Así comenzó todo...

Ella había entrado en aquella web porque necesitaba que alguien la escuchara y lo encontró a Él, los dos tenían pareja, aunque solo Él vivía con la suya. Los dos buscaban romper la monotonía de sus vidas y se intercambiaron los messenger, ella sin saber muy bien lo que quería y él con las ideas muy claras.

Ella había entrado en aquella web porque necesitaba que alguien la escuchara y lo encontró a Él, los dos tenían pareja, aunque solo Él vivía con la suya. Los dos buscaban romper la monotonía de sus vidas y se intercambiaron los messenger, ella sin saber muy bien lo que quería y él con las ideas muy claras.

Llevaban unas semanas escribiéndose, nunca habían conectado la cam por la timidez de ella y en una de estas conversaciones el comenzó a seducirla con sus palabras, contándole su fantasía y pidiéndole que no se tocase:

“Iré a tu despacho, me acercaré a ti por la espalda, tu no te moverás porque estás asustada, temblorosa sentada en tu sillón, te susurraré al oído todo lo que tengo pensado hacerte mientras acaricio tus pechos, te como la oreja, el cuello.. te acaricio, te pondrás caliente...muy caliente...Luego bajaré hasta tu coño e introduciré un par de dedos en él y te llevaré al borde del orgasmo, pero no dejaré que te corras...¡todavía no! ¡Te correrás cuando yo quiera!...”

Ella estaba tumbada en su cama y sus palabras la estaban poniendo muy cachonda. Necesitaba tocarse pero, aunque sabía que no podía verla, era incapaz de contradecir su orden. Se tocaría y se correría cuando Él quisiera.

Entonces Él le pide que conecte la cam, que no lo piense y la conecte. A ella le pueden más las ganas de complacerle que su timidez, y aunque solo llevaba puesto un tanga le obedece e inicia la video llamada. Le dice que es su “zorrita”, su “putita” y que tiene que hacer todo lo que le pida. En otras circunstancias a ella le hubiese parecido ofensivo lo que la estaba llamando, pero en ese momento le daba mucho morbo, cada vez estaba más caliente y dispuesta a complacerle en todo.

Así me gusta, que te pongas cachonda para mi, lo veo en tus ojos, en como te muerdes los labios...sí, así te quiero zorrita mía. Se que estás asustada por lo que pueda pedirte, tienes miedo de no complacerme, ¡pero lo harás! Mientras pienso en lo que voy a pedirte quiero que te toques los pechos para mi, que te tires de los pezones...si, así. Cuando estemos juntos me apoderaré de ellos, mordiendo, chupando, apretándolos, porque serán míos...¿verdad?. Ahora quiero que bajes más la cam, quiero ver tu coño... ¡que la bajes he dicho!....Que caliente y que mojada estás...¡eres una moja bragas!...Así, aparta el tanga y acaricia tu coño para mi, gatita. Folla con tus dedos para mi...así...sigue...pero no te corras aún. Quiero que te saques el tanga y te pongas a cuatro patas...que me enseñes tu culo mientras te sigues tocando...así, follate y correte para mi...Así nena, así, como si fuese yo el que te está follando...Así perrita, así correte que te estoy mirando, si, grita de placer para mi...Así zorita mía, me gusta tu cara de viciosa...Ahora sé que me complacerás en todo lo que te pida, esto ha sido solo una prueba, por hoy ha sido suficiente”.

Si, había tenido un orgasmo como hacía tiempo que no sentía. Todavía no podía creérselo, ¿qué la había llevado a obedecerlo?, ¿sería cierto lo que le había dicho de que lo complacería en todo lo que le pidiese?. Si, seguro que lo haría, porque ya era su zorra.