Atada a la cama

Después de calentarnos decido atarla a la cama y vendarle los ojos, para cumplir mis fantasías y hacerla gozar como nunca...

He estado esperando y deseando que llegara este momento, para poder devolverte el inmenso placer que me hiciste pasar hace unas semanas…y por fin ha llegado el día.

Ya tengo preparado todo lo que voy a necesitar para hacerte sentir tanto placer que será difícil que olvides este día, quiero hacerte gozar como nunca

Lo primero que hago es vestirme con ropa cómoda para la ocasión, así que después de darme una buena ducha me pongo solo unos calzoncillos negros y unos pantalones sueltos encima, aparte de eso no llevo nada más.

A ti te he pedido que también lleves ropa ligera, y que te pongas algún bikini o ropa interior que no uses demasiado.

Por fin suena el timbre y me dirijo rápidamente a abrir la puerta, estás tan preciosa como siempre, da igual lo que lleves puesto en cuanto te veo algo se enciende dentro de mi.

Me gustas tanto que me lanzaría sobre ti para devorarte a besos y hacerte el amor aquí mismo en el rellano de la escalera, sin esperar más para verte estremecer de placer, pero hoy quiero ir despacito, y aprovechar todas las sorpresas que te tengo preparadas para hacerte disfrutar…lo de la escalera quizás podamos hacerlo después

Mientras nos dirigimos a la habitación te recuerdo que hoy seré yo el que te diga lo que tienes que hacer, y tu tendrás que ser buena y hacer todo lo que diga, y sobre todo dejar que te haga todo lo que quiera

Me contestas que vale, con una sonrisa divertida y pícara, con tu mirada centrada en contemplar mi espalda desnuda, de momento estas encantada de cómo empieza la tarde, te gusta ver mi espalda de hombros anchos y mi piel morena, totalmente expuestas a tus ojos.

En la habitación ya esta todo preparado, las persianas casi completamente bajadas nos dan intimidad pero las ventanas están abiertas de par en par así que el ambiente es muy agradable.

Por último unas velas debidamente colocadas y un poco de incienso ayudan a iluminar la habitación y acabar de darle un toque sensual.

En cuanto cierras la puerta de la habitación tras de ti yo te tomo por la cintura y sin darte tiempo a reaccionar te beso apasionadamente en la boca, introduzco mi lengua entre tus labios y al instante empiezo a buscar la tuya, a la vez que tiro de tu cinturas acercándote mas a mi.

Nuestras lenguas se encuentran rápidamente, y empiezan a moverse una contra la otra con pasión y lujuria, en una deliciosa y húmeda batalla.

Entonces me detengo y me separo ligeramente de ti, ha llegado el momento de comenzar a pedirte algunas cosas… lo primero que te pido es que te desabroches la blusa que llevas y te la quites, tu empiezas a hacerlo y uno a uno vas desabrochando los botones con un sonrisa juguetona e increíblemente sexy en tus labios

Cuando abres la blusa contemplo sorprendido que debajo solo llevas un escueto bikini de color naranja, puedo observar como tus pezones se han puesto un poco duritos y se marcan ligeramente en la fina tela. Tu piel luce preciosa a la luz de las velas, y me cuesta controlarme para no comer a besos cada rincón de tu piel.

Me acerco a ti y sin poder resistirme más, beso tus preciosos pechos por encima del bikini, lo hago delicadamente para sentir lo suaves que son, y como ceden a la presión que mis labios ejercen sobre ellos, tu cierras los ojos y te dejas llevar.

Con mi lengua recorro la tira de tu bikini, humedeciendo tu piel hasta llegar a tu cuello, vuelvo a tomarte por la cintura para acercarte a mí, y sentir como tu pecho se aprieta contra el mío, y como tus pezones se endurecen mas poco a poco.

Beso tu cuello con mis labios mojados y con mis manos recorro tu espalda, palpando cada centímetro de tu piel y acariciándola, al principio tu permaneces quietas, luego comienzas a acariciar mi piel con tus manos, te separas un poco y recorres mi pecho y mis abdominales, después aprietas mi culo con ambas manos y me acercas a ti tirando de el, nuestros labios empiezan a acercarse de nuevo y pronto nuestras lenguas vuelven a devorarse la una a la otra.

Lo próximo que te pido es que me quites los pantalones, tu me haces caso pero no estás dispuesta a ponerme las cosas fáciles, y decides hacerlo de la forma mas sensual que se te ocurre, para ponerme a mil.

Te arrodillas y entonces besas mi torso desnudo, justo en la zona de los abdominales, a continuación recorres con tus labios la parte cercana a mi ombligo, tengo el pecho completamente depilado de pelos, así que puedes pasar tu húmeda lengua de un lado a otro de mi piel, en ese momento no puedo evitar estremecerme y cerrar los ojos al sentir como un cosquilleo recorre mi cuerpo entero, sobre todo en la parte de mi entrepierna, cada vez mas caliente

Tus manos tantean mis nalgas por encima del pantalón, y después las mueves hasta llevarlas a mi paquete, donde a estas alturas ya se aprecia un bulto bastante duro, deseando ser liberado.

Con gran habilidad desabrochas el botón y bajas la cremallera lentamente, tras ella mi miembro empieza a erguirse cada vez mas, poniéndose cada vez mas duro y tieso

Bajas los pantalones hasta mis tobillos, recorriendo con tus manos mis piernas desnudas, las pasas por mis muslos, por mis gemelos…levanto una pierna y luego la otra para que puedas terminar de sacarme los pantalones, ahora ya me tienes casi desnudo delante de ti, con mi verga completamente tiesa formando un bulto espectacular en mis calzoncillos

Me contemplas con lujuria y repites lo mucho que te gusta mi piel tostada y mi cuerpo, tus manos se lanza sobre mis nalgas, las metes por debajo de los calzoncillos y comienzas a acariciar mi piel, masajeándolas y apretándolas con las yemas de tus dedos, las tengo algo duritas y te encantas hundir tus dedos en ellas.

Mientras besas mi miembro por encima de los calzoncillos y me haces sentir en el cielo, comienzas a pasar tu lengua por encima de la tela mientras sigues magreando mi culo, me vuelve loco sentir como tu lengua recorre mi sexo durísimo en todo lo largo por encima de la tela, me tienes completamente entregado, estoy a punto de ceder al placer y decirte que no pares

Así que intento recuperar el control, te pido que te pongas de pie de nuevo. Entonces soy yo el q se arrodilla delante de ti, lo primero que hago es quitarte las zapatillas y dejarlas a un lado, dejándote así descalza con tus bonitos pies sobre el suelo, Desato el nudo que sujeta tus pantalones, y una vez hecho, estos se deslizan muy fácilmente por tus piernas, sin apenas esfuerzo, hasta tus tobillos. Una vez te los he quitado permanezco delante de ti, observando tu cuerpo.

Con mis manos tanteo tus piernas, recorro tu silueta desde tu cintura hasta tus pies acariciándote con mis manos, después las termino por colocar sobre tu culito, lo acaricio, me encanta lo redondo y suave que es, mis manos se deslizan por debajo de las bragas del bikini, y recorren tu piel al igual que tu hiciste conmigo, con mis dedos aprieto y agarro tus nalgas como si quisiera que fueran mías para siempre, luego las acaricio con mis manos y las sobo mientras mi lengua recorre tu pubis por encima de la tela, pongo la lengua dura y voy descendiendo por el centro de tu intimidad, justo por donde se marca la línea de entrada en tu interior, paso mi lengua por ahí mientras sigo acariciándote y compruebo satisfecho como tu excitación crece por momentos.

Entonces me detengo y te pido que cierres los ojos, es hora de empezar todo lo que tengo preparado para hacerte gozar, cojo un pañuelo de seda de color negro y lo coloco sobre tus ojos, luego lo ato suavemente, pero con la fuerza suficiente para que no se suelte.

Después de asegurarme de que no ves absolutamente nada me acerco a ti y beso suavemente tus labios, a la vez tomo tus manos y las coloco en mis caderas indicándote que quiero que termines de desnudarme.

Abres un poco tus labios, lo suficiente para que mi lengua entre en tu boca y comience a buscar al instante la tuya, nuestros labios se sellan y nuestras lenguas comienzan a moverse la una contra la otra, restregándose apasionadamente entre ellas, a la vez que tus manos toman mis calzoncillos y entonces los bajas de un tirón hasta donde puedes, dejándolos en la mitad de mis muslos.

Entonces pones tus manos en mis hombros y suavemente comienzas a recorrer mi piel al mismo tiempo que continuamos besándonos con pasión.

Empiezas palpando mis hombros, y poco a poco comienzas a descender por mis brazos, pones tus manos sobre mis bíceps, los acaricias y los sobas con lujuria y luego los aprietas comprobando lo duros que están.

Sigues frotando y apretando los músculos de mis brazos, después diriges tus manos hacia mi torso, primero empiezas por acariciar y sobar mis pectorales, los tengo duros también y después de haberme sobado bien clavas las yemas de tus dedos en ellos mientras desciendes hasta llegar a mis abdominales.

Tengo marcaditos los abdominales en mi piel morena, pasas por ellos tus manos palpándolos todo lo que quieres, después continúas acariciando mis caderas y la zona de mi pelvis.

Y una vez que has terminado sigues bajando hasta llegar a mi pubis, lo recorres brevemente con el dorso de tu mano hasta que por fin das con mi ancho miembro que te espera mintiendo firme la erección, tieso y muy duro.

Comienzas a recorrerlo con las yemas de tus dedos, pero sin llegarlo a agarrarlo del todo, solo pasas por encima recorriendo toda su extensión desde la base hasta la punta donde mi glande ya esta completamente al descubierto, al sentir tus dedos pasando sobre él no puedo evitar estremecerme.

Yo te dejo hacer porque será la única vez en toda la noche que te permita tocarme a tu antojo, después seré yo quien sacie todos mis deseos contigo

Al fin tomas mi pene y cierras tus dedos atrapando mi grueso miembro en tu mano.

Entonces empiezas a mover tu mano de un lado a otro, como comprobando lo erguida y firme que la tengo, y la dureza de mi impresionante erección.

Después empiezas a mover tu mano de una manera deliciosa, meneándomela suavemente pero con movimientos profundos con los que recorres mi pene entero, dándome mucho placer

Pero aún es muy pronto para que me corra, así que detengo tu mano y te indico que permanezcas quieta, termino de quitarme los calzoncillos y los dejo a un lado.

Te rodeo contemplando tu maravilloso cuerpo, lo sexy que te ves en ropa interior y con los ojos vendados sin poder ver absolutamente nada.

Entonces tomo mi sexo con una mano y comienzo a pasar la punta por tu pubis, por encima de tu ropa interior.

Dejas escapar un suspiro al sentir como la gruesa punta desciende por tu ropa interior hasta llegar a la entrada de tu sexo.

Después giro a tu alrededor y paso la punta suavemente por tus nalgas, luego me aproximo un poco mas por tu espalda, y tomándote por los hombros clavo suavemente mi duro miembro en tus nalgas.

Tu suspiras y gimes ligeramente al sentirlo, e intentas volver a cogérmela pero yo te lo impido. Hoy seré yo quien te haga todo lo que quiero.

Entonces te indico que te tumbes boca a arriba en la cama, como no ves nada yo te ayudo a tumbarte.

Una vez que ya estás recostada en el colchón, me inclino sobre tu cuerpo y te beso con dulzura en los labios. Continúo descendiendo por tu cuello, sembrando mis besos a lo largo de tu cuello, después continúo repartiéndolos por tus hombros desnudos.

Colocas tus manos en mi espalda y me acaricias a la vez que me acerca a ti. Pero antes de continuar me detengo durante un instante para observarte, me encanta tenerte así con los ojos vendados sin que puedas ver nada, tu respiración se agita más a cada segundo que pasa, es la excitación de saber que estas completamente a merced de mis deseos...

Entonces cojo un par de pañuelos rojo de la mesilla y te digo que estés quieta y te dejes hacer por mi. Tomo una de tus manos y la lelvo hasta una esquina del cabecero de la cama, entonces rodeo tu muñeca con el pañuelo y después la ato al cabecero de la cama, con la suficiente fuerza para que no puedas soltarte.

Repito la misma operación con tu otra mano, la cojo y rodeo el pañuelo a tu muñeca para después atarla a la otra esquina del cabecero de la cama..

Cuando ya tienes los brazos completamente imovilizados comienzo a acariciarte.

Paso mis manos por tu delicado cuello, luego sigo conduciendo mis manos por tus hombros y la zona de tu clavícula...desciendo acariciando con el dorso de mi mano tus magníficos pechos, los sobo por encima del sujetador pero aún así puedo sentir como tus pezones ya están muy duritos...

Después solo con mi mano acaricio tu tripa y con las dos manos froto suavemente tus caderas, masajeándolas ligeramente.

Por fin llego a tu pubis, lo primero que hago es introducir mi mano por dentro de tu ropa interior, me encanta tenerte así, atada de manop y vendada mientras yo te toco como quiero y donde quiero. ...

Con mi mano dentro sobo tu pubis desnudo...pero solo lo hago un poco, lo justo para recrearme con la suavidad de tu piel y comprobar con satisfacción lo húmeda que empiezas a estar.

Después vuelvo a sacar mi mano y con un par de dedos te froto por encima de tu ropa interior, lo hago partiendo desde tu monte de venus, descendiendo hasta la entrada de tu sexo, apretando y aumentando la intensidad de mis caricias cuando coloco mis dedos sobre la entrada de tu intimidad...

Empiezas a gemir de inmediato mientras continúo frotandote cada vez mas deprisa, aumentando a cada segundo el ritmo al que muevo mis dedos y la intensidad con la que aprieto por encima de tus braguitas....

Cierras los puños y mueves las piernas mientras continúas gimiendo a causa del placer que estoy haciéndote pasar. Me encanta verte disfrutar de esta manera, completamente entregada, pero aún no pienso hacerte terminar.

En ese momento me detengo de nuevo , tu deseas que siga dándote placer, pero yo prefiero terminar el recorrido por tu cuerpo

Con ambas manos voy acariciando tus muslos, como tienes las piernas flexionadas aprovecho para introducir mis manos por debajo de tus muslos para llegar a tu culito…poniendo especial atención en magrear tus nalgas con mis dedos, luego consigo que vuelvas a extender las piernas del todo y así puedo continuar descendiendo por tus piernas, sobando con dulzura tus gemelos para finalmente llegar hasta tus tobillos, rozo ligeramente tus pies con el dorso de mi mano, paso uno de mis dedos extendidos por la planta de tus pies a modo de caricia.

Entonces tomando uno de tus pies lo envuelvo con otro pañuelo de seda, lo enrollo bien a tu tobillo y después lo ato en una de las esquinas de la cama, sujetándolo bien para que apenas puedas mover solo un poco los tobillos.

Después hago lo mismo con tu otro pie, atándolo esta vez a la otra esquina de la cama, y una vez que he terminado me inclino sobre tus pies e introduzco uno de tus dedos en mi boca, después lo chupo y lo muevo y lamo con mi lengua, cuando he termina con ese dedo y lo he dejado completamente humedecido paso al siguiente, y así voy haciendo con cada uno de ellos.

Tu suspiras y compruebo con satisfacción como aunque intentas mover las piernas apenas puedes

Una vez he terminado me siento a tu lado en la cama de nuevo, acaricio dulcemente tus labios con mi dedo, tu respiración esta cada vez más agitada y excitada

Te indico que levantes un poco el torso, y una vez que lo has hecho meto mis manos por debajo para desabrochar tu sujetador, lentamente voy quitándotelo, como si fuera un ritual que me preparara para las maravillas que voy a observar cuando estés completamente desnuda para mí.

Cuando por fin he terminado de desprender tu sujetador lo tiro al suelo y permanezco quieto observando durante unos segundos tus maravillosos pechos.

Me quedo mirando su forma tan perfecta y redondita, tienen el tamaño justo, su hermosa piel blanca como el resto de tu cuerpo, y su magnifica firmeza.

Tus pezones rosaditos ya están duritos, tus senos se mueven al ritmo de tu respiración, subiendo y bajando acompasadamente, son tan perfectos que es imposible no desear besarlos y devorarlos centímetro a centímetro

Así que empiezo inclinarme sobre ellos y beso con dulzuras tus pezones, al sentir el roce de mis labios en esa zona tan sensible no puedes evitar dejar escapar un gemido.

Entonces saco mi lengua cálida y húmeda, y lentamente comienzo a pasar la punta por tu pezón endurecido, juego con él dándole pequeños golpecitos con mi lengua…después vuelvo a lamerlo de nuevo para asegurarme de dejarlo completamente mojadito.

Y cuando he terminado con tu pezón continúo lamiendo el resto de tu pecho, humedeciendo con mi lengua tu suave piel mientras que con una mano sobo tu otro pecho y froto con dos dedos su pezón dándote así mucho placer, mis besos se vuelven mas apasionados, tomo tu pecho y lo introduzco con mi boca lentamente.

Y entonces empiezo a chuparlo y lamerlo con mi lengua mientras amaso tu otro pecho y froto tu delicioso pezón con mis dedos.

Poco a poco tus jadeos van aumentando, yo también estoy muy caliente y la tengo durísima y completamente erguida, tu lo notas porque al estar inclinado sobre ti besándote y devorándote mi ancho miembro choca con tu muslo

Ya no puedo esperar más, cojo un par de tijeras de la mesilla y con cuidado estiro el elástico de tus bragas por la zona de tus caderas, y lo corto con las tijeras, luego me dirijo al otro lado de tu cintura y corto también el elástico de ahí.

Una vez que ya están los dos cortados dejo las tijeras sobre la mesilla de nuevo y suavemente tiro de tus bragas por la parte del centro.

Tus braguitas se deslizan por tu piel y cuando levantas un poco la cintura terminas por salir muy fácilmente dejando por fin a la vista tu pubis y tu maravilloso sexo que ya empieza a estar muy húmedo y caliente.

Tu respiración se agita mucho, te excita terriblemente el hecho de estar así, completamente desnuda con los ojos vendados y atada de pies y manos, a merced de mis deseos y de lo que quiera hacer contigo.

Yo no puedo resistir la tentación y lo primero que hago es dirigir un dedo a tu pubis, y después de pasar por el acariciándolo introduzco mi dedo en tu sexo, metiéndolo todo lo que puedo, al sentirlo gimes y mueves tu cuerpo ligeramente, estás muy húmeda y muy caliente por dentro, me encanta eso, mientras mantengo mi dedo dentro de ti comienzo a moverlo en tu interior rozando las cálidas paredes de tu sexo.

Gimes más fuerte y comienzas a retorcerte de placer sobre la cama, estabas tan caliente que sentir como introducía mi dedo en tu interior te ha dado un placer inmenso.

Mueves tus pies lo poco que puedes mientras continúas gimiendo y te coges con las manos al cabecero de la cama donde estas atada.

Pero cuando parece que estas a punto de estallar de placer saco mi dedo de ti, es la segunda vez que te dejo a punto de terminar y tu me pides que acabe, pero yo te digo que ahora no, y prometo compensarte por esto después, te prometo que voy a hacerte gozar como nunca.

Me acerco a tus labios intentando calmar tu lujuria con un apasionado y tórrido beso.

mi lengua se introduce en tu boca, al instante busco la tuya y de inmediato las dos se entrelazan y se enredan en un húmedo beso.

Mientras me adueño de tu lengua acaricio tus muslos y subo por tus caderas hasta llegar a tus senos, los mimo acariciándolos con mucha dulzura, pero entonces los tomo uno a uno con mis manos y comienzo a amasarlos y magrearlos mientras los sobo también los juntos entre si y los amaso en uno contra el otro a la vez que froto tus pezones con mis dedos.

Nuestra temperatura aumenta, tu empiezas a suspirar y jadear pero con mi lengua en tu boca jugando y enredándose con la tuya silencio en parte tus suspiros.

Estoy demasiado caliente asi que decido parar de pronto, y me levanto a coger unas cosas de que no pueda controlarme y te haga mía en este instante.

parte2

Al volver desato por un momento la venda de tus ojos, para que puedas verme, lo primero en lo que te fijas cuando me miras es en mi ancho y duro miembro, enteramente erguido hacia ti, con el glande enrojecido muy caliente y húmedo, permanece tieso apuntando hacia arriba mientras yo permanezco de pie delante de la cama.

me excita mucho el deseo con la que me observas, devorándome con tu mirada, observando con lujuria mi cuerpo desnudo, recreándote en contemplar cada músculo de mis brazos, mi pecho o mis abdominales.

Entonces tomo mi miembro con una mano y ante tu mirada comienzo a masturbarme, lo hago suavemente la principio disfrutando de cómo aumenta el deseo en tus ojos, continúo frotando mi ardiente y mojada verga, poniendo especial atención en la punta, la cual presiono entre mis dedos causándome fuertes latigazos de placer que me sacuden de pies a cabeza…tu continúas contemplandome atentamente, observando con deseo mi erecto pene, con su piel morena, su cabeza ligeramente enrojecida y algunas venas marcándose a lo largo de toda su longitud.

Cada vez me siento mas caliente, decido comenzar masturbarme con dos manos a la vez, mientras tu te limitas a disfrutar del espectáculo llevo otra mano a mi sexo y comienzo a moverlas rápidamente dandome mucho placer

Sigo aumentando el ritmo cada vez más, meneando casi con furia mi erguido miembro, no puedo evitar comenzar a jadear, el placer es cada vez mayor, los músculos de mis brazos y mi pecho se marcan aún mas por la fuerza de los movimientos con los que me doy placer. Aumento la velocidad del meneo todo lo que puedo, mis dos manos se delizan con fuerza arriba y abajo a lo largo de mi colosalmente duro miembro.

De pronto empiezo a gemir, tu observar alucinada y disfrutando del espectáculo, y entonces no puedo evitar correrme con un fuerte gemido.

Sigo meneándomela mientras un chorro de leche caliente sale disparado de mi sexo y va a parar a la cama y también cae un poco sobre tu muslo, mi cuerpo tiembla un poco por la intensidad del orgasmo…cuando me he recuperado limpio mi líquido de la cama y de tu pierna con un pañuelo, y vuelvo a colocarte la venda en los ojos.

Luego me siento de rodillas en la cama sobre ti, con una pierna a cada lado de tu cintura, pero con la cadera levantada así que no llego a estar sentado encima de ti.

Mi sexo cada vez mas grueso y erguido permanece firme y extendido en toda su longitud, cuando me inclino sobre ti mi miembro se clava en tu pubis, notas mi glande húmedo y muy caliente y sonríes al saber que estoy tan excitado como tu.

Me inclino hasta posar mis labios sobre tu mano, meto uno de tus dedos en mi boca y me dedico a acariciarlo con mi lengua hasta dejarlo mojado del todo.

Comienzo a besar tu cuello y tus hombros desnudos con mis cálidos labios.

Cuando empiezo a recorrer tu boca te sorprendes al sentir como introduzco en tu boca un poco de nata que llevo en la lengua.

Nuestras lenguas comienzas a mezclarse y empujarse la una contra la otra, después se entrelazan y se juntan, la nata se esparce por el interior de tu boca y la devoramos a partes iguales.

Cuando ya hemos devorado la nata me besas en los labios y después continúo descendiendo besando apasionadamente tu cuello hasta llegar a tu pecho.

Permanezco un par de segundos quieto, contemplando la forma tan preciosa que tienen tus senos, tus pezones aún están mojaditos debido a las caricias con mi lengua que les di hace unos segundos.

Me acerco a tus pechos viendo como esas dos maravillas suben y bajan al ritmo de tu respiración agitada, y soplo suavemente en tus húmedos pezones…al sentirlo te estremeces y jadeas

Entonces tomo la nata y comienzo a echarla en tus dos pechos hasta cubrirlos por completo formando así dos espectaculares montañas blancas imposibles de resistir.

Pero antes de lanzarme a devorarlas quiero cubrir el resto de tu cuerpo…voy a convertirte en el postre mas perfecto.

Echo un poco más de nata por tu tripa, solo un poco, lo justo para formar una línea recta que pase por tu ombligo y llegue a tu pubis, después echo un poquito de nata en tus caderas…pero para variar un poco dejo la nata y cojo Mouse de chocolate, la tomo con mis dedos y la esparzo lentamente por la zona de tu pubis hasta cubrir casi por completo esa pequeña zona

Luego cojo el poco de Mouse que queda en el envase y lo reparto por tus muslos.

Cuando he terminado me detengo en observarte durante unos segundos. Estás irresistible con la nata y la Mouse cubriendo tu maravilloso cuerpo y tus espectaculares formas.

No puedo esperar mas para devorar hasta el último rincón de tu piel, así que me inclino sobre ti, empezaré por tus pechos y luego iré descendiendo recorriendo con mi lengua tu piel.

Comienzo por uno de tus senos, paso mi lengua por encima de la nata que esta sobre tu pezón, te quito un poco de nata que devoro enseguida y dejo tu pezón casi a la vista pero aún cubierto un poco.

Decido variar un poco y conduzco me dirijo a la base de tu pecho, te doy un suave un profundo beso y mis labios se hunden en la nata hasta dar con tu piel, entonces saco mi lengua y con la punta presiono en tu pecho, tu gimes al sentir mi lengua.

Sigo recorriendo tu seno con mi lengua, eliminando la nata que hay en la base de tu pecho…continúo recorriendo esa zona de tu pecho con mis lametones mientras tu suspiras, yo me dedico a quitarte toda la nata que encuentro, y cuando ya he terminado con esa zona de tu pecho me dirijo a la parte de arriba, quiero devorarlo todo y dejar tu delicioso pezón para el final

Paso mi lengua por encima de la nata y después la quito con otro lametón, luego comienzo a esparcir la nata que queda por tu pecho con mi lengua para así poder lamer tu piel de nuevo, me encanta ver como mientras tanto tu jadeas y suspiras por el placer que estás sintiendo.

Cuando solo queda nata por la zona de tu pezón me dirijo ahí y comienzo a lamer la aureola de tu delicioso pezón, lo hago suavemente, disfrutando del sabor de tu piel mezclada con la dulzura de la nata. Por fin introduzco tu pecho en mi boca y comienzo a chuparlo y lamerlo muy dulcemente, pero sin tocar el pezón aún, voy chupando y lamiendo todo tu pecho.

Después quito por fin lo que quedaba de nata con un intenso lametón, y cuando tu pezón esta al descubierto comienzo a jugar con el con mi lengua, lo acaricio con mis labios y le doy pequeños golpes con la punta de mi lengua que te llenan de placer.

Ahora me dirijo a tu otro pecho, pero este quiero devorarlo de otra forma, mucho más lujuriosa y apasionada. En un arranca de deseo me inclino y empiezo a devorar con ansias tu pecho, recorriendo lleno de pasión tu piel con mis labios y mi lengua e introduciendo tu seno lleno de nata en mi boca para dedicarme a él con mi lengua, y después chupar y succionar tu pezón durito lleno de lujuria.

Después vuelvo a besar y lamer tu pecho con mucha pasión y sensualidad, mis besos húmedos y el contacto de mi lengua hacen que te estremezcas

Me encanta verte tan excitada, sigo descendiendo por el centro de tu cuerpo, surcando con mi lengua la línea de nata que voy esparciendo ligeramente por tu tripa hasta llegar a tu ombligo.

Entonces rodeo tu ombligo con mi lengua a la vez que voy lamiendo toda la nata que ha quedado esparcida por tu tripa…cuando he terminado beso tu piel, recorriendo con mis labios tus caderas también y tu pelvis, formando círculos en tu estomago con mis labios y mi lengua hasta que vuelvo a llegar a tu ombligo

Entonces me dirijo a tus piernas cubiertas con un poco de Mouse, concretamente al interior de tus muslos y la zona de las ingles.

Comienzo a subir lentamente desde tus rodillas por la parte interna de tus muslos, lamiendo la Mouse con mi lengua cálida y húmeda, lo hago muy despacito navegando con mi lengua por tu piel muy lentamente, a medida que acerco a tu sexo noto como tu excitación aumenta y tu respiración se acelera más mientras sientes como mi lengua se aproxima a tu intimidad…después repito lo mismo con tu otra pierna y subo por el interior de tu muslo recogiendo la Mouse con mi lengua y besándote, y cuando llego a tu sexo me detengo y comienzo a besar y lamer todas las zonas de tu piel que están cerca, casi rozo con mi lengua tus labios mayores, pero me detengo antes de tocar esa zona y continúo besando y repartiendo mi lengua por tus ingles aunque tu me pidas que devore de una vez tu sexo

Entonces me dirijo a tu pubis que también esta cubierto por completo con deliciosa Mouse de chocolate, intentas moverte un poco pero no puedes por los pañuelos que te atan de pies y manos, te contemplo durante un instante y después dirijo mis labios hacia tu monte de Venus, te beso justo en el centro y entonces saco mi lengua y con ella comienzo a recorrer tu pubis en todas las direcciones, lamiendo así el chocolate que cubría tu suave piel.

De vez en cuando voy apretando ligeramente con la punta de mi lengua en tu piel, y al hacerlo tu jadeas de placer, entonces dirijo mi lengua hacia abajo acercándola mucho a tu clítoris y a la entrada de tu sexo ardiente, con mi lengua masajeo esa zona sin llegar a introducirla más, solo quedándome en la entrada, al hacerlo tu abres los labios y gimes.

Cuando ya he terminado de lamer toda la Mouse y he vuelto a dejar tu pubis completamente libre me levanto y cojo algo de la mesilla.

Permanezco callado durante unos instantes y tu que no sabes que ocurre te impacientas un poco, estás muy caliente como para que ahora me pare de nuevo te deje así, quieres que continúe saboreándote y que ahora devore el plato principal

Te pido paciencia y te aseguro que vas a gozar como nunca.

Primero quiero asegurarme de que estás muy caliente antes de seguir, cojo un poco de Mouse que había sobrado con un dedo y lo acerco a tus labios, de inmediato abres tu boca para dejar que mi dedo entre, entonces lo chupas y lo lames muy sensualmente.

Yo voy descendiendo con mi dedo húmedo por tu cuerpo, desde tus labios paso mi dedo por tu cuello, después surco tu pecho separando tus dos senos y continúo bajando por tu tripa, pasando por encima de tu ombligo y después por tu pubis nuevamente hasta que por fin llego con mi dedo a la entrada de tu sexo

Me detengo ahí durante unos segundos y te observo, estás muy excitada y jadeas con tus preciosos labios ligeramente abiertos. Decido no hacerte esperar más, quiero comprobar si estás tan húmeda y caliente como quiero.

Así que bajo hasta tu clítoris acariciándolo con todo mi dedo suavemente, un primer gemido escapa de tu boca cuando lo sientes, con delicadeza deslizo ese dedo hasta separar tus labios mayores y encontrar la entrada a tu recinto, toda la zona está muy húmeda.

Muevo mi dedo en círculos, explorando la entrada de tu vagina, y lentamente comienzo a invadir tu interior introduciendo mi dedo todo lo que puedo.

En cuanto notas como mi dedo penetra en ti gimes muy profundamente y te retuerces ligeramente, todo lo que te permiten los pañuelos que te atan, mueves tu pelvis acercándola mas para que la penetración sea mas profunda aún.

Una vez dentro mi dedo explora tu interior, estás muy caliente, y cada nuevo roce en tu intimidad hace que un gemido más salga de tus labios, me pides que no pare.

Pero aún no he terminado, saco mi dedo y me acerco mas a ti quedándome sentado en la cama delante de ti, entre tus dos piernas, justo frente a tu sexo

Entonces tomo mi miembro con una mano, sigue tan duro y erguido como antes, lo tomo por el tronco y lentamente acerco la cabeza de mi sexo a tu intimidad.

Una vez allí empiezo a pasar la punta por tu vagina, primero por encima de tus labios mayores y después aprieto un poco más y separo tus labios.

Empiezo a restregar la ancha punta de mi miembro en la entrada de tu sexo, la muevo de arriba abajo presionando ligeramente pero sin llegar a penetrarte aún.

Tu gimes cada vez mas rápido y me pides que te la meta de una vez porque no puedes más.

Te pregunto si estás muy caliente, me dices que estás ardiendo y que te la meta ya.

Entonces me detengo y dejo de restregar mi miembro en tu sexo, antes de que puedas quejarte tomo un bote de yogurt de fresa, y sin darte tiempo a decir nada echo todo el yogurt en mi mano y con mis dedos lo unto en tu sexo

El yogurt esta helado y entrar en contacto con tu sexo que está ardiendo el placer que te produce es inmenso, yo simplemente me quedo contemplando como te retuerces de placer en el colchón y gimes mientras el yogurt se desliza lentamente dentro de ti.

Creo que te he hecho esperar demasiado y ahora toca recompensarte, así que sin esperar más me inclino sobre tu sexo y comienzo a devorarte y a lamer el yogurt con lujuria, introduzco mi lengua caliente que se mezcla con el yogurt frío, y comienzo a moverla dentro de ti abarcando todo tu interior y dándote todo el placer que te prometí, lamo una y otra vez tu sexo y meto mi lengua dentro de ti lamiendo todo el yogurt que esta esparcido en tu interior, después pongo dura mi lengua y comienzo a meterla y sacarla de tu sexo como si te estuviera penetrando.

Luego me dirijo a tu clítoris y comienzo a jugar con él en el interior de mi boca, le doy pequeños golpecitos y lametones que te hacen sentirte en la gloria, mueves tus caderas y tus pies mientras gimes fuertemente y te sujetas al cabecero de la cama con tus manos atadas.

Mientras succiono y chupo tu clítoris dirijo un par de dedos a tu vagina y los mete tan profundamente como puedo, comienzo a moverlos dentro de ti y entonces lo saco y los meto cada vez mas rápido mientras con mi boca aún continúo dedicándome a darte placer en tu clítoris y mis dedos se ocupan de tu vagina.

Tus gemidos cada vez mas acelerados y los movimientos de tu cuerpo avisan de que estás a punto de correrte, en ese momento me detengo y saco mis dedos de ti.

Me pides que no pare ahora, no soportarías que te dejara con las ganas ahora que estás a punto de estallar de placer.

Yo no te respondo, solo me limito a inclinarme sobre ti y besar tus labios, después beso tu cuello mientras coloco la punta de mi sexo en la entrada de tu vagina, y luego introduzco de un solo golpe mi miembro en tu interior, lo hago con suavidad pero con firmeza.

Mi ancho miembro, enormemente duro y muy caliente, entra en ti abriéndose paso en tu interior hasta que queda completamente metido por completo en tu sexo, te penetro de forma muy intensa…entro en ti poco a poco pero sin detenerme y tu vas sintiendo como mi miembro va metiéndose hasta llenarte por completo.

Al notar como mi pene entra en ti y te la meto con fuerza de un solo movimiento gritas de placer y te corres sintiendo como te penetro profundamente, como mi sexo entra en ti y te invade centímetro a centímetro hasta que acaba por completo dentro de ti, volviéndote loca de placer mientras te hago mía.

Arqueas la espalda mientras sigues gritando y gimiendo con fuerza, yo te abrazo y sigo besando tu cuello disfrutando de cómo jadeas mientras te corres, dejo mi miembro erguido y completamente tieso dentro de ti, y tu continúas gimiendo y disfrutando del orgasmo tan intenso y placentero que te había prometido.

Poco a poco tus gemidos se van suavizando hasta convertirse en jadeos, y tu cuerpo se va relajando el orgasmo que has tenido, cierras los ojos mientras yo mordisqueo dulcemente tu oreja y dirijo mis labios a tu boca, entreabres tus labios y nuestras lengua comienzan a moverse entrelazándose entre ellas y enredándose con pasión.

Hoy no pienso dejarte descansar…poco a poco comienzo a mover mi cintura, y mi miembro que hasta entonces permanecía quieto dentro de ti comienza a entrar y salir de tu intimidad. Sonríes y empiezas a jadear de nuevo, devoro tus labios y luego me dirijo hacia tus pechos a la vez que continúo penetrándote con mi ancho pene, durante unos instantes lo saco y paso la punta por tu interior pero sin llegar a introducírtelo, frotando con la húmeda punta tus labios mayores, después lo vuelvo a meter con la misma firmeza de antes, introduciendo lenta y profundamente mi miembro en ti, luego comienzo a penetrarte cada vez con mas rapidez, aumentando poco a poco el ritmo con el que te doy placer mientras devoro tus senos, los chupo y los succiono lujuriosamente para después dedicarme a lamer y recorrer una y otra vez tus pezones con mi lengua.

Dios me encanta tenerte así, vendada y completamente inmovilizada, no puedes hacer nada, solo dejarte hacer y disfrutar del placer que te doy. Mientras tu permaneces atada y vendada sin poder moverte yo te penetro y te devoro como quiero

Después de terminar de saciarme con tus pechos me incorporo, y sigo penetrándote sentado de rodillas en la cama, pero ahora quiero cambiar de postura

Cojo una tijeras y corto rápidamente los pañuelos que ataban tus tobillos a las esquinas de la cama, sin dejar que te muevas tomo tus dos piernas y las pongo juntas hacia un lado, tu permaneces inmovilizada de manos y te dejas hacer.

Cuando tus dos piernas están juntas tu maravilloso culito queda completamente a mi vista, me acerco de nuevo con mi miembro y lo introduzco en tu sexo ala vez que con mi manos acaricio y magreo tus nalgas, la posición hace que la penetración sea mucho mas profunda, y mi erguido y caliente miembro entra muy fácilmente en ti hasta que se pierde por completo en tu sexo.

Comienzo a penetrarte cada vez mas rápido y con mas fuerza, me vuelvo a inclinar sobre ti y así la penetración es aún mas intensa, gimes y jadeas mientras entro y salgo de ti cada vez mas rápido.

Beso tus labios, con una de mis manos sujeto tus piernas para que permanezcan juntas mientras que con la otra sobo tus nalgas una y otra vez.

Devoro a besos tu cuello y tus hombros, vuelves a estar muy caliente de nuevo y yo siento que voy a estallar.

Me vuelvo a incorporar y mientras permanezco sentado de rodillas en la cama tomo tus piernas por los tobillos y las levanto, las mantengo en alto cogiéndolas por los tobillos y encargándome de que permanezcan juntas.

Sin esperar más me acerco a ti, tu aprietas un poco mas los muslos, yo te penetro intensamente, al estar tus dos piernas juntas en esta posición la penetración es muy profunda…muy intensa, tus piernas juntas hacen que el placer al penetrarte sea mucho mayor para los dos.

Comienzo a coger ritmo y a bombear cada vez mas rápidamente mientras mantengo tus piernas en alto e introduzco mi grueso miembro todo lo que puedo en ti.

Mientras comienzo a aumentar el ritmo acaricio y beso tus tobillos suavemente, tu gimes cada vez más rápido mientras entro y salgo de ti, tus pechos se mueven arriba y debajo de forma maravillosa al mismo compás.

Entonces coloco tus piernas sobre mis hombros, una en cada hombro, y te tomo por las caderas para aumentar aún mas el ritmo, entro y salgo de tu caliente interior, el placer es inmenso y me uno a ti en los gemidos, de pronto me inclino sobre ti de nuevo pero esta vez para cortar los pañuelos que te ataban las muñecas, entonces me rodeas con tus piernas y en cuento tus manos se ven libres las lanzas sobre mi cuello y atrapas mi espalda. Me abrazos yo me inclino sobre ti, comenzamos a besarnos lujuriosamente, mientras aún llevas el pañuelo de seda con el que estás tan sexy.

Con tu piernas comienzas a acariciar mis nalgas y tus manos frotan mi ancha espalda con pasión, intentas darme la vuelta para tumbarme en la cama.

Y cuando ya estoy tumbado te pones encima y comienzas a moverte sobre mi, cabalgándome de forma frenética, te sientas sobre mi miembro enormemente duro y tieso y comienzas a botar rápidamente a la vez que acaricias con tus manos mis pectorales y mis abdominales.

Nuestros gemidos aumentan a cada segundo que pasa, yo estoy a punto de estallar de placer, la vista de tus maravillosos senos botando al ritmo que te mueves es demasiado tentadora y no puedo resistirme a levantar mi espalda y comenzar a devorar tus pechos mientras tu llevas una mano a tu clítoris y comienzas a frotarlo lujuriosamente.

Introduzco tus senos en mi boca y comienzo a lamerlos y chuparlos, tus pezones están durísimo y yo e encargo de humedecerlos con mi lengua para después succionarlos.

Coloco una mano en tu espalda y con la otra busco tu clítoris, allí me encuentro a tu mano que ya lo está frotando.

Pero en lugar de quitar tu mano decido unirme a ella, quiero que te masturbemos los dos juntos, comienzas a gemir cada vez mas fuerte sintiendo como froto y acaricio tu clítoris mientras continúas moviéndote arriba y abajo sobre mi grueso miembro.

Ya no puedo aguantar mas, te hecho hacia un lado y otra vez termino encima de ti, tu subes tus piernas sobre mi espalda para que la penetración sea mas profunda aún, yo comienzo a embestir introduciendo mi miembro en tu sexo húmedo, se desliza muy suavemente dentro de ti llenándote por completo.

Nuestros gritos de placer aumentan y sin poderlo evitar me corro entre jadeos, derramo mi líquido caliente dentro de ti inundándote por completo. Tu gimes y al sentir como me corro en ti no puedes evitar comenzar a correrte tu también. Me aprietas fuertemente contra ti mientras cierras los ojos y gimes con fuerza, yo te acaricio y te beso suavemente en el cuello mientras me recupero del orgasmo y mientras tu aún tiemblas un poco por la intensidad del último.

Exhaustos nos tumbamos en la cama y nos abrazamos.