Asumiendo una realidad (3)

Sería transformado en una hermosa transexual, pero debía entregar a mi mujer com esclava.

ASUMIENDO UNA REALIDAD (3) continuación......

sería transformado en una hermosa transexual, pero debía entregar a mi mujer com esclava

Pero superior a todo eso, fue el sentir que por mi culo estaba sangrando y ensuciando las medias y la falda hermosa que tenía puesta. Al ver esto mi Señora, llamó a Lidia y Sofía, ordenándoles me llevaran para limpiarme y curarme. Después debían traerme nuevamente a su presencia, porque me iba a dar las pautas de mi nueva vida como esclava.

Las dos me tomaron de los brazos y me condujeron a una habitación que en uno de sus costados tenía una baño, donde me hicieron desnudarme y meterme bajo la ducha, para lavarme la sangre que seguía perdiendo. Luego me hicieron agacharme, dejando mi culo expuesto, momento en que Lidia tomó el chorro de la ducha y comenzo a llenarmelo de agua. Al poco rato estaba botando cantidades de sangre con agua y restos de tejido. Preparó después un edema, con un liquido antiséptico y cicatrizante, que me metió mediante una cánula, el cual me provocó un tremendo ardor, pero que al poco rato fue calmando mis dolores. Una vez que hube botado todo, y con mi culo anestesiado, me secaron, me colocaron una tanga con una toallita higienica con alas, para que no chorreara mientras cicatrizaban mis heridas.

Enseguida me perfumaron nuevamente, me vistieron con ropa interior toda blanca , con unas medias brillantes color visón sujetas por un portaligas de encaje, tambien blanco. Una blusa de satin estampado y otra falda de lana suave y cuyo ruedo me acariciaba las piernas, configuraron un conjunto realmente exquisito, que se complementó con el chaquetón de mouton blanco y el gorro que hacía juego con él sobre mi cabeza afeitada. Me maquillaron con tonos suaves y finalizaron colocándome otro par de zapatos con taco aguja. Volvía a ser una esclava elegante, sintiéndome en la gloria al acariciar este conjunto tan exquisito. Parecía que todo el sufrimiento anterior había sido un terrible sueño, pero Lidia se encargó de volverme a la realidad, pues me volvió a colocar la cadenilla para unir las argollas en mis pezones y el aro en mi nariz, dejandola mas corta para asi tener que caminar con la cabeza agachada, para evitar en lo posible el dolor. Después, levantándome el ruedo de la falda, tomó mi pene y colocándole una cadenilla al arito que tenía atravesándome el glande, me tiró de él para llevarme nuevamente ante mi Señora.

Al llegar al dormitorio nuevamente, me hizo arrodillar ante élla, quien se encontraba sentada en un sillon forrado en una piel de zorro negra, a un costado de la cama donde tanto sufrimiento había tenido en otro momento. Estaba realmente preciosa, con una falda angosta de lana blanca que entallaba sus caderas, un sueter de angora color gris con cuello tortuga, que dejaba ver un collar de piel negra con incrustaciones de metal, ancho, que cubría toda la piel de su cuello y le daba un aire de perra elegante. Unas medias brillantes color natural, y unos zapatos con taco aguja completaban el conjunto, que siendo tan sobrio, sin embargo me produjo unos deseos locos de acariciar con mis manos y mi rostro.

A un gesto de élla, Lidia me sacó el gorro, dejando mi cabeza afeitada al descubierto, para luego tomar el chaqueton y colocarlo sobre la cama. Enseguida se retiró, dejándonos a mi Señora y a mi a solas. Ella tomó la cadenilla que unía mi nariz y los pezones, y me acercó a sus rodillas, haciendo que apoyara mi rostro sobre su falda mientras me acariciaba con una mano la cabeza. El placer de sentir la suavidad de la tela, hizo que mi pene comenzara a tener una erección y secretar liquido seminal que comenzó a humedecer la toalla higiénica sobre la tanga. Te gusta, verdad ?- me dijo con su voz ligeramente ronca, mientra me metía un zapato entre las piernas y me levantaba el ruedo de mi falda, acariciandome el pene y los testiculos con la punta- sé que te produce mucho placer, pues yo tambien siento lo mismo por la telas y pieles suaves, y cuando me dijiste de tus gustos supe que tenía que hacerte mía y convertirte en mi esclava para que me sirvieras.

Mis otras chicas solo son putitas que cumplen con sus labores, pero no saben apreciar las prendas hermosas como tu y yo lo hacemos, gozando con su roce en nuestra piel. Por eso, tu serás mi mucama personal, que atenderá mi vestuario y cubrirá mi cuerpo con aquellas prendas que te indique, según las circunstancias. Una vez este curado tu ano, te colocarás nuevamente el consolador para mantenerlo dilatado y asi estar lista para mi uso cuando se me antoje. Me ayudarás a controlar mis negocios, que son varios y dedicados a satisfacer a clientes selectos, con gustos intimos especiales. Tengo un taller de confección de prendas esclusivas para éllos, asi como juguetes y accesorios para todo tipo de juegos sexuales y sadomasoquismo. En el local de peluquería, atiendo a las chicas y chicos que sus Amos o Amas desean les preparen ya sea para embellecerlos o para castigarlos. Aparte de eso, tengo otra residencia, donde recibo visitas que desean tener alguna de mis chicas para su placer en un lugar intimo y seguro. Como puedes apreciar, y para que veas mi generosidad cuando me producen placer y por otro de tus gustos que me comentaste, tendrás la oportunidad de rapar y afeitar a "chicas" cuando me traigan para castigarlas.

Te quiero siempre elegante, bien maquillada, depilada y afeitada. Tendrás tu propia habitación con un closet en el cual iras completando un precioso conjunto de ajuares para distintas ocasiones, con chaquetones, abrigos, faldas, vestidos, chalecos, pullovers, blusas, todo tipo de ropa interior y zapatos. Cualquier desorden o suciedad, tanto en las prendas como en tu cuerpo, será severamente castigado y ya sabes como lo hago. Por otra parte, si lo deseo, dormiras en mi cama, pues te tendré como mi amante, pero recuerda siempre quien manda. Te voy a transformar en una hermosa transexual, para lo cual empezaremos por hacerte un tratamiento de hormonas por un mes, para después llevarte a una clínica donde un doctor amigo te sacará esa bolsa que te cuelga, dejando tu pene limpio y liso y te colocará unos implantes en los pechos para completar tu cambio. Siempre llevarás una peluca para salir, pero en la intimidad, te quiero afeitada. – He sido suficiente mente clara ?

Besando el ruedo de su falda, le dije – Mi señora me hace tan feliz, que no tengo palabras para expresar el placer que me ha dado y seré su esclava fiel y sumisa. –Bien- me repondió, - ahora nos falta solo un pequeño detalle. Quiero a tu mujer como esclava, ya que como me mencionaste que es modista, me será de mucha utilidad y por otra parte como no aceptaba tu travestismo, esto le hará aceptarte y desearte, aunque tu no puedas darle el gusto porque me perteneces y yo no comparto mi amante- ¿te queda claro?- Si, mi Señora, sus deseos son ordenes para mi y le traeré a mi mujer para que sea su esclava. Después de escuchar mis palabras, tomó la cadenilla que unía mi nariz con mis pezones y me la quitó, con lo cual pude levantar mi cabeza y mirarla a los ojos con todo el deseo y adoración que podía sentir. Se puso de pie, se levantó la falda y sacando su bello pene me lo colocó en la boca, comenzando a metermelo apenas yo abrí los labios para comenzar a chuparlo. Tomándome la cabeza con las manos, comenzó un mete y saca que culminó con un orgasmo que llenó mi garganta de su semen delicioso. Después se lo limpié con mi lengua, dejandoselo rosadito y tierno, ante lo cual me dijo – puedes masturbarte y tomar tu jugo, para sellar nuestro compromiso- mientra guardaba su pene y se bajaba el ruedo de la falda.

Tomé con mi mano el mío, que ya había sacado fuera de la tanga, y comencé a masturbarme hasta lograr rapidamente una eyaculación, debido en gran parte a la gran excitación que tenía. Cayendo el jugo en mi mano, me lo eché en la boca, lamiendo todo el resto, mientras ella me observaba. Luego, mientra volvía a acariciar mi cabeza, llamó a Lidia y le encargó que hiciera los preparativos para llevarme a mi casa y me diera un hipnótico en gotas para darselo a mi mujer y poder asi traerla a su presencia. A un gesto suyo, me paré y tomando el chaquetón y el gorro, acompañe a Lidia a mi nueva habitación para recibir sus instrucciones para el siguiente paso. Realmente ya no había vuelta atrás, pues las condiciones de mi nueva vida, con el placer que traía aparejado, solo daban lugar a que cumpliera con los deseos de mi Señora y mi mujer se transformara en su esclava.

Junto con Sofía, me condujeron al salon de belleza, donde me maquillaron de nuevo, arreglaron mi conjunto al que incorporaron una preciosa cartera que hacía juego con los zapatos, me colocaron el chaqueton y el gorro de piel y ya estaba lista para enfrentarme a mi mujer y tratar de cumplir con el deseo de mi Señora. Tania me instruyo sobre como administrarle el hipnótico con un poco de champan de la botella que me dieron para llevar, junto con una preciosa caja de bombones, todos impregnados, de modo que tuvieran un rapido efecto. Después me paso un teléfono para llamarla, haciendole ver que habia conseguido un buen trabajo, que tenia unas exigencias especiales, pero que a mi me resultaba tremendamente agradable. Le insinué que tenía que vestirme con ropas femeninas, ante lo cual comenzó a reprocharme, pero cuando le dije que iba a ganar bastante dinero, que nos permitiría salir de nuestras deudas, su tono cambio. Le dije que me iban a dejar a la casa y que iria vestido con lo que seria mi uniforme por asi decirlo, ante lo cual me dijo que llegara luego para verme y seguir nuestra conversacion. Colgué el telefono y acompañé a Lidia hasta su auto, para que me llevara a mi casa y comenzara otra etapa de mi nueva vida.

Me dejó en la puerta, dandome instrucciones de que si mi mujer me rechazaba antes de tomar el hipnotico, no debia forzarla y que la llamara para que viniera a buscarme. En caso contrario, vendría a la mañana siguiente a buscarnos a los dos. Me depedí de élla con un beso, ante lo cual metió su mano bajo mi falda y me dio un apreton en los testiculos, deseandome suerte. Abri la puerta y entrando al living, encontré a mi mujer, que se levantó del sillon en que estaba sentada y se quedó mirandome impresionada por lo que estaba viendo. A su esposo, vestido con un conjunto precioso, maquillado, realmente elegante y femenino, parado frente a élla, con una botella de champan y una caja de bombones. Pasado el primer momento de sorpresa, se acercó a mi y acariciando la suave piel del chaqueton, me dio un beso muy sensual, murmurandome que me veía muy sexy. En mi interior, yo recordaba las oportunidades en su rechazo a que me pusiera ropa femenina y adjudique ese cambio de actitud a lo que significaba economicamente mi nuevo trabajo y a que además le resultaba placentero el verme vestido con prendas que a ella tambien le gustaban. En fin, el primer paso ya estaba dado y ahora venia la otra fase.

Me saqué el chaqueton, dejandolo en el respaldo del sillón, y la invite a sentarnos en el sofa, para seguir conversando. Le pase la caja de bombones para que la abriera, mientras yo destapaba la botella. Se levantó y trajo dos vasos, los que llene del burbujeante liquido,pasandole uno a ella mientras le pedia que trajera unas servilletas para no ensuciar nuestras ropas. En el intertanto, saque el hipnotico de mi cartera y eché unas gotas en el suyo y cuando volvió, se lo pase en la mano, para estar segura de que lo tomaría. La invité a probar un bombon, que le puse en la boca teniendolo sujeto en mis labios, para darle un toque mas sensual. Lo chupó y despues de un brindis, empuñamos las copas y bebimos la mayor parte. Ya estaba en mi poder, pero el trabajo de convencimiento tenia que ser lento, tal como Lidia me habia instruido.

Al cabo de mas o menos una hora, de caricias, besos y colocarle en sus hombros el chaqueton, que acaricio con gran deleite, ya habia logrado "convencerla" de que aceptara que la llevara ante mi "Jefa", que deseaba conocerla y ofrecerle un puesto en una de sus empresas. Habia una condicion, que acepto de inmediato, medio adormecida, la cual era que debia depilarse el pubis completamente e ir vestida unicamente con el abrigo de imitacion piel que ella tenía, ya que allá le darían ropa nueva. Después me pidio que la llevara a la cama, pues queria tener un orgasmo conmigo, pero tuve que levantarme la falda y mostrandole mi pene con su arito en el glande le hice ver que me tenian prohibido tener ralaciones. Como ya no estaba en condiciones, no puso mayores objeciones, mas aun cuando saque de mi cartera un consolador y le hice ver que igual podia satisfacerla, para lo cual la lleve al dormitorio y acostandola en la cama, la desnude, le abri las piernas lo mas que pude y acariciandole sus labios hasta conseguir que se humedeciera, comence a meterselo y una vez lo tuvo todo adentro, con movimientos de mete y saca, logre que al cabo de un rato tuviera un orgasmo que la hizo gritar de placer.

Me desvesti y colocandome una hermosa neglille color negro, me acoste a su lado, dejandole metido el consolador para que siguiera gozando hasta quedarse profundamente dormida. Pasado un rato, tambien me puse a dormir, pensando en lo que me deparaba la mañana siguiente. Había sido un día realmente increible, en que habia descendido a una condicion realmente despreciable, incluso al punto de entregar a mi mujer como esclava, pero el placer inmenso de sentir las prendas hermosas y suaves sobre mi cuerpo, sentirme y entregarme como esclava a una transexual hermosa, que me daria lo que tanto habia anhelado durante gran parte de mi vida, me hacia desechar cualquier arrepentimiento de los pasos que estaba dando. Habia descubierto mi verdadero yo y solo seria feliz asumiendo el papel que se me habia asignado.

continuará........

Si te ha gustado, logrando que te excites, por favor escribeme dandome tu opinión a

adriana_pielsuave@yahoo.es