Asi son los hombre
Sus manias y sus virtudes
Todos sabemos que los hombres y las mujeres somos muy diferentes en muchos aspectos. Si analizamos los mitos que rodean a cada sexo tendríamos mucho que discutir, sin embargo, está claro que estos mitos surgen porque una gran mayoría cumple esas características o al menos las ha cumplido durante mucho tiempo.
Hacer generalizaciones es cometer un error, pero en nuestra sociedad está muy establecido que las mujeres son “mandonas, cotillas, sensibleras, etc” y que los hombres son “poco románticos, inmaduros...”
No hay que generalizar
¿Qué tienen de verdad estas afirmaciones?, ¿realmente nuestros chicos son inmaduros al 100%?, ¿todos son poco románticos?, ¿ninguno sabe escuchar? Y sobre todo, si son así, ¿qué podemos hacer las mujeres para que cambien?
Ya sabemos que no se pueden sacar conclusiones generales de hechos particulares, es decir, no podemos llegar a una conclusión porque algo haya sucedido una vez. Eso no significa que vaya a suceder siempre. Aunque esto está claro, también es cierto que si tenemos a menudo esa tendencia y entonces generamos ideas irracionales sobre algunas cosas.
Por ejemplo: si mi pareja olvida un día nuestro aniversario, no podemos concluir que es poco romántico o que no nos quiere o que no se responsabiliza. Necesitaremos muchas otras pruebas para llegar a esa conclusión. También debemos dejar de lado comentarios y alusiones de otras amigas respecto a sus parejas ya que pueden ayudar a fomentar ideales rígidos respecto a como son los hombres en general.
Te recomiendo que te centres en el tuyo y te dediques a mejorar vuestra relación de manera individual, sin utilizar ejemplos de otras parejas ya que cada persona es diferente y solo puede ayudar para que se formen malos entendidos y comparaciones odiosas.
| Los hombres y el sexo |
Uno de los mitos más extendidos respecto a los hombres, es su interés excesivo por el sexo.
Desde siempre ellos han tomada la iniciativa y a las mujeres se nos ha educado para ser comedidas y no alardear de nuestras relaciones ya que estaba mal visto, eras “una fresca”, etc. La mujer siempre ha estado recluida y se ha tratado el tema como algo tabú. Así es como se forma el mito de que el hombre es más promiscuo o le gusta más tener relaciones.
En los tiempos que corren, este mito va desapareciendo, con la liberación de la mujer y la extensión de los métodos anticonceptivos, la mujer a tomado un papel importante en este tema y es libre para actuar como prefiera. Es cierto que somos todavía las propias mujeres las que criticamos a las más promiscuas, pero el deseo es el mismo para todas.
Al igual que el hombre, estamos preparadas para disfrutar del sexo y no por ello nuestros chicos son obsesivos del tema. Cada vez estamos más igualados y es un tema prioritario para ambos sexos cuando se inicia una relación. Ellos siempre han sido más libres al respecto y han tenido menos miedos, se les ha fomentado desde muy pequeños y de ahí que parezcan más interesados, qué hablen más del tema, etc. Pero la realidad es que todos estamos interesados por igual, ¿o no?
No taches a tu pareja de liberado o de obsesivo. Analiza tus sentimientos y busca en tu interior. ¿Utilizas el sexo como modo de manipulación?, ¿le niegas el contacto físico como castigo por una discusión? Si haces algo de esto realmente no es porque él sea un obseso y a ti no te interese, sino porque buscas algo con lo que fastidiarle.
¿Tú tienes problemas sexuales?
Si tienes problemas sexuales, timidez, falta de apetito sexual... No etiquetes a tu pareja de lo contrario, tal vez tu tengas el problema y no él. Ojo con estos mitos , pueden hacer mucho daño y generalizar algunos aspectos que no son reales.
Por ejemplo, cuando utilizas las frases “es que siempre tiene ganas”, “no necesita nada, siempre le apetece”, piensa si esto es cierto, ¿seguro que siempre , siempre? ¿alguna vez no ha querido? ¿con qué frecuencia? ¿se puede considerar como normal?
Tal vez no estéis en sintonía respecto a este tema y tengáis que equilibrar la balanza hasta llegar a un punto intermedio. Buscar la satisfacción de ambos haciendo un pequeño esfuerzo cada uno. Él para disminuir la frecuencia y tú para aumentarla.
Falta de romanticismo
Otro mito con el que se ha tachado a los hombres desde siempre ha sido la falta de romanticismo, su poca delicadeza y sentimientos para con las chicas y su sentido de la hombría. Al igual que ocurre con el sexo la educación es la que manda.
Siempre se ha reforzado en los hombres el ser valientes. Ya los príncipes azules hacían frente a los dragones y salvaban a la princesa y nunca desfallecían, no se les permitía tener miedo. La famosa frase “los hombres no lloran” ha calado hondo en los varones desde hace muchos años y ahora les resulta difícil ser distintos, aunque la sociedad se lo esté demandando. Por suerte todos vamos cambiando y evolucionando.
Igual que las mujeres dejamos de ser tan emotivas y lloronas y somos más resolutivas, los hombres se van permitiendo el ser débiles y sensibles, aunque todavía les cuesta. No es fácil que te tachen de homosexual por echar una lagrimita o por no tener fuerzas para enfrentarte a un problema.
Desde luego, es humano que esto suceda y no podemos luchar contra la naturaleza del ser humano, civilizado, racional y emotivo. Nosotras por lo que nos toca podemos ayudar a nuestras parejas a que expresen sus sentimientos . Cuando nosotras estemos mal podemos expresarnos y contarles todo lo que sentimos, para que nos tengan como reflejo y puedan imitarnos cuando les suceda lo mismo. Ayúdale a comentar sus problemas, miedos inseguridades, no des por hecho que siempre está bien y que es duro como una piedra, porque puede que se lo esté tragando y luego salga hacia fuera de la peor manera. Aguantar sentimientos negativos y no expresarlos hacia fuera es un modo de generar a largo plazo un trastorno emocional tipo depresión, ansiedad, etc.
Ayúdale a comentar sus problemas, miedos inseguridades, no des por hecho que siempre está bien y que es duro como una piedra, porque puede que se lo esté tragando y luego salga hacia fuera de la peor manera
Aprender a ponerse en el lugar del otro
Debemos aprender a ponernos en el lugar del otro y a aprender que las diferencias entre los dos sexos se dan desde hace mucho tiempo y que aunque queramos cambiar para bien, a ambos nos cuesta quitarnos de encima las etiquetas generalistas que se nos han colocado desde la prehistoria.
Si alguna característica concreta de tu pareja te molesta especialmente y has comprobado que no se trata de un mito sino que tienes pruebas que te demuestran que es real.
Tendréis que negociar y llegar a acuerdos para que los dos podáis estar contentos y satisfechos.
Si algunos comentarios y actitudes de tu pareja no te gustan tienes que hacérselo saber cuanto antes y no permitas que te etiquete a ti con los mitos de todas.
Todos estamos de acuerdo que hay unas características generales que nos describen a todos los del mismo sexo, pero luego están las diferencias individuales que son con las que tenemos que trabajar día a día en nuestras vidas para poder sobrevivir en pareja y en la vida.