Así empieza mi historia
Al igual que yo ¿Todas las mujeres recuerdan el día de su primera vez? Para mí, este día fue el inicio de todo
He querido sacar esto que traigo desde hace mucho, pero no cualquier persona entendería esto que les voy a contar. No me atrevo a contarle a alguien mi historia por miedo a ser juzgada.
Una historia que abarca 6 años, tiempo que pasé a lado de una persona: mi actual ex novio Rafa. Hoy, tengo 2 años de casada pero no con el personaje principal de mi historia.
Para no hacerlo más largo, empezaré:
Julio 2005:
Se acercaba mi graduación de la secundaria. Tenía 15 años. Yo era en ese entonces una chava de familia, como se suele decir a esas chavas que las protegen mucho. No había tenido novio, tenia excelentes calificaciones en la escuela. Físicamente soy chaparrita y tengo buen cuerpo, lo demás se los dejo a su imaginación.
En ese entonces mi mejor amiga, Andrea, me habló de su primo. Yo más o menos lo conocía; muy guapo, alto, delgado, de buena familia, 3 años más grande que yo (18 años)… debo confesar que me gustaba mucho. Un poco ilusionada, le dije que me pasara su número y en un par de semanas caí enamorada de él.
El día de mi graduación, en la secundaria me recibió con un ramo de flores. Luego de la graduación, mi mejor amiga, Andrea, me invitó a su casa y me dijo que ahí andaría Rafa. Me puse feliz y nerviosa, mis pensamientos me daban muchas vueltas pero sabía que esa noche, Rafa se me podía declarar. Y así fue. Llegada la noche, me llevó lejos de toda la familia, entre los autos, y ahí me pidió que fuera su novia. Sin dudar acepté. Esa noche, esa mágica noche, tuve a mi primer novio, di mi primer beso y lo besé todo el rato que estuvimos solos y juntos.
Noviembre 2005:
Por problemas de la escuela, solo miraba a Rafa el sábado y solo por un par de horas en la tarde/noche.
La mayoría del tiempo la pasábamos dándonos besos, abrazados, diciéndonos que nos amábamos. ¿Qué puedo decir? Estaba completamente enamorada de mi novio.
Cierto sábado de noviembre, estábamos en nuestro beso, cuando siento una mano tocando una de mis nalgas. Di un brinco:
-¿Qué pasó bebé? –Preguntó Rafa con una sonrisa media picara.
-Nada amor, me asustaste. –Dije y volví a besarlo.
Esas cosas yo las miraba un poco mal pero sabía que al ser mi novio tenía el derecho de hacerlo. Aparte, no sé porque pero me gustó lo que había hecho. El tiempo de esa noche pasó y Rafa, tocaba mis nalgas de forma esporádica. Yo lo dejaba.
Esto pasó durante un mes.
Mediados de Diciembre 2005:
Al igual que yo ¿Las mujeres recuerdan el día de su primera vez? Para mí, este día fue el inicio de todo…
Estábamos en mi casa: mis 3 hermanos (2 mujeres), mi mamá, mi novio y por supuesto yo. Estaba casi oscuro.
Rafa me había invitado a una fiesta que su familia tenía.
-No creo que me dejen. –Le dije casi susurrando.
-Yo le pido permiso. –Se levantó Rafa directo a donde estaba mi mamá. –Oiga señora, ¿deja ir a Julia conmigo a una fiesta que tiene mi familia?
Mi mamá me volteó a ver y yo forcé una sonrisa.
-Pero ya es un poco oscuro Rafa.
- Solo un rato, se la traigo temprano. –Insistió mi novio.
Se quedó un rato callada, luego dijo.
-Son las 7, a las 8:30 más tardar a las 9 la quiero aquí.
-Sí, estaremos aquí temprano. Vámonos Julia. –Me dijo.
Yo salté feliz. Salimos rumbo a su auto tomados de la mano. Arrancamos y nos fuimos. Rafa dio un par de vueltas en el camino, sabia donde era la fiesta y estaba segura que por ahí no era.
-¿A dónde vamos amor? –Pregunté.
No respondió. Se detuvo en una plaza. Se volteó hacia mí, me jaló hacia él de la mano y me besó. Respondí rápidamente el beso.
-No soporto estar sin besarte mucho tiempo. –Me decía entre jadeos.
Pasaba una mano por toda mi pierna. Yo disfrutaba de esas caricias. Como a los 20 minutos pasó algo que me asustó: Tomó mi mano, la puso en su cintura. La movía de un lado a otro. Luego la bajó a su pierna, la acariciaba. Me dejó de besar y me vio. Silencio. Movió mi mano, la dirigió a su entrepierna. No dejaba de verme. Yo cedía.
Por primera vez tocaba un pene. Era duro.
-Mueve tu mano de arriba hacia abajo. –Me dio instrucciones.
Volteé a su entrepierna y pude notar un bulto que se marcaba en su pantalón. Sin mucha experiencia empecé hacer lo que me dijo. Arriba-abajo. Rafa empezó a gemir. Nos volvimos a besar. Yo sin soltar su pene y él acariciando mis piernas.
De repente sentí un calor en mi cuerpo, algo diferente, algo que no había sentido.
-Vamos a mi casa. –Dijo.
Se me vino una imagen de unas palabras a mi cabeza: “Hacer el amor”.
Yo de inocente pregunté.
-¿Para qué?
-Quiero estar contigo. Te amo. Quiero amarte con mi cuerpo.
Me besó. Por mi mente pasaba toda clase de dudas y preguntas.
-¿Tu no me amas? ¿No quieres estar conmigo? –Me preguntó.
Me volvió a besar. Respondí:
-Claro que sí. Te amo. Quiero estar contigo también.
-Vamos. –Dijo.
-Sí. Vamos.
Fuimos a su casa que quedaba muy cerca de donde estábamos. Entramos. Estaba muy nerviosa. No quería hacerlo y si quería. Lo ansiaba y quería salir corriendo de ahí.
Cuando entramos, me tomó de la cintura y besó mi cuello.
-Permíteme. Deja acomodar un poco mi cuarto. –Dijo Rafa. Y se fue, dejándome sola. Me senté en un sillón a esperar. Ahí estaba, pensando en todo y en nada.
A los 5 minutos, que me parecieron mil años, regresó mi novio. Me levanté. Rafa se agachó y me cargó hasta su cuarto. Cuando abrió la puerta sentí un aire, el aire estaba encendido. Estaba fresco el cuarto. La luz era muy baja, tenía un par de velas encendidas a lado de su cama y olía muy rico, a vainilla. Pude notar también que tenía una botella de vino y un par de copas.
Me llevó hasta la cama y me dejó caer. Me levanté y dije:
-Qué hermoso bebé.
-No es nada.
Se agachó y nos besamos. Después sirvió vino en las copas, me dio una y se acostó a mi lado. Bebimos una copa.
-Para los nervios. –Dijo.
Reí nerviosa.
Entre besos y tragos, sentí un poco de mareo y con más confianza. Me acostó completamente y nos besamos. Pasaba una mano por mi cintura, la acaricia, luego subió hasta mis pechos, que eran tocados por primera vez. Sentí una descarga y me calenté. Me levantó y me quitó mi camisa y mi brasier. Al principio me dio pena:
-Puedes apagar las velas. Me da pena, quiero total oscuridad. –Le dije.
Las apagó rápidamente. Me acosté y quité mis manos, dándole entender que era suya completamente. Sentí sus labios en mi pecho, que eran grandes (herencia de mi madre), a los 10 segundos sentí algo que escurría en mi entrepierna y solté un gemido. Arqueé mi espalda. ¿Quizá fue un orgasmo? Como por reflejo me levanté a quitarle la playera a Rafa.
Me incliné a besarle su pecho, no era atlético. Mientras lo hacía, sentía como Rafa intentaba quitarme el pantalón. Sin éxito.
-Que difícil. –Dijo. –Tú quítatelo. –Me dijo.
Me levanté, él también se levantó.
Nos desnudamos. No se veía nada, pero alcancé a ver un poco su pene erecto. Me agarró de la mano y me acercó a él que me pegó. Pude notar su pene en mi estomago. Grande, grueso, estaba húmedo. Nos besamos.
Se sentó en la cama, me besó el pecho, y una de sus manos bajó a mi entrepierna. Apenas me rozó, me asusté y sentí como me mojaba. ¿Otro orgasmo? Me metió un dedo en mi vagina, después lo sacaba. Y empezó a meterlo y a sacarlo mientras besaba mi pecho. Yo gemía con mucha fuerza, la sensación que me provocaba lo que estaba haciendo era inexplicable y me gustaba. Duró cerca de un minuto y pude sentir como soltaba chorros de líquido, me mojaba mucho.
-Ya estas lista. –Me dijo.
No entendí a lo que se refería. Sacó el dedo de mi vagina, me tomó de la cintura y me acostó. Sabía lo que se venía.
-No… –Dudé. – ¿Va a doler?
-Te va a gustar. –Dijo con tono de seguridad.
Abrió mis piernas. Tapé mi cara con mis manos.
-Tranquila. –Me dijo. –Lo haré con cuidado.
Quitó mis manos de mi cara. Se acercó a mí y me besó. Dejó caer un poco su cuerpo encima del mío.
Vi como bajó una de sus manos, tocó mi entrepierna, luego quitó su mano. Se levantó un poco y bajó la mirada. Mi corazón latía mucho.
Sentí su pene en la entrada de mi vagina. Lo metió poquito, no sentí nada. De repente lo sacó y sentí como mi vagina se mojaba de algo.
-¿Qué es eso? –Pregunté asustada.
-No es nada, es mi semen. Pero ahí voy ahora sí.
Me preparé.
La metió poquito, de nuevo no sentí. Luego penetró más. Solté otro chorro de líquido. Sentí dolor. Empujó más. Se dejó caer y me besó. Lo que sentía era algo… asombroso. Increíble.
-Te amo. –Le dije.
-Yo también te amo. –Me dijo.
Se empezó a mover despacio. Lo que estaba pasando en ese momento fue la mejor sensación. Había silencio total. Yo gemía mucho, Rafa gemía mucho. No quería que terminara. Lo sentía duro, fue como 1 minuto esta rica sensación. No llevaba el tiempo pero fue muchísimo y riquísimo. Nos besábamos cuando podíamos. Mi novio tocaba mis pechos, mis nalgas. Luego de un rato sentí como su pene se había puesto aguado. Se salió y se acostó a mi lado.
Estábamos los dos agitados. Cansados.
-Te amo. –Le volví a decir y me recosté en su pecho.
Sentía mojado en mi entrepierna. Toqué y era pegajoso el semen. Me volteó a ver y nos besamos. Había tenido la mejor noche de toda mi vida.
Así empieza mi historia…
Sé que les gusta que las historias tengan un poco más de… acción. Este es solo el inicio. Acepto sugerencias.
Si les gustó aquí les dejo mi correo para que me escriban --> julia199204@hotmail.com