Assaisonnement de lamour à paris 9
"Consthan la miró y le sonrió con cinismo o quizás con malicia,se acercó al oído para susurrarle -¿Cuánto me costaría una noche con ella?
Los ojos de Niko delinearon la forma del cañón del arma por un momento, no podía moverse, una de las cosas que más detestaba en el mundo eran las armas, lo cual era una contradicción pues mucha veces ayudo en el comercio que tenía su ex prometida con ellas, y la sangre ¡Oh Dios! Como la odiaba, podía hasta desmayarse si la veía, pero igual se las ingenio muchas veces para trabajar con astucia a su alrededor, ya saben, el mundo es siempre una ironía. Eve en un rápido movimiento se interpuso entre Niko y el arma, el hombre que la sostenía se mantenía firme.
Nikoskys: ¡No, espera! –Espeto la rusa con un tono elevado de voz, mientras agarraba a Eve por la cintura y la jalaba a hacia ella – ¡Le conozco! – Eve confundida se volvió hacia atrás para mirar a Niko y luego devolvió su mirada gris fulminante al hombre que ya más relajado bajaba el arma
¡Usted! –Le hablaba con sequedad, se escondía el arma tras él, en su pantalón- Debe tener más cuidado, pude disparar en cualquier momento- Eve los miraba a ambos con confusión y Niko suspiro con alivio –Por cierto… ¿Cómo me reconoció? –Preguntó el hombre
Nikoskys: No pensaría que lo contrataría sin saber quién era, ¿verdad? – El hombre delante de ella, de un aspecto ya algo maduro, con unos pocos cabellos grises que se mezclaban con castaño,esbozo un intento de sonrisa mientras se pasaba una mano por su barba de unos tres días –No voy pidiéndole ayuda a cualquiera que ande con una capucha y armado por la calle- El hombre se acercó a Eve quien aún seguía armada con un cuchillo, su intento de sonrisa se materializo por completo y le extendió la mano, mucho gusto, Boris–Eve dubitativa estrecho su mano– Te daría los dos besos correspondientes para darte la bienvenida como es debido, pero no sé si con ese juguete que aun tienes sea bueno para mí, además –Boris se volteo para mirar hacia una ventana que no estaba muy lejos de ellos y que daba vista hacia la calle, hacia unos edificios que se ubicaban en frente, para volverse hacia Eve nuevamente – ¿Gustarían algo de tomar?
Yuliase: Si es café mucho mejor –Irrumpió en el pequeño piso sin siquiera mirarlos para sentarse en una muy modesta mesa – hará falta, gracias- Boris no tardo mucho es realizar el pedido y una vez servido a todas, converso un poco con Eve y Niko mientras miraban por la ventana, trato de explicarles que el sistema que estaban colocando era innecesario, lo que provoco que la ira de los ojos grises volviera a posarse sobre él, Eve le respondió que en estas cosas los cabos sueltos no funcionaban, Boris asintió dándole la razón, le parecía gracioso que alguien como ella intentará darle clases a un veterano como él.
Boris: Creo que con lo que tengo y mi compañero somos más que suficiente –El hombre en cuestión dirigió su mirada al pecho de Eve, que se sintió bastante incómoda en un principio pero capto el mensaje y bajo la cabeza para observarse, tenía un pequeño punto rojo luminoso en todo el medio, le regalo una mirada de poca paciencia al hombre que bebía su taza de café tranquilamente, volteo su mirada hacia los pisos del frente pero no logro dar con quien la apuntaba –A la chica no le pasara nada, de eso puedes estar segura, ustedes sigan buscando, aunque por lo que pinta la cara de tu amiga creo que no van bien – Yuliase cerró con desgano su ordenador y se levantó de la mesa.
Yuliase: Nada –hablaba mientras caminaba hacia la ventana –La muy… no tiene nada que ya no sepamos claro, solo transacciones y el contenido encriptado, basura, me faltan algunas cosas por revisar aún, pero muy poco, estamos donde comenzamos –Eve la abrazo por el hombro, Nikoskys se limitó a hacer silencio.
Boris: Creo que deberían marcharse, la chica está por llegar- Sin tiempo que perder volvieron al piso para dejar todo en su lugar y a pesar de la advertencia de Boris, Eve termino de colocar la diminuta cámara en la puerta mientras Niko llamaba a un coche que las llevara al hotel donde se estaban hospedando,ninguna dijo nada en el transcurso del camino,en el coche lo que se transpiraba era ese aroma de frustración,al llegar a la habitación Niko se quedó de pie frente al ventanal, con la mirada perdida hacia el horizonte, observando la ciudad y dándole la espalda a Yuliase que se encontraba sentada en la cama con la mirada perdida, Eve miraba con preocupación a las dos mujeres cabizbajas.
Eve: ¿Y si no fue ella? –Ninguna volteo a verla- Yo digo que los esperemos con los “brazos abiertos”
Yuliase: Tuvo que ser ella, fue ella y su familia las que armaron este lio
Eve: No vendrá ella personalmente, lo sabemos – Niko se volvió hacia ellas con una mirada muy seria, caminó por la habitación, se quitó su jersey y antes de entrar al cuarto de baño dijo algunas palabras en su lengua natal, cerrando tras ella la puerta de un azote – ¿Qué se supone que dijo?
Yuliase: Una frase para sentirse en casa sin duda, “El que viene a nuestra tierra con una espada, morirá por ella"- Se levantó de la cama dispuesta a marcharse a su habitación para descansar, abrió la puerta, Eve la siguió con desgano – Creo que te tomo la palabra – cerraron la puerta.
Aquella frase solo era una manera más elegante y patriótica de decir “Si vienes a fastidiarme, yo te esperare para fastidiarte”
La siguiente semana transcurrió tranquilamente, tal cual lo habían previsto,se dedicaron a esperar muy alerta por supuesto, Yuliase seguía revisando constantemente el correo de Dasha tenía la seguridad de que en algún momento encontraría algo, Niko por su parte estaba más inquieta pues cada día que pasaba se preguntaba dónde estaría Sabine y porque aún no había llamado, y Eve…bueno, ella estaba más interesada en conocer la “ciudad del amor” y saber cuántos “amores” podía ofrecerle,sobre todo en esta época decembrina, “decembrina”, esta palabra cambio la preocupación de Niko por Sabine, por la preocupación de conseguir un regalo para Anaelle y se dispuso a ir en busca de ello, junto con Eve, pues Yuliase prefirió quedarse, la navidad no era lo suyo.
Anaelle en esa semana no había tenido descanso en el restaurante “l Opera”, no solo por el continuo movimiento que había, sino porque la joven Constanthiene no perdía oportunidad para importunarla, con comentarios como: “debes mejorar” o “tal vez te pegamos demás”, iba todas las noches para cenar sin falta y pedía estrictamente que fuera Ana quien preparara su comida y lo llevara a su mesa personalmente, esto empezaba a agotar la paciencia de Ana, pero se controló como pudo. Curiosamente últimamente veía más a la chiquilla Cacciatore que a Nikoskys, Ana no quería perder las costumbre de sus paseos por la ciudad, le encantaba la época, ir tomada de la mano con ella, escuchando sus anécdotas, robarle un beso, o que ella se lo robara cuando menos lo esperaba, ver como sus mejillas tan blancas se tornaban rosa era tierno.
Juillet le preguntaba a su amiga qué cosa tan terrible le había hecho a esa niña para que la tratara de esa manera, era muy distinta a su hermana Georgette quien era muy educada, cortés y atenta con todo el personal, Anaelle: Y en especial con una empleada… - Juillet se sonrojó y miró en otra dirección tratando de evitar el tema – ¿Se lo dirás o no a tu esposa?- Ana le insistía que era mejor que se lo contará antes de que el problema tomara dimensiones más grandes o peor aún que se enterara por otras personas, Juillet: -Aún no lo sé, no he decidido nada, pero decírselo seria como ponerme la soga al cuello- y la conversación quedo ahí, pues habían comensales afuera y no podían hacerlos esperar.
Un día mientras Ana se dirigía a su piso para pasar un tiempo con sus mascotas, antes de que su padre se los llevara de nuevo por unos días, vio algo que llamó poderosamente su atención, había un grupo de personas reunidas alrededor de un edificio que estaba en toda la esquina de una calle, y habían algunos niños alegres revoloteando de un lado para otro, el edificio tenía un aspecto bastante antiguo, de arquitectura gótica, al parecer miraban a unos hombres que sacaban unas cajas grandes de un camión de carga, uno de ellos que se quiso pasar de listo tomó varias cajas a la vez y antes de llegar a la puerta una de ellas se lecayó, impactando contra el suelo y regando por doquier el contenido que llevaban dentro, lo que parecían ser juguetes nuevos, algunas pelotas, muñecas y otras cosas que no pudo divisar desde lejos.
Se acercó para curiosear y logró escuchar una conversación de unas mujeres sobre lo que allí acontecía, al parecer alguien había hecho una donación a ese edificio que funcionaba como un orfanato desde hace algunos años, de repente una de ellas señalo muy indiscretamente a la persona responsable, Ana “sin querer, pero queriendo” volteo para ver de quien se trataba ypara su sorpresa ahí estaba la chiquilla Cacciatore, muy distinta de cómo solía verla, con un rostro que mostraba a una persona diferente a la que ella había conocido en los últimos días,podría decirse que parecía hasta algo inocente, ¿Quién diría que esta misma chica que se comportaba de una forma tan despectiva para con los demás, podría ser alguien tan bondadoso? Pues Ana no, eso era seguro, estaba sorprendida, y hasta podría agregarle otro adjetivo más, tierna, pues eso fue lo que pensó al ver como Constanthiene se sentaba en el piso para jugar con unas niñas sin importar que la vieran, con una sonrisa en el rostro, la parisina la observo por unos instantes más y después siguió su camino.
Veinticuatro de diciembre, ya había anochecido, nuestro trio dinámico irrumpíanen el piso de Anaelle, ¿La razón? La cámara de Eve ,la imagen comenzó a hacerse borrosa que hizo quela visibilidad fuera completamente nula,decidieron ir, pues esa noche la parisina no volvería temprano o por lo menos eso creían, Niko y Yuliase esperaban sentadas en el sofá mientras Eve se encargaba de cambiar el dispositivo, de repente sintió un pequeño golpe que la hizo moverse hacia atrás.
Eve: ¡Hola!
Ana: ¿Hola?- Eve se quedó helada y volteo a ver a su amiga buscando ayuda, quien se levantó velozmente y se acercó a ellas
Niko: ¡Amor! –Antes de que dijera algo más se abalanzo sobre ella con un fuerte abrazo, Ana quedo anonadada, no sé si por el abrazo o por el “amor” – ¡Quiero presentarte a mis amigas!- La engaño diciéndole que ellas habían llegado ese mismo día, que les había platicado mucho sobre su relación y que ellas tenían muchas ganas de conocerla, Anaelle no pude evitar sonrojarse, Eve le dio más cuerda al asunto, diciendo que la estaban esperando para ir a un gran lugar que le habían recomendado, Niko le clavaba una mirada asesina para que tuviera cuidado con sus palabras, al final Ana acepto con timidez y llamaron un coche mientras ésta se cambiaba.
Llegaron al gran local del cual Eve aseguro durante todo el camino que era bastante entretenido, Yuliase y Nikoskys pensaron en silencio que debía serlo pues iba todas las noches a matarse a copas a aquel lugar, de llegada pudieron ver la gran pista de baile que estaba rodeada por al menos cuatro barras, y los destellos de colores que salían desde del techo dejaban ver que había una gran cantidad de personas esa noche, de todo los tipos, tamaños y colores. Se colocaron en una de las mesas que estaban prácticamente pegadas a la pared, y al pasar los minutos notaron que al parecer esa noche no habría servicio a la mesa, Eve se levantó para ir a la barra más cercana por algo de bebidas alcohólicas, Anaelle se ofreció a acompañarla, no sin antes darle un pequeño beso en los labios a Niko, quien pensaba que de a poco la parisina se mostraba más cariñosa, Yuliase vio la escena con ternura.
Entre la multitud Anaelle se hacía paso como podía detrás de Eve, comenzó a sonar a todo volumen “Spaceman” de “Hardwell”, las luces le empezaban a molestar un poco pues la encandelillaban, y en un abrir y cerrar de ojos perdió a Eve de vista, miró hacia todos lados para tratar de encontrarla pero fue en vano, dio unos pasos más hacia adelante antes de rendirse y lo queencontró fue algo que jamás pensó ver en ese lugar, mejor dicho a “alguien”,no muy lejos de allí se encontraba la pequeña Constanthiene bailando seductoramente entre dos mujeres que sin duda eran mucho mayor que ella, llevaba su cabello sueltoy un vestido ceñido al cuerpo que dejaban ver gran parte de sus piernas, aparte de unasdelineadas curvas que por alguna razón Ana nunca había notado durante los días pasados, sus ojos azules fríos llevaban alrededor un maquillaje negro pronunciado, y con todo esto Ana no lograba ver a una niña sino a una mujer, se quedó hipnotizada por unos segundos viéndola, hasta que reaccionó y se dio cuenta de que la joven le sonreía yque con paso felino dejaba a las dos mujeres atráspara acercarse a ella.
Anaelle: ¡Vaya! No sabía que aquí no tenían control con los menores de edad –Le dijo casi gritándole en el oído pues con la música tan alta no era fácil que la escuchara- Aunquecualquiera con algo de maquillaje se ve mayor– Se alejó un poco para que viera su gran sonrisa cínica, Consthan dio una vuelta sobre su propio eje para que la admirara, luego le devolvió la sonrisa y se acercó a su oído.
Constanthiene: Las chicas como yo –hizo una pausa- siempre hacemos lo que queremos –Deslizó una de sus manos por el abdomen de Anaelle, quien respondió moviéndose hacia atrás, chocando con alguien, Consthan no puedo evitar reírse y sin decir más palabras, dio media vuelta y se perdió entre la multitud.
Cuando Anaelle se disponía a regresar a la mesa se encontró con Eve, llegaron a donde estaban las demás y Niko se fijó que su novia venia un poco distraída o confundida quizás, le preguntó que si todo estaba bien, la parisina solo atinó a decir que sí, mientras la besaba nuevamente y se decía a si misma que no dejaría que nada le arruinara la noche, alejóde su cabeza todo pensamiento que no tuviera que ver con Niko. Entre bebidas y anécdotas divertidas pasaron las horas, Eve sin perder oportunidad alguna resolvió liarse con una morena que no le quitaba la mirada de encima y Yuliase la acompaño pues tenía una amiga, quiero agregar que Yuliase es heterosexual así que imaginen su cara. Niko le propuso a la parisina bailar, la cual no aguanto dos pedidas para lanzarse a la pista, Niko la tomó de la cintura pegándola a su cuerpo ypoco a poco las miradas se fueron posando sobre ellas, pues nuestra rusa bailaba con tal sexualidad que era imposible apartar la vista.
No muy lejos estaba la joven Cacciatore viendo la escena, hablaba con una chica, la cual termino ignorando por completo para acercarse a mirar con más detenimiento, Niko y Ana se dejaban llevar por la música, que se prestaba para su perfecto baile sensual, por no llamarlo casi erótico, de vez en cuando rozaban sus labios, en un rápido movimiento Niko la puso de espaldas a ella e introdujo un poco sus manos dentro de su ropa, acariciando su vientre,Ana dejo de bailar por unos segundos, pero la rusa le susurro algo al oído, a lo que ella respondió con una muy visible risa y siguieron bailando, ignorando a todo lo demás. Constanthiene una genuina curiosidad por saber de lo que hablaban, miró a su alrededor y sin preguntar jalo de la mano a una chica rubia guiándola hasta donde se encontraba la pareja, y antes de que la chica pudiera decir algo le dio un beso“subido de tono” y muy despacio le dijo “bailemos” , tal cual títere la siguió, algunos ya no sabían a cuál de las dos parejas ver, los movimientos felinos de Consthan no eran solo para caminar, así que hacían espacio, otros se cansaron de solo mirar y se les unieron. Un chico que llevaba muchísimas copas demás, por alguna razón en su poca percepción de la realidad pensó que era un juego o una competencia, y gritó ¡Cambio! Y por alguna extraña razón los demás siguieron el juego, bueno ya saben uno con copas demás no piensa mucho el asunto. Niko bailaba con un hombre bastante alto, ambos sonríen tal vez porque no esperaban lo que les toco, la música se vuelve más eléctrica y más movida aún, Anaelle bailaba con una chica un poco más seria pero igual de divertida, gritan ¡Cambio! un par de veces más y pasa lo que ustedes y yo ya nos veníamos oliendo, era inevitable, como un choque de trenes inminente colisión, Niko queda con Constanthiene, la rusa duda si moverse o no, peroalgunas personas que estaban cerca le gritaban para animarla a bailar, ella aun dudosa trata de concentrarse y sentir la música para ver si su cuerpo reacciona, tratando de llevar un ritmo que no la hiciera acercarse mucho a su compañera de baile,Constan quien parecía prestar poca atención a lo que su compañera estuviera pensando, (y era así), la tomó por la cintura y clavo en ella sus ojos azules que parecían haber tomado un tono más oscuro, Ana que estaba bailando cerca de ellas y la que no tenía ni mínima idea de lo que acontecía, cuando se giró no podía creer lo que sus ojos veían, Consthan la miró y le sonrió con cinismo o quizás con malicia, se acercó al oído de Niko para susurrarle “¿Cuánto me costaría una noche con ella?” Ana no supo ni entendió que fue lo que sucedió, Nikoskys arremetió dándole un gran bofetón a la joven Cacciatore que estaba más que sorprendida.
Constanthiene: ¡Hija de…! – Por suerte aparece Eve y la toma por los hombros antes de que pudiera acercarse a la rusa iracunda de nuevo, que gritaba de todo lo que le pasaba por la mente en ruso, Ana y Yuliase la tomaron una de cada lado para tratar de calmarla, lo que paso a partir de aquí fue muy rápido para todas, como en todo buen local nocturno que se respete debe haber al menos una pelea, pero en todo local nocturno que se respete esto no se permite, así que se vieron sacadas casi a la fuerza por el servicio de seguridad del local.
Eve: Bueno creo que ya me quede sin un lugar al cual venir por las noches.
Yuliase: Confió en que conseguirás uno mejor – Se acercópara darle suavemente con el puño por el hombro, a lo que Eve solo respondió con un suspiro resignado – ¿Y a ustedes qué demonios les paso?- dijo dirigiéndose a Niko, que se encontraba con los ojos encendidos de la rabia aún, recostada de una pared con Anaelle a su lado mirándola algo preocupada pues se había puesto bastante blanca, mas blanca de lo que es.
Constanthiene: Pregúntale a tu amiguita que muy posiblemente tiene un problema de ira –contesto mientras le daba la espalda a todas, Niko quería responderle con otro bofetón pero por alguna razón le faltaba el aire, y sus piernas las empezaba a sentir pesadas, Ana tomó sus manos y las sintió heladas, se preocupóaún más y antes de que pudiera preguntarle si se sentía bien, Niko se desplomo, Anaelle la sostuvo para que no cayera al suelo, y sintió una sensación horrible que ni yo podría describirles. Eve y Yuliase se acercaron para ayudar a sostenerla, le daban pequeños golpecitos por las mejillas para hacerla reaccionar pero la rusa no respondía.
Constanthiene: – Vamos, las llevare a un hospital – Eve y Yuliase la veían con un poco de escepticismo, Anaelle la miró entre duda y algo de temor – Confía en mí- le dijo mirándola a los ojos y no hizo falta decir más, Anaelle levantó a Niko como pudo y la llevaron hasta el coche, colocándose en marcha rápidamente, no tardaron mucho en llegar al hospital, Consthan era algo “alocada” para conducir, Eve bajo rápidamente para pedir ayuda mientras que Ana y Yuliase la bajaban del carro y la llevabanadentro, la acostaron en una camilla y la atendieron enseguida, se quedaron en la sala de espera mientras el doctor la revisaba, pronto salió y les explico que tuvo un colapso, producto de mucho estrés, y agotamiento, le mandóalgunas vitaminas y le recomendó que tuviera unos días de descanso, en cuanto terminaran de suministrarle el tratamiento podían marcharse, Anaelle se sintió aliviada y se encargó de ir por las vitaminas, Eve y Yuliase se dirigieron hasta la habitación donde se encontraba Niko, quien permanecía dormida, así que prefirieron dejarla descansar y se marcharon al cafetín por algo de tomar.
Consthan que se encontraba rondando por ahí, abrió la puerta y al no ver a nadie entró a la habitación, Nikoskys seguía dormida así que se sentó a su lado, la rusa no tardó mucho en sentir su presencia y se despertó con algo de pesadez.
Constanthiene: ¿Cómo te sientes?- Niko la miro con total desagrado.
Nikoskys: He tenido días mejores –Suspiro mientras se recostaba de nuevo y cerraba los ojos para ignorarla, Consthan solo sonrió.
Constanthiene: Me gusta tu novia – Niko abrió los ojos de golpe y se sentó en la cama con una verdadera expresión de indignación, y no podía creer que aparte de que le dijera eso mantuviera una sonrisa –Vamos a compartirla- Le sugirió.
Nikoskys: ¡Lárgate de aquí! –No lograba entender como esa chiquilla osaba a decir eso, Consthan se levantó y con señas con las manos le decía que se calmara, sin perder aquella sonrisa de su cara, a lo que Niko le respondió - ¡Vete a tomar por culo!
Constanthiene: Vale, que no se diga que no trate de ser educada – Dijo mientras salía de la habitación, cuando salió se encontró con Eve y Yuliase, que habían escuchado lo último de la conversación, no les prestó atención y siguió su camino, las dos mujeres entraron para ver cómo estaba su amiga.
Eve: ¿Quién es esa chica? –Pregunto al entrar y ver a Nikoskys levantándose furiosa de la cama
Nikoskys: ¡El dolor más grande que ha tenido mi aparato reproductor femenino hoy! –Le diounos fuertes golpes a la cama –Creo que es la hermana de la dueña del restaurante donde trabaja Ana, una mocosa insoportable italiana.
Yuliase: ¿italiana?
Niko: ¡Ya no quiero hablar más del tema! –Ambas mujeres asintieron sin decir una palabra, era muy difícil hablar con ella así, mejor esperar que se bajaran los malos ánimos.
Mientras en otra parte del hospital, Anaelle se dirigía a la habitación de Nikoskys, caminaba lo más rápido que podía, pues no era permitido correr por los pasillos, pasó al lado de una habitación que se encontraba con la puerta abierta y no pudo evitar ver a alguien conocido adentro.
Anaelle: ¡¿Pero qué coño te paso?! – Juillet se encontraba sentada en una camilla con su camisa llena de sangre y con un trozo de manta que tapaba su nariz, y antes de intentar explicar lo que había pasado, quiso mostrarle a Anaelle su nariz, a lo que está respondió con una negativa sujetándole el brazo y sin querer lastimándola aún más.
Juillet: ¡Joder! ¡Porque me lastimas perra!
Anaelle: Lo siento, tú me querías mostrar eso – Se sentó a su lado– Ahora cuéntame,¿Qué fue lo que paso?
Juillet: Paso que… no debí decirle la verdad a mi esposa mientras cocinaba, me estrello el sartén en la cabeza, literalmente –Anaelle trato de evitar reír ante la situación-
Anaelle: Es cierto que te aconsejé decírselo, pero venga tía todo tiene su tiempo y su lugar.
Juillet: Por lo menos me trajo hasta el hospital, pero me dijo que no volviera a casa, y que esperara la llamada de su abogado –Suspiró- Nuestro matrimonio se fue por un hoyo – Anaelle notó como los ojos de su amiga se colocaban llorosos– No séqué me duele más, la nariz o que me haya dejado –Sonríe para tratar de verle el lado gracioso a la situación, Ana se acerca para darle un abrazo fuerte y cuando se separala lastima de nuevamente-
Anaelle: ¡Lo siento!
Juillet: Ya que importa… Y cambiando de tema ¿Qué haces tú aquí? –Anaelle con la mirada le dice que es una historia larga y está cansada– No importa, tengo tiempo, y una nariz rota -Antes de que pudiera empezar a contarle la odisea de esa noche, Georgette irrumpe en la habitación, las tres mujeres se miran con cara de confusión-Juillet:-La mira y le pregunta- ¿Larga historia?, pasa adelante, tengo tiempo y una nariz rota… ¡Todavía!-
Anaelle se despidió de su amiga para dejarlas a solas, por sus caras se notaba que tenían mucho de qué hablar, antes de cerrar la puerta pudo ver como Georgette la tomaba de las manos y la besaba en la frente con ternura, Ana sonrió, pues a pesar de que su amiga estaba pasando por un mal momento sabía que Georgette no la dejaría sola, se puso en marcha nuevamente hacia la habitación donde se encontraba su novia, pero antes, tenía que hacer una parada más, al final de pasillo se encontraba la joven Cacciatore, a quien ya se le notaba el agotamiento, Consthan tardó un poco en notar la presencia de la parisina que la veía desde lejos fijamente, Ana caminó justo hasta quedar frente a ella, sin apartar su vista, y fue en ese momento en que Consthan pudo ver bien el color de los ojos de la mujer a quien le gustaba hacerle la vida imposible, ¿Por qué razón? Aún resulta ser un misterio.
Anaelle: Tu hermana anda por allí –Movió su brazo izquierdo hacia atrás, señalando con el dedo pulgar.
Constanthiene: Seguro vino a ver si de verdad estaba donde le dije – Aparto su mirada y suspiró con pesadez y cansancio por todo lo que había pasado, la parisina respiró hondo y como por acto reflejo y sin más, la abrazó.
Anaelle: Gracias –Se limitó a decir, fue como un abrazo de esos que le das a un viejo amigo que acabas de encontrar, ese fue el primer abrazo sincero que le dio a Consthan y fue la primera vez en mucho tiempo que Consthan sintió algo.
Anaelle: ¡No me vuelvas hacer eso en la vida! – Dijo después de haber entrado con mucha seriedad en la habitación, Eve y Yuliase salieron casi por inercia, Niko recordó lo sucedido en el local y se sintió apenada, no sabía a dónde dirigir la mirada, la parisina se acercó hacia la cama y como pudo la abrazo por los hombros –Me asustaste, te vendrás conmigo a mi piso y no acepto un “no” como respuesta- Niko se quedó un poco sorprendida y aliviada, no pudo evitar sonreír de medio lado.
Las chicas llamaron a un coche cuando el doctor vio pertinente que Nikoskys podía irse, con todos los relajantes que le habían dado, estaba más en el mundo de Morfeo que en el mundo real, tanto así que ni siquiera se dio cuenta cuando llego al piso de Anaelle, el viaje fue relativamente rápido, haciendo una parada en el hotel para dejar a Eve y a Yuliase y para buscar algunas cosas de Niko, tampoco se dio cuenta cuando unas manos cariñosas la hicieron sentarse en la cama, ni notóel roce de unos labios en su hombro mientras le sacaban la parte superior de su ropa, ni mucho menos cuando estas manos pasearon por sus piernas desnudas en una lenta caricia, cuando la hicieron acostarse por completo para sacarle el pantalón,solo tal vez notó un susurro tímido que le decía “no te levantes, lo siento” le costó algo de tiempo volver al mundo de los vivos, abrió lentamente sus ojos y vio a la parisina acostada de lado en dirección a ella, ya casi cayendo en un sueño profundo, deslizó su mano por debajo de las sabanas hasta encontrar la de su novia, espabilándola, le susurró “ven aquí, ella se acercó preguntándole con un hilo de voz, si se encontraba bien, Niko le acarició el rostro, lo acercó hasta el suyo para darle un beso en el mentón, luego en la comisura de los labios…
Ana: ¿Estás segura?- Se daban pequeños besos, que más bien eran solo un roce entre ellos y entre tiempos ese roce tomaba más fuerza, Niko no dijo nada solo pasó uno de sus brazos por sus hombros para atraerla sobre ella, la parisina deslizó su mano derecha por el cuerpo desnudo de su novia y se detuvo en el camino para acariciar un poco su vientre y finalmente dedicarle unos movimientos circulares lentos al pequeño “botón rosa” que se encontraba más abajo, escuchó a Niko suspirando y hundió su cabeza en la almohada aun lado de la suya, sintió su respiración en el cuello y como sus manos se aferraban y apuñaban la tela de su camiseta, ordenó a sus dedos hacer los círculos más rápido, la escuchó sollozar y movió su cabeza para verla, tenía los ojos cerrados y los labios ligeramente separados, besó su frente, acarició su cabello y la miró fijamente…
Anaelle: ¿Estás bien?- Dijo con una voz un tanto pegajosa y esperaba una respuesta pero Niko solo se limitó a besarla de nuevo, desvió su rostro para besar su cuello, su pecho, deslizo sus labios alrededor de sus pezones, quitó aquellas sábanas y cobija de encima suyo para poder continuar más cómodamente por su abdomen, con besos y roces con sus dedos hasta llegar a ese punto de placer que no podía verlo por la oscuridad que invadía la habitación, pero lo sentía, estaba caliente, paseó su lengua por él solo una vez y Niko reaccionó apuñando las sabanas, abrió más las piernas para dejarla entrar y ésta besó la parte interna de sus muslos, se acercó a sus labios mayores para besarlos y los sintió húmedos de la excitación, los masajeó con su lengua, los separópara succionar suavemente su clítoris, subió su mano por su abdomen, lo sentía contraerse y se encontró con su mano, que la apretó con fuerza mientras con la otra que tenía libre le acariciaba sus piernas, y entre lamidas, succiones y ligeras mordidas, Niko se corrió es su boca dejándola deleitarse con su néctar, Ana se incorporó para cubrirse nuevamente con las cobijas, atrajo a Niko hacia ella con besos para que apoyara su cabeza en su pecho, abrazándola, debía dejarla descansar.
Niko: No me agrada – Habló por fin con una voz firme, pero aún sin abrir los ojos, la parisina no entendía a quién o a que se refería.
Ana: ¿Quién?
Niko: Esa niña…
Ana: ¿Constan?
Niko: “Constan”- Replicó en un tono irónico, un signo de interrogación inmenso se formó en la cabeza de la parisina -Tu eres mía- y antes de que Ana pudiera decir cualquier cosa ya estaba cayendo nuevamente con Morfeo.
En la mañana la luz se colaba por las ventanas, lo que despertó poco a poco a Niko, parpadeó muchas veces hasta acostumbrar sus ojos a la claridad, miró un poco alrededor y al no ver a Anaelle se preguntó si lo sucedido anoche había sido un sueño o si lo había imaginado producto de todo lo que le dieron en el hospital, lentamente se levantó de la cama y se percató de que seguía desnuda, no le importo y con paso lento salió hasta la cocina donde estaba la parisina que preparaba el desayuno y al sentir su presencia volteo, ensancho los ojos-
Ana: Quería sorprenderte –Tenía un plato en las manos que dejo en el mesón- No sé, ya sabes, algo como en las películas –Caminó hacia ella y con un descaro hasta cínico admiro todo su cuerpo que resplandecía con el sol- Pero creo que me has sorprendido tu- No pudo evitar reírse pues Niko se ruborizo y se devolvió velozmente hasta la habitación.
La delicada rusa de ojos verdes decidió tomar una ducha, cuando se disponía a vestirse, encontró entre sus cosas la grata sorpresa de que Eve había tenido la amabilidad de esconder muy bien el regalo de navidad que había conseguido para su niña. Después de ponerse un jeans y una blusa holgada casi transparente que dejaba ver algo de su bra, se acercó por detrás de Ana que aún seguía preparando el desayuno, tomándola de la cintura le plantó unbeso en su mejilla derecha y por el lado izquierdo la rodeo con su brazo para mostrarle la caja que tenía en la mano, canto un “taraan ” como si hubiese realizado unacto de magia. La parisina desconcertada dejo lo que estaba haciendo para tomar el regalo en sus manos, con inspeccionarlo un poco más y ver el nombre que tenía escrito con letras en cromo sabía perfectamente lo que era.
Anaelle: Es demasiado, no puedo aceptarlo –Le extendió la caja de vuelta y Niko con una gran sonrisa le pidió que por favor la abriera, vaciló un poco antes de hacerlo, pero termino aceptando, dentro de la caja había un cuchillo de cocina, con una afilada hojade acero de damasco, forjada a mano, que estaba levemente curvada y con un lomo prominente que le daba cierto toque primitivo y una empuñadura de madera negra de roble fosilizada que le daba un toque bastante elegante, lo tomó por ésta para examinarlo, pudo ver que de un lado de la hoja tenia grabado “A.Legrand” volvió su mirada a Niko que seguía sonriendo, suspiró pues aunque le habría gustado molestarse por tan exagerado regalo, no podía negar que le había encantado y le devolvió la sonrisa.
Ana se dirigió rápidamente a su habitación para volver con algo que escondía tras ella, con mucha timidez se acercó a Niko que la miraba expectante, le dijo que la disculpara pues ella no tenía un regalo tan extraordinario como el que ella le había dado, y colocó en sus manos una pequeña bolsa de regalo, de esas típicas navideñas, Niko la abrió y se sintió conmovida, era una bufanda de color fucsia, su color favorito, la envolvió en su cuello y la abrazó con mucha ternura.
Ana: ¿Te ha gustado? –Le contó que en el poco tiempo libre que le daban entre las horas de trabajo, Juillet la ayudo y le explicó cómo tejerla, Niko le dio un beso en el cuello que la tomo un poco por sorpresa “i loved” le susurró al oído, para luego irse corriendo al baño para ver cómo le quedaba.
Aunque Niko le insistió a Ana un centenar de veces que ella estaba bien y que debía ir a ver a su familia, en especial en una fecha como esa“veinticinco de diciembre”, a pesar de eso la parisina resolvió quedarse, llamó a su padre que lo entendió perfectamente y luego llamó a su madre que no lo entendió tanto, era algo que ya se esperaba, pero nada la haría cambiar de decisión, ese día no hicieron más que retozar en la cama y hacerse mimos, Niko se quedó los siguientes días, la parisina quería tenerla cerca para asegurarse que estaba bien, Juillet no podía creerlo, porque Ana siempre fue don “respeten mi espacio” . La rusa se obligó a sí misma a tomarse con más calma lo que estaba pasando, Eve y Yuliase pasaban el día con ella, mientras Ana estaba fuera, Eve la ayudaba a distraerse y Yuliase seguía pegada a su ordenador.
Por haber estado ausente en las fiestas, Ana le prometió a su familia que estaría con ellos en fin de año, pero solo hasta que estuviera a punto de ser media noche, a su madre no le gusto esto, sobra decir que todo el día y noche la miró de reojo, ella la ignoró por completo y se sentó con Jhesvan para que le mostrara todo los regalos que había recibido esta navidad, antes de eso pasó por casa de su padre quien la recibió como si no la hubiera visto en años, sus mascotas lo hicieron de igual forma, se disculpó por no dedicarles más tiempo,su padre le dijo que se despreocupara, que ellos eran una excelente compañía.
Se marchó y se dirigió hasta la Plaza Concordia, donde había acordado encontrarse con Niko, todos los años hacían un espectáculo de fuegos pirotécnicos y les pareció la mejor forma de recibir el año, cuando llego habían tantas personas reunidas que era bastante incomodo hacerse paso y por algunos segundos se sintió hasta muy observada, pero hizo caso omiso.Pudo reconocerla a un lado de la fuente cerca del gran obelisco, llevaba jeans azul oscuro, con unas botas de cuero marrón y un suéter blanco de cuello de tortugay su bufanda, que la tomaba como si tuviera temor de perderla, hablaba con Eve y Yuliase que muy alegres llevaban unos vasos de alcohol en sus manos, la abrazo sin previo aviso por la espalda provocando un sobre salto en ella, que al ver quien era le obsequio una gran sonrisa.
No se puede escuchar nada más que el sonido de las detonaciones de los fuegos artificiales pero se ve claramente como con los labios Anaelle le regalaba un “Feliz año mi amor, te amo” a una Nikoskys, que solo se limitó a pegar la frente con la suya, a pesar de la gente y de todo el ruido ensordecedor, ellas ya no escuchaban nada, todo estaba en silencio y no había más nadie, el tiempo se les detuvo y con una sonrisa Niko vocalizo un “y yo a ti"…