Asistenta del abuelo 2

Magdalena sigue trabajandose a Salvador y a sus amigos

ASISTENTA DEL ABUELO 2

Aquí estoy otra vez lectores soy Magdalena sigo trabajando en casa de Salvador, la verdad es que mi economía ha mejorado mucho con el sueldo de Salvador y mi coñito estaba satisfecho con los polvos de Salvador el viejito no da más de si.

Iba a su casa 4 horas al día el hombre iba detrás de mí como un perrillo, no me dejaba ni hacer las tareas ya no se le ponía dura pero como yo iba sin bragas ni sostén por la casa el quería chupar mi coñito depilado y las tetas. Salvador vete a darte un baño que te voy a hacer el desayuno, el hombre muy limpio era antes pero desde que yo iba a su casa se bañaba todos los días, porque sabía que luego había recompensa. Mientras tomaba el desayuno yo limpiaba la casa.

Siéntese un poco en el sofá Salvador que le voy a chupar esa polla, el obediente se sentó ya con los calzoncillos por los tobillos. Comencé con la mamada y Salvador echa la cabeza para atrás de gusto. Para tener 80 años, sus erecciones son las de un chico de 20.

No necesitaba ni Viagra, también yo había aprendido a chuparle la polla con maestría.

Después de unos minutos, noté un espasmo y se retira. Justo en ese momento, un primer chorro de semen salen disparado y cae sobre mis tetas, luego otros dos chorros más vaya que cantidad echa el viejito pensé yo.

-Gracias, Magdalena Ha sido magnífico

-No me des las gracias Salvador. Ha sido un placer.

-Porque estoy aquí para cuidarte. Y en nuestro trato incluye el sexo.

Pasaron los días y algunos abuelos del pueblo me miraban con cara de deseo cuando pasaba delante de ellos, pero no le di importancia. Hasta que un día Salvador me llama por teléfono y me dijo que quería presentarme a sus amigos. Al entrar, vi que los tenia a todos en su habitación, sentados en la silla de ruedas, con la polla al aire, y estaban muy bien dotados.

Me quede mirando a sus cuatros amigos, que estaban como os dije, con la polla al aire. La verdad, es que la tenían muy grande para su edad. ¿Cuantos años debían sumar entre todos?. Quería que el poco tiempo que les quedara, lo pasaran bien, y que, con alguien como yo gordita el coño depilado y buenas tetas. Comencé con el primero el viejito

me sobaba el culo y yo muy cachonda, ya, me subí encima de él . Empecé a moverme muy rápido, porque eran cuatro a los que tenia que tirarme. Después de un rato, el viejo echó la cabeza hacia atrás, y se corrió. Solo le salió un gemido y nada mas.

Yo le saqué la polla y pasé al segundo. Aquello se había convertido en una orgía. Después de un breve calentamiento, me tiré a este. Apenas se movió, y yo disfruté un poco, aunque sin correrme.

Con el tercero fue distinto, porque este si que puso de su parte e incluso acabó incorporándose y me folló de espaldas, conmigo apoyada en la cama. Me la metió por el culo con mucha fuerza

, así, así, me decía. Dámelo todo, dámelo, ¡dámelooooo!

Termino de bombearme y se corrió con un gruñido.

-Ugggghhhh.......

Yo aun no me había corrido y esperaba que con el cuarto lo consiguiera. Con este no tuve que hacer mucho trabajo, porque el se encargó de todo. Me comió el coño como nadie, me masturbo, me chupó las tetas y después me la metió con gran agilidad. Me corrí dos veces y la sacó y me puso de leche hasta arriba.

Cuanta leche para su edad.

Terminamos se despidieron de mi dejándome una buena propina y el coño reventado. Me había convertido en la puta del pueblo.

HASTA PRONTO