Asegurame tu amor
Buenos dias, soy nueva aqui y espero que os guste mi relato. esta es una novela mia que escribi basandome en mis deseos mas profundos. gracias
Era una mañana cálida y calurosa como casi el resto de los días. La brisa cálida embriagaba las calles de la ciudad de Malabo, una ciudad por cierto muy pequeña pero a la vez muy bonita y famosa por su cultura y su arte. Todos los años venían artistas internacionales, turistas., y otros que decidían quedarse a vivir, era imposible no amar esa preciosa ciudad.
En la calle, había mucho tráfico teniendo en cuenta la hora que era, todas las mañanas era la misma historia, los estudiantes, los trabajadores, todos con prisas.
Un autobús de tamaño mediano y de color verde se detuvo frente a una chica que llevaba ya tiempo parada en aquel lugar. Se trataba de una chica alta de unos 1,70 aproximadamente, pelo largo y de piel oscura, iba bien vestida para ser exactos como una ejecutiva. Las puertas de aquel autobús se abrieron y ella se subió.
_buenos días Martín._ Dijo ella una vez estar dentro del autobús._ qué buen día hace no te parece?_ prosiguió diciendo con una sonrisa que la iluminaba la cara al tiempo que se sentaba y las puertas se cerraban.
_buen día dices?_ dijo él. Qué tiene de bueno? Hace un calor insufrible pero bueno a ti todo te parece bonito ojalá pudiera yo también adoptar esa actitud de verle el lado positivo a las cosas.
_a veces me enfado, tengo muy mal genio y las esperanzas de encontrar al amor de mi vida son de un 5%.
Martín rió y luego dijo: _ en serio? Dudo mucho de que tengas ese supuesto lado oscuro del que hablas a no ser que lo tengas muy guardado. En serio Abril y te lo digo de todo corazón eres la persona más amable y sincera que he conocido y pronto encontrarás el amor aunque no queden buenos hombres que te merezcan en esta ciudad que al parecer lo único bueno que tiene es el paisaje porque si de personas hablamos es una pena.
_no me preocupo por eso, sé que llegará el adecuado y yo le estaré esperando solo es cuestión de perseverar.
_así es._ culminó diciendo él. Abril, que era el nombre de aquella joven tenía unos 22 años agente de seguros y psicóloga, sin duda una chica lista y decidida, siempre iba con una sonrisa por delante eso era debido a un consejo que una vez le dio un amigo llamado Santiago que en su día quisieron tener una historia pero no pudo ser. Pero esa es otra historia.
_ve siempre con una sonrisa allá donde vallas nunca sabes a quién le puedes alegrar el día con tu sonrisa._ esas fueron las palabras exactas de aquel viejo amigo.
A pesar de lo generosa y buena persona que era, tenía su pasado oscuro como todos y su lado negativo que en este caso era la rebeldía y el hecho de ser decidida en este caso en vez de ser una virtud era más bien un contra en cuanto a las relaciones amorosas se refería. En el campo laboral se defendía muy bien, abril era una de las mejores vendedoras de seguros de aquella empresa y teniendo en cuenta sus conocimientos como psicóloga era muy convincente.
_buenos días, abril al habla dígame._ dijo ella una vez estar en su oficina. Era un paciente que como era habitual llamaba para pedir cita, el mismo Director De la empresa la cedió una oficina para poder atender a sus pacientes de hecho en la misma empresa muchos acudían a la psicóloga Abril. Ya era medio día, Abril se disponía a salir de la empresa como era de costumbre todos los días ya que era la hora de comer cuando de pronto volvió de nuevo a su oficina, se había dejado el teléfono y ella jamás se despegaba de él ya que tenía que estar al tanto de todas las llamadas y urgencias, al volver ya no estaban los demás, todos se habían ido y la tocó ir sola.
_hola._ dijo Abril a Sara que era el nombre de la camarera que siempre les atendía en pizza place que era el nombre de aquel restaurante._ lo mismo de siempre por favor._ prosiguió diciendo. Sara tomó nota y con una sonrisa se fue. En la mesa de la esquina estaba sentado un chico joven apuesto que no dejaba de observar la mesa donde se encontraba Abril. El joven estaba navegando en internet con su laptop pero para nada disimulaba. Sara regresó con el pedido y con una sonrisa lo puso sobre la mesa observando ella también al joven de la esquina.
La jornada laboral había acabado, abril volvió a casa cansada y decidió darse una ducha. Su vida era monótona, algunos lo llamarían aburrido pero eso era justo lo que ella creía necesitar. Abril vivía sola en un piso de dos habitaciones muy bien decorado y muy limpio, todo en su lugar.
CAPÍTULO 1
En el mismo restaurante donde había estado comiendo la tarde anterior, es donde tomaba su café todos los días. Aquella mañana Abril se vistió de blanco, sin duda una combinación perfecta ya que entendía mucho de moda y al mismo tiempo combinaba con su Aura.
_Buenos días Abril, hoy estás especialmente preciosa._ la dijo Sara con una sonrisa.
_Gracias Sara. Como llevas la mañana?_ abril se sentó en la barra.
_Aburrida, siempre eres la primera clienta. Bueno esta vez se te han adelantado._ dijo Sara mirando a un chico joven que estaba sentado en una esquina con su taza de café y al mismo tiempo usando su móvil.
_Un nuevo cliente?_ preguntó Abril intrigada al ver a aquel joven.
_Bueno, estuvo aquí ayer a mediodía._ contestó Sara._ y lo cierto es que no dejaba de mirarte, yo diría que le gustaste._ sonrió Sara
_qué dices._ exclamó abril sonrojada mirando al chico. Lo cierto es que se trataba de un chico muy guapo y con una buena presentación era la viva imagen de todos los requisitos físicos que pedía Abril para el hombre de sus sueños._ seguro que es nuevo en la ciudad y solo estaba ojeando había mucha gente ayer en el restaurante no era la única así es que por favor no inventes.
_ ¡uy! Te has puesto roja._ decía Sara señalándola con el dedo
_soy negra, las negras no nos ponemos rojas.
Rieron. Aquel joven alzó la mirada después de haber estado oyendo unas voces y justo en ese momento Abril también lo miró, se cruzaron sus miradas fue como si se detuviera el tiempo los dos se negaban a despejar la mirada era como si se estuvieran comunicando a través de ella. Una sonrisa del chico provocó en ella una sensación de mariposas en el estómago y fue entonces cuando ella decidió despejar la mirada.
_explícame qué es lo que acaban de ver mis ojos porque me he perdido. Qué ha pasado aquí._ decía Sara entusiasmada
_nada, no ha pasado nada._ Se puso a la defensiva
_como que nada? Esas miraditas de enamorados a eso le llamas nada? Ese chico llega a mirarme de esa manera y llego al orgasmo Abril tienes que hablar con él tienes que hacerlo
_no pienso hablar con él apenas le conozco
_esa mirada lo ha dicho todo. No hace falta conocerle Abril. Tú necesitas calor humano y nada mejor que el calor de ese cuerpazo pero si es de tu gusto._ explicaba Sara con gestos. Abril se sonrojó y bebió un sorbo de su café.
_estás loca, no soy tan atrevida además no tengo porque acercarme a él, si es para mí ya volverá. Ya sabes lo que opino de aquellos que van tan rápido no es precisamente mi estilo.
_mientras tú te sigues haciendo la estrecha aparecerá otra y te lo va a quitar hombres así no duran mucho estando solteros te lo digo yo por experiencia.
_hablas como si se tratara de mi novio, apenas lo conozco y sabes qué me da igual quien se lo lleve o con quien acabe gracias por animarme la mañana._ se levantó y luego se dirigió rápidamente hacia la puerta y se fue.
_solo intentaba ayudarte._ Gritó Sara mirando hacia la puerta a donde se dirigía Abril.
A la mañana siguiente en aquel mismo restaurante como todas las mañanas Abril llegó y se sentó en la barra dispuesta a pedir su café de todos los días. A esas horas el restaurante estaba vació y ella no se fijó mucho en si habían otras personas enseguida llegó Sara y la atendió sirviéndola su café mañanero.
Sara no dejaba de mirar en una mesa de la esquina y al mismo tiempo intentando hacerle señas a su amiga Abril pero esta no se daba cuenta o al menos no quiso hacerla caso.
_ Tío bueno, a tú las siete._ dijo Sara mirando disimuladamente al tiempo que limpiaba la barra con una bayeta. Abril se dio la vuelta y efectivamente ahí estaba el joven del día anterior y del otro día anterior. Ella se apresuró en pedir un café para llevar ya que estaba nerviosa y no podía controlar la situación. Era ella quien siempre llevaba las riendas y en una situación que la superaba decidía siempre retirarse y eso hizo. Se fue. Aquel joven se pasó toda esa semana acudiendo a pizza place y cada vez que venía abril lo único que hacía era evitarle ya no se tomaba el café en el restaurante como de costumbre, se lo llevaba al trabajo.
Abril tenía unas normas en cuanto a los hombres, cómo comportarse con ellos, qué decir y cómo hacerlo y sus conocimientos como psicóloga la eran muy útiles ya que había mucho loco suelto ella los detectaba a la primera. Llevaba a cabo el programa de 70 días antes de besar o mantener relaciones con alguien, primero los estudiaba a fondo y no tenía citas con nadie que no la resultaba interesante. Presten atención chicas cuando conoces a una persona que crees que realmente vale la pena, no te apresures tómalo con calma que no se note lo desesperada que estás porque eso lo único que hace es asustar al chico. Hacerse las estrechas, no entregar el número de teléfono a la primera, hablar con seguridad, si es un chico que se acerca a ti con malas intenciones siguiendo todos estos consejos y siendo una chica lista te darás cuenta a la primera porque este sudes (sujeto desconocido) no será capaz de soportar tanta presión y se irá a buscar a otra parte donde le sea más fácil obtener aquello que le interesa, en este caso no os desesperéis al contrario es un alivio para nosotras porque nos habremos desecho de un completo idiota. Y no os olvidéis de hacerles esperar al teléfono pero bueno… todo eso ya lo leeréis más adelante.
CAPÍTULO 2
Era el fin de semana días de descanso después de una semana pesada. Abril decidió ir de compras a un súper mercado llamado Martínez que era donde ella hacía habitualmente la compra de la comida y más cosas. Iba con el carrito de la compra medio lleno observando la estantería de vinos que por cierto a ella la encantaba, sobretodo lo mezclaba con palomitas esa era su cena diaria vino con palomitas, así todas las noches sentada en el sofá y viendo la tele.
Iba de espaldas cuando de pronto se chocó con algo.
_disculpe, estaba un poco distraída._ se disculpó ella amablemente al tiempo que se daba la vuelta y se sorprendió bastante cuando vio de quién se trataba se quedó sin habla.
_vaya qué casualidad pero si eres tú la de pizza place._ dijo aquel joven con una sonrisa encantadora efectivamente se trataba del joven apuesto de todas las mañanas en pizza place. Abril no supo qué decir se quedó bloqueada, a pesar de su experiencia y de todo lo que sabía, tantos consejos dados pero en ese momento no podía pensar con claridad no tenía habla, solo podía mirarle a los ojos y perderse en su mirada tan encantadora._ estas ahí?_ prosiguió diciendo después de un largo silencio.
_perdona qué?_ alcanzó en decir ella al tiempo que se incorporaba.
_qué silencio, de eso hablaba._ dijo él._ no quiero ser malpensado pero creo que estas nerviosa estas temblando._ siguió diciendo con su sonrisa tan bonita.
_no quiero ser malpensada pero creo que me estás siguiendo. Tengo que preocuparme por ello?_ se defendió ella, empezaba a recuperar la sangre fría.
_no_ contestó el._ solo es casualidad, aunque yo personalmente creo que las casualidades no existen. Todo pasa por alguna razón.
_cuanto tiempo has tardado para sacar esa conclusión?
_se me acaba de ocurrir._ dijo él y rió para empatizar._ si buscas un vino te recomiendo banda azul es lo que tomo yo.
_gracias, pero a mí los vinos baratos no me van._ dijo ella luego se dispuso a irse con su carito de la compra. El joven se quedó sorprendido e intrigado decidió seguirla.
_eres un poco sofisticada ya veo.
_no tienes nada mejor que hacer, seguro que tendrás una madre esperando a que la pintes la casa, un niño esperando a que le cambies los pañales, una novia furiosa esperándote con un arma, un jefe cabrón esperándote para joderte. Lo que sea en vez de estar hablando conmigo._ decía ella al tiempo que iba avanzando con el carito de la compra.
_siempre eres tan agresiva? Porqué te pones a la defensiva solo intento empatizar contigo. La psicóloga eres tú qué consejos les darás a tus pacientes?
_como sabes que soy psicóloga._ preguntó ella con asombro mientras se detenía mirándole.
_me lo dijo tu amiga la del restaurante._ contestó él.
_Sara._ dijo ella molesta y siguió caminando.
_qué haces esta tarde? Te parece bien si te invito a cenar así pruebas el vino banda azul prometo que mis intenciones son buenas, solo quiero que cambies de idea respecto al vino.
_siempre ligas así? Alguna vez te ha funcionado?_ se rió abril.
_qué te hace pensar que estoy ligando contigo? Solo es una invitación a cenar.
_de qué quieres hablar conmigo? Sobre la guerra de Chechenia o de la pobreza en el mundo?
_eres muy graciosa, siempre a la defensiva, eso es bueno, chica lista pero déjame darte un consejito señorita psicóloga. Cerrarse en banda y no dejar entrar a nadie en tu mundo puede volverse contra ti._ aquel joven se alejó despacio mientras abril no dejaba de mirarle. Lo cierto es que era muy gracioso e intrigante.
_espera._ decía ella intentando ir tras él pero ya había desaparecido por completo.
Aquella tarde del sábado lo pasó en la casa de su madre, había una comida familiar. La calle Mauritania era donde vivía su madre. Abril se hacía cargo de casi todos sus hermanos, teniendo en cuenta que la menor era ella, le regaló un teléfono moderno a su madre y la enseñó cómo usarlo. Todos estaban bebiendo y tomando pasándolo bien pero ella seguía pensativa, algo la intrigaba y lo cierto es que ni ella misma sabía de qué se trataba.
Regresó tarde a su casa, eran las 22h de la noche. Pero como siempre no renunció a su costumbre a pesar de lo cansada que estaba, se tumbó en el sofá con un vaso de vino y un cuenco lleno de palomitas sobre su regazo y se dispuso a ver la tele, un programa de televisión que la encantaba “Llama y Gana” era el nombre de ese programa que se emitía en la televisión Asonga. Se quedó dormida en el sofá, y dejó encendido el televisor. De madrugada se despertó sobresaltada a causa de un sueño que acababa de tener y se levantó, cogió el vaso de vino y se dispuso a irse a su cuarto cuando de pronto derramó vino sobre la tele sin querer y esta se estropeó.
Al día siguiente Abril decidió salir de casa e ir en busca de alguna tienda o un hipermercado abierto para comprarse una tele nueva. Hubo una. “VENTAGE”. Entró, iba por los pasillos observando hasta que se detuvo porque vio una más bonita que la que tenía y la encantó.
_tenemos que dejar de vernos en supermercados. Al final se convertirá en una costumbre._ dijo una voz.
_!tú!_ exclamó ella al darse la vuelta.
_sí, yo._ dijo él con una sonrisa.
_ ¿qué haces aquí?_ preguntó ella.
_lo mismo que tú supongo, comprar.
_vaya, perdona, hoy no tengo el día.
_ni hoy ni nunca, solo espero que al menos hoy me digas tu nombre.
_Abril._ dijo ella.
_un nombre precioso como la misma persona.
_dime ahora cómo te llamas porque mi creadora o sea la escritora de este libro está harta de llamarte “aquel joven” necesita ponerte un nombre así es que dímelo por favor.
_Alex, Alejandro como quieras tú o tu creadora._ dijo aquel joven._ tienes mucho sentido del humor._ siguió diciendo Alex. Enseguida vino uno de los dependientes y se llevó la tele hasta el vehículo de Abril.
_lo mío ya está, creo que tengo que dejarte Alex._ decía ella mientras pagaba la factura.
_quieres esperar hasta el próximo súper mercado o prefieres darme tu número y así te llamo y quedamos.
_no pienso darte mi número._ contestó ella alejándose y dirigiéndose hacia su vehículo.
_no nos volveremos a ver?_ decía él al tiempo que iba detrás de ella.
_siempre nos quedarán los súper mercados._ vaciló._ Sigue en pie esa cita?_ se apresuró en decir al notar el rostro triste de Alex.
_por supuesto._ contestó él exaltado._ tú solo dime cuando y donde y te recojo.
_sigo manteniéndome firme en lo de no darte mi número de teléfono pero sí quedaré contigo.
_vale, como guste la señorita.
_esta noche a las siete en pizza place._ dijo ella abriendo la puerta de su vehículo._ nos encontramos ahí, te parece bien?
_ahí estaré. Una última pregunta. ¿Cuál es tu canción de amor favorita?
_14 de febrero la canta Carlos Baute. Te suena?
_sí, la conozco._ dijo él con una sonrisa pícara._ a las siete entonces.
_por qué lo preguntas?
_por nada._ dijo él con una sonrisa._ por nada. Hasta las siete, anda vete._ Abril se subió a su vehículo y arrancó.
Con una sonrisa observaba Álex como se alejaba ella poco a poco sin despejar la mirada. “qué mujer más interesante”. Pensó al tiempo que volvía a entrar en Ventage. Y enseguida se dio cuenta de que tenía que planificarlo todo para esa noche, tenía que ser sin duda una noche romántica e inolvidable para los dos.
CAPÍTULO 3
Abril se puso un vestido morado muy sexy que la llegaba por encima de las rodillas, al darse cuenta de lo corto que era el vestido se puso medias negras. No quería parecer una busca guerra pero tampoco quería dar la impresión de ser una estirada y qué mejor manera de vestirse para una primera cita que un vestido muy sexy que la ajustaba al cuerpo pero al mismo tiempo con unas medias negras para no ir tan extravagante. Pensó ella.
Llegó en pizza place a las siete y quince minutos, aparcó frente la puerta y entró. Ahí estaba Álex esperando por ella sentado hasta que la vio entrar.
Este se puso enseguida de pie y acudió rápidamente a su encuentro:
_Estás especialmente preciosa esta noche._ dijo él que no dejaba de mirarla con su sonrisa tan encantadora. La cogió de la mano y la besó. Besó su mano para los que no entendieron bien. Ok sigamos.
_gracias._ dijo ella sonrojándose. Álex la acompañó hasta la mesa y la ayudó a sentarse, luego él mismo se sentó y enseguida trajeron las cartas.
_champán._ se adelantó en pedir Álex
_champán?_ preguntó ella sorprendida._ no se suponía que íbamos a tomar vino? Para eso me has invitado a cenar porque según tú querías hacerme cambiar de idea respecto a tu vino favorito. A no ser… que era una excusa solo para poder quedar conmigo claro era obvio..._ Álex sonrió y asintió con la cabeza.
Una vez haber pedido enseguida les trajeron la cena junto con el champán.
Álex era un chico de unos 1,75 aproximadamente, pelo oscuro, buen físico de deportista, unos abdominales que se veían claramente tras la camisa, muy pero que muy guapo, cualquiera chica se derretiría delante de él sin duda, incluso yo queridos lectores Nuria Balbina vuestra escritora se está derritiendo por los encantos de este personaje ficticio al que apenas se si conoceré algún día o si estaremos juntos como yo vosotras. Esos hombres son de revista chicas. Conformaos con los barrigones y por supuesto no nos queda más que soñar con ese hombre.
_Estaba todo riquísimo._ suspiró ella. Se lo estaban pasando bien, todo fluía se reían, contaban chistes los dos se entendían perfectamente.
_yo también soy psicólogo y te diré por qué te has vestido de esa manera._ dijo Álex.
_sorpréndeme._ dijo ella apoyándose a la mesa y con una sonrisa.
_querías vestirte sexy para que no pensara que eres una estirada pero al mismo tiempo querrías ir elegante para no parecer una de esas que van enseñando pata por la calle._ dijo él y luego se rió.
_sorprendente._ dijo ella._ llevas toda la razón.
_un brindis._ dijo él mientras rellenaba los vasos con champán.
_por qué brindamos?_ preguntó ella con una sonrisa ya estando más tranquila y relajada.
_por lo que pueda pasar._ dijo él mientras elevaban los vasos. Las risas reinaban en el ambiente.
_por lo que pueda pasar? Eso es nuevo._ rió ella._ por lo que pueda pasar._ dijo y luego bebieron después de haber hecho el brindis. Terminó la cena, Álex enseguida se puso de pié y la ayudó a levantarse apartando su silla. La cogió del brazo y se dirigieron a la puerta.
_este es tu coche?_ preguntó él señalando el coche de Abril.
_sí._ contestó ella
_pues volveremos luego a por ello, vamos a llevarnos el mío._ dijo él.
_por qué? A dónde vamos?._ preguntó ella.
_es una sorpresa, por lo que pueda pasar recuerdas?._ decía él con una sonrisa mirándola a los ojos mientras la cogía de una mano. Ella sonrió y enseguida se sintió a gusto y asintió con la cabeza. Se subieron al vehículo de Álex.
_¿cómo es ser agente de seguros? Cuántos seguros puedes vender al día? Debes de ser una buena vendedora de seguros ya que eres psicóloga…
_bien. Dentro de lo que cabe. A qué te dedicas tú?._ decía ella respondiendo con otra pregunta.
_A nada en realidad, un poco de todo._ contestó él al tiempo que seguía manejando el coche mirando a la carretera.
_esa carrera donde se estudia? Estoy interesada._ vaciló ella. Riéndose. Él también rió._ En serio, a qué te dedicas? A lo mejor eres un sicario, psicópata, asesino a sueldo, lunático, psicótico, manipulador, estafador, obsesivo…
_eh, eh, eh, eh,_ la interrumpió él._ para el carro, que de obsesivo nada.
_entonces todo lo demás sí?
_te quedas con el beneficio de la duda.
_qué llevas en esos plásticos._ decía ella señalando el asiento trasero.
_herramientas para descuartizarte.
_no tiene gracia.
_no haber empezado._ dijo él._ trabajo en una compañía de viajes._ prosiguió diciendo
_te avergüenzas acaso de ello?
_claro que no!_ exclamó
_tampoco tenías que ser el hijo del presidente._ dijo ella riéndose.
_claro que no.
Aparcó el vehículo frente a Bronkota un snack bar que estaba frente a la carretera donde antes estaba el antiguo ayuntamiento de Malabo.
_buenas tardes._ dijo Álex
_buenas tardes._ contestó Benjamín, que era el nombre del camarero._ Qué os sirvo?_ prosiguió diciendo.
_dos bronkotas._ dijo Álex._ Abril, quieres tomar algo?
_no, gracias._ dijo ella
_bien, entonces solo dos bronkotas para llevar.
_Melisa._ decía Benjamín en voz alta.
_sí._ contestó melisa.
_dos bronkotas para llevar por favor.
_en seguida._ dijo melisa y se dispuso a prepararlos. Bronkota era un espacio público muy bonito, un lugar perfecto para pasar la tarde, a todos los que pasaban por allí les hacían fotos de recuerdo, incluso tenían una página en Facebook donde publicaban las fotos._ dos bronkotas para llevar._ dijo melisa una vez haber terminado.
_gracias._ dijo Álex cogiendo el plástico._ cuanto te debo?
_son cuatro mil francos._ contestó benjamín, ansioso por coger el dinero.
_aquí tienes, quédate con el cambio.
Abril y Álex se subieron de nuevo al coche.
_yo pensé que nos íbamos a quedar._ se quejó ella.
_vamos a otro lugar.
_entonces solo hemos venido por los bronkotas?
_así es, ahora nos dirigimos a nuestro destino._ Sonrió él. Álex aparcó en la plaza de catedral, justo frente a la misma iglesia y se bajaron del vehículo. Álex abrió la puerta trasera y cogió el plástico que había en la silla. Y caminaron hasta uno de los bancos que había ahí.
_me estás vacilando?, la plaza de catedral?_ decía ella sin ningún entusiasmo.
_eres muy quejica señorita sofisticada por favor siéntate._ dijo él ofreciéndole uno de los bronkota. Ella se sentó y le dio un mordisco al bocadillo, estaba molesta._ qué llevas en ese plástico._ siguió diciendo.
_ya lo sabrás._ contestó él._ paciencia todo a su tiempo, señorita sofisticada. No te gusta el lugar?
_desde un punto de vista completamente objetivo y por supuesto sin ningún interés personal por el tema creo que este lugar es muy vulgar, más que vulgar es para críos._ se quejó ella.
Álex no la contestó, solo se dedicó a mirarla abrió el plástico, y en él sacó una botella de vino banda azul y dos vasos. Le ofreció uno vertió el vino en los vasos.
_Aquí tienes el vino que tanto querías tomar al principio de la cena, he pensado que lo mejor sería tomarlo aquí es una ocasión especial. Y realmente espero que te guste. Decía Álex un poco serio.
Abril no entendía nada pero su estado de ánimo iba mejorando a ratos. Se oyeron ruidos. Una melodía que procedía al otro lado de la plaza, cada vez el sonido era más claro y se acercaba más a ellos.
_hoy amanecí con ganas de enviarte algo que te guste y pueda regalarte, que es esta canción que es para recordarte…_ cantaba un señor. Se trataba de 4 señores vestidos con trajes negros, se detuvieron frente a ellos y siguieron cantando.
Álex sonrió, Abril no entendía nada, pero se trataba de su canción favorita. Todavía llevaba el vaso de vino en la mano justo cuando se puso de pie y se acordó de algo:
_ ¿cuál es tu canción de amor favorita.
_14 de febrero la canta Carlos Baute. Te suena?_ recordó ella.
Abril le miró muy emocionada, no tuvo palabras en ese preciso momento pero cuando se dispuso a abrir la boca, él se adelantó y dijo:
_brindemos por lo que ya ha pasado._ brindaron y bebieron de sus vasos. Abril tenía los ojos abiertos como platos, era la sorpresa más romántica que la habían dado en su vida._ me concedes este baile? _ ella asintió con la cabeza. Álex cogió los dos vasos y los puso sobre el banco, luego volvió a ella y la agarró. Una mano sostenía su cintura y otra su mano. La música sonaba como algo mágico en sus oídos, era una sensación agradable para los dos, se miraban a los ojos y claramente se podía ver lo emocionados que estaban. La gente a su alrededor los miraban con recelo. Otros les hacían fotos y grababan con sus teléfonos, ya que no estaban acostumbrados a contemplar espectáculos iguales. Pero ellos dos estaban tan concentrados en el baile y en el momento que apenas se daban cuentan de que había gente a su alrededor o al menos les daba completamente igual.
_en los 14 de febrero invierto en mil flores, un detalle espero valores, no te olvides de mi nombre. Te regalo mi orden mi desorden te regalo mi norte mi horizonte,…._ cantaban._ yo por ti daría mi vida….._ una vez haber finalizado con la canción, ellos también dejaron de bailar y se oyeron aplausos a su alrededor, eran los espectadores, fue cuando los dos tortolitos se dieron cuenta del público que tenían y rieron.
_A sido genial. Lo he pasado muy bien, sin duda déjame disculparme por mi actitud borde cuando nos conocimos. Te juzgué mal._ se disculpó ella. Estaban frente a su puerta, él la acompañó hasta la puerta de su casa una vez haber terminado la cita, era muy tarde y mañana había que trabajar.
_no te disculpes, era tu mecanismo de defensa. Pero es bueno saber que ya cambiaste de opinión respecto a mí.
_mi lealtad se debe a la razón, y ya que soy una persona razonable tengo derecho a cambiar de opinión cuando se me presenta nueva información que cambia mi perspectiva.
_sí, muy profundo eso. Pero como psicóloga muy mal te morirías de hambre si solo dependieras de ello._ bromeó él.
_está bien, deja de atacarme. Reconozco que pasé por alto varias cosas.
_es bueno reconocer los errores._ dijo él. Hubo un silencio.
_bueno…_ decía ella después de un largo silencio._ buenas noches.
_buenas noches._ contestó él pero para nada quería despedirse. Nadie quería despedirse del otro pero al mismo tiempo nadie quería reconocerlo. Se miraron a los ojos.
_di algo_pensó ella.
_invítame a pasar_ pensó él. Pero nadie dijo nada. Abril sacó las llaves de su bolso, lentamente con alguna esperanza de que Álex digera algo antes de que entrara pero no dijo nada, abrió la puerta y entró.
CAPÍTULO 4
A la mañana siguiente estaba Abril en su despacho con un paciente. Tocaron la puerta.
_adelante._ dijo ella
_han llegado unas flores para ti._ dijo Vanesa, que era la recepcionista.
_quién las envía?_ preguntó ella intrigada.
_aquí hay una tarjeta._ dijo Vanesa cogiendo la tarjeta, se dispuso a leerla cuando Abril se la quitó de la mano y con una sonrisa la leyó:
buenas días Abril, espero que no hayas llegado tarde al trabajo, esta mañana no te he visto en pizza place, no has venido a por tu café mañanero y me he preocupado. Perdona mi atrevimiento pero soy un poco sobreprotector con las cosas que me importan. Anoche lo pasé increíble contigo, espero que se vuelva a repetir. El viernes mí primo celebra su fiesta de cumpleaños, te apetece venir conmigo? Considéralo como una segunda cita
Posdata: son rosas, espero que te gusten, les dará buenas vibraciones a tus pacientes.
Firma: ALEJANDRO.
_ ¿quién es Alejandro?_ preguntó Vanesa con una sonrisa pícara.
_estabas leyendo?_ dijo Abril dándose la vuelta._ uno al que acabo de conocer.
_pues para ser uno al que acabas de conocer le tienes bastante loquito. Ningún chico aquí en Malabo envía flores a una chica. Ya te digo, ojalá a mí me enviaran un ramo de flores._ decía Vanesa poniéndose sentimental. alguien tosió
_perdone señor José Balty._ se apresuró en decir Abril._ Vanesa por favor que tengo un paciente. Vanesa salió. Por mucho que lo podía negar Abril estaba muy emocionada por el detalle de las flores. El señor José Balty era un paciente habitual de ella que trabajaba en la televisión ASONGA como reportero. Volvieron a la terapia pero ella seguía pensando en las flores y en la cita de la noche anterior y no pudo evitar que se la escapara una sonrisa.
Volvieron a verse el miércoles a medio día, quedaron para comer en un restaurante llamado DELICE DE FRANCE. Después de la comida cada uno volvió a su trabajo. Aun estando en el trabajo se enviaban mensajes, se llamaban por teléfono aun no viéndose pero estaban en contacto, hablaban por teléfono todas las noches.
Llegó el gran día. El viernes por la noche, Abril se puso un vestido largo de color negro muy ajustado a su cuerpo, por detrás tenía unas cuerdas que dejaban a la vista su espalda, unos tacones rojos y un monedero del mismo color. Estaba preciosa. sonó el timbre
_ hola._ dijo ella una vez haber abierto la puerta. Álex se quedó sin habla.
_cada vez que tengamos una cita, vas estar poniéndote así de guapa?
_lo intentaré.
_debería preocuparme?
_no beberías.
_bale. Sobreviviré a tus encantos.
_y yo a tus chistes.
_estas preciosa._ dijo él con una sonrisa.
_gracias._ contestó ella con otra sonrisa.
En fin, la cogió del brazo y se fueron. Voy a saltarme esta parte en la que están dentro del vehículo porque aparte de que ya no tengo nada que decir, me da pereza tener que describir como era el coche o tener que describir las calles para rellenar el espacio mientras están llegando y no creo que os interese además. Vamos directo al grano, donde todos queremos leer. LA FIESTA
Álex se bajó del vehículo y se apresuró en dirigirse a la puerta de ella para abrírsela. Ella se bajó, apoyándose a la mano de él. Había mucha gente. Pudo alcanzar ver un letrero que ponía: LA GAMA.
La cogió del brazo y caminaron hasta el interior de aquel local.
_hey! Qué pasa primo._ gritó una voz detrás de ellos. El ambiente era cálido, había mucha gente, la mayoría de las chicas estaban observándoles de mala gana.
_pero bueno, si es mi querido primo Aristóteles._ dijo Álex una vez darse la vuelta. E hicieron un saludo típico de ellos.
_no me llames así. Eso ya pasó hace mucho._ dijo el primo
_nunca me olvidaré de ese día primo. Es para recordar, estabas todavía._ intentaba hablar Álex._ oh, perdona. Te presento a Abril, ella es mi…_ hubo un silencio. Ella estaba ansiosa por escuchar lo que iba a decir Álex, su respuesta sin duda definiría su relación._ mi Novia._ dijo al fin.
_vaya! Te has echado novia, acabas de llegar, pero bueno, me alegro por ti, es preciosa._ dijo el primo._ soy Juan._ siguió diciendo mientras la estrechaba la mano.
_encantada Juan._ dijo ella con una sonrisa que la iluminaba la cara, estaba feliz por lo que acababa de decir Álex.
_de Juan nada, él se llama Aristóteles._ intervino Álex.
_vaya! Un nombre muy interesante._ decía Abril.
_os acompaño a vuestra mesa._ dijo Juan.
_claro._ dijo Álex._ y se dirigieron a la mesa y se sentaron junto a todos los demás primos y amigos. Enseguida llegó el anfitrión de aquella maravillosa fiesta y se sentó junto a ellos. Álex también le presentó a Abril como su novia. Había una banda que tocaba, algunos bailaban, otros comían, otros bebían, y otros conversaban. Mucha gente, hombres, mujeres…
Una hora más tarde Abril se levantó de la mesa.
_voy al cuarto de baño._ dijo ella y Álex asintió con la cabeza y sonrió.
_buena pieza._ dijo juan una vez haberse ido ella._ aunque aquí las hay a montón puedes estar con quien quieras, lo tienes todo, las chicas son lo de menos porque tanta prisa? Porque ella?
_no lo entenderías. Ella es especial. Tiene una gran personalidad además de ser guapa Y no busca mi dinero.
_como puedes estar tan seguro?
_porque no lo sabe. No me conoce y tampoco sabe dónde vivo.
_no se lo has dicho?
_no!, la he dicho que trabajaba en una agencia de viajes.
_una agencia de viajes? Es lo que se te ha ocurrido?_ rió juan.
_fue lo primero que se me vino a la cabeza cuando me preguntó que donde trabajaba. Y a parte ella es…_ decía Alejandro._ no lo sé, no puedo describirlo solo sé que la quiero hermano. Creo que me he enamorado, desde la primera vez que la vi, vi algo en ella que me atrajo y quise conocerla, ahora que la conozco siento que la quiero y no quiero ni puedo dejarla ir.
_eso es profundo. Ya sabes que te apoyo en todo. Solo pensaba que tal vez tenías que conocerla mejor y viceversa, y si tanto te gusta como dices entonces será mejor que la digas la verdad sobre ti antes de que se entere por otra parte. Trabajador de agencia de viajes._ decía juan, luego se echaron a reír._ ahí viene Silvia te acuerdas de ella? Tu novia en la secundaria. No dejaba de preguntarme por ti.
_dichosos los ojos que te ven Alejandro._ dijo una chica que se detuvo frente a ellos. Llevaba puesto unos pantalones muy cortos y se la veían los cachetes del trasero. Eso lo llamamos en fang OBOM y un top igual de corto con unos tacones muy altos, muy maquillada para ser tan joven pero a su vez muy guapa.
_Silvia._ dijo Alejandro y se levantó para saludarla._ estás… alta._ decía él observando la ropa que llevaba puesta, iba prácticamente desnuda.
_es lo que tiene crecer. Te apetece bailar?._ apenas le dejó contestar, le cogió de la mano y lo estiró hasta llevarle a la pista de baile. Colocó la mano de él sobre su cintura. Silvia era una chica alta, guapa y con un cuerpo alucinante mejor que la misma Abril, de piel muy clara y con la mirada muy penetrante capaz de embrujar con su físico a cualquier hombre..._ te he echado de menos._ decía ella mirándole fijamente, era una distancia muy íntima, sus rostros estaban muy cerca.
_y yo a vosotros._ dijo Alejandro con la voz temblorosa. Luego apartó la mirada.
_mírame._ dijo ella tocando su mejía volviéndola hacia ella y le besó.
En ese preciso momento salía Abril del cuarto de baño, llego en la mesa donde estaba sentada con Alejandro pero no le vio a él. Había tanta gente y estaba casi oscuro, no se veían los rostros con claridad. Alzó la mirada alrededor y vio a Alejandro besándose con una chica. Fue como si el tiempo se detuviera, ella se quedó en estado de shock, aturdida, se bloqueó totalmente, estaba nerviosa, furiosa, celosa, triste y decepcionada. Sentía todo eso al mismo instante, no supo qué hacer. Después de unos segundos pensó. el que domina a los otros es fuerte pero el que se domina a sí mismo es poderoso
Se acercó a ellos:
Os recuerdo lo que antes mencioné, ahora vais a aprender chicas a cómo manejar a vuestros hombres en este tipo de situaciones, no perder la calma. Los hombres solo entienden de fuerza hay que castigarles. Presten atención.
_Alejandro._ les interrumpió. Álex se apartó de Silvia enseguida y al ver a Abril ahí le puso muy nervioso esperando a ver cómo iba a reaccionar ella y pensando él en la excusa que iba darla.
_Abril._ dijo él muy nervioso.
_solo quería despedirme de ti. Me tengo que ir._ dijo ella con una sonrisa._ bonitos zapatos._ volvió a decir mirando a Silvia.
_gracias._ contestó ella con una sonrisa.
_como que te vas… a don…de espera déja…me acompa…ñarte._tartamudeaba él.
_no hace falta querido. Nos vemos._ dijo abril mientras le tocaba el hombro izquierdo, luego se fue.
_muy simpática tu amiga. Quién es?_ preguntó Silvia
_ahora mismo, no lo sé._ decía Àlex mientras veía como se alejaba ella.
_voy a por unas copas._ dijo Silvia y se fue. Se acercó juan y dijo:
_la has cagado pero bien. Quise avisarte pero se me adelantó. Lo siento.
_no te preocupes, la culpa es mía._ decía Álex triste.
CAPÍTULO 5
EL PROGAMA DE 10 DÍAS
No llamar, regla número uno.
A la mañana siguiente Abril se fue a la casa de su madre para pasar el día y distraerse un poco después de lo de la noche anterior. el mundo está lleno de sufrimiento pero a la vez de superación del mismo. Abril se acercó al sofá donde estaba sentada su madre y dijo:
_has visto a chichi?_ era el nombre del perro.
_no._ respondió ella que estaba acariciando a su gato que no paraba de maullar.
_en serio Abril dime la verdad. Puedo quedarme calva por el estrés?_ decía su hermanita que salía de su cuarto.
_tienes 15 años, qué estrés vas a tener tú._ dijo el otro hermanito._ no la hagas caso, es una paranoica.
_déjame en paz. Qué sabrás tú. Tengo mucho estrés acumulado, mucha presión y tensión de los estudios la familia, creo que tengo la crisis de los 15.
_esa crisis no existe._ decía el hermanito.
_eres un descerebrado. El hecho de que tú desconozcas su existencia no quiere decir que no exista. Vives en tu mundo cavernícola._ dijo la hermanita.
_y tú eres una engreída te crees que utilizando palabras rebuscadas te hace más inteligente? Al contrario.
_mama! Dile algo._ se quejó ella mientras iba corriendo detrás de él que no paraba de reírse.
_parad chicos por favor._ se quejó la madre.
Enseguida sonó el teléfono de Abril, se trataba de Álex.
_no piensas cogerlo?_ preguntó la hermanita. Abril negó con la cabeza. Se cortó la llamada.
_seguro que es del trabajo._ mintió ella.
_tienes un jefe llamado Álex tío bueno?_ decía su hermanito mirando el nombre de contacto en su teléfono.
_no seas cotilla._ dijo Abril escondiendo su teléfono.
_dejad en paz a vuestra hermana chicos. Abril, qué necesitas?_ preguntó su madre.
_estoy bien mama. Simplemente quiero que cojas esta llamada y digas que no estoy disponible en este momento que llame dentro de 10 minutos._ explicaba Abril.
_qué llamada? Si no te está llamando nadie._ decía su madre.
_esta._ dijo Abril, y enseguida sonó su móvil. Le entregó el teléfono a su madre.
_sí, buenas tardes._ decía la madre._ ahora mismo no se puede poner está ocupada llama dentro de 10 minutos por favor._ y luego colgó._ me vas a decir de qué se trata?
_no, mama no te lo voy a decir.
_quién es esa persona?_ volvió a preguntar su madre.
_un pobre diablo que está a punto de sufrir mi ira._ dijo ella con una sonrisa malévola.
Diez minutos después volvió a sonar el teléfono, ella lo dejó sonar tres veces luego contestó:
_dígame.
_hola Abril, como estas? Te llamé antes pero no contestaste, luego llamé de nuevo y contestó una mujer, solo quería saber cómo estabas y si podemos hablar. No sé pero… no me he sentido bien, lo siento te aseguro que no tuve nada que v…_intentaba explicar Álex.
_no tengo tiempo para hablar por teléfono ahora mismo, estoy en una reunión muy importante. Quedamos a las siete en pizza place? Hasta luego._ le interrumpió ella y luego colgó.
No discutir por teléfono, ser breves, concretar una cita y acabar con ellos. Regla número dos.
Abril llegó quince minutos tarde, se sentó. No habló mucho, solo se dedicaba a escucharle que de alguna forma u otra intentaba disculparse pero no sabía cómo introducir el tema. Había mucha tensión en el ambiente. Después de la cena Álex se armó de valor y decidió sacar el tema:
_respecto a lo de la otra noche déjame decirte que me pilló por sorpresa. Me besó ella y yo…
_y tú la pobre víctima no tuviste más remedio al apuntarte con una pistola._ le interrumpió ella.
_¿qué?_ dijo él confuso.
_mira querido._ decía ella.
_desde cuando me llamas querido?_ la interrumpió él.
_ quieres escucharme._ decía ella intentando hablar.
_me parece raro que me llames querido de la noche a la mañana, solo preguntaba.
_qué más da, puedo llamarte querido si quiero, es un mote cariñoso.
_ no sabía que sintieras cariño hacia mi persona en este preciso momento.
_no me desvíes del tema. _Dijo ella que estaba perdiendo los papeles.
Mantener la calma y la sangre fría. Regla número tres.
_bale, bale._ se rindió él.
_creo que nos hemos precipitado con todo esto, han sido demasiadas emociones en tan poco tiempo. No quiero presionarte Lo mejor sería probar otras aguas._ decía ella ignorando por completo su anterior comentario, y antes de que él pudiera decir nada ella se puso de pie._ quieres que pague yo?_ decía abriendo su monedero.
_pagar?_ se sorprendió él, que ya no estaba entendiendo nada. Estaba confuso y al mismo tiempo se sintió humillado en ese preciso momento_ claro que no. Abril se fue enseguida, Álex estaba deseando que todo aquello no hubiera pasado.
Cuando vuestro hombre la fastidia castigarle, por lo más mínimo que sea si le perdonáis así a la primera se acostumbrará y volverá a hacerlo de nuevo. Si queréis recuperarle pero antes de eso queréis darle un escarmiento entonces utilizar este método, si realmente os quiere volverá sumiso con el rabo entre las piernas.
¿Qué hacer en todos estos días? Fácil, aquello que hacíais antes de conocerle. No hablar con él ni verle. No contestar a sus llamadas. Y teniendo en cuenta que le echaréis de menos podéis buscaros un hobbies para estar entretenidas con algo, ir al GYM, dar paseos, ir a restaurantes etc…
Abril se encontró con Juan el primo de Álex en Martínez, antes de que Juan pudiera verla ella se apresuró y abrazó enseguida a un joven que estaba pasando al lado suyo, apenas le conocía. Fue sin duda un abrazo muy sospechoso. Juan les vio y decidió cambiar de pasillo, pero ese era el plan conseguir que él la viera. Ella al ver ese gesto soltó al pobre muchacho y dijo:
_lo Siento me he confundido de persona.
_si es así como abrazas siempre entonces conmigo puedes confundirte cuantas veces quieras._ contestó aquel joven que se quedó emocionado. Abril lo miró luego siguió su camino, sabía que Juan la había visto y que se lo iba a contar a Alejandro, ese era el plan, rematarle, los hombres hablan tanto o más que las mujeres estaba claro que se lo iba a decir a su primo. Ponerles celosos, Regla número tres.
No mostrar debilidad los hombres solo entienden de fuerza sin dolor no se gana nada. Hay algo llamado transferencia de energía, cuidado con abrir la puerta de tu casa sin tener claro de quién se trata. No permitir que os visite, eso solo os perjudicará, será como dar dos pasos hacia atrás en vuestros planes. Así es que la transferencia de frustración es muy importante no bajar la guardia, no permitir que os visite cuando aún no habéis concluido con vuestro plan.
En el resto de la semana Abril se buscó un entretenimiento para no pensar en Alejandro, se apuntó al gimnasio, tuvo citas con varias personas a las que apenas entendía. Álex siguió llamándola en todos esos días pero ella no cogía las llamadas ni contestaba a sus mensajes, cada vez que iba a verla en la empresa donde trabajaba ella se escondía o mandaba a alguien decirle que no se encontraba disponible. Buscar distracciones Regla número cuatro.
CAPÍTULO 6
Nueve días después, Abril se fue al súper mercado después de haber salido del trabajo. Compró una botella de vino, Carne de ternera y unas uvas. Se pasó el resto de la tarde en la cocina preparando una cena especial. Llegaron las siete de la tarde y su teléfono no sonaba, Álex no la había llamado en todo el día, era la primera vez. Se negó en llamarle. Decidió esperar, las ocho y seguía sin sonar el móvil, la cena se estaba enfriando, se suponía que iba a ser una sorpresa pero tenía que llamar antes él, ella estaba segura de que iba a llamar ya que había sido él quien cometió el error. Pero luego entendió que ya le había castigado bastante a lo largo de la semana. nada es imperdonable, el perdón no puede cambiar el pasado pero sí puede cambiar el futuro.
En ese momento se decidió a llamarle cuando lo tuvo en sus manos se dispuso a marcar el número de Álex. Sonó su móvil. Era él.
_sí._ contestó ella entusiasmada
_por favor._ se oyó una voz triste._ te lo suplico perdóname, no sé qué más puedo hacer. Haré lo que tú quieras, lo que tú me pidas, seré tu esclavo, pero por favor, no me alejas de tu vida._ decía él muy triste.
_estoy en casa. Ponte guapo._ dijo ella y colgó.
En menos de 10 minutos sonó el timbre.
_hola._ dijo ella una vez abrir la puerta._ adelante._ siguió diciendo apartándose de la puerta para que él pudiera entrar.
_es la primera vez que me dejas entrar en tu casa._ dijo él observando el interior de la casa.
_será porque la ocasión lo merece. Siéntate por favor. _Abril le ofreció una silla. Al otro lado de la mesa se encontraba otra silla que era donde se sentaría ella ya que solo eran dos sillas. En la mesa estaba la cena, las uvas y una botella de vino con dos vasos. Había dos velas en la mesa y el salón con poca luz, en el fondo se podía oír una música que sonaba a poco volumen. (Marvin Gaye, sexual healing).
_qué es todo esto?_ preguntó él después de haberse sentado.
_una cena._ contestó ella con una sonrisa._ te sirvo._ se ofreció ella.
_ya sé que es una cena pero... lo has preparado todo tú? Y dime a qué se debe? O porque?
_haces demasiadas preguntas. Cállate y cena, no lo estropees._ decía ella sirviéndole en un plato.
_bale, me callo, me callo.
Cenaron, hablaron de cosas no relacionadas al incidente de la otra noche. Tomaron las uvas como postre. Ella le ofreció vino e hizo un brindis.
_por lo que pueda pasar._ dijo ella sonriendo. Álex sonrió y elevó el vaso.
_por lo que pueda pasar._ dijo él e hicieron el brindis.
Abril se levantó después de haber terminado de cenar y se dispuso a quitar la mesa. Álex la detuvo agarrándola de la cintura por detrás. Ella se dio la vuelta y lo miró a los ojos.
_me concedes este baile?_ dijo él mientras subía el volumen de la música.
_claro!_ suspiró ella emocionada.
no os preocupeis amigos la parte erotica viene. en la segunda parte...