Así nace una exhibicionista...

Conociendo a un par de extranjeros que me hicieron descubrir mi afición al exhibicionismo...

Mi mejor amiga se llama Sofía, al poco tiempo de mi separación con Julián, ella se divorció, así que nos dedicamos a la fiesta y el destrampe.

Éramos dos mujeres solteras y con un chingo de ganas de experimentar. En una ocasión que nos escapamos a la playa para despejarnos, Sofía conoció a un chico, intercambiaron números telefónicos y se mensajeaban constantemente, en uno de esos días, él la invitó a una fiesta. Ella no quería ir sola y me dispuse acompañarla.

Llegamos a la reunión y el chico ya nos esperaba ansioso en la puerta de aquella casa, al entrar nos presentó con sus amigos y nos ofreció unas cervezas.

Sofía y él salieron a la terraza para estar solos, mientras yo me quedé sentada en la sala.

Un chico de aspecto extranjero se acercó a mí para platicar, su nombre no lo recuerdo. Me comentó que por cuestiones de trabajo estaba viviendo en la ciudad, yo le hablé de mí y a lo que me dedico, en fin, nos estábamos conociendo, cuando de pronto su móvil sonó, se disculpó y se alejó a contestar.

Al momento que se fue, se acercó otro tipo que también tenía aspecto de extranjero, su nombre Germán, hombre alto, apuesto, rubio, de ojos azules, era amigo del otro chico y estaba de vacaciones en la cuidad.

Estuvimos sentados un gran rato en la sala hablando, bebiendo y nos coqueteábamos muy descaradamente. Pusieron una rola que a los dos nos gustaba, nos pusimos a bailar y mientras lo hacíamos, me abrazaba, me hablaba al oído (lo cual me erizaba la piel),nos besábamos, me mordía suavemente el cuello, a ratos metía sus manos en las bolsas traseras de mi pantalón agarrándome las nalgas o bien metía sus manos debajo de mi blusa para acariciarme, yo me dejaba querer, un par de veces nos metimos a la cocina para fajar,

(era maravilloso sentir la adrenalina de ser descubiertos)

al tocarlo descubrí que tenía un buen grosor y tamaño de pene,no estaba muy grande pero se sentía rico, yo solo pensaba en cogermelo. Cuando ya estábamos lo suficientemente enfiestados por no decir calientes, me invitó a su departamento y yo acepté encantada. Me organicé con mi amiga, yo me iría con Germán y ella con su chico.

Llamamos a un taxi y Germán, su amigo y yo nos fuimos al departamento, debo confesar que era un departamento realmente lindo.

Se notaba que apenas estaban amueblando, pues la habitación de Germán solamente tenía un colchón inflable en el piso y su maleta.

Cerró la puerta de la recámara, se acostó y yo me acosté encima de él, comenzamos a besarnos y lentamente nos fuimos desnudando, no estábamos desbordados, por el contrario nos dimos el tiempo de mirarnos (admirarnos). Germán mientras cachondeábamos, me decía:

-Me gustan las mujeres morenas, pero tú tienes algo especial, eres bruja, tu cabello largo, tus ojos negros, expeles algo que atrae a los hombres, los prende. Me gustas.

En la fiesta habías más de dos que querían contigo.

(Lo admito: Yo me sentí halagada y muy puta)

No apagamos la luz, así que pude disfrutar de su piel blanca y sus ojos azules, de igual manera, él se tomó el tiempo para mirarme, acariciarme completa y recorrer cada rincón de mi cuerpo con sus manos y su lengua, después de un rato de un juego previo, con voz suave y entrecortada por la excitación, le pedí:

  • Métemela! Por favor, métemela.

Y justo en el momento en el que me penetró yo gemí, pero lo hice bastante fuerte (pues estaba muy caliente) cuando de pronto escuchamos que su amigo azotó la puerta de su habitación, yo me saqué de onda y le pedí disculpas a Germán por hacer tanto escándalo, a lo que él me respondió:

-No te preocupes, yo me tengo que aguantar los gemidos de las  chicas que trae. Además es tan solo una rabieta, le gustaste mucho. Esta muy enojado por ser soy yo quien te está cogiendo ahora mismo y no él.

Grita más fuerte para que se le antoje y sepa de lo que se está perdiendo.

Yo, me excité muchísimo, me acosté de lado y le pedí que se acostara detrás de mí, me

penetró lenta y profundamente, mientras me acariciaba las tetas.

La estábamos pasando rico.

Me acostó boca arriba, me abrió las piernas y al momento de metérmela yo grité muy fuerte, acto seguido escuchamos que la puerta de la habitación de su amigo se abrió, no le dimos importancia y seguimos en lo nuestro. Yo seguía gritando y gimiendo, mientras le iba pidiendo las posiciones que se me antojaban probar.

Yo quería montarlo, pero no tradicionalmente, así que le pedí que se acostará y yo me puse de cuclillas sobre él, comencé a subir y bajar, a moverme a mi antojo buscando el orgasmo. Grande fue mi sorpresa al darme cuenta que su amigo estaba detrás de la puerta escuchándonos coger, mientras se masturbaba y lo supe, al ver sus pies por la ranura debajo de la puerta y escuchar sus gemidos, no sé cuánto tiempo estuvo ahí escuchándonos, lo que sí puedo asegurarles es que los tres llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

Al terminar, me puse una camisa de Germán para ir al baño y asearme, al salir me encontré a su amigo sentado en la sala, mirando la TV, yo me acerqué y al oído le pregunté:

  • Estuvo bien rico, verdad?

Solo me miró a los ojos y se sonrojó.

Al regresar a la habitación le llamé a Sofía y pasó por mi, nos fuimos a desayunar y platicar sobre nuestra noche.

Nunca más supe de Germán y mucho menos de su amigo, de quien ni siquiera recuerdo su nombre.

Te gustó mi relato? dale unas estrellitas y espero comentarios. :P