Asistencia a una ciclista en carretera

Le invite a ducharse… rogando mi compañía en la ducha, ante la falta de espacio y que esta no dejaba de restregar sus nalgas contra mi ingle, no tarde mucho en responder

Asistencia a una ciclista en carretera

Venía de regreso de hacer unas compras del Carrefour y tras conducir por varias carreteras me adentre tras tomar una glorieta a la derecha, tomando la Avenida de Plácido Fernández Viagas a eso de las 10:00 de la mañana, cuando un coche me adelanto de muy malas maneras. Observe a los lejos como se disponía a adelantar a un ciclista, adelantándolo este tan mal que lo dejo caer y el automóvil que causo la caída del ciclista en vez de detenerse e ir en su ayuda, salió huyendo.

Con rapidez me detuve lo más posible al ciclista siendo el único que en ese momento me encontraba, puse mis luces de emergencia y salí disparado hacia esta persona. Cuando me acerque y este se dispuso a incorporarse, tuve que detenerle dándome cuenta que era una chica en vez de un chico que creía. Le comente que debía de llevarla a un ambulatorio y se me negó en redondo, le sugerí que aunque los hematomas no parecen graves no soy médico ni persona adecuada para asegurarlo, mencionando que podría tener una lesión interna.

Me dijo la chica que sus padres ignoraban que estaba en la calle con la bicicleta, sino que pensaba que estaría en clases… cosa que mejor dejarles que pensara que estudio.

Le dije que no podría dejarle en semejante estado y ella me sugería que fuera yo quien le atendiera, acabando su frase sino te importa… por favor.

Cogí y me levante… dirigiéndome al coche, dispuse la parte de mi vehículo para introducir la bicicleta. Más tarde tome a la chica y la introduje en el coche entre las quejas de esta, montándome en el coche y conduciendo hasta mi casa.

La chica se disculpo por las molestias y me aseguro que una vez recuperada se marcharía, cayendo en minutos por la posibilidad de ponerme en un apuro al verme el anillo de casado, reaccionando rápidamente con decirme que la dejara bajar pues no deseaba ser la causa de futuros problemas.

Ante mis palabras de tranquilidad y que mi mujer no pondría objeción… la chica se calmo, pero no estaba todo con ella. Antes de llegar a casa comencé a whapsear con mi mujer… no soy un calzonazo, pero me sí prevenido ante futuros problemas. Le conté todo lo sucedido y en vez de mencionarle que la llevaría a casa… cosa que “olvide”, le dije que la llevaría a algún ambulatorio y luego la llevaría a casa de sus padres. Mi mujer me respondió a todo con un “vale” y finalizo con “quédate con ella hasta que se repondrá del todo”.

Una vez en casa… la ayude a entrar, llevándola en brazo hasta colocarla en el sofá. Me fui por el botiquín y una vez junto a ella comencé a curar las heridas más visibles, entre quejidos por parte de ella y agradecimiento. Le sugerí que se quitara la parte superior de su prenda… para poderla apreciar mejor las heridas, esta accedió a quitarse el maillots sin oponerse quedándose en sujetador, era uno de esos de tipo deportivo. Tenía algunas magulladuras y fue ella misma quien se levanto, comenzando a quitarse el culote sin decirle yo palabra alguna. Excusándose esta con mencionarme el dolor que tenía en el culo, indicando que era por la caída… cosa que la verdad es la verdad, pues menudo culazo dio contra el asfalto y entre quejidos fue bajándose el culote… apareciendo ante mí con ese diminuto tanga.

Menudo cuerpo tenía la niña… no penséis que soy un degenerado ni mucho menos, pero esta niña de diecisiete años estaba como un tren y comenzaba a pedirme guerra. No considero un adonis ni mucho menos, pero no estoy mal a mis cuarenta años… soy uno de esos que digo que estoy mal aprovechado, pues aunque no dispongo de un buen tamaño… diecisiete centímetros, si dispongo de un buen grosor cerca de los ocho de diámetro.

Mis curas fueron buenas tales eran mi atención que a para mí… sí que fueron malas, pues se me endureció de tal manera que creo recordar que no la tenía así desde los dieciocho años. Cosa que esta noto pues no dejo de quitar ojo de mi entre pierna, nervioso introduje mi mano torpemente a su entre pierna… rozando sus labios vaginales, soltando esta un pequeño quejido al tiempo que me soltaba “con delicadeza doctor… mmm”.

La chica se dio la vuelta y sin decirme nada se quito el sujetador deportivo blanco que llevaba… mencionando que así estaba mejor, no tuve duda la verdad.

Clave mis ojos en esos enormes pechos… donde sobre salía sobre todo sus enormes pezones oscuros.

La chica… sabiendo bien lo que estaba mirando y devorando con la vista, comenzó a magrearse los senos al tiempo que me mencionaba que una buen masaje le sirve para aliviarse.

No tuve duda nuevamente… la miraba con deseo pero extrañamente mi moral me lo impedía al tiempo que su edad, ante mí silencio y mi impasibilidad fue ella quien cogió mi mano y se la llevo a sus senos al tempo que su otra mano la poso sobre mi “doloroso” bulto.

Aun no entiendo cómo me deje llevar… comencé a magrear sus senos e incluso me lo lleve a la boca y comencé a devorarlos, besándoselos con furor como si llevara años sin poderlo hacer al tiempo que conduje mi mano derecha a su pubis y comencé a frotarlo sobre su vulva… mientras la chica gemía, soltándome obscenidades y animándome a continuar.

Tras detenerme… Incrédulo la vi arrodillarse ante mí… obviamente por su edad había que desconfiar, pero esta soltó mi cinturón… cogiéndola por la hebilla me lo quito, continuo por desabotonar el botón de mi pantalón, bajo la cremallera y tiro de mi prenda… quitándomela finalmente yo.

Comenzó a restregar su rostro por mi ingle al tiempo que emitía un sonido de placer… “mmm”, introdujo sus manos por mi short y saco mi erecto miembro… cogiéndolo con ambos manos, ambos nos mantuvimos callados.

Cogió mi miembro y lo coloco entre sus senos… comenzando a magrearlos con sus pechos durante unos minutos sin dejar de mirarme, tras detenerse y sin soltar mi miembro se lo llevo a la boca… comenzando a chupar mi glande (Que placer me estaba dando esta niña).

Comencé a dejarla de ver como una niña cuando vi como se introducía mi polla en su boca al tiempo que magreaba mis huevos, no podía tragársela entera pero puso al principio todo su empeño al tiempo que yo acariciaba su nuca.

Era increíble ver esa chica como la chupaba… desaparecía dentro de su boca una vez tras otra, deteniéndose para respirar una vez que la alojaba entre sus pechos, continuando su labor minutos más tarde.

No quise ser descortés y tras detenerla le hice echarse sobre el sofá no sin antes haberle quitado el tanga, arrodillándome en esta ocasión yo… separe sus muslos y me incline hasta que mis labios tocaron los suyos, comenzando a saborear sus jugos. Ella suspiraba y gemía… disfrutaba y me encomie a no dejar de darle placer, chupe y con la lengua jugueteaba con su vulva y con sus labios vaginales, mordisquee y absorbí entre suspiros y sollozos.

Comenzando a gritar una vez que comencé a follarla con mis dedos… dándome temor que alertara a algunos de mis vecinos, pues hice que lograra ya un orgasmo.

Tras detenerme nuevamente me hizo levantar y cambiar de posición, siendo yo ahora quien estaba sentado en el sofá y ella se sentó sobre mi… se sentó sobre mi erguida polla, penetrándose ella misma y controlando las embestidas. Con mis manos en sus doloridas nalgas… la sujetaba controlando la penetración que ella se daba, cada uno de sus movimientos encima de mí se daba placer… puntualizo proporcionaba placer.

Entre gemidos no dejaba de decir lo mucho que le gustaba los hombres maduros… los hombres con vellos en el pecho y hacer posible en todo el cuerpo. Le ponía mucho el poderlo hacer con un hombre mayor por su experiencia y por saber cómo se trata a una mujer, cosa que con su novio no lo sabe.

Me gusto escucharla y como compensación… cogí sus pezones uno con cada mano y comencé a pellizcárselo, proporcionándole dolor y al mismo tiempo placer pues ella no dejo de animarme a seguir apretando.

Mi dura y gruesa polla embestía su orificio vaginal una vez tras otra al tiempo que había comenzado yo por taladrar con uno de mis dedos su orificio anal, hasta que un fuerte alarido y su cara de congestión primero y de gusto después me hicieron saber que había logrado un nuevo orgasmo, era para deleitarse con ese dulce rostro.

Su pregunta a… “aun no” os podéis imaginar a que se refería, me hizo saber que le dolía un poco mas por el grosor de mi miembro y por la falta de sexo que ha tenido. Proponiéndome cambiar de posición sino me importaba… cosa que me daba igual, poniéndose ahora ella debajo y yo encima… claro está la posición normal, colocando una de sus piernas a mi hombro la introduje y comencé a penetrarla mientras gemía. Llegue a animarla a que ella misma se hiciera un dedo… cosa que me hizo caso, poniéndome aun más aquellos ojos de deseos… aquella cara de vicio.

Tras llevar al menos quince minutos follando y se la hora, por el reloj que hay en el mueble puente que hay sobre el televisor, finalizando la explicación continuo. Cansado de la posición le sugiero cambiar de nuevo… proponiéndole ahora por detrás, sorprendiéndome nuevamente al no asustarse por mi petición y tras colocarse a cuatro patas, me entrega la visión de su hermoso trasero.

Coloque mi glande en la entrada de su orificio vaginal y comencé a presionar, entrándole prácticamente en su totalidad siendo ella quien comenzó a moverse… mmm. Tras sujetarle yo por la cintura le hice entender quien mandaba, moviéndome yo y embistiéndola con suavidad… llegándola de vez en cuando una fuerte palmada en sus nalgas.

Comencé a acelerar al tiempo que ella alzaba sus gemidos y gritos… entendiendo que pronto lograría mi orgasmo, me gustaba ver la escena de sus senos moverse al compa de mis embestidas. Ella gritaba y gemía… rogaba que me corriera sin llegar a caer que no tenia condón, pero aunque tengo la posibilidad de hacerlo y gracias a la vasectomía que me hice, no lo hice.

Tras sacarla vertí varios chorros sobre sus nalgas y espalda… entre la agitación de su respiración, agradeciéndome el placer otorgado y el haberle enseñado lo que es un hombre. Cosa que no hice caso pues quien me dice a mí que esta chiquilla no ha sido ya insertada por otros hombres de mi misma edad o similar, pues su experiencia no esta tan lejos de mi actual mujer. Antes de levantarnos le hice que me la chupara y tragara el resto de mi orgasmo, volviéndome a sorprender con hacerlo.

Le invite a ducharse… rogando mi compañía en la ducha, ante la falta de espacio y que esta no dejaba de restregar sus nalgas contra mi ingle, no tarde mucho en responder. Comencé con besar sus labios y su cuello mientras mis manos se hacían con sus senos, continúe por descender una de mis manos a sus nalgas y comenzar a penetrar su orificio anal, me ayude con aceite personal que tiene mi mujer. Llegando a introducirle de un dedo al principio a tres de un tirón… para finalmente penetrarla, pedía mas y con el chorro proveniente del teléfono de la ducha, conduje esto a su vulva… proporcionándole un nuevo orgasmo, eso sí ayudado por el dedo que se estaba haciendo y correrme yo dentro de su culo.

Tras vestirnos bajamos al garaje donde nos metimos en el coche y la lleve cerca de su casa, ya que esta no deseaba que nos vieran juntos y menos aun verla a ella entrar en bicicleta. Durante el trayecto no dejaba de magrear mi bulto… poniéndomela nuevamente pidiendo guerra, mentándome la suerte que tiene mi mujer por tener a un semental como yo… sin saber esta que para suerte la mía, ya que me he desahogado de semanas sin sexo pues no todas están tan dispuestas.

Bueno antes de despedirnos esta me paso su número de móvil para continuar nuestra amistad por el whatsap, no dejando esta de recordarme la tremada follada y de enseñarme su cuerpo, mandándome fotos y videos de ella. Obviamente he tenido algún encuentro más, donde no deja de adularme con eso que como los hombres maduros nada.

Hola me he decidido a escribir y claro esta publicar mis confesiones gracias a una amiga, me ha animado y guiado en esta manera de poderla plasmar, quizás me haya pegado su manera de escribir o de relatar sus experiencias pero con el tiempo espero pulirlas y quedarme con las mías, esta amiga se llama Susana a la cual estoy muy agradecido.