Ascensooooor

No se puede hablar de algunas cosas donde puedan captarlos según que oídos. Adela se lamentaba porque que su marido era un sátiro y así Lola encontró a quien sabe cómo tratarla.

Paco ¡ACABA DE UNA PUÑETERA VEZ!

Voy delante para parar un taxi pero no te entretengas.

  • la mujer tomo el ascensor para bajar los ocho pisos mientras el atribulado Paco cerraba la puerta y esperaba a que llegara el otro ascensor que acudió desde los pisos superiores.

En el interior estaba Lola; la vecina del décimo que vive sola y que es la envidia de ellas por su porte; saludó a Paco con su habitual sonrisa. Buenos días vecino; te veo muy elegante pero no pareces contento. ¿Vais de fiesta? Paco respondió sin apartar los ojos del generoso escote.

A la comunión de la hija de una amiga de mi esposa y no ¡no me hace gracia! preferiría otra cosa y no diré cual para que no te enfades conmigo. - la mujer le hizo un guiño y uniendo la acción a las palabras dijo con tono burlón entrecerrando los ojos. Imagino a que te refieres.

  • ¡Esto me lo enseñó hace años un primo que es ascensorista! Pulsó una secuencia en los botones y el ascensor se detuvo al tiempo que sonaba la alarma.

La mujer tomo su rostro con ambas manos y lo besó en los labios con una intensidad que desconocía; soltó los paquetes que ocupaban sus manos para abrazar y sobar ese cuerpo que se le antojó desde el primer día que coincidió con ella aunque no pudo como ahora recrearse en acariciar sus formas.

Tras el primer asalto la mujer se abrió el corpiño mostrando las tetas que Paco amasó primero y mordisqueó después; algo que su recatada esposa no le permite ni en fechas especiales.

Las expertas manos de la mujer soltaron el cinturón y de una bajó pantalón y bóxer; se agachó y comenzó a lamerle el capullo tras retirar el prepucio con los labios; le dio cuatro o cinco lametones antes que Paco la alzara y que apoyándola contra la pared le levantó la falda y apartó la braga para poder apuntar el cipote que metió de una sola estocada logrando que levantara los pies del suelo al tiempo que soltaba un sonoro jadeo.

Los espaciados caderazos fueron salvajes y la mujer rodeó su cuello con los brazos para apoyar la cabeza en su hombro mientras llegaba el primer orgasmo; Paco no paró y por la forma en que arremetía contra ella parecía una pelea; pelea de la que esperaba ser la vencida como así fue. Lola comenzó a boquear pues le faltaba el aire; los espasmos no cesaban y aquel primer orgasmo con el que se habría contentado se convirtió en el mayor de al que la había sometido nunca un hombre; dejó de pensar y se dejó ir en medio de aquella tempestad de sensaciones que la tenían en ese limbo al que raramente se accede y del que no se quiere escapar aunque todo tiene un final y ese llegó en forma de rugido; el que acompañó Paco con la primera de las descargas que inundó la vagina de Lola.

Las descargas se sucedieron hasta que finalmente Paco besó sus labios y apartándose un poco le ofreció su pañuelo para que se limpiara. Lola lo hizo y además empleó unos clínex para borrar todo rastro de lo que allí había pasado; sacó del bolso un bote de perfume y pulsó en vaporizador varias veces comentando. Es preferible que huela a perfume que a tenía razón tu mujer cuando comentó con otra de las vecinas sin darse cuenta que estaba tras ellas.

• Mi marido es un salido que siempre está dispuesto; pero me asusta la berga que calza y he de ir con cuidado para que no me lastime porque si le diera alas seguro que me reventaba con ella.

Ya he visto que no eres de los de y cuando quieras visitarme te estaré esperando. Ahora; si estás listo voy a poner esto en marcha antes de que llegue el servicio técnico y averigüe lo que ha pasado.

Lola pulsó otra secuencia de botones y el ascensor volvió a funcionar; al salir vieron un grupo de vecinos y curiosos en el vestíbulo y la mujer de Paco exigió sin preguntar siquiera que había pasado.

¡Vamos! Que no llegamos.

Desde ese día son muchas las ocasiones en que; sabiendo que la esposa no está en casa Paco sube hasta el décimo piso para disfrutar junto a Lola de momentos inolvidables; si coincide con alguien en el vestíbulo para en el cuarto piso con la excusa de tratar algo con el presidente de la comunidad y después continua su

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