Assaisonnement de lamour à paris 3

–Recuerdas lo que te dije?- mordiendo el lóbulo de su oreja haciendo que se le escapara un gemido ahogado –te mostrare las cosas que podemos hacer en la oscuridad-

Ambas se montaron rápidamente en el auto Alex se acomodaba los pantalones aun asustada.

Alex: que demonios fue eso?! Quien estaría a esta hora y con este frio en ese lugar?

Anaelle: seguramente era algún mirón no te preocupes

Alex: Ana y tu chaqueta? -Anaelle con la rapidez de lo sucedo olvido que Alex le había quitado su chaqueta dejándola olvidada en aquel lugar.-

Anaelle: no te preocupes –sonríe sin quitar la vista de la carretera- luego compro otra

No hablaron más en todo el camino a casa, Alex se quedo dormida ya era bastante tarde,  al llegar a su piso Anaelle cargo a la pelirroja en brazos hasta su habitación, tambaleándose por culpa de sus lobos que estaban inquietos como de costumbre, la acostó en su cama y la abrigo, se acostó a su lado muy tierna, pero tenía la cabeza en otra parte, aún pensaba en aquella mujer, en su mirada verde tan profunda y suspiraba al recordar que no volvería a verla, estaba tan centrada que hizo caso omiso a lo que sucedió en el mirador……


Nikoskys: me conseguiste lo que te pedí?

Encapuchado: vive en Rue Chanoinesse, queda en la vía principal del antiguo claustro de Notre-Dame, vive sola y tiene 20 años, es estudiante de gastronomía y está haciendo sus pasantías en el restaurante, su cuenta bancaria….

Nikoskys: No me interesa eso –lo interrumpe- ahora dime, la seguiste? Tuviste que averiguar algo más.

Encapuchado: La seguí al salir del restaurante, se fue a un mirador lejos de la ciudad con una chica pelirroja.

Nikoskys: Una pelirroja? –se acomoda los lentes y cruza las piernas– interesante que hacían ahí? El hombre la miraba entre extrañado y un poco asustado, Niko tenía una mirada penetrante y fría, era como su coraza para demostrar quién mandaba.

Encapuchado: Ehhh pues ellas estaban intimando señorita, dejaron esto en el lugar –Coloca sobre el escritorio la chaqueta de Anaelle, Niko le lanza una mirada asesina y toma la chaqueta, la inspecciona– La dejo olvidada en el mirador –dijo el hombre poniéndose más nervioso.-

Nikoskys: Ya veo… bueno retírese, síguela por lo menos una semana, quiero saber todo lo que hace desde que come, hasta cuantos cabellos tiene en la cabeza LO QUIERO TODO! Entiendes?

Encapuchado: Si, como usted ordene señorita. -Dijo el hombre antes de salir de la habitación de hotel de Niko-

Niko se levanto de su escritorio con la chaqueta en sus manos se dirigió al gran ventanal que había en su habitación se paro frente a él, admiro la ciudad y dio un gran suspiro apretando la chaqueta en sus manos.

Nikoskys: yo solo….quiero….conocerte

Niko se había quedado intrigada por aquella chica de aquel restaurant tanto que mando a uno de los hombres de su padre a investigar todo lo que pudiera sobre ella, quería saber que se escondía detrás de esa mirada tan seria pero a la vez triste y hermosa quería volver a verla pero no sabía con que excusa o como hacerlo, esperaba que la información que le trajera el hombre pudiera servirle de algo.

Y así paso una semana,  el hombre siguió a todas partes a Anaelle que no lo noto ni por un momento, la siguió al restaurant, a su casa, al bosque, al súper mercado, a las citas, a los encuentros fugaces con Alex, a las veces que se reunía con Juillet para tomar una copa, aun le parecía un misterio su cuenta bancaria, bueno tenía dos y una de ellas tenía un monto exorbitante, pero después de lo que dijo Nikoskys no se molesto en investigar ese detalle. Llego a la habitación de Niko, lanzando una carpeta sobre el escritorio cosa que le molestó.

Nikoskys:  shto eta??!  - tomando la carpeta en sus manos

Encapuchado: Es la rutina de chica, todo está escrito señorita -dijo asustado pues no midió que el acto que hizo fue un atrevimiento-

Niko se coloco sus lentes, abrió la carpeta y empezó a leer rápidamente aquel informe.

Encapuchado: a la chica le gusta comer…..

Niko le hizo señas con la mano para que guardara silencio, el hombre realmente empezaba a cansarse de esta chica.

Nikoskys: A ver según esto dices que el lugar donde va más seguido es a este bosque? – coloco la hoja con la dirección sobre el escritorio y lo señalo con el dedo mientras se quitaba los lentes cruzaba sus piernas y agitaba su perfecto cabello negro.

Encapuchado: Si, va muy seguido a correr, es muy veloz y más cuando corre con sus…

Nikoskys: Entiendo –interrumpiéndolo- puedes irte serás bien recompensado,  es todo lo que necesito ahí está la puerta –dijo esbozando una sonrisa demasiado falsa-, el hombre ya cansado de que niko lo interrumpiera, salió aliviado de que por fin había terminado su trabajo y esperaba que fuera la última vez que la hija de su jefe le pidiera algo.

Ya era de mañana y Anaelle estaba junto con sus lobos preparándose para correr, ellos estaban alegres llenos de energía pura, takret era el más joven e inquieto de los dos con un pelaje grueso negro y akicha un poco más maduro era totalmente blanco, solo esperaban que su dueña soltara sus correas para perderse en el bosque. Ana buscaba su ipod pero no lo encontraba, vacio su bolso en un acto de desespero pero no lo encontró, los lobos desesperados también mordían sus correas, vio alrededor de ella y no había nadie,  estaba lejos de ciudad así que no tendría problemas en soltarlos.

Niko con un traje deportivo negro con rayas fucsia a los costados y unos lentes oscuros montada sobre una bicicleta, ya se encontraba en el bosque desde muy temprano esperando encontrar a Anaelle, el invierno estaba cerca, se sentía un gran frío pero Nikoskys acostumbrada al poderoso frío ruso no sentía nada, se bajo de la bici, se quito la chaqueta y la hizo un nudo en su cintura dejándola con una blusa de tiras que dejaba ver un muy sexy escote y sus hermosos hombros blancos con algunas pecas, tomo su cabello con una coleta y siguió caminando con la bici a su lado esperando ver a Anaelle.

Caminaba por el bosque con tranquilidad observando las pocas hojas de otoño que quedaban, pensaba en que aún le faltaba asuntos por resolver con su padre, aunque él decía que tenía todo bajo control no era así, sus ojos se aguaron, esta chica realmente guardaba una gran tristeza y entre sus pensamientos se pregunto qué hago aquí? Antes de que pudiera responderse esa pregunta a sí misma, noto que no estaba sola, escucho que algo la seguía y fue cuando volteo y vio a takret detrás de ella mirándola fijamente. Nikoskys que era realmente blanca, se puso transparente al ver al gran lobo frente a ella que se acercaba, su reacción fue realmente de comedia se monto en su bici gritando lo más fuerte que podía y empezó a pedalear sin parar traket pensando que era un juego la siguió.

No muy lejos de ahí se encontraba Anaelle contenta  porque había encontrado su ipod que estaba debajo de su asiento, de repente escucho los gritos de una mujer, se quedo un momento confundida pues nunca iba nadie ahí.. “los lobos!” reaccionó, corrió tan fuerte como pudo por el bosque guiándose por los gritos, corrió y corrió hasta que a lo lejos diviso a takret corriendo detrás d una mujer en bici, siguió acercándose lo suficiente al lobo, llamándolo y silbándole para que detuviera, cuando empezó a detenerse lo tomo del collar para que bajara la velocidad, se pregunto dónde estaba akicha? Nikoskys que seguía gritando despavorida no había notado la presencia de Anaelle, quedo en shock cuando de la nada salió akicha quedando frente a ella, giró con fuerza el manubrio de la bicicleta, evitando el choque pero perdió el control y cayó al suelo sin remedio.

Anaelle: Estas bien?! Te rompiste algo?! Lo siento muchísimo de verdad lo siento! – hablaba entre cortada, agitada, estaba agotada por el maratón que hizo corriendo tras ellos.-

Niko apenas se recomponía, se sentó colocando una mano en su cabeza y otra en su rodilla, todo le daba vueltas, de pronto sintió algo mojado en su mejilla que la devolvió a la tierra, akicha le pasó la lengua por el rostro.

Nikoskys: ALEJA ESA COSA DE MI! –Gritando y agitando sus manos- SON UNA AMENZANA! joder affff –se coloco sus manos sobre su rodilla tenía el pantalón rasgado y la rodilla rasguñada le brotaba un poco de sangre.

Anaelle: discúlpalos de verdad, ellos solo estaban jugando! Déjame ayudarte – le decía con verdadera preocupación pues siempre venia al bosque para evitar cosas así pero igual se le salió de las manos.

Nikoskys: aléjate de mi!  - la empujo con su mano lanzándole una mirada llena de furia dolor y a la vez un gran temor, tenía miedo por los lobos, les tenia pánico ahora se lamentaba y maldecía a los dioses por no haber dejado aquel hombre terminar de hablar. Fue entonces cuando Anaelle la reconoció.

Anaelle: Eres la chica del restaurante

Nikoskys: Anaelle…. –sus ojos se pusieron como platos “que tonta!” se decía interiormente,  como no se había dado cuenta que era ella la chica por la que estaba ahí la que no dejaba sus pensamientos desde esa noche. Ambas se quedaron viendo fijamente a los ojos por unos minutos, el corazón de la parisina estaba desbocado y ya no era por el esfuerzo físico que había hecho, era esa mirada verde de esa hermosa mujer que tenía delante, la que tampoco salía de sus pensamientos, había hecho suya a una mujer pensando en ella… de repente salió de su trance.

Anaelle: Como sabes mi nombre?  La expresión del rostro de niko fue un único “trágame tierra” no podía decirle que había mandado a un hombre a seguirle cada paso, pensaría que era una acosadora que en cierta forma lo era; debía pensar rápido -pues yo le pregunte al chico que nos atendió esa noche tu nombre (bien hecho niko!) realmente tu platillo fue delicioso –esto último lo dijo lanzando una mirada seductora que Ana no capto – lo lamento déjame presentarme, Nikoskys Kursabnova puedes decirme Niko..

Anaelle: Mucho gusto Niko –se acerco tomando su mano para apartarla y ver su rodilla- de verdad disculpa que mis amigos te asustaran pero si me acompañas a mi auto podría curarte eso -Niko solo movió su cabeza en señal de aprobación estaba totalmente ida por sentir el tacto de la mano de Anaelle en la suya, sintió un leve corrientazo en su entrepierna, la ayudo a levantarse tomo  su brazo y lo paso sobre sus hombros para ayudarla a caminar, a Niko le pareció una exageración pues podía caminar sola perfectamente pero no se quejo estaba embriagada por el aroma de la parisina, su pensamiento voló tanto en descifrarlo que ni se dio cuenta cuando llegaron al auto.

Ana abrió la puerta de los asientos de atrás y la sentó seguía sin decir una palabra, con los pies hacia fuera del auto, se dirigió hasta el maletero a buscar el kit de primeros auxilios. Se arrodillo frente a ella y empezó a limpiar su rodilla con un algodón y alcohol, a Niko le ardía se quejo un poco pero se dejo curar, por un momento Ana recordó esa noche cuando estuvo con Alex pensando en esta mujer, que imagino que jamás volvería a ver, no pudo evitar sonrojarse, subió un poco la mirada y pudo ver el escote de Niko tan provocador, se puso nerviosa. Y así se quedaron sin decir una palabra hasta que niko sintió una respiración en su cuello volteo a ver y era takret que la estaba olfateando! Dio un grito de pánico y se fue hacia adelante cayendo del auto sobre Anaelle.

Niko gritando aun desesperada y Ana un poco desorientada por aquel golpe, intento tranquilizarla, la abrazo y empezó a susurrarle al oído –sshhh cálmate yo estoy contigo- no sabía de donde le había salido esa frase pero eso calmo a Nikoskys que se quedo inmóvil sobre ella. Ana la sentó, se sentó a su lado y empezó a reírse.

Anaelle: te han dicho que eres una gritona? Jajajaja –Niko hizo un puchero y se sonrojo pues realmente había perdido el control hace un momento– aceptarías tomar un café conmigo por las molestias que te han hecho pasar mis amigos? Y así me cuentas por que les temes tanto -lanzando la sonrisa y mirada matadora como decía su amiga Juillet-

Nikoskys: me encantaría….pero….tienen que ir ellos? –Señalando a los lobos que ya estaban sentados en la parte de atrás del auto listos para irse-

Anaelle: jajajajaja realmente les tienes terror eh? Vale te prometo que pasaremos primero por mi piso para dejarlos ahí y luego iremos por el café.

Nikoskys: Por cierto… No tomo café, pero te aceptaría un chocolate caliente –guiñandole un ojo-

Anaelle: -sonrojada- Un chocolate caliente será –le sonríe-

Dejaron a los lobos en el piso de Anaelle y se dirigieron al café de la paix en el 12 boulevard des Capucines, donde dicen que uno siente que viaja al pasado, se sentaron en las mesas de afuera con sus clásicos toldos blanco/verde, las atendió una chica que saludo a Ana con una sonrisa un tanto nerviosa y ella le devolvió la sonrisa tranquila, Niko solo observaba en silencio, pronto la chica volvió con su café y con su chocolate, se despidió con otra sonrisa pero esta vez sin ser correspondida, Ana estaba perdida en sus pensamientos viendo a la gente que caminaba a su alrededor.

Niko: Vienes muy seguido a este lugar?

Ana: un poco, me gusta comer aquí después de un día agotador-lo dice en un tono serio, mirando hacia el horizonte con la mirada perdida-

Niko: Entiendo -Niko la miraba con curiosidad y se atrevió a preguntar- problemas de amor?

Ana: que te hace pensar eso?

Niko: pues mmm intuición femenina –le dio una sonrisa jugando con su taza paseando su dedo sobre su bordé- he notado que no me miras a los ojos cuando te hablo, te pongo nerviosa? – Ana casi derramo el café de su taza al escuchar esa pregunta y Niko sonreía maliciosa pero victoriosa –tranquila yo no muerdo a menos que me lo pidas claro

Anaelle: -sonrojada- Yo emmmm... -nerviosa- creo que ya es hora de irnos -se levanta para pedir la cuenta y Niko se queda entre sorprendida y confundida y antes de que pudiera decir algo la mesera de sonrisa babosa como ya la había denominado llego

Mesera: Su cuenta señorita –Ana agradeció el servicio y dejo una buena propina cosa que Niko no noto, la tomo de su mano y caminaron hacia la otra calle donde habían dejado el auto, cuando llegaron a él Ana se detuvo un momento sin decir nada, Niko solo esperaba que dijera algo pues ella tampoco sabía que decir hasta que reacciono

Anaelle: quieres te deje en algún lado?

Niko: podrías dejarme en mi hotel – Ana asintió con la cabeza y le abrió la puerta del auto para que entrara. No estaba muy lejos de ahí así que prácticamente ser quedaron mudas todo el camino de nuevo, Niko no entendía porque no le salían las palabras, cuando estaba bajándose y lista para despedirse se repetía mil veces mentalmente lo tonta que era

Anaelle: me darías tu numero? -nunca escucho palabras más gloriosas, intercambiaron números rápidamente y se despidieron niko paso todo lo que quedaba del día como una adolescente pegada a su iphone esperando un mensaje una llamada lo que fuera, primero su padre la llamo una o dos veces emocionándola falsamente ya la segunda vez le grito NOO LLAMEESS SPASIBA!. Ya en la noche muy tarde cuando sus esperanzas estaban en cero recibió un mensaje “ hola como estas? Disculpa si es muy tarde ” ese fue el primero de muchos mensajes esa noche, sobra decir que no durmieron, y los siguientes días se llamaban cada que podían aunque ninguna se atrevía a invitar a la otra a verse de nuevo, se contaron todo, Niko le conto que era abogada, que amaba la frambuesa, que era de Rusia, que había venido en viaje de negocios con su padre pero vivía en Moscu aunque no había nacido allí, sino en una ciudad cercana y que viajaba mucho a Madrid, que era hija única pero tenía un primo que era como su hermano, no se llevaba bien con su madre y fue criada por su abuela, adoraba a su padre, le comento o más bien le confesó que le temía a los lobos porque cuando era una niña su padre tenía muchos lobos en casa y le decía que si no se dormía temprano los lobos se la comerían sonaba tonto pero realmente esto asustaba mucho a Niko, Anaelle soltó una gran carcajada al escuchar esto.

Niko: no te rías –decía niko sonrojada por el teléfono mientras “trabajaba” arduamente en su escritorio

Ana: pero venga joder es en serio? –Se soltaba a reír de nuevo- no te apenes la verdad me parece muy tierno -Niko se puso como un tomate (sonrojada)- para que veas que no soy mala te confesare algo…le tengo miedo a la oscuridad

Niko: Porque? Piensas que te comerá el coco? Jajaja –rio en son de venganza

Ana: No, solo no lo se me pone nerviosa o alerta –decía tapándose el rostro con la mano como si Niko la estuviera viendo

Niko: si un día me das la oportunidad te demostrare que no hay nada que temer y que pueden pasar cosas interesantes en la oscuridad –Ana hizo como si no escucho el comentario pero en realidad se había ahogado y cambio el tema, le hablo de ella que sus padres eran divorciados, que tenían algo en común se llevaba mal con su madre, tenía un medio hermano de 7 años que adoraba con el alma, que tenía el sueño de montar un restaurant y ser la mejor chef de la ciudad y que su adicción era el limón. Y así se paso una semana hablando de todo y de nada, Anaelle por primera vez en mucho tiempo se sentía realmente viva aunque no le decía nada a Niko, conversaban como amigas, aunque ambas sabían que había algo más, Ana hacia caso omiso a las llamadas de Alex que ya estaba preocupada por ella pero eso sinceramente le importaba poco, por otro lado Niko se sentía completa cuando hablaba con ella, sentía realmente muchas cosas fue entonces cuando decidió que hora de volver a Rusia, debía finiquitar un asunto, aparte de un juicio pendiente, pero no se iría sin antes ver a Anaelle  “mi niña” así le había nombrado aunque ella misma no sabía cuál era más niña y se reía sola de pensarlo.

Ana se encontraba con Julliet conversando en un café bar, contándole sobre esta chica que había conocido cuando le llega un mensaje “ quiero verte esta noche ” no pudo evitar ahogarse con su limonada frape

Juillet: Yo digo que vayas a verla, hace mucho tiempo que no te veía así, en realidad nunca te había visto así mujer jajajajaja

Ana: mmmm no lo sé –dudaba jugando con la pajilla de su limonada

Juilliet: vamos que podría pasar? que llegue Alex y te haga un numerito? Jajajaja - se moría de la risa mientras Ana la empujaba con el hombro –vamos en serio y si te arrepientes luego por no ir? Ana se le quedo mirando y respondió el mensaje “ quieres que vaya a tu hotel? ” Niko vio el mensaje mientras estaba en una reunión con los socios de su padre, coloco su pluma fuente entre sus labios y se quedo pensando, viendo el mensaje, mordió la pluma mientras respondía con una sonrisa “ vienes a buscarme y me llevas a tu piso a las 9 ok? OK! Un beso .”

Juillet: me parece que no te dieron opción jajaja –soltaba reír de nuevo mientras Ana se ponía pálida– venga todo saldrá bien –le daba palmaditas en el hombro animándola

Ana conto los segundos, los minutos, las horas, sentada en su piso en compañía de sus amados lobos pensando en que volvería a ver esos ojos verdes que la desarmaban –suspiro- se levantó, ya eran las 7pm, se baño, se quedo un rato bajo la ducha con la esperanza de que el agua se llevara sus temores “y si ella no siente lo mismo que yo?” retumbaba en su cabeza, con ese pensamiento salió de la regadera, sentía un horrible frio que se calaba por sus huesos así que se vistió rápidamente, se coloco una camisa negra con letras blancas que decía I LOVE ROCK,  un gorro, una chaqueta de cuero negra, unos jeans y las clásicas botas para el invierno, besó a sus lobos y les dijo que no tardaría en volver, se monto en su auto y se puso en marcha. Cuando llego al hotel eran las 8:57pm pensó que se había pasado de ansiosa pero que mas da, ya estaba ahí, bajo del auto y camino hasta la entrada el hotel donde transitaban constantemente mucha gente que ya estaban en sus trajes ejecutivos, caminaba de un lado a otro de los nervios, un poco mas y abría un hueco. Saludo a uno de los porteros y justo en ese momento sale Niko y camina lentamente hacia ella con una sonrisa en el rostro. Estaba hermosa parecía que sus ojos estaban más verdes que nunca, llevaba unos jeans rasgados, una blusa blanca holgada y una chaqueta de lana gris que le llegaba hasta las rodillas.

Niko: traes chicas aquí? –viendo que hablaba con el hombre

Ana: emmmm no -volviendo en sí, pues no podía dejar de ver los ojos de Niko

Niko: No? Bueno te creo, vamos –tomo a Anaelle de la mano y se dirigieron hacia el auto.

Ya en el piso Niko se consiguió con sus archí enemigos, los lobos takret y akicha que solo le movían la cola en forma de juego, pero al ver que ella no parecía muy dispuesta a tocarlos se fueron por ahí perdiéndose de la vista de Niko que se sorprendió al sentir a Ana apretar su mano –no te preocupes no te harán nada- le decía mientras la guiaba hacía la cocina, no sin antes lanzar su saco gris al sofá. Se sentó en una pequeña mesa negra que había y Anaelle se sentó en frente de ella expectante esperando que dijera algo

Niko:…. Yo

Anaelle: -la interrumpe- lo lamento no te ofrecí nada quieres agua? Chocolate? Una limonada o quieres que prepare algo rápido? –Niko le sonrió tiernamente haciendo una negativa con su mano y la movió para tomar la suya, se sonrojo sin poder evitarlo- Tus manos son muy suaves -ahora era Niko la que estaba sonrojaba-

Niko: Te parece? –Acaricio sus nudillos y suspiro pesadamente- debo decirte algo –la miro fijo a los ojos- mañana volveré a Rusia -Ana solo se quedo inmóvil sin saber que decir, siente una decepción…

El silencio lleno aquel piso….Ana se levanta y Niko la detiene tomándola del brazo, levantándose y susurrándole muy cerca de su oído -me encanta tu aroma es fresco, es es delicioso- baja su mano rozándola con sus dedos hasta llegar a su mano –Y tu piel es también es suave…- Niko estaba allí, dejándose llevar por lo que sentía y Ana estaba congelada no decía nada, ni siquiera se movía, en ese momento parecía que no existía nadie más, el tiempo se detuvo.

Niko se separo y apago las luces ambas quedaron en completa oscuridad excepto por algunos destellos que entraban por las ventanas, Ana se asusto realmente le temía a la oscuridad, cuando iba a voltearse para dirigirse a prenderlas de nuevo sintió la mano de Niko tomándola de su cadera y acercándola a su cuerpo, volviéndola a dejar inmóvil sin saber que decir, aparto su cabello hacia un lado y le dio un beso sostenido en su cuello estremeciendo todo el cuerpo de la de la parisina que sintió sus rodillas débiles por un momento, Niko le susurraba al oído –sshhhh sshhh yo estoy contigo- metió sus manos por su camiseta acariciando sus costados, Ana solo cerro sus ojos y se dejo llevar mientras ella seguía hablando –Recuerdas lo que te dije?- mordiendo el lóbulo de su oreja haciendo que se le escapara un gemido ahogado –te mostrare las cosas que podemos hacer en la oscuridad-