Atacados en el campo

A mi amigo y a mi nos gustaba disfrutar la naturaleza. Unos malnacidos combirtieron lo que era un paraiso en un infierno.

Quería relatar una mala experiencia que nos ocurrió a mi y a un buen amigo. Esta será la primera vez que alguien tendrá conocimientos de estos hechos. Confío en que mi amigo no lea este relato, cosa poco probable ya que el es hetero y ahora está felizmente casado.

Sucedió hace bastante tiempo, teníamos 22 años. Mi amigo (le llamaré Pedro, aunque obviamente no se llama así) y yo teníamos una muy buena relación. Pero solo de amistad. Aunque aún no me había atrevido a contarle mis tendencias sexuales, me había planteado contarselo pronto. Después de lo que pasó no me atreví a revelarselo. Siempre me había atraido, pero debido a nuestra gran amistad nunca le entré ni intente nada.

A los dos nos gustaba mucho caminar por la montaña y muchas veces salíamos en compañía de otros amigos y amigas a unas montañas cercanas a nuestra residencia. La noche la solíamos pasar en un area de acampada libre que estaba bastante bien, tenía un bar que tenía duchas y podía abastecernos de lo que necesitaramos.

En una ocasión coincidió que ambos librabamos unos días entre semana y decidimos irnos los dos solos a hacer una ruta por la montaña. Era estupendo, ya que practicamente no había nadie y pudimos disfrutar aún mas de la naturaleza.

Al caer la tarde nos dirigimos al área de acampada. Cuando llegamos nos quedamos muy sorprendidos. No había nadie allí y el bar estaba cerrado. Era la primera vez que veníamos entre semana, no imaginabamos que estaría así, sobre todo cuando durante los fines de semana hay tanta gente acampando. De cualquier modo era demasiado tarde para volver así que decidimos acampar allí. Afortunadamente teníamos algo de comida y había una fuente donde poder beber agua.

Montamos la tienda y nos sentamos fuera para comernos los bocadillos que teníamos para cenar. La noche era maravillosa, la luz de la luna era suficiente como para poder ver y la temperatura era magnífica.

El silencio de la noche se vio roto cuando por un camino que se utilizaba para abastecer el bar vimos acercarse un vehículo todo terreno. Se detuvo como a unos 200 metros y estuvo unos cinco minutos allí. Nos empezamos a preocupar un poco, era un poco extraño. Pero después dió la vuelta y se marchó por dónde habia venido. Nosotros pensamos que serían guardias forestales, o tal vez estaban vigilando el bar. No le dimos mas importancia.

Aunque deberíamos habersela dado, porque una media hora después, casi cuando estabamos a punto de ir a dormir, dos hombres llegaron pegando gritos.

"¡Quietos ahí, no quiero veros mover ni un parpado!" "¡Quietos cabrones!"

Nos llevamos un susto tremendo, sobre todo al ver que uno llevaba una escopeta de caza. Yo me quedé pálido e inmóvil, pero Pedro se levantó y les plantó cara, sin duda no se había percatado de la escopeta. Uno de ellos le metió un empujón que le hizo caer bruscamente. Mientras el otro le apuntaba con la esopeta

"¡Eres Gilipollas!, ¡Quieres que te reviente la cabeza!"

Ahora si que se quedó quieto, tendido en el suelo.

Mientras ellos seguían gritando.

"Venga, solar todo el dinero que tengáis"

La situación era terrible, así que accedimos sin pensarlo y sacamos todo el dinero de las carteras y se lo dimos. Así como los relojes cuando los señalaron.

"Muy bien, muy bien, así me gusta que colaboreis" "Si seguís así no os pasará nada"

Pedro les dijo: "No tenemos nada mas, ¿Qué mas queréis?"

"Bueno, ya que nos hemos dado el paseo queremos un poco de diversión"

Se empezaron a reir a carcajadas. Mientras nosotros estabamos cada vez mas horrorizados, no entendíamos nada. Hicieron mención a una película que no recuerdo el nombre y no sabía de que iba y nos dijo que ahora nosotros ibamos a ser los protagonistas. Esto nos alarmó aún mas. Yo me empezé a imaginar una especie de cacería humana o algo así. Pero la cosa no iba por ahí, y enseguida lo comprobamos cuando nos dijeron.

"Venga, ahora quitaros la ropa"

Nos los quedamos mirando perplejos. Y uno volvió a gritar apuntandonos con la escopeta.

"Ya, rapidito, quiero que os quedeis en pelotas"

Yo le hice caso inmediatamente y me enpezé a desvestir, pero Pedro se negó rotundamente.

"Venga imbécil, a que esperas"

Como seguía negandose, el de la escopeta se acercó a mi y me dió un golpe con el lateral del arma. Como me pilló bajándome los pantalones caí en redondo dandome un fuerte golpe en el costado. Me apuntó con la escopeta y espetó:

"¡O te desnudas o le lleno de perdigones!"

Pedro, no se hizo esperar y empezó a desnudarse precipitadamente al ver la cara de pánico que yo tenía. Cuando estuvo totalmente desnudo se dirigió a mi.

"Y tu, que cojones haces tirado en el suelo, ¡venga desnudate!"

Me incorporé y me acabé de desnudar por completo. Yo tenía ganas de llorar, sin embargo Pedro estaba muy serio, rabioso, no sabía que podría pasar. Nos hicieron ponernos juntos, apartados de la ropa que nos acababan de quitar. Mientras uno nos vigiliaba, el otro empezó a registrar nuestra prendas, buscando mas dinero.

Entonces los pude ver con claridad, uno, el que registraba la ropa era joven, con tez muy morena, delgado y de estatura normal. El otro era mas mayor, podría ser su padre, quizás porque el pelo canoso le hacía mayor. Tambien era mas corpulento y mas alto.

Cogió nuestras carteras y tras registrarlas tomó nuestra documentación y anotó algo en un papel. Mientras el mayor nos decía:

"Ahora sabemos donde vivís, así que si se os ocurre alguna tontería lo vais a pasar muy mal" "¿Que hacíais tan solitos por aqui?, ¿sois novios?"

Pedro respondió "¡Vete a la mierda!"

"Que rapido has salido en defensa de tu amorcito, je je je"

Pedro estaba cada vez mas irritado y eso me asustaba. Solo dijo:

Pedro: "Dejadnos de una vez en paz, ya teneis lo que quereis" El Mayor: "No, no, no tan deprisa chaval, aun no hemos acabado"

Me volvió a apuntar con la escopeta y me dijo:

El Mayor "Tu nenaza, venga ponte en el suelo a cuatro patas, como un perro"

Yo obedecí sin rechistar.

El Mayor: "Y tu, venga ahora montale"

Pedro se puso colorado de ira, iba a decir algo pero el joven actuó, de nuevo me tocó a mi, me dió una patada en el muslo que me hizo rodar por el suelo,

El Joven: "Venga rapidito, o lo vais a pasar muy mal, sobre todo este (Señalandome a mi)"

No se porque la tomaron conmigo, seguro que Pedro, que era mas fuerte que yo sería mas peligroso en un ataque frontal y amenazandome a mi le tenían controlado.

Pedro, lentamente se puso sobre mi apoyando sus partes sobre mi culo.

El Joven: "Muy bien, ahora haz como si te lo estuvieses follando"

Pedro no volvió a rechistar y empezó a simular que estaba penetrandome.

El Mayor: "Ja, ja, ja, venga quiero oir vuestros alaridos de placer"

Una vez mas accedí yo primeor y empecé a gemir, y Pedro, que parecía que se había rendido también empezó a hacerlo.

De pronto un flash nos cegó por un momento, nos habían hecho una foto.

El Mayor: "Ahora si que estais jodidos, como se os ocurra decir algo mando esta foto a todos vuestros vecinos... " El Joven: "¿Os he dicho yo que os pareis?" El Joven: "Venga follatelo de verdad, que lo estas deseando"

La petición era muy complicada, entre que a Pedro no le ponían los tíos, y yo que estaba muerto de miedo, los dos la teníamos como salidos de una ducha muy fría.

El Mayor: "¡Que te han dicho (dirigiendose a Pedro)!, ¡Follatelo!" El Joven: "O te lo follas tu o nos lo follamos nosotros" (Soltando una carcajada forzada) Pedro: "Joder, que no somos gays, esto no me la pone dura ni queriendo" El Joven, dirigiendose a mi: "Venga tu, ayúdale a que se ponga cachondo"

Yo con el miedo de recibir otro golpe y con la mirada de reprobación de mi amigo empezé a acariciarsela.

El Joven: "Con la boca, déjate de chorradas y cariñitos"

Pedro seguía de rodillas y yo me agaché para empezar a chuparsela. Intenté que pareciera que era la primera vez que hacía algo así y me limité a suscionarla como si fuera un chupete. De repente un nuevo flashazo, nos habían tomado otra foto, yo no quise ni levantar la cabeza y continue succionando su flácido pene.

El Mayor: "Que pasa, te estas riendo de mi, venga quiero ver esa polla dura en seguida"

Yo agachado no sabía que estaba pasando, pero de repente noté un agudo dolor en la espalda. El mas joven había cogido una rama y me había asestado un fuerte golpe.

Pedro: "Joder, dejarlo en paz de una vez, darme tiempo"

No se como lo consiguió pero su pene se empezó a agrandar dentro de mi boca. Le había visto desnudo varias veces, pero por supuesto nunca con una erección. Poco despues su pene había alcanzado su plenitud, era de tamaño normal, pero muy ancho y con las venas muy marcadas.

El Mayor: "Bien, muy bien, ahora metesela"

Yo me volví a poner a cuatro patas tras una indicacion del mas joven y Pedro se arrimó y se dispuso a metermela. Le costó un poco introducirmela, aunque gracias a que por aquellos tiempos mantenía relaciones frecuentemente, estaba bien dilatado, eso si, se notó su ignorancia en el tema al empeñarse en meterla hasta dentro de un tirón. Aunque me hizo algo de daño no dije nada, para evitar mas sorna de nuestros atacantes y para no alarmar a Pedro.

El Mayor: "Ahora sácala hasta la mitad, que quiero haceros otra fotito"

Pedro obedeció y esta vez el mas Joven tomó una foto mas de cerca, donde se viera claramente que me estaba penetrando.

El Joven: "Muy vien, ahora follatelo, que te veo con ganas, ja ja ja"

Pedro le obedeció. Que cruel es la vida, con lo que había estado deseando ese momento y que tuviese que ser de esa manera.

El Mayor: "No se te ocurra parar ni un momento"

El Mayor se sentó sobre una piedra vigilandonos mientras el joven empezó a registrar nuestra tienda. Pedro bombeaba sin ganas, pero no paraba, de cuando en cuando me acariciaba la espalda como pidiendome perdón por lo que estaba haciendo. Como el mas mayor parecia que le aburría la situación nos dijo:

El Mayor: "Venga, ahora cambiar las tornas"

Cuando me giré vi que Pedro ya no estaba rojo de ira, sino que había palidecido. Pero no dijo nada y dandose la vuelta me ofreció su culo. El joven, que parecía no quere perdérselo sacó medio cuerpo de la tienda y dijo:

El Joven: "No seas desagradecido, venga, chupasela primero a el también"

El Mayor estaba mas serio, pero el joven parecía estar disfrutando mucho de todo esto. Pedro se volvió a dar la vuelta e hizo exactamente lo que yo le había hecho a el. Se metió mi pene en la boca, pero el no succionaba, y empezo a jugar con mi pene y su lengua. El no tuvo ningún reparo en demostrar que si tenía experiencia, pero de las que le habían hecho a el las chicas. Tenía mucho éxito con ellas y de seguro que se la habían chupado muchísimas veces.

No me costó demasiado alcanzar la erección, no quería que ahora le pegaran a el, o lo mas probable; a mi de nuevo. De todos modos solo me hizo falta fijarme en su postura, de rodillas, agachado sobre mi, con su fuerte espalda que acababa en un culo muy redondito que ya otras veces me había puesto a cien.

Intentando evitar que me vieran eché toda la saliba que pude en mi mano, y cuando ya estuvimos de nuevo en situación de penetración intenté untarme bien mi miembro con ella. Esta vez, muy a pesar de que resultara descubiero, fuí con todo el cuidado del mundo, incluso dejé caer saliba sobre su ano para que no sufriese demasiado. Por el rabillo del ojo vi como el viejo me había descubierto  y sonreía de manera burlona.

Se la introduje poco a poco, Pedro, no se si por orgullo no dejó salir ni un solo sonido de su boca. Al igual que antes, la dejé medio fuera y miré al mas mayor.

El Mayor: "No, no, empieza, que ya tenemos suficientes fotos"

Empezé a follarmelo suavemente, no podía ver su cara ya que la tenía hundida en el suelo, pero seguro que lo estaba pasando muy mal.

El Mayor, dirigiendose al Joven: "Venga, ¿no hay mas?" El Joven: "Una radio, una linterna y poco mas" El Mayor: "Pues ala, venga que ya llevamos mucho rato aquí"

Esas palabras sonaron como musica celestial para mi, pero las siguiente me volvieron a hundir en el pánico.

El Joven: "¿No puedo?, venga.. un poco"

No sabía a que se refería pues estaba de espaldas a ellos

El Mayor: "Venga vale, pero date prisa"

El mayor se acercó con la escopeta, yo me asusté mucho.

El Joven: "¡Quitate de ahí!"

Me apartó de un manotazo y caí nuevamente al suelo.

El Joven, dirigiendose a Pedro "Tu ni te muevas"

Entonces vi al mas joven que estaba con los pantalones desabrochados y su miembro fuera. Se puso detrás de Pedro y se la metió sin ningún miramiento. Esta vez Pedro no pudo evitar un gemido de dolor, pero no se movió. Empezó a follarselo con mucha energía, estaba claro que quería acabar rápido. Y lo hizo, con unos espasmos exagerados y dando unos alaridos: "Sii, jodeerrr, siii" se corrió dentro de el. Luego la sacó provocando otro gemido en mi amigo y se dirigió a mi.

El Joven. "Venga rápido limpiamela que me tengo que ir"

Sabía a que se refería y no quise alargar mas aquello así que me la introduje en la boca y le pasé bien la lengua. Prefiero no describir esto mas pues el sabor era asqueroso como podeis comprender.

El Joven: "Vien, muy bien, buenos chicos" El Joven dirigiendose al viejo: "¿No quieres probar?, este esta en su punto (refiriendose a mi)" El Viejo: "Maricón de mierda, ya sabes que a mi no me va esto" El Joven: "¿Ni una mamadita, este la chupa muy bien?" El Viejo: "Venga, vamonos, y vosotros, os voy a estar apuntando, como os movais de aquí os juro que os disparo"

Ambos se marcharon, el Viejo caminando de espaldas mientras el joven se iba acomodandose los pantalones.

Miré a Pedro y vi que estaba tendido en el suelo, con la cabeza entre sus brazos. Me acerqué alarmado y comprobé como estaba llorando.

Yo: "Pedro, ¿estas bien?" Pedro: "Hijos de puta, hijos de puta"

Estaba claro que estaba llorando de rabia e impotencia.

Los dos atacantes habían desaparecido de nuestra vista, Pedro seguía tirado en el suelo lanzando toda clase de improperios. Fui a consolarlo pero se levantó de repente, se echó a un lado y empezó a vomitar. Me acerqué preocupado. Estaba pálido y el rostro desencajado. Le puse la mano en el hombro y le pregunté que te pasa. Seguía llorando y se abrazó a mi.

De repente perdió el conocimiento, suerte que le tenía agarrado. Como pude le posé en el suelo y puse una de las mochilas bajo sus piernas para que las tuviera en alto, y le di un poco de aire con una revista hasta que poco a poco empezó a recuperar el conocimiento.

Se quiso incorporar pero yo le detuve, me senté a su lado. Y estuvimos un rato sin decir nada, no sabíamos que decir. Hasta que Pedro se percató que tenía una herida que me estaba sangrando el la espalda, debido al golpe que me había dado con la rama. Parece que eso le hizo reaccionar, buscó un pequeño botiquín que siempre llevábamos y me curó la herida. Luego me dijo: "Es mejor que nos larguemos de aquí". Asentí con la cabeza.

Así que nos vestimos, recogimos la tienda y nuestras cosas y nos hechamos a andar. Anduvimos un rato en silencio, hasta que Pedro rompió el silencio.

Pedro: "De esto ni una palabra a nadie ¿eh?" Yo: "Pedro, deberíamos denunciarlo" Pedro: "Joder, para que todo el mundo sepa que nos hemos estado dando por culo, no, ni de coña" Yo: "Tío, te han violado" Pedro: "Si, y yo también te he violado a ti, ¡y que!, ya está, no, no vamos a decirselo a nadie."

Se paró y me agarró de los hombros para mirarme fijamente a la cara.

Pedro: "Mira, si lo contamos van a estar toda la vida diciendo que somos unos maricas, así que silencio, te lo pido por favor"

Obviamente para mi era mas importante denunciar a esos malnacidos, pero comprendía su actitud y acaté sus deseos. Tras un par de horas andando, decidimos dormir al aire libre escondidos entre la vegetación y cuando amaneció nos levantamos para regresar al fin a casa. Le pregunté:

Yo: "Te encuentras bien" Pedro: "Oye, no te molestes, pero no quiero hablar de esto nunca mas, como si no hubiese ocurrido, por favor, tenemos que olvidarlo"

Y así fue, por supuesto no hablé del tema y no me atreví a contarle nunca lo que yo era en realidad. Después de aquello no era lo mas conveniente. Seguimos siendo buenos amigos y aunque ahora ya mucha gente sabe que soy homosexual a el se lo he seguido manteniendo en secreto. Aunque supongo que algún día se enterará... quizás ya lo sepa.