Assaisonnement de lamour à paris 1

París hermosa parís en cada esquina de esta ciudad se han formado grandes historias de amor, muchas no se han dado a conocer por una razón u otra pero aquí les contare una. Es normal después de una noche de fiesta parisina ver los estragos en los jóvenes…

Un domingo por la tarde… Anaelle se encuentra en su modesto piso en Rue Chanoinesse, este era el sector del Cabildo y la calle era la vía principal del antiguo claustro de Notre-Dame. donde vivía en compañía de sus 2 lobos, yace dormida en su cama que permanece aun desordenada después de la noche de locura y pasión que paso con Alex, una americana que conoció hace un mes bailando en el Copacabana, le pareció absurdo ver como abrían un antro brasilero con bailarinas americanas “a quien le se ocurre pensó?”… Alex es una chica hermosa de cabello rojo alocado con un cuerpo escultural, Anaelle no tardo mucho en conquistarla, han tenido varios encuentros fogosos, noches llenas de deseo, lujuria y hoy no fue la excepción.

Alex se despertó, tomo su celular para ver la hora “3:45PM” le dio poca importancia y se acostó de nuevo, volteo a ver a Anaelle que se encontraba aun desnuda con su torso y piernas descubiertas pues era poco lo que las sabanas le cubrían, esto sin duda provoco deseo en Alex quien se acerco a ella y rozo delicadamente sus dedos entre sus senos bajando por su abdomen pero Anaelle no despertó, Alex esbozo una sonrisa llena de picardía y estaba decidida a despertarla.

Se metió entre las sabanas entre sus piernas las acaricio con cuidado pero no despertó, dio suaves besos sostenidos desde sus rodillas hasta el interior de sus muslos, su cuerpo aun dormido empezó a reaccionar abriendo mas sus piernas. Alex dio pequeñas lamidas alrededor de su sexo que poco a poco fue subiendo de temperatura, con la punta de su lengua toco sus labios mayores, Anaelle dio un suspiro ya estaba despertando. La tomo de sus caderas jalándola más a su boca y se dispuso a acariciar su clítoris Anaelle despertó, gimió con fuerza, la pélirroja movía su lengua con más rapidez, quería que se corriera RIGHT NOW

Y poco pudo aguantar nuestra parisina que acabo con un gemido ahogado mordiendo sus labios mientras empuñaba sus manos en las sabanas. Alex salió de entre las sabanas acostándose  a su lado saboreando sus jugos se acercaba para abrazar a  Anaelle  pero esta se levanto de la cama.

Alex:  where you're going?

Anaelle hizo caso omiso al comentario fue directo a su ducha sin mirar a atrás. Ella lo sabía, Alex estaba sintiendo algo más, pero desde muy joven había decidido que el amor era algo demasiado peligroso para ella... Veía como los demás terminaban con sus corazones rotos y no quería que eso le sucediera, así que solo mantenía relaciones durante “el tiempo debido” esto no quiere decir que estuviera saltando de flor en flor o que fuera una promiscua porque realmente le gustaba estar en pareja pero tenía ese miedo latente además no podía formar algo con una americana a la que pronto le expiraría su visa.

Salió del baño y ya Alex se había marchado “mejor así” pensó para sí misma. Se puso su conjunto deportivo de mono y chaqueta negro muy pegado al cuerpo y sus zapatos especiales para correr. Ya en la sala la esperaban sus confiables amigos de 4 patas, Akicha y Takret así se llamaban los hermosos siberianos, mitad lobos salvajes, los encontró en un pueblo de Rumania a punto de ser sacrificados pues ya su dueño no podía manejarlos, así que se los trajo consigo a Francia no fue fácil encontrar la forma de mantenerlos a raya pero no se rindió y lo consiguió.

Los monto en su pequeño automóvil casi no cabían pero los hizo entrar manejo a un bosque afueras de la ciudad pues pensaba que en un parque tal vez la situación se le saldría de las manos. Cuando llegaron se bajaron los 3 del auto, hacia algo de frío pero ese clima le gustaba más, se quito su chaqueta lanzándola dentro del auto quedando solo en una pequeña franelilla deportiva, tomo su Ipod nano plateado y se lo coloco en el brazo dentro del estuche que usaba cada vez que se disponía a correr.

Hizo algunos ejercicios de calentamientos y se acerco a sus lobos ya impacientes tomo sus correas en sus manos, levanto su mirada admiro el bosque que ya estaba tomando los colores del otoño, sintiendo su olor fresco y a la vez seco, se concentro en eso, en su Ipod empieza a sonar “She Wolf” de David Guetta feat Sia, cerró sus ojos, tomo aire y soltó las correas, corrió lo más rápido que pudo, los lobos la siguieron pero más rápido que tarde la sobrepasaron como balas volando por el bosque, era algo que Anaelle hacia todo los días debía hacerlo pues ellos necesitaban gastar mucha energía o sino tendría los mismos problemas que su anterior dueño.

Pensaran que nuestra parisina es un tanto rara pues si es un poco peculiar, bellísima con un gran cuerpo, pues esas carreras diarias con sus lobos la mantenían en forma. Blanca con el cabello negro como el ébano  y algo aun más peculiar tenía un ojo azul y otro verde que enamoraban a muchas. A sus 20 años Anaelle ya se valía por si sola perfectamente, no porque tuviera que hacerlo porque desde que nació tuvo todo lo que quiso su padre era dueño de una gran línea hotelera, tampoco se piensen que es la típica chica con problemas familiares, no, ella solo desde muy joven se puso el reto de ser alguien sin la necesidad del dinero de su familia y en cierta forma su padre la apoyaba aunque no le gustaba que su hija no gozara de ciertos privilegios que podía otorgarle.

Anaelle estudia gastronomía, es amante a ello, fue algo que desde siempre le apasiono y que mejor para desarrollarse en ese ámbito que la ciudad que la vio crecer! Trabajo en muchos restaurantes como mesera y así poco a poco reunió dinero para pagarse su modesto piso. Era una de las mejores de su clase por lo tanto la mandaron hacer sus prácticas en el mejor restaurante de la ciudad “La galoche d'Aurillac” le gustaba mucho, excepto por su jefe le cuisine que según sus palabras era un pelmazo que se la había subido el éxito a la cabeza y se creía la reencarnación del mismísimo Escoffier que idiota!

Se lanzo en la tierra exhausta con sus lobos alrededor de ella pensando que cosas tendría que aguantar del “pelmazo” hoy…..

En esta misma ciudad se encuentra Nikoskys, sumergida entre muchos papeles preparándose para un caso muy importante que tendría que enfrentar en el juzgado en un par de semanas.

Nikoskys es hermosa sin duda una reina, oh no! mejor dicho es una princesa es más delicada, blanca como la nieve y con la mirada más verde y profunda que os podáis imaginar siempre tan seria tan imponente si muchos supieran que por dentro aun sigue siendo una niña.

La abogada del diablo le llamaban nunca había perdido un caso o un negocio, y ahora se preparaba para otro juicio que le esperaba en Rusia. Su padre con quien había volado hasta parís le pedía que por favor se olvidara del trabajo unos días, pero para Nikoskys era imposible, más aun estando con él. Dejo de leer, se quito sus lentes colocándolos sobre la mesa y ordeno los papeles, se sentó en su sillón respiro profundo y se dispuso a mirar al techo mientras repasaba en su mente porque había acompañado a su padre realmente a parís.

Nikoskys: afff Atets espero me entiendas yo no puedo seguir con esta vida….con esta vergüenza!

Pobre Niko esto apenas está comenzando… -creo que me serviré un buen vino-