. Entre otras cosas, tu y yo siempre nos hemos atraído y más ahora. Ahora estás en esta ciudad y nos ayudas mucho a todos nosotros. Me alegro sobremanera de tenerte a mi lado. Creo que ha surgido algo más que la relación de tío y sobrina. ¿No lo crees así? Por supuesto nena, yo estoy encantado de estar contigo, ya que mi relación anterior por suerte o desgracia no resultó fructífera con lo cual me alegro enormemente.
Te recomiendo que si surge algo entre nosotros que creo hay algo Maribel; por supuesto que hay algo tío. Hay amor. Sentados en la cama nos abrazamos fuertemente. Aquella tarde noche resultó encantadora para ambos.
Cariño voy a guardar las compras de las nenas y ahora te mostraré mis modelitos que compré. Los sacó del envoltorio y me mostró toda aquella gama de braguitas y sujetadores. Pude contemplar el gusto exquisito que tiene. Me encanta cualquier prenda que lleve puesta.
En esta ocasión iba vestida con una minifalda y cazadora vaquera; debajo llevaba una blusita en color blanco, resaltándole sus lindos senos. Calzaba unas botas altas con cremallera a los lados.
Nene, ahora deseo ponerme cómoda y preparar un baño relajante. Quiero que lo compartas conmigo. Cariño, le dije: déjame desnudarte. Con sumo gusto estoy a tu disposición toda para ti amor mío.
Le recogí la lencería íntima y cuidadosamente dobladas las dejé sobre la cómoda. Le quité la cazadora y la puse en un perchero. Siéntate en la cama amor. Me entretuve en bajarle la cremallera de las botas y sacárselas delicadamente. Ella se desabrocha la cremallera de su falda y se la quito del todo. Acto seguido ella se desprende de la blusita quedándose en panty-medias de color ceniza, donde se le transparentaba un diminuto slip de color blanco.
Continúa sentada en la cama y me dice: vamos tío no sientas vergüenza y déjame desnudarte por favor. Me siento en la cama y procedo a descalzarme. Ella se coloca de rodillas frente a mí y comienza por desabotonarme la camisa mostrándole mi torso desnudo. Me acaricia cariñosamente y juntamos nuestros labios dándonos un maravilloso beso. Desabrocha el cinturón de mis pantalones y los desliza suavemente.