Así cambió mi vida y la de mi marido (II parte)

Acabé por acostarme con otro chico a pesar de estar felizmente casada

Como recordaréis en mi anterior relato, acabé por acostarme con otro chico a pesar de estar felizmente casada. Quiero aclarar que siempre he querido a mi marido, lo quiero y lo querré hasta el final de mis días; no imagino mi vida sin estar a su lado, pero hay placeres terrenales que no se pueden cerrar por amor a una persona.

Pasaron los días y volví a mi rutina sexual de pareja, yo notaba que cuando me acariciaba mi marido enseguida me mojaba, mucho más que antes, incluso él me lo notó y un día me dijo:

  • Joder cariño, últimamente andas cachonda perdida, siempre que te toco estás empapada.

Yo siempre le respondía:

  • porque cada día te quiero más y quiero disfrutar del sexo contigo, sólo dime qué quieres que te haga y yo te lo hago.

  • Ya lo haces cariño y muy bien además, me encanta como me tocas, chupas y follas.

  • No, no es verdad, nunca he sabido tocar una polla. Me dicen que aprieto muy fuerte y muy deprisa… (ahí metí la pata, pues me acordaba de lo que me dijo Toni y lo solté sin más)

  • ¿Eh? ¿Quién te ha dicho eso? ¿a quién le has tocado la polla y le has hecho una paja?...

  • Ehhh, no, es un decir, por lo que cuentan mis amigas, ya sabes que yo sólo me he acostado contigo…

  • Joder, lo has dicho como si tocaras pollas a diario, ¿hablas de eso con tus amigas…?

  • Es que hay una compañera en el trabajo que sale con un chico mulato y dice que tiene un rabo descomunal y que ella lo que hace en la vida es disfrutar y algunas veces hace tríos con su pareja y amigos mulatos de su pareja; dice que un día tuvieron que ir a urgencias porque le desgarraron toda la vagina…

  • Jajaja, joer con tu amiga; eso a ti seguro que no te pasaba porque tu ginecólogo te dijo una vez que tenías una vagina muy grande, ¿no?

  • Si, jajajaja, ¿te imaginas yo con dos pollas mulatas bien gorditas?

  • Buffff, calla, calla que me pones muy cachondo cuando te imagino siendo muy guarra. Tú todo lo tienes grande, los pezones, el culo, la vagina,… ¿te los follarías a los dos?

  • Toma, claro!!! Y que me llenaran bien por delante y por detrás.

  • Pero cariño, te romperían el culito y te destrozarían.

  • No, bien mojadita seguro que me entraban sin problemas, una en el chocho y otra en el culete(me acordaba de la polla de Toni en el culo) ; o las dos en el chochete….uhmmmm….

  • Ven aquí guarrilla (con una mano empezó a acariciarme el clítoris y mis labios empapados e hinchados y con la otra recogía los flujos que chorreaban de mi vagina y hacía círculos alrededor de mi esfínter anal)

  • Joder, sigue mi vida, no pares…

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Después de besarme y chuparme uno de mis pezones y jugar con sus dedos durante 10 minutos, me metió dos dedos en el culo a la vez que con la otra mano me follaba el chochete.

  • Sigue por favor, que gusto…

  • ¿Te gusta?, ¿ te gustaría sentir dos pollas, una delante y otra en el culo?

  • Siiiiiiiiiii, me encanta, me vuelve loca y los mulatos siempre me han encantado, con sus pollas gordas, venosas y duras y que me llenen de lechecita…

  • ¿Si? ¿Y les dejarías que se corrieran en todos tus agujeritos?

  • Siiiiiiiiii, me encanta sentir su leche en el culo, en el chochete y en mi boquita, comérmela toda calentita y también que se corran en mis tetas y estiendérmela por ellas mientras me soban.

  • Uhmmmmm, pero si en la boca dices que está muy amarga y la escupes.

  • No, la suya no, la suya sabe mejor que la tuya, no está tan amarga (volví a meter la pata al acordarme de la lefa de Toni).

  • Joder cómo me pones, me voy a correr, ven que te la meta.

Se colocó encima de mí me la clavó casi sin sentirla porque con lo mojada que estaba y que su polla no es muy gordita en relación a mi vagina, parecía una nuez en el océano. A los pocos minutos descargó toda su corrida en mi chocho resoplando y diciendo lo cachondo que le había puesto. Cuando perdió su dureza se salió y se tumbó a mi lado, jugando con sus dedos en mis labios vaginales, notando la gran humedad de su corrida y mis flujos.

  • Joder mi vida estás empapada.

  • Si, sigue por favor que no me he corrido…

  • Espera.

Se levantó y cogió uno de mis consoladores, el más grande que tengo (uno talla King size de color negro) y me lo metió despacito pero hasta el fondo y empezó un mete y saca poniéndome al borde del orgasmo. Justo en ese momento se agachó y mientras me metía el consolador empezó a comerme el clítoris y a jugar con su lengua por toda la zona perivaginal e incluso el ano.

  • Siiiiiiiiiiiiii, joder me corro, me corro, cabronazo, no pares ahora, sigueeeeee… ahhhhhhhhhhhhhhh…

Bufff menudo corridón tuve, estaba temblando de la corrida que acababa de tener, me imaginaba a Toni follándome y a mi marido chupándome el chocho mientras Toni me follaba.

Mi marido me sacó entonces el consolador despacito mientras yo me seguía retorciendo y lo bajo y lo acerco a mi culito…

  • ¿Quieres follarme el culo con eso? ¿tienes ganas de más? Es muy grande para mi culete

  • Joderrr es que me pones muy cachondo cuando eres así de guarra, te imagino con otra polla y veo como te corres y me pongo muy burro. Me encantaría ver cómo te entra una polla gorda por el culo y cómo te corres con ella dentro.

  • Bueno, buf, vale, prueba, pero es muy grande y me vas a lastimar.

  • Espera, tranquila.

Empezó a empujar el consolador hacia mi orificio anal y con los flujos y restos de saliva y corrida se fue abriendo paso, pero el glande del dildo era demasiado grande y le dije:

  • Para, para… bufff, no puedo cariño, sé que te pone y lo deseas pero es muy muy grande… si sigues me vas a hacer mucho daño.

  • Vale, vale, pero mira, te ha entrado casi todo… un día te lo tengo que meter enterito.

  • Si tu quieres, yo hago lo que tú quieras, pero ahora no o me dolerá. Ven que te has puesto muy excitado y quiero comerte la polla.

Dejó a un lado el consolador y se subió dejando su polla nuevamente dura a la altura de mi cara. Me cogió del pelo y la nuca y me folló la boca hasta que descargó una nueva corrida… Esta vez me sujeto fuerte y me la tuve que tragar, menos mal que se había corrido anteriormente y era menos la cantidad y la espesura de la misma, de lo contrario me habría atragantado.

Cuando se recuperó de la corrida, se acomodó a mi lado y me dijo:

  • Dime la verdad, ¿a cuantos tíos les has comido la polla? Me has dicho antes que se la comiste a uno y el sabor de su corrida era más dulce que el de la mía…

  • No, cariño, lo debí decir con el calentón, solo te la he comido a ti.

  • Buffff, ¿te gustaría que hiciéramos un trío con otro chico y te folláramos por todos sitios?

  • Claro, si a ti no te importa…, pero yo no te dejaré que te acuestes con otra chica.

  • No, tranquila, yo solo te quiero a ti y sólo quiero disfrutar contigo. Pero me pone cachondo pensar que te follamos entre dos.

  • Uhmmmmm ¿y me dejarías un ratito con él a solas?

  • No, a solas no. Yo también quiero participar.

  • Es que me encantaría decirle cómo follarme y decirle guarrerías y a lo mejor te enfadabas…

  • Si lo hacemos es para que disfrutemos, yo no me voy a enfadar, pero no me gustaría quedarme fuera de la habitación y vosotros follando.

  • Bueno, solo un poquito, mientras bajas a por tabaco o a por algo de comer o mientras te das una ducha…

  • Mira que eres cabrona, ya quieres dejarme fuera. No, con esas condiciones no.

  • Va, venga. Haré todo lo que tú quieras.

  • Bueno ya lo pensaremos

El sospechaba que ya había estado con otro chico y que quería correrme de nuevo a solas con él, pero no insistió y nos quedamos dormidos abrazados el uno al otro.